MÚSICA EN ROPA INTERIOR. Bartolomé Ferrando & Avelino Saavedra

Música en ropa interior. Bartolomé Ferrando & Avelino Saavedra. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-599-2023 — LRCD025. PVP: 15€




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Un silencio se ha puesto a dudar de sí mismo y ha dejado entrar algunos ruidos: restos de papel, objetos elásticos, cuerpos blandos. El pensamiento que los rodea está todo mojado de música. Es una música agrietada e improvisada, pero llena de color por todas partes.
Llueven gotas metálicas junto a racimos de gritos en forma de lenguaje. El suelo está recubierto de pieles de sonido.

CRÉDITOS

Bartolomé Ferrando: Voz.
Avelino Saavedra: Percusión, objetos.

Grabado, mezclado y masterizado por Avelino Saavedra
en Önilewaland, Valencia 2022.

Texto y títulos por Bartolomé Ferrando.

Ilustración de portada y diseño por Avelino Saavedra.

DOSSIER DE PREMSA

Aunque el título que Bartolomé Ferrando y Avelino Saavedra han elegido para su nuevo lanzamiento en el sello Liquen Records sea Música en ropa interior, no estamos, en absoluto, ante una música desnuda ni a medio vestir, sino ante siete improvisaciones que evidencian los materiales, los rizomas y los patrones que han influido para que el traje sonoro que ambos aquí visten haya quedado tan bien ajustado y servido en cuanto a ecos de la mejor tradición contemporánea, de la que Ferrando y Saavedra son unos lúcidos y exquisitos continuadores.

Demuestran ambos, además, que lejos están de haberse agotado las aportaciones estilísticas derivadas de los John Cage, Karlheinz Stockhausen, Luciano Berio o György Ligeti (por poner cuatro ejemplos tan diversos entre sí), aquí plenamente vivos y entrecruzados con una amplia paleta de técnicas que, en un soberbio artículo publicado el pasado mes de mayo en La muerte tenía un blog, Antonio Martín relacionaba con lo que entonces definía (en juegos de palabras tan afines al disco que hoy comentamos) como «Jazz Dadaísta Carnático», «Fluxus Improvisatorio Indostaní» o «Saeta Japonesa en clave de Free Jazz».

Estamos, por tanto, en pleno territorio de la hibridación, de la libertad, de la apertura de miras a la fértil pluralidad musical del mundo; si bien con una fidelidad al rigor en la forma y a la enjundia de los materiales, que me hacen pensar, una vez más, que la improvisación es uno de los ámbitos más serios y trascendentes de la música actual, por su forma de evidenciar dichas filiaciones estéticas, así por cómo explicita (sin trampas ni cartón y desde la iconoclastia del proceso improvisatorio) la pasta de la que está hecho cada músico.

Quienes aquí se reúnen comparten trayectorias como artistas, performers y poetas: el valenciano Bartolomé Ferrando y el gallego Avelino Saavedra, cuyo trabajo conjunto en la improvisación se remonta al año 2006, y del cual Liquen Records ya nos había dejado muestras tan fascinantes como la que Ferrando y Saavedra, junto con el saxofonista Josep Lluís Galiana, no ofrecieron en 2018 con su trío Bregues de Moixos.

Fieles al espíritu de combinar la improvisación, la poesía y el arte de acción que había protagonizado su propuesta como Bregues de Moixos, en Música en ropa interior Ferrando y Saavedra nos dejan un texto que, a modo de introducción, es toda una declaración de intenciones: «Un silencio se ha puesto a dudar de sí mismo y ha dejado entrar algunos ruidos: restos de papel, objetos elásticos, cuerpos blandos. El pensamiento que los rodea está todo mojado de música. Es una música agrietada e improvisada, pero llena de color por todas partes. Llueven gotas metálicas junto a racimos de gritos en forma de lenguaje. El suelo está recubierto de pieles de sonido».

Si el suelo se recubre, así, de «pieles de sonido», lo hace porque a través de estas siete improvisaciones el proceso artístico ha sido tan descarnado como primigenio, abriendo en canal la expresión más íntima y confesional, que se expone con un aquilatado equilibrio de nuevos recursos en cada improvisación, junto con elementos técnicos y expresivos que compactan las sucesivas piezas hasta su final, formando un todo.

En la primera de ellas, Cesta de milímetros delirantes, priman los efectos guturales, los chasquidos, los golpes de glotis, los portamenti y todo un reguero de fonemas rotos que parecen los fragmentos de un lenguaje inventado, aunque no dejen de reverberar desde el francés al japonés, ya sea por una inflexión fonética, ya por un deje teatral: parte de un trabajo vocal en el que priman el humor y una insoslayable impronta del Ligeti de las Aventures & Nouvelles Aventures (1962-65). En correspondencia, en la manipulación de objetos despliega Avelino Saavedra una paleta sonora que se acerca de tal modo al trabajo vocal de Bartolomé Ferrando, que por momentos resultará complejo discernir cuál es la fuente emisora, primando la rugosidad y unas sonoridades que hasta parecieran acuáticas, marcadas por sus glissandi y ondulaciones.

Levantas la música y miras debajo de ella para ver lo que hay incide más acusadamente en las fricciones metálicas. Frente a la hiperactiva primera improvisación, destacan aquí las texturas en tenuto, por lo que voz y objetos se complementan activando una evocadora red de armónicos y multifónicos. Ello da lugar a una intrincada conjunción de los materiales, cuyos timbres y densidades se compactan de forma que, nuevamente, llegan a resultar indiscernibles voz y percusión: tal es la plasticidad y la maleabilidad de la fonación de Bartolomé Ferrando. De hecho, en el final de esta segunda improvisación sus tan extremos cambios de registro nos harán recordar al Spyros Sakkas de Aïs (1980), partitura de Iannis Xenakis (con voz y percusión como solistas) de la cual parece embeberse Ferrando en sus contrastes tan súbitos y extremos de tesitura: portentoso.

Con sus casi ocho minutos de duración, Almacén de ideas sin techo, ni paredes, ni suelo es la improvisación más larga de este compacto y, por ello, una de las que presenta mayor heterogeneidad, si bien hay en ella una estructura circular (no estricta) que convoca ecos no sólo del Lejano Oriente, sino de compositores europeos y norteamericanos que tanto habrán influido a Ferrando y a Saavedra como Giacinto Scelsi y John Cage. Del italiano llega a esta tercera improvisación la querencia por las sonoridades tendidas en el tiempo y en el espacio, sometidas a microscópicas modulaciones de altura, ataque y registro, por lo que el pensamiento es, también, microtonal, con sus derivadas rituales y de meditación: tan del último Cage. El desarrollo de Almacén de ideas sin techo, ni paredes, ni suelo va introduciendo nuevos contrastes en las tesituras vocales, con súbitos cambios entre agudos y graves engolados que nos remiten al teatro , con su fusión de lo femenino y lo masculino. El manejo, por parte de Avelino Saavedra, de las percusiones metálicas, incide nuevamente en los ecos asiáticos, con una construcción de los espacios acústicos marcadamente arquitectónica: verdadera escenografía para la voz, con la que comparte una frenética articulación en el ecuador de esta tercera improvisación, con sus expresionistas y rotos ataques, a modo de clímax, antes de retornar progresivamente al ambiente más estático del comienzo, incorporando ecos espectrales que desarrollan la inicial impronta scelsiana, desbordando cierta virulencia en los últimos segundos.

En el comienzo de Las palabras se lanzaban a la calle por la ventana manda el golpeo a las membranas, con sus resonancias y glissandi como trasfondo para la voz. Reaparecen los ecos del Japón, con un punto grotesco, incorporando el aura ceremonial del gagaku, así como toda una danza chamánica. Frente a una más asertiva percusión, la voz recupera parte del crepitante universo de Cesta de milímetros delirantes, compactando materiales y dando coherencia al ciclo.

Un montón de cristales gritando luz recupera las fricciones metálicas, con su pátina de óxido y sus ecos viscerales. En correspondencia, la voz se hace rugosa, dialogando con los rebotes y los armónicos de la percusión. Hay cierto histrionismo en la obsesión por volver sobre los materiales y desdoblarlos en nuevas formas, articuladas en polirritmos. Es, por ello, que reaparece la impronta ligetiana, con su querencia por el humor y la diversidad, además de los xenakianos contrates de tesitura y hasta cierto gusto por los mecanismos y las estructuras circulares, con las vueltas sobre sí mismas y las obsesiones finales de voz y percusión, alcanzando la convulsión y el dislate.

Música recubierta de pétalos metálicos es la improvisación más breve del disco, convertido su apenas minuto y medio de duración en puro aforismo de quebrantos objetuales hechos regueros y rizomas de sonidos: rastros y señales esparcidos por el suelo para fertilizar un terreno del que brota, como sugiere el título de la pieza, la voz cual pétalos orgánicos, alimentándose de los materiales disgregados por la percusión.

Cierra este jardín de insospechadas sonoridades la séptima y última improvisación, Hay ruidos cosidos a las piedras y al agua, con sus ecos del jazz en la percusión y unos espasmos convertidos en tentativa de entablar un discurso continuamente quebrado. Esa misma percusión en la que reverberaban las músicas de raíz afroamericanas expondrá, posteriormente, ecos del flamenco, diversificando el potentísimo espectro multicultural de Música en ropa interior. Es una música, por tanto, que penetra en lo primigenio y en el inconsciente, del que desgarra continuos brotes y afloramientos. La presencia de lo que parece un lion’s roar, unido a la voz impostada, redundan en ese espacio de lo irreal, en el desbordamiento de los límites de la razón, con una música que fluctúa entre estados de trance. Las sucesiones y las superposiciones de efectos guturales en la voz, así como de rumores metálicos en la percusión, inciden en ese sumatorio de técnicas y estilos que Hay ruidos cosidos a las piedras y al agua representa en este disco, exponiendo toda una rúbrica de resonancias que se suspenden hasta su mismo final.

Como el lector supondrá, el registro de una propuesta con tales contrastes y sutilezas no es una cuestión menor; de ahí la importancia de que el propio Avelino Saavedra se haya hecho cargo de la grabación, las mezclas y el masterizado de este compacto: apartado técnico efectuado el pasado año en los estudios valencianos de Önilewaland.

La portada y el diseño del disco son obra, asimismo, de Avelino Saavedra, que con su faceta más puramente plástica redondea un nuevo ejercicio de improvisación de verdadera categoría, enriqueciendo el catálogo de uno de los sellos españoles que más está apostando por dicha improvisación en el siglo XXI, como Liquen Records.

RECENSIÓN. MÚSICA EN ROPA INTERIOR.

FERRANDO, Bartolomé y SAAVEDRA, Avelino (2024). “Recensión. Música en Ropa Interior”. Montilla (Córdoba),
España: Revista-fanzine Procedimentum nº 13. Páginas 172-176.

Un silencio se ha puesto a dudar de sí mismo y ha dejado entrar algunos ruidos: restos de papel, objetos elásticos, cuerpos blandos. El pensamiento que los rodea, está todo mojado de música. Es una música agrietada e improvisada, pero llena de color por todas partes. Llueven gotas metálicas junto a racimos de gritos en forma de lenguaje. El suelo está recubierto de
pieles de sonido.

Entre la música y la poesía sonora, gongs, instrumentos de plástico y trozos de papel se mezclan con balbuceos, glissandos, repeticiones, murmullos y variaciones vocales. Gritosmetálicos. Ruidos de letra. Una voz que habla hacia atrás e intenta captar el primitivismo originario del habla, que se enreda con sonidos y ruidos articulados, no sometidos a ningún orden rígido.

Poesía enmarañada de música. Sonoridades tejidas de voz y de gestos. Las palabras ya no hablan: sólo gimen, se deslizan, estallan o desaparecen, entre trazos sonoros y esferas de ruido.

El disco Música en ropa interior”, publicado por el sello Liquen Records, es un registro, en forma de siete improvisaciones, del tipo de material sonoro que llevamos modelando juntos desde el año 2006. Es una de las grabaciones más personales, radicales, delirantes e inclasificables que hemos tenido el placer de realizar.

En cuanto al aspecto técnico y de materiales utilizados, aparecen la  voz, papeles rasgados, arrugados y soplados, una tetera convertida mediante un globo acoplado en un arcaico y primario saxofón, un gong tocado con arco, un bombo intervenido y tocado mediante técnicas extendidas, una caja de batería, platillos, pequeñas planchas metálicas dejadas caer, vibradores y otros objetos.

“…trabajo con los sonidos producidos por objetos e instrumentos de percusión, de la misma manera que lo hago con los colores, gestos y soportes en el momento de pintar. La mayoría de las veces desconozco cuál va a ser el resultado final y eso es lo que mantiene vivo mi interés. Unos sonidos, unos colores, unas formas, conducen a otras y poco a poco la pieza va tomando apariencia y, al no actuar de forma excesivamente planificada, el éxito o el fracaso de la misma dependerá del mayor o menor acierto con que tome las decisiones según voy recibiendo los estímulos. Nunca utilizo samplers, ni pregrabaciones, si no que, para ir construyendo en directo, empleo pedales de efectos mediante los cuales proceso en tiempo real los sonidos que van surgiendo al manipular golpeando, frotando o percutiendo los distintos elementos del set de batería y objetos diversos como papeles, metales, teteras, tubos de plástico, etc… De esta forma lo que entran en juego son timbres, texturas, intervalos de sonido-silencio y dinámicas, creándose momentos en ocasiones cercanos al noise o la música concreta, que encuentran su contrapunto en pasajes más líricos” (1).

El disco fue grabado, mezclado y masterizado en los estudios Önilewaland, en Valencia por Avelino Saavedra, quien se ha encargado también de la ilustración a tinta que aparece en la portada. El título del disco, así como los textos interiores y títulos de las improvisaciones son obra de Bartolomé Ferrando.

Permitidme que me repita pero es que sigue siendo todo perfectamente válido cuatro años después y la vida no está para tirar nada, y menos si es algo que ha salido de una reflexión; bien, dije exactamente de las vocalizaciones de Bartolomé Ferrando, con motivo del fabuloso Bregues de Moixos (Líquen Records, 2018) lo siguiente: 

`Lenguajes inventados al servicio de la música, lo vocal y la percusión atávica en estos dos primeros cortes del disco. Hay que sentarse y seguir cada instrumento por separado para abarcar el alcance de tanta ráfaga de percusión, sordina en los vientos, y sílabas recortadas con cuerdas vocales como pelos de acero en una fábrica de marquetería. ¿Se podría catalogar esto de Jazz Dadaísta Carnático?… ¿Fluxus Improvisatorio Indostaní?… difícil de decir porque el Teatro Japonés GAGAKU hace su acto de presencia en el segundo corte embarullando más las etiquetas. Las vocalizaciones de FERRANDO a más de uno podrían recordarle a una grotesca reinterpretación de la música cortesana japonesa en el elegante Saibara, el declamatorio Rôei o los patrones melódicos del Kagura-uta Tsuki, Oshi, Mawasu-fushi y Ori-fushi o cómo cantar una Saeta Japonesa en clave Free Jazz´.

Bien, estamos ante una especie de continuación de aquel proyecto pero sin Galiana a los saxos. Quien sí repite (percusión y objetos) sincretizando la realidad acústica es el artista percuto-animista Avelino Saavedra… improvisador, artista plástico y mil cosas más que os sonarán a los que más o menos leéis este blog. Y digo sincretizar no solo en el sentido antropológico de la fusión (sonora, cultural, lo que sea) sino equivalente también a la `disciplina del engaño acústico´… o sea, que (ojo con compararlos a una especie de Reyes Católicos) Saavedra y Ferrando (es que rima) son los reyes de hacernos creer que se puede tocar un solo de batería golpeando las baquetas en las cuerdas vocales y cantar un aria destrozando una vieja cubertería de jarrones de la Dinastía Ming. 

¿Y quién es la punta de lanza de las Vanguardias y la escena de la improvisación en la zona de Valencia?… pues sí, LÍQUEN RECORDS edita en formato digipack esta suerte de Zarzuela Percusiva grabada, mezclada y masterizada por el propio Saavedra en Önilevvaland, además de encargarse de la portada y todo el diseño que por cierto comparte línea estilística con Bregues de Moixos

Haciendo un inciso en la portada, me encanta el detalle de la música despojándose del lenguaje de las palabras en un proceso deconstructivo brutalmente dadaísta. Dice Saavedra sobre sus colaboraciones con Ferrando: `Entre la poesía sonora y la música improvisada, una de las grabaciones más personales, radicales, delirantes e inclasificables que he tenido el placer de realizar´… y digo yo que no puedo estar de más de acuerdo. Por poner algunos referentes de cosas similares que he tenido el placer de reseñar, tengo que remitir los Teatrales actos Terroristas de don J.G. ENTONADO y sus Poliedro Kobold o Arín Dodó, que también gusta de moverse entre estos terrenos angulosos, poliédricos y muy, pero que muy tetánicos. Pero basta ya te preámbulos… vamos a diseccionar el artefacto o al menos intentarlo.

De la palabra se dice que entre los pueblos del África Negra aparece como el órgano productor de la palabra (lengua en sentido físico, apéndice del sistema digestivo, lo que sea…) y, en general, es interpretada desde el punto de vista de la fecundidad, por lo que se la relaciona con la lluvia, la sangre y el esperma. Por otro lado, manda cojones que en todos los sitios mienten a la palabra como LA RAZÓN ORDENADORA del cosmos. Lo digo porque en «Cesta de Milímetros Delirantes» unas regurgitaciones de índole acuosa (AGUA, que también es elemento de vida) se van abriendo paso entre algo parecido a una grabación de campo en una sesión de ordenar habitaciones en un hotel habitado por TOCS y por gente con Diógenes…. ahí, todas mezcladas. Curioso cómo algún instrumento de juguete y la entonación de Ferrando adquieren un tinte litúrgico. 

Gargarismos y lamentos se mezclan con elementos de Cartoon de Saavedra al más puro estilo de un rudimentario Esquivel. Podríamos decir que «Levantas la Música y miras debajo de ella para ver lo que hay» es Lounge logopédico y saturnal de carácter invocativo. Amenazante y bilioso, si estuviéramos en el terreno del Rock en Oposición de los Cassiber o en un subestilo yo lo llamaría Improvisación en Oposición. Sigue «Almacén de Ideas sin Techo, ni Paredes, ni Suelo» donde Saavedra sigue frotando cosas que parecen ser metálicas… un tema largo que pasa por momentos teatrales pseudo-oníricos que se deslizan en avanzadillas de minimalismo. Entran golpes de gong y la voz responde contrariada o bien reacciona de manera bioquímica / sináptica a los herzios de Avelino. Puede que esté perdiendo el norte, pero a mí me suena a «Also Sprach Zaratustra» de Strauss pero con esfacelos necróticos y teratogenia importante. Por cierto, Risperdal para tod@s, invito yo….

«Las Palabras se lanzaban a la Calle por la Ventana» es marcial.El tambor / bodrán invocando un viejo rito parecido al de los Lemmings que se tiraban por el acantilado pero aquí con palabras. Redobles y efectos percusivos en espiral añaden epicidad en determinados momentos, acompañándose todo de las deglutorias homilías Ferrandianas o estas a su vez en los arrebatos psicorrágicos del carrousel apocalíptico creado por Avelino. Si queda algo, se lo llevará por delante el peristaltismo y si por un casual eres Cenobita… hostias, estás en tu casa!. Mismos parámetros para «Un Montón de Cristales Gritando Luz» con momentos en que dudo de si hay o no algún instrumento de viento o son simples roces de goma contra metal o vaya usted a saber qué (por eso os hablaba al principio del `sincretismo musical´). 

Como el llamado `Recuerdo Proustiano´ que usa el olor o masturbaciones parecidas del Sistema Límbico, Saavedra y Ferrando ponen su ARTE en un torno que van moldeando a placer hasta que te das cuenta que el proceso es inverso… todo se ha llevado a su base, deconstruido y vuelto a montar como en una suerte de Ópera Tuneada. Que nadie te engañe, esto es «Música Recubierta de Pétalos Metálicos«.

Si más o menos has entendido todo lo que he querido decir, creo que estarás de acuerdo que te toca arriesgar y definir «Hay Ruidos Cosidos a las Piedras y al Agua»…. venga, sal de la zona de confort.

Música en ropa interior. Bartolomé Fernando, voz; Avelino Saavedra, objetos y percusión. Edita: Liquenrecords,Valencia 2022

¿Cuándo empezamos a improvisar sonidos los humanos? ¿Antes o después de componer sencillas melodías con instrumentos aún muy imperfectos o con nuestras voces? ¿Sabía Pitágoras algo al respecto? Preguntas.

Es un misterio. ¿Podemos realmente hablar de improvisación cuando tenemos en mente y muy interiorizadas escalas, ritmos sonidos?Siempre se ha improvisado, mucho hasta la entronización de la partitura detallada con el Clasicismo europeo.

Otras culturas musicales siguen improvisando en África, Asia…algo en América, nada en Europa salvo que los músicos provengan del jazz, el blues, el rock o se hayan salido “de la caja” y estén ya en “modo impro.”

Nos presentan los dos “sonidistas” – voz, percusión y objetos- una versión primigenia de la improvisación, sin red. Otras voces y otros objetos darían como resultado otras improvisaciones diferentes a las que ahora escucho, otros sonidos, otras dinámicas.

Una improvisación primordial, básica, primigenia. En directo la imagino con gran gestualidad y movimiento. Improvisación total, de cuando aún no se habían inventado las “redes” protectoras, las estructuras musicales, modos y armonías.

¿Lo que escuchamos es anterior a la música o posterior, cuando ya la Humanidad haya agotado esta fuente de creatividad? Más Preguntas, ni John Zorn tiene la respuesta.

No lo sé, me da que va a ser lo segundo, veremos una especie de caos armónico paralelo al caos social en el que estamos entrando.

Mientras tanto el desafío, la incógnita, está ahí…escuchemos, pensemos, disfrutemos.

Hay materia para todo eso en este cd y más.

Enhorabuena a Liquenrecords por seguir arriesgando y “acertando”. 

Muy recomendable escucha y disfrute en directo, si pueden.

Galiana & De Solaun. FIRST TIMES

Josep Lluís Galiana and Josu de Solaun. FIRST TIMES. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-639-2022 — LRCD023. PVP: 15€

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TRACKLIST

01. Munch-ing [ 5:16 ]
02. Sirènes [ 2:10 ]
03. Pollockiana [ 2:25 ]
04. Elegía [ 3:12 ]
05. ichi-go ichi-e [ 5:51 ]
06. Plunge [ 1:32 ]
07. Amuse-bouche [ 3:27 ]
08. Scorrevole [ 3:33 ]
09. Threshold [ 1:40 ]
10. Alleys [ 5:37 ]
11. Baciyelmo [ 2:44 ]
12. Ágora [ 6:24 ]
13. Henbruix [ 4:05 ]
14. Galdr [ 4:15 ]

Total: 52:11

Josep Lluís Galiana tenor and soprano saxophones
Josu de Solaun piano and prepared piano
Recorded live at the Teatre Auditori Catarroja Francisco Chirivella,
València (Spain), June 20, 2021
all music by Josep Lluís Galiana & Josu de Solaun
Producer: Josep lluís Galiana
sound engineer: Jorge García Bastidas
mixed and mastered by Jorge García Bastidas
liner notes: Paco Yáñez
Translation: Gary smith
Photographers: María Diez, live music valencia, Joan Gómez Alemany, Omar Daf, Alexis Moya
cover art: Omar Daf
Graphic Design: cap i cua (Alexis Moya)
© 2022 Josep lluís Galiana & Josu de solaun
© liquen Records
DL: V-639-2022. LRCD023 liquenrecords.com
Booklet in spanish and english

Josep Lluís Galiana y Josu de Solaun reivindican la improvisación libre con el disco FIRST TIMES

[in english below]

Josep Lluís Galiana y Josu de Solaun han lanzado internacionalmente FIRST TIMES, un disco en el que reivindican la improvisación libre como expresión artística y musical. El saxofonista y el pianista españoles sacan a la luz un madurado y espontáneo trabajo discográfico, editado por el sello Liquen Records, que incluye 14 temas que son un punto de encuentro sonoro que transita entre la música contemporánea y experimental y el jazz.

Galiana, compositor, escritor, editor y gestor cultural, viene desarrollando una intensa actividad en la escena internacional de la libre improvisación, la creación electroacústica, el avant-garde jazz, y la investigación musicológica desde hace más de tres décadas; y De Solaun, compositor, escritor y único español que ha ganado el Concurso Internacional de Piano de Valencia Premio Iturbi y el Concurso de Piano George Enescu de Bucarest, entre otros importantes premios; es uno de los pianistas con más proyección internacional y actúa en numerosos países de América, Asia y Europa como recitalista y solista junto a prestigiosas formaciones y directores. Ambos vienen cosechando los elogios y reconocimiento de la prensa especializada por sus trabajos discográficos y los conciertos que realizan.

Los músicos, que se conocen desde hace más de 25 años cuando Galiana programó varios conciertos de un joven De Solaun en Valencia, han labrado una gran amistad a lo largo de este tiempo y una complicidad musical, pese a proceder de universos muy diferentes, que ha cristalizado en un álbum al que aportan sinergias y la dilatada experiencia de sus respectivas trayectorias artísticas para compartir su personal paleta sonora en un acto de comunicación sincera, horizontal y sorprendente.

El resultado es el ensamblaje de dos perfiles musicales a través de la complicidad estética: Galiana con los saxofones que le acompañan desde hace más de cuatro décadas y con los que viene explorando, desde la improvisación libre, sus inabarcables posibilidades tímbricas y una amplia gama de colores y texturas que ha recogido en más de cincuenta discos como Tenor Saxophone Solos, Soprano Saxophone Solos y Electroacoustic Pieces (1999-2019), y De Solaun con una carrera asociada fundamentalmente al repertorio clásico que ha fijado en 8 trabajos, aunque con incursiones en la improvisación y el jazz como en panDEMiCity, un disco «compuesto en acto» con el que rinde homenaje a Keith Jarret y nominado en los prestigiosos Premios Interna cionales de Música Clásica (ICMA).

Complicidad musical

Galiana asegura que First Times es una muestra de absoluta libertad creativa entre dos músicos que empatizan y son cómplices tanto en lo sonoro como en lo personal desde hace mucho tiempo». El saxofonista subraya que «ha habido muchas primeras veces con Josu desde que nos conocemos (la primera vez que actuó en el Club Diario Levante, cuando se marcho a EE UU, cuando ofreció su primer concierto en el Palau de la Música, nuestros primeros poemarios, el primer disco conjunto…), y esta parece que cierra un círculo pero, en realidad, abre horizontes».

De Solaun destaca que «tocar con Josep Lluís ha sido un divertimento imprevisible, una aventura catártica que ha conectado el principio de mi trayectoria artística con mi presente como músico». El pianista indica que «mi carrera está centrada en la música clásica y en el intenso calendario de conciertos y recitales que realizo, pero reivindico los conciertos, los discos y los momentos que me ofrece la improvisación; me hacen mejor músico».

Intersección de bagajes personales

El crítico musical y escritor, Paco Yáñez, recoge en un artículo en el libreto, que lleva por título La improvisación libre, como punto de encuentro [pdf en descargar desde esta página], una afirmación de Galiana: «la improvisación ha sido desde hace muchos siglos la manifestación más importante de la música»; aunque indica que «es a partir de la década de 1960 cuando numerosos intérpretes de jazz, rock y música contemporánea recuperan esta práctica de libre y espontánea expresión sonora».

Yáñez pone de manifiesto que los dos músicos tienen «un vasto campo de intereses compartidos, que comprenden la filosofía, el arte, la poesía y la propia música», y ello, provoca «una intersección de bagajes personales, ejemplo de lo que Galiana denomina «improvisación positiva».

En relación con la grabación, realizada en el Teatre Auditori de Catarroja (Valencia) el 20 de junio de 2021, el crítico apunta que fue «una sesión de casi dos horas que dio como resultado 23 improvisaciones originales, cambiando en algunos casos su orden y buscando un discurso» para alcanzar
una propuesta que «refleja fielmente lo que es un concierto de improvisación libre de una hora de exigente escucha; una escucha que piensa, convertida en juego exploratorio del yo en el otro».

Yáñez, que describe y analiza en el artículo los temas del disco, expone que «los títulos de las piezas fueron puestos a posteriori cual pinceladas poéticas. De este modo, no conforman una base programática que haya informado a la improvisación, sino al contrario: es la música, primigenia y original, la que ha dado pie al verbo”.

Josep Lluís Galiana and Josu de Solaun champion free improvisation with the album ‘First times’

 

Josep Lluís Galiana and Josu de Solaun have launched First times internationally, an album with which they defend free improvisation as a form of artistic and musical expression. The saxophonist and pianist from Spain cast the spotlight on a mature yet spontaneous work of recording released by the Liquen Records label, which includes 14 songs that provide a meeting point for sound that shifts between contemporary and experimental music and jazz. Galiana –composer, writer, editor and cultural manager– has been working intensely on the international scene in free improvisation, electroacoustic creation, avant-garde jazz and musicological research for over three decades.

 

Meanwhile, De Solaun –composer, writer and the only Spaniard to have won the Iturbi Prize Valencia International Piano Competition, the George Enescu Piano Competition in Bucharest and other significant awards– is one of the pianists of most international renown, performing in numerous countries in America, Asia and Europe as a recitalist and soloist alongside prestigious ensembles and conductors. They have both have been reaping praise and acknowledgement from the specialist press for their album work and the concerts they give.

 

The musicians have known each other since more than 25 years ago, when Galiana programmed several concerts for a young De Solaun at the Club Diario Levante in Valencia. They have forged a great friendship throughout that time and a musical complicity, despite coming from very different worlds. This has crystallized in an album into which they have poured their synergies and the extensive experience of their artistic careers to share their personal sound palette in an act of sincere, horizontal and surprising communication.

 

The result is the union of two musical profiles through aesthetic complicity: Galiana with the saxophones that have accompanied him for over four decades and with which he has used his free improvisation to explore his boundless possibilities in timbre and a wide range of colours and textures that he has gathered on more than fifty albums such as Tenor saxophone solos and Soprano saxophone solos; and De Solaun, with a career fundamentally associated with the classical repertoire that he has applied in eight works, albeit with forays into improvisation and jazz as in panDEMiCity, an album “composed on the spot” with which he pays tribute to Keith Jarrett and was nominated for the prestigious International Classical Music Awards (ICMA).

 

Musical complicity
Galiana affirms that “First times is a sample of absolute creative freedom between two musicians who empathise and have been accomplices in terms of both sound and personally for a long time”. The saxophonist emphasizes that “there have been many first times with Josu since we met (the first time he performed at the Club Diario Levante, when he left for the USA, when he gave his first concert at the Palau de la Música in Valencia, our first collections of poems, the first album together…), and this one seems to be closing a circle but, in truth, it is opening up horizons.”

 

De Solaun underlines that “playing with Josep Lluís has been unpredictable fun, a cathartic adventure that has connected the beginning of my artistic career with my present as a musician.” The pianist points out that “my career focuses on classical music and on the frenetic calendar of performances and projects that I do (many are seeing the light now after being put off by Covid-19), but I vouch for concerts, records and the moments that improvisation gives me; they make me a better musician.”

 

An intersection of personal baggage
In an article in the libretto entitled La improvisación libre, como punto de encuentro (Free improvisation as a meeting point), the music critic and writer Paco Yáñez quotes Galiana: “Improvisation has been the most important manifestation of music for many centuries”; although he adds that “it has been since the 1960s when many performers of jazz, rock and contemporary music have recovered this practice of free and spontaneous expression of sound.”

 

Yáñez makes it clear that the two musicians have “a vast sphere of shared interests that include philosophy, art, poetry and music itself,” and this leads to “an intersection of personal baggage, an example of what Galiana calls ‘positive improvisation’.”

 

In relation to the recording made at the Teatre Auditori in Catarroja (Valencia) on 20 June 2021, the critic points out that it was “an almost two-hour session that resulted in 23 original improvisations, in some cases changing their order and seeking a discourse” to achieve a proposal that “faithfully reflects what is meant by a free improvisation concert of one hour of demanding listening; listening that thinks, turned into a game exploring oneself within the other.”

 

Yáñez, who describes and analyzes the songs on the album in the article, states that “the titles of the pieces were given a posteriori like poetic brushstrokes. By doing so, they do not create a basis for the programme to inform the improvisation, but rather the other way around: it is the music —primal and original— that has given rise to the word.”

CRÍTICAS y ENTREVISTAS

Joan Gómez Alemany, Revista Melómano, 1 de diciembre de 2022

Lo primero que llama la atención al leer las biografías de Josep Lluís Galiana (saxofón) y Josu de Solaun (piano) es la dispar procedencia de ambos. Los dos protagonizan el disco First Times, con música que podemos catalogar dentro de la improvisación libre. El disco ha sido editado por la discográfica valenciana Liquen Records, especializada en esta música y otras contemporáneas. Leyendo sus biografías, además de constatar la consagrada trayectoria de ambos, nos damos cuenta de que el saxofonista procede del ámbito de la free impro y el jazz, pero también es compositor, escritor literario y musicológico; mientras que el pianista es de procedencia clásica, dominando un repertorio muy original y diverso, también compositor, y en donde la improvisación no queda excluida, todo lo contrario. ¿Son dispares o concomitantes estos dos músicos? He ahí el dilema que tanto tiempo ha recorrido y sigue recorriendo la historia de la música. ¿Qué hay en la música de fijo y volátil, de escritura e imaginación instantánea, de hechizo repetible o de magia fugaz y vaporosa? ¿Ser improvisador o compositor? Esa es la cuestión, ser músico y demás…

De Solaun y Galiana forman un conjunto muy original por su difícil similitud con otros. Si este disco ha sido grabado en Valencia, cerca, en Cataluña, destaca también otro dúo con relaciones próximas al anterior, pero a su vez también diferente y entre perfiles contrastantes. Agustí Fernández y Hèctor Parra han desarrollado una serie de obras (entre la improvisación y la composición) tituladas FREC, que también indagan entre esas rarezas que la mejor música puede aportarnos y quiere explorar. Pero si vamos algo más atrás en el tiempo, podemos encontrar también perfiles de lo más interesantes y contrastantes colaborando, como el de un Penderecki y un Don Cherry, como también Don Cherry y Terry Riley.

Lo que está claro es que, escuchando First Times, nadie puede dudar de que las sinergias han polarizado en su lado positivo y las diferencias, más que crear conflicto o discrepancia, han hecho lo que siempre deben hacer: enriquecer y generar nuevos rizomas para expandir la experiencia y el conocimiento. First Times nos propone explorar por primera vez (como indica su nombre) una indagación entre los originales mundos sonoros de Josep Lluís Galiana y Josu de Solaun. En el fondo, poco importa su procedencia y sus perfiles, estatus y títulos académicos, porque lo que de verdad importa es que su creación sonora sea buena. Cualquiera que escuche este disco (con catorce pistas generalmente intensas y breves) lo comprobará inmediatamente. Este va acompañado de un libreto con un excelente texto, extenso y muy detallado, a cargo de Paco Yáñez; destacado escritor tanto en su vertiente de crítica musical, como en la literaria. No es casual que el autor explore los intersticios entre las artes y, por ello, ha resaltado esta cualidad en el disco.

Mientras escuchábamos First Times, nuestros dedos, al igual que los de los músicos (pero en nuestro caso en el teclado del ordenador), pintaron las frases que el sonido nos brindaba. Una interacción metafórica, que no es ni anecdótica, ni ornamental, sino plenamente estructural y poética, como escribe sabiamente Yáñez en el libreto: ‘No es baladí, la continua referencia al mundo de las artes plásticas, pues con la música actual comparten una intencionalidad que redunda en un sonido muy textural por parte de dos improvisadores que asumen la visceralidad del trazo pictórico, en la que el gesto deviene proceso y producto’. Observamos un común gusto por las artes visuales, como también por la poesía, tanto sonora, como literaria (Galiana y De Solaun han publicado libros en este género). Por ello, tampoco son músicos tan diferentes entre sí, como a primera vista pudiera parecer. La prueba está en este exitoso y rico disco. Añadir finalmente su obvia recomendación, porque en la producción discográfica habitual, este brilla por su total originalidad, tanto en el panorama nacional como internacional.

Un juego exploratorio del yo en el otro

El pianista Josu De Solaun, único español que ha ganado el Concurso Internacional de Piano de Valencia Premio Iturbi en 2006 y el Concurso de Piano George Enescu de Bucarest en 2014, entre otros importantes premios, junto con Josep Lluís Galiana,  saxofonista, compositor, escritor y editor que desarrolla una intensa actividad en la escena internacional de la libre improvisación, la creación electroacústica y el avant-garde jazz, lanzan un instintivo trabajo con temas que llevan al límite las capacidades expresivas del piano y el saxofón. 

 

Ambos artistas llevan forjando su amistad desde hace más de veinte años, cuando Galiana programó varios conciertos a un joven De Solaun. Aunque procedentes de diferentes cosmos, aúnan sus prolijas trayectorias y presentan sinergias para compartir el resultado de este proceso creativo, esta especie de «conversación», como un juego entre dos amigos que se materializa en un fructífero, natural y desenvuelto trabajo discográfico.

 

La grabación se llevó a cabo en el Teatre Auditori de Catarroja (Valencia) el 20 de junio de 2021, durante una sesión de varias horas, y que tuvo como resultado veintitrés improvisaciones originales, de las cuales solo catorce vienen recogidas en este compacto. «La improvisación libre como punto de encuentro» es el título que da el crítico musical y escritor Paco Yáñez al artículo que acompaña el libreto, en él describe y analiza los temas del disco, y cuenta cómo los títulos de las piezas fueron puestos a posteriori cual pinceladas poéticas, siendo la música «primigenia y original, la que da pie al verbo».

 

Munch-ing, la primera de las improvisaciones, es puro grito de angustia. El saxofón de Galiana desata este aullido, naciendo un exaltado punto de encuentro para dos exploraciones que convergen desde orígenes diversos y que se convierten en toda una declaración de intenciones de lo que es el propio álbum. En esta, el piano pinta un paisaje de fondo tejiendo una inteligente red armónica, que hace que el paisaje que pinta De Solaun vaya ganando colores y peso progresivamente. Llegados a este punto de encuentro, nos topamos con Sirènes, con un carácter más luminoso y melódico, aunque insinuante y sin destino claro, como indican sus intérpretes. Su interpretación es enredadora e inquieta en cuanto a planos sonoros. Hacia el final, la rotura en los agudos del saxofón y el lóbrego descenso del piano, nos evocan a las color field paintings de Mark Rothko en lugar de al impresionista que evoca el título de la improvisación, Claude Debussy.

 

El álbum es una constante referencia a las artes plásticas, y es que en la tercera improvisación, Pollockiana -sugiriendo explícitamente al expresionismo abstracto-, ambos intérpretes, mediante el uso de modernos recursos – la percusión de llaves, el flujo de aire sin tono en el saxofón y la activación del cordal en el piano- nos aproximan al subterfugio de Jackson Pollock. El juego entre ambos intérpretes crea una improvisación esbelta y perspicaz. En Elegía, el saxofón hace uso de cilindros de cartón en el interior de la campana, dotándolo de una textura más ronca o rugosa. Surge así una improvisación en la que De Solaun parece buscar un timbre similar, mediante ritmos estáticos de notas severas. La lentitud en su interpretación desgarra el discurso surgido, simulando el avance de un cortejo fúnebre. Las modulaciones microtonales a manos de Galiana rematan los realces de este desconsuelo.

 

Llegado el turno de la sordina, en Ichi-go ichi-e, el tenor logra una sonoridad centelleante. De Solaun reacciona al recurso del saxofonista buscando otro color para darle respuesta, adoptando semejanzas con un arpa tradicional -y es que en este trabajo se aprecian aromas orientales-. En esta improvisación, como ocurre en otras, el único acuerdo es quién tocará primero…con un final que incorpora texturas metálicas y un piano encolerizado, llegamos a otros temas como Plunge, donde Galiana vuelve a hacer uso del tenor para viajar por la bóveda que De Solaun traza con gran virtuosismo.

 

En Amuse-bouche el saxofón tenor usa recursos como los slaps y otros efectos para conseguir transmitir ese «juego» de palpitaciones, de pulsos y señales. Junto con el golpeo del cordal del piano, se consigue un «miniaturismo ruidista y vibrátil». El uso de multifónicos del saxofón y el martellato del piano nos guía hasta Scorrevole, un solo de saxofón soprano en sordina que revierte el final de la anterior improvisación, y que despliega una progresiva materialización del sonido que culmina con un crescendo que lleva al soprano de Galiana a su evaporación.

 

Études de György ligeti e improvisaciones de Keith Jarrett se intuyen en Threshold, solo de piano iniciado con un contundente acorde inicial y en el que De Solaun abarca diferentes velocidades, armonías y direccionalidades. En Alleys, la fricción entre piano y saxofón da lugar a melodías que se interpelan, siguiendo con el «juego» en el que ambos intérpretes se esparcen durante todo este trabajo. Al final de esta improvisación, vemos como se trata de encontrar un punto de sincronía -para ser dos, al tiempo que uno-. Mediante la prolongación de los ecos de Threshold por parte del piano, Baciyelmo es otra buena muestra de cómo estas improvisaciones dialogan entre sí. La sonoridad metálica de las cuerdas junto con el saxofón soprano, entran de nuevo en el «juego» dialéctico. Se perciben también rasgos jazzísticos que nos conducen a Ágora, cuyo inicio está liderado por el pizzicato del piano, y en el que más tarde se incorpora Galiana con una impecable respiración circular. Es en esta improvisación donde De Solaun y Galiana interpretan los pasajes más agitados y desasosegados. De Solaun alcanza sus límites, jugando al traspaso melódico con Galiana, cuya estructura provoca reminiscencias clásicas.

 

Henbruix ocupa el penúltimo lugar de este magnífico trabajo que es First Times. La mezcla de melodía de intervalos paramétrica, a la que se incorpora, en frullati y armónicos, el saxofón soprano, junto con la ganancia de texturas que supone el uso de sordinas, hace que experimentemos la pura renovación del lenguaje musical. En Galdr, última improvisación de este compacto, convergen ecos del resto de piezas. Las microtonalidades, los cambios de color del saxofón soprano y la recuperación por parte del piano de un pizzicato muy pronunciado, crean el escenario perfecto para que el saxofón entone su canto prosódico hacia el éxtasis. 

 

Este disco es la unión de dos músicos, dos almas, dos artistas, que a pesar de contar con diferentes trayectorias, conciben un punto de encuentro y muestran esa absoluta libertad creativa -tal y como subraya Galiana-, con empatía y complicidad tanto en lo sonoro como en lo personal, abriendo horizontes a futuros proyectos que seguro nos dejarán tan deslumbrados como First Times. Si una cosa nos queda clara después de la escucha atenta de este trabajo, es que seguro habrá un nuevo punto de encuentro en el que ambos artistas volverán a experimentar, vibrando y respirando juntos, creando una eufonía embriagadora.

¿Cómo presentaros este texto sin que parezca un decrépito plagio de lo que tan maravillosamente escribe Paco Yañez largo y tendido en las liner notes de First Times, a la sazón nuevo trabajo de mi ya bien conocido Josep Lluís Galiana, esta vez con el reputadísimo De Solaun?. Partiendo de la base de que el álbum es una Piedra Griálica sonora para el degustador de exquisiteces de la Improvisación Libre y el (aquí menos citado, Jazz), al menos dejo claro desde un inicio que para una opinión seria, veraz, profunda y bellamente escrita acudáis al texto de Yañez que no solo reseña sino que abre en canal cada corte, profundizando en sus contextos (literarios, plásticos, culturales…) haciendo imposible que el que esto os cuenta pueda siquiera poner nada sin que resulte plagio. Por tanto, como no tengo esa presión mediática que pueden tener otras publicaciones me armo de mis membranas timpánicas para lanzarme machete en oídos a adaptar el sonido a lo que mis neurotransmisores indican, cerrando a cal y canto en el fondo de mi psique lo leído en el (reitero, maravilloso) texto de Yañez y allá que me voy.

Quiero comenzar por Josu de Solaun (piano, piano preparado). Pianista, compositor y muy dentro de los cortinajes del academicismo, sorprende por sus incursiones en la Improvisación libre (panDEMiCity). El potentísimo currículum no voy a reproducirlo aquí porque sería esto bastante denso pero digamos que si algo prima en su carrera es la parte Clásica y Música de Cámara, con esporádicas y creo que menos rupturas abruptas con todo lo anterior mediante improvisaciones muy virtuosas y cargadas de abstracción. Hasta ahí, estoy tremendamente de acuerdo con Yañez al sacar a la palestra a alguien como Keith Jarrett (su conocido periplo casi que en paralelo entre el Jazz y lo Clásico). Hago la pregunta que me retuerce desde dentro: ¿Por qué improvisa Josu de Solaun?. Y mi respuesta es (posiblemente no coincida con la suya) POR LIBERTAD. 

¿Por qué Coleman rupturó las bases del Bop y las llevó y empujó a un límite desoladoramente anti-comercial?. ¿Por fama?… está claro que no. Su raza, oprimida y tocando en garitos y lofts como entretenimiento y subsistencia, se rifaban la muerte de la heroína en noches interminables. Los académicos querían el Swing y aceptaron con resistencias el Bop, y los Boperos casi se inmolaron cuando empezó a surgir el Avantgarde. Si nos vamos al piano, Sun Ra esgrimía su Afrofuturismo con tintes políticos para pedir LIBERTAD a su raza bajo un rocambolesco regreso a las estrellas y enroque con Egipto. No estoy diciendo que Jazz e Improvisación sean la misma cosa pero la palabra LIBERTAD es la más escrita en la literatura de estos estilos solo que generalmente el enfoque para mí no es el adecuado. Cuando se crea en Chicago la Association for the Advancement of Creative Musicians (AACM), tendrían que salir de la cerrada sociedad Americana para buscar refugio en Europa o París siendo ya en los 70 cuando su valor y potencial musical y social ganó fama en América. LIBERTAD en plena Guerra de Vietnam, lucha por los derechos civiles en una sociedad de corte racista. Quizás donde menos cohibidos estaban (igualmente faltándoles el pan) era en Inglaterra con los Barry Guy, los Evan Parker, la Spontaneous Music Ensemble y demás llevando curiosamente muchas (cientos) de sus composiciones a la London Symphony Orchestra en una simbiosis posiblemente impensable por otras latitudes. Para mí, estos otros lo hacía por el PLACER DE LA LIBERTAD.

Una caída libre cargadísima de tintes sociales en el Jazz que a la vez denota furia guerrera con las huestes Alemanas de jóvenes greñudos que luchan contra la Beatlemanía y el pastoral Schlager, saliéndose por la tangente hasta llegar a eso llamado Kraut, Kosmische o lo que fuere. Una Plastic People of the Universe claustrofóbicamente asediada por el Comunismo junto a DG307 y muchas más bandas (también a la literatura, al cine, la poesía o la pintura) toca en pos de la ansiada LIBERTAD incorporando instrumentos musicales autóctonos y Folk (violines y otros) diciendo que vale, que no renuncian al pasado, pero ellos quieren LIBERTAD. Surge el Free porque la estructura convencional oprime al músico (en muchos casos de formación Clásica) y este necesita un oxígeno musical que no haya en otro sitio, empachado de formas ternarias, standards de rancio abolengo y de aburridos cánones.

Me siento muy tentado de escribir (joder, lo estoy haciendo) que Josu de Solaun es un gran improvisador porque por un lado es un gran pianista pero sobre todo porque es un gran destructor de los Andamios que hay que deformar para salir de la zona de confort. Por tanto, escucho en First Times a un pianista a caballo entre los aguerridos sones de combate de Cecil Taylor y los preciosismos de McCoy Tyner… capaz de mimetizarse en los pasajes más angulares con Cornelius Cardew de AMM pero sin perder el Swing. Cuando el pianista dice un `hasta aquí ha llegado´ a la unión entre los dos hemisferios, y la mano derecha se emancipa de la izquierda, acaba convirtiéndose en un sujeto sonoramente impredecible pero sobre todo, LIBRE.

Josep L. Galiana (tenor, soprano) parece lo contrario. Digamos que si uno tiene dudas de cómo se creó el mundo (que si el Big Bang, que si lo evolucionista versus creacionismo), yo te aseguro que Galiana nació por Improvisación (retirad del medio las connotaciones sexuales). Galiana es uno con su instrumento en todas las disciplinas que toca, desde la electroacústica y las partes más melódicas, además de profundo en sus escritos en la vertiente periodística y musicológica. He escrito tanto sobre su figura que prefiero hoy no biografiar demasiado. LIBERTAD para el que escribe esto también.

Fruto de una sesión de improvisación del 20 de Junio de 2021 en el Teatre Auditori de Catarroja de más de dos horas de duración se sacan 23 cortes que acaban en 14 tras diversos procesos de despiece y que lejos de Golemizar el asunto, suena más que coherente y con hilo conductor. Escuchas sucesivas a los 53 minutos del álbum denotan varias cosas que se hacen muy patentes; una, que Galiana tiene una técnica al saxo (tenor o soprano) que para mi gusto es prácticamente incomparable en este país (quizás otras grandes figuras como Tejero al alto), y la otra, que De Solaun se ha divertido de lo lindo convirtiendo su piano en una máquina de guerra orientalizante que lo mismo transita por terrenos japoneses cortesanos (Gagaku) que nos hipnotiza con ominosas cadencias Gamelan, para pasar por clústeres meteóricos, notas sueltas que quedan eternizadas como la luz tras los párpados cuando uno mira directamente al sol y una atemporal forma de tocar que juro que me cuesta discernir si (vuelvo a lo mismo) no estoy escuchando al ya maduro Cecil Taylor de los 80 mezclado con los delicados tonos de piano de Alice Coltrane y es que para mi gusto cuando el Free o la Impro se tornan aguerridos y apretados, se convierten en Música de Cámara para gente Insana sin Cordura (relacionad con el Rock en Oposición, Univers Zero y Magma si les apetece tiren para el rock).

Me resultaría imposible analizar corte por corte First Times porque Yañez ha puesto toda la carne en el asador y si algo no me gusta, es el corta y pega. Para datos de los significados de los títulos (puestos a posteriori) y mil cosas más, insisto leerse las 21 páginas (mitad español, mitad inglés) pero para dejarse llevar un poco, permaneced todavía por estos lares que vamos a hacer un vuelo rasante.

Desde esa densa apertura con abigarrados diálogos entre el piano desnudo y el saxo, se pasa a opresivos descensos en los que se aborda la parte preparada de un piano que se lleva al extremo percusivo y se lo despoja de vértebra al reducirlo a cuerdas en modo arpa. En simbiosis perfecta, con un Galiana tocando en zonas muy altas y rozando el sibilante toque de una flauta, hasta otros cortes en los que el soprano se vuelve Noir y mistérico. Charolado como esas ciudades nocturnas eternamente mojadas que reflejan carteles de neón. Preciosas notas desnudas de piano contrastan con los vientos ejerciendo sensación de danza, real o psíquica (¿quizás el Cortejo?) aparecen y desaparecen como motivos de un film compuesto no por fotogramas sino por pinturas. Las sordinas de Galiana unas veces suenan glosolálicas, regurgitantes y anti peristálticas, reflejando quizás el acto agresivo del pintor batiéndose en duelo con el lienzo («Pollockiana» es un ejemplo clarísimo) mientras que en otras se viste de vibrátil plástico alcanzando el retumbar del trombón (cierto deje metálico) que junto a las cuerdas minimalistas del piano de De Solau nos lanzan a terrenos más propios de la electroacústica (al menos en cuanto a vértebra). Se recurre a cierto Dadaísmo contenido (autolimitado me gusta más) que provoca que la música en ocasiones se convierta en lluvia que cae, volutas de un pebetero o fisión de neutrinos contra plancha metálica en Re Menor. 

De Solaun se transforma en una bestia de tiempos pretéritos, destensa cuerdas y las golpea a martillazos para provocar la verborrea en cascada de Galiana en unos crescendos que se mezclan con un aroma a World Beat muy sutil que me recuerda a los galimatías juguetones de Esquivel («Ichi-Go Ichi-E»). El tempo por lo general es rápido en todo el minutaje, y por momentos la intensidad es tan alta que me recuerda a esos ataques de Brotzmann o Evan Parker en sus años mozos y cuando hay que ir más lento es para volverlo todo más caleidoscópico si cabe, huyendo de baladismos. Terroríficos momentos como ese diálogo entre el tenor y las cuerdas del piano tocadas en slap en «Amuse-Buche»… devastadores efectos para el oyente auguro. Si bien este corte es la disolución del todo a la nada, «Scorrevole» hace lo contrario a través del solo de soprano de Galiana que se encarga de recoger todo y poner las cosas tal y como estaban minutos antes…. ah!, y joder, el tipo se acuerda de dónde iba cada cosa. Fantástica la comparativa con Escher de Yañez para describir el breve puente-solo «Threshold», esos acatarrados clústeres de notas de piano, con puntito juguetón y que también coincido con sus toques tangenciales con Ligeti en el segundo tramo. Ya sea tocando muy juntos o bien todo lo contrario, First Times habla de justo lo contrario… esto no parece un primer acercamiento sino un saber estar/tocar/sincretizarte de toda la vida… una oda a esa LIBERTAD que contábamos arriba que una vez despojada del cariz sociopolítico, de lo opresivo (a veces el régimen más dictatorial, juez y señor, es el propio Academicismo) y quizás de lo innovador tras 60 años existiendo el género, nos queda el Humanismo puro y duro de dos músicos vibrando en la misma longitud de onda, comunicándose e invitando al oyente a participar de una conversación a priori difícil de seguir pero que a poco que logres consultar el índice onomástico un par de veces, serás otro ADICTO MÁS.

Por cierto, edita como siempre en precioso digipack LIQUEN RECORDS revestido con unos motivos pictóricos de Omar Daf que reflejan a la perfección la música. Insisito, lo demás, el libreto de Paco Yañez

SUBLIMEMENTE LIBRE.

El saxofonista Josep Lluís Galiana i el pianista Josu de Solaun, tots dos també compositors, ens han parlat del seu treball discogràfic «First times» que han publicat aquest estiu i que van presentar en un concert a principis de setembre a la Sociedad de Artistas AIE de Madrid. Es tracta d’un àlbum, editat pel segell Liquen Records, amb 14 temes que són un punt de trobada sonora que transita entre la música contemporània i experimental i el jazz. Galiana desenvolupa una intensa activitat en l’escena internacional de la lliure improvisació, i De Solaun, que és l’únic espanyol que ha guanyat el Premi Iturbi i el George Enescu de Bucarest, és un dels pianistes amb més projecció internacional.

José Luis Besada_6 de noviembre de 2022

En la agenda, Josep Lluís Galiana nos desvela los secretos de su tándem colaborativo con Josu de Solaun.

La improvisación puede ser musical, teatral, danzística, visual. Hay muchas variantes creativas en marcha. Soy muy aficionado a la primera y la tercera – danza-. La primera la practico todo lo que puedo con la guitarra.

Vuelvo a aclarar: la improvisación es una herramienta “sónica”, musical por tanto. La utilizan muchos estilos: el Jazz de forma profusa, el estilo barroco, la música contemporánea, el rock, el “noise” sea electrónico o no, pero en los últimos años se está definiendo como un gran estilo en sí misma. Tiene sus reglas y acuerdos que conocen/comparten los intérpretes, pero nadie conoce de antemano el resultado final, ellos tampoco.

En el disco que nos ocupa se juntan dos de la media docena de grandes “improvisadores” de la Península Ibérica, hayles también en Portugal. Josu de Solaun, un gran intérprete de música clásica (ver https://www.docenotas.com/162973/canon-musical-europeo/ en estas páginas) y gran solista de piano con base en la improvisación (https://www.docenotas.com/160521/descenso-sin-paracaidas/- también en estas páginas) y juzguen.

El segundo es Josep Lluís Galiana, improvisador y animador de la escena musical de vanguardia en Valencia y en el resto de la península. Editor de Liquen Records y EdictOralia . Lean de nuevo https://www.docenotas.com/156028/mineria-sonora/.

A veces se parte de una anotación escrita o simplemente visual entre ellos y dejan evolucionar la “pieza”, no es el caso, nuestros interpretes se lanzan a la improvisación sin red, sin ningún acuerdo aunque sea subliminal. Llegan a un resultado determinado que, como todo, se agota. Usan la creación instantánea con su instrumento y las particularidades sónicas que encuentren (piano preparado, golpes en las zapatas y registros de los saxos, saturaciones de sonido en ambos casos) para crear atmósfera musicales indeterminadas de antemano.

En manos de intérpretes inexpertos el experimento es peligroso, pero en manos de grandes instrumentistas el experimento es gozoso en lo musical y en directo en lo visual (gestual, movimientos, puesta en escena) y el resultado concreto son catorce piezas de una gran intensidad, variedad y talento creativo-interpretativo. Algunas nos acercan al noise directamente, otras al jazz más free o a la improvisación rock-blues cuasi-hendrixiana.

Siento sana envidia por los posibles espectadores de esta grabación en el Teatre Auditori de Catarroja Francisco Chirivella el pasado 20 de junio de 2021, justo cuando empezábamos a despertar de la pandemia-siesta en que nos sumió el virus.

Piano solo, saxos solo o la suma de los dos instrumentos se valen para componer piezas que llevarían años de idear y meses ensayos para conseguir resultados y dinámicas de sonido similares, y dudo que se pudiera alcanzar la misma intensidad y organicidad.

Muchas y muy poliédricas escuchas son posibles en estos días de calima extrema.

Como con algunos de los discos de esta serie: ¡se hace historia!.

Lo mejor es callarse, escuchar…y dejar que se organicen los sonidos en nuestra mente.

Magnífica edición y presentación, con un trabajo visual de Alexis Moya y notas de Paco Yáñez.

Pedidos a liquenrecords.com y a “viajar”.

En l’acte, el saxofonista i el pianista valencians van estar acompanyats per Miguel Álvarez-Fernández, musicòleg, artista sonor i director del programa Ars Sonora en RNE Ràdio Clàssica; i Carlos Galán, compositor, director, pianista i catedràtic d’Improvisació del Real Conservatori Superior de Música de Madrid. Després de la presentació, Galiana i De Solaun van oferir un breu concert.

 

En la conversa es va abordar un treball discogràfic que transita entre la música contemporània i experimental i el jazz en el qual els autors reivindiquen la improvisació lliure com a expressió artística i musical. Els músics, que van llançar el disc al juliol passat, inclouen 14 temes en l’àlbum, fruit de l’amistat cultivada durant 25 anys, la complicitat i el compromís musical de Galiana, des del món de la improvisació, i De Solaun, amb una carrera dedicada al repertori clàssic.

 

Galán va subratllar que First times és “un disc únic i imprescindible”, i considera que “estem davant d’una ocasió extraordinària d’assistir al que aquesta complexa pràctica sonora pot aconseguir quan es fa des del virtuosisme instrumental, la imaginació desbordant, la sensibilitat més exquisida i el compromís estètic més actual”. El catedràtic afirma que “la improvisació està mal vista en aquest país”, i apunta al fet que “probablement incomoda i desconcerta, i amb això es tanquen les oïdes a una disciplina els resultats de la qual poden ser esplèndids”.

 

Álvarez-Fernández va indicar que les notes de les peces “ens contagien d’una efervescència tan mediterrània com eixe barroquisme valencià que tendeix a la saturació i al desbordament. Formes apropiades per a celebrar una reunió ajornada durant massa temps”. El musicòleg pensa que “ha d’escoltar-se com una reivindicació de la trobada”, perquè és “una reivindicació de l’amistat, també una celebració, o fins i tot un fetitxe”.

 

El crític musical i escriptor, Paco Yáñez, exposa en un article en el llibret, que porta per títol La improvisació lliure, com a punt de trobada, que els dos músics tenen “un vast camp d’interessos compartits, que comprenen la filosofia, l’art, la poesia i la pròpia música”, i això, provoca “una intersecció de bagatges personals”. Yáñez apunta que la proposta “reflecteix fidelment el que és un concert d’improvisació lliure d’una hora d’exigent escolta; una escolta que pensa, convertida en joc exploratori del jo en l’altre”.

Grans improvisadors 

 

Les primeres crítiques de First times exposen que en aquest disc “s’ajunten dos de la mitja dotzena de grans improvisadors de la Península Ibèrica”, un experiment “gojós en lo musical” amb obres “d’una gran intensitat, varietat i talent creatiu-interpretatiu” que portaria “anys d’idear i mesos d’assajos per a aconseguir resultats i dinàmiques de so similars”.

 

En relació amb els músics, la premsa especialitzada destaca que “Galiana té una tècnica al saxo (tenor o soprano) pràcticament incomparable en aquest país”, i De Solaun “és un gran improvisador perquè d’una banda és un gran pianista però sobretot és un gran destructor de les bastides que cal deformar per a eixir de la zona de confort”, per la qual cosa el treball no sembla un primer acostament “sinó un saber estar/tocar/sincretizar-te de tota la vida”.

 

Galiana, compositor, escriptor, editor i gestor cultural, ve desenvolupant una intensa activitat en l’escena internacional de la lliure improvisació, la creació electroacústica, el avant-garde jazz, i la investigació musicològica des de fa més de tres dècades; i De Solaun, compositor, escriptor i únic espanyol que ha guanyat el Concurs Internacional de Piano de València Premi Iturbi i el Concurs de Piano George Enescu de Bucarest, entre altres importants premis; és un dels pianistes amb més projecció internacional i actua en nombrosos països d’Amèrica, Àsia i Europa com recitalista i solista al costat de prestigioses formacions i directors. Tots dos vénen recabant els elogis i reconeixement de la premsa pels seus treballs discogràfics i els concerts que realitzen.

De izquierda a derecha, Carlos Galán, Josep Lluís Galiana, Miguel Álvarez-Fernández y Josu de Solaun en el Auditorio de la Sociedad de Artistas AIE en Madrid.

Editado por el sello Liquen Records, el auditorio de la Sociedad de Artistas fue el lugar escogido

Los músicos valencianos Josep Lluís Galiana y Josu de Solaun presentaron su disco First times [Primeras veces], editado por el sello Liquen Records, en el Auditorio de la Sociedad de Artistas AIE, el pasado jueves. En el acto, el saxofonista y el pianista, estuvieron acompañados por Miguel Álvarez-Fernández, musicólogo, artista sonoro y director del programa Ars Sonora en RNE Radio Clásica; y Carlos Galán, compositor, director, pianista y catedrático de Improvisación del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Tras la presentación, Galiana y De Solaun ofrecieron un breve concierto.

En la conversación se abordó un trabajo discográfico que transita entre la música contemporánea y experimental y el jazz, en el que los autores reivindican la improvisación libre como expresión artística y musical. Los músicos, que lanzaron el disco en julio pasado, incluyen 14 temas en el álbum, fruto de la amistad cultivada durante 25 años, la complicidad y el compromiso musical de Galiana, desde el mundo de la improvisación, y De Solaun, con una carrera dedicada al repertorio clásico.

Galán subrayó que First times es «un disco único e imprescindible», y considera que «estamos ante una ocasión extraordinaria de asistir a lo que esta compleja práctica sonora puede alcanzar cuando se hace desde el virtuosismo instrumental, la imaginación desbordante, la sensibilidad más exquisita y el compromiso estético más actual». El catedrático afirma que «la improvisación está mal vista en este país}, y apunta a que «probablemente incomoda y desconcierta, y con ello se cierran los oídos a una disciplina cuyos resultados pueden ser espléndidos».

Álvarez-Fernández indicó que las notas de las piezas «nos contagian de una efervescencia tan mediterránea como ese barroquismo valenciano que tiende a la saturación y al desbordamiento. Formas apropiadas para celebrar una reunión aplazada durante demasiado tiempo». El musicólogo piensa que debe escucharse como una reivindicación del encuentro, porque es «una reivindicación de la amistad, también una celebración, o incluso un fetiche».

El crítico musical y escritor, Paco Yáñez, expone en un artículo en el libreto, que lleva por título La improvisación libre, como punto de encuentro, que los dos músicos tienen «un vasto campo de intereses compartidos, que comprenden la filosofía, el arte, la poesía y la propia música», y ello, provoca «una intersección de bagajes personales». Yáñez apunta que la propuesta refleja lo que es un concierto de improvisación libre de una hora de exigente escucha. «Una escucha que piensa, convertida en juego exploratorio del yo en el otro», señala.

 

Galiana, compositor, escritor, editor y gestor cultural, viene desarrollando una intensa actividad en la escena internacional de la libre improvisación, la creación electroacústica, el avant-garde jazz, y la investigación musicológica desde hace más de tres décadas.

De Solaun, compositor, escritor y único español que ha ganado el Concurso Internacional de Piano de Valencia Premio Iturbi y el Concurso de Piano George Enescu de Bucarest, entre otros importantes premios; es uno de los pianistas con más proyección internacional y actúa en numerosos países de América, Asia y Europa como recitalista y solista junto a prestigiosas formaciones y directores. Ambos vienen cosechando los elogios y reconocimiento de la prensa por sus trabajos discográficos y los conciertos que realizan.

La improvisación musical libre  de dos grandes de la música en un disco joya

Cuando el amor a la música, a la poesía, al arte, a la cultura a la vida, cuando el amor a la amistad confluye en dos grandes creadores, surge una magia especial muy difícil de explicar, pero muy fácil de sentir a través de la obra que crean juntos con una extraordinaria complicidad estética.  Este es el caso de  Josep Lluis Galiana, saxofonista, y Josu de Solaun, pianista, que han creado un disco en el que hacen un canto a como expresión artística y musical, lanzado internacionalmente el pasado julio: First times [Primeras veces]. Un madurado y espontáneo trabajo discográfico editado por el sello Liquen Records, con 14 temas que son un punto de encuentro sonoro que transita entre la música contemporánea y experimental y el jazz,  con un hermoso libreto de Paco Yañez y portada de Omar Daf. Este exquisito y cuidadísimo disco joya, se lo han dedicado a Alexis Moya, a quien también queremos mucho en PLH, que ha acompañado esta noche  Josep Lluís Galiana y Josu de Solaun en su presentación en PLH de este disco joya. “First times es una muestra de absoluta libertad creativa entre dos músicos que empatizan y son cómplices tanto en lo sonoro como en lo personal desde hace muchos años”.

Galiana viene explorando durante más de cuatro décadas, con los saxofones, desde la improvisación libre, las infinitas posibilidades tímbricas y una amplia gama de colores y texturas que ha ido recogiendo en una cincuentena de discos como Tenor Saxophone Solos, Soprano Saxophone Solos o Electroacoustic Pieces 1999-2019. Josep Lluís Galiana despliega desde hace muchos años una intensa actividad cultural como gestor y divulgador cultural periodista, saxofonista, compositor, docente, escritor y poeta, editor, crítico musical, literario y de arte.

De Solaun, panista, compositor y poeta, su carrera  está  fundamentalmente  asociada al repertorio clásico, aunque con incursiones en la improvisación y el jazz como en panDEMiCity, un disco “compuesto en acto” con el que rinde homenaje a Keith Jarret y ha obtenido la nominación en los prestigiosos Premios Internacionales de Música Clásica (ICMA). Ha publicado 8 álbumes y es el único español que ha ganado el Premio Iturbi y el George Enescu de Bucarest. Es uno de los pianistas con más proyección internacional, aclamado por la prensa internacional por su “poético sentido del sonido, visión artística y brillante virtuosismo, enteramente al servicio de las obras que se ejecutan”. Nikolaus Frey, Fuldaer Zeitung.

Escucharles conversar sobre su creación conjunta, ha sido un privilegio para los sentidos y para el alma. Nos ha hablado de sus muchas “primeras veces” juntos y por separado. Son dos artistas de la palabra, el pensamiento, la poesía, la música… Si escuchan la entrevista comprobarán que son seres excepcionales y dos grandes amigos.

Pegando la Hebra, dirige y presenta, María Vicenta Porcar, control de sonido, Juan Lafuente y Arturo Delgado. 99.9 Plaza Radio, 99.9 FM Valencia y  www.999plazaradio.es.  Podcast en la web de la emisora, Ivoox, Spotify, Youtube, etc.

GALLARNIANAS. Josep Lluís Galiana & Jesús Gallardo

 

Josep Lluís Galiana & Jesús Gallardo. GALLARNIANAS. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-3181-2021 — LRCD019. PVP: 15€

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[CAST]

Que se haya creado un nuevo estilo musical con la fusión de los apellidos de Josep Lluís Galiana y Jesús Gallardo no es baladí, máxime si tenemos en cuenta que los nombres de ambos empiezan por J´, y sus apellidos por G´, curiosa sinergia que roza la serendipia y que para colmo se extiende a su compenetración musical. La Gallarniana´, esencialmente flamígera pero de un pacifismo minimalista en estructura, es cálida, pero de afilados ángulos que dañan en las distancias cortas. Ambos se convierten en una doble hélice mezclando su sonido en un ADN que hunde su memoria atávica a partes iguales en la rompedora escena de los Lofts afroamericanos o el más académico Jazz Británico. En mi mundo, los saxos percuten y las baterías soplan, porque cada instrumento es llevado a un límite que desafía a un oyente que atónito abre sus puertas de la percepción a un sonido que bien podría ser un dibujo de Escher puesto en partitura. Galiana a los saxos y Gallardo a la percusión son impronautas´ que arremeten con lo que tienen: un bilioso aunque cálido virtuosismo que usa tanto sordinas imposibles como coqueteos con lo tribal… a ratos sobrios y en otros desenfadados, ellos tocan las `Gallarnianas´ que, aunque tengan nombre de glándulas, son en realidad la sublimación de años de una comunión muy íntima con sus instrumentos. Se dice que en el Jazz el sonido cambia cuando el piano está ausente, pero cuando omites al contrabajo reduciendo la molécula a vientos y batería se abren los espacios y la música adquiere tintes espirituales de un cariz tan íntimo que a veces me siento un voyeur acústico en el universo de otros. Se me ofrece como dádiva sentarme en los silencios que habitan entre nota y nota portando mi sonrisa no síntomas de alegría sino de elevación.

CORONEL MORTIMER, La muerte tenía un blog

 

[CAT]

Que s’haja creat un nou estil musical amb la fusió dels cognoms de Josep Lluís Galiana i Jesús Gallardo no és fútil, sobretot si tenim en compte que els noms de tots dos comencen per J´, i els seus cognoms per G´, curiosa sinergia que frega la serendipia i que a sobre s’estén a la seua compenetració musical. La Gallarniana´, essencialment flamígera però d´un pacifisme minimalista en estructura, és càlida, però d´afilats angles que fan malbé en les distàncies curtes. Tots dos es converteixen en una doble hèlix barrejant el seu so en un ADN que enfonsa la seua memòria atàvica a parts iguals a la trencadora escena dels Lofts afroamericans o el més acadèmic Jazz Britànic. Al meu món, els saxos percuten i les bateries bufen, perquè cada instrument és portat a un límit que desafia un oient que atònit obre les portes de la percepció a un so que bé podria ser un dibuix d’Escher posat en partitura. Galiana als saxos i Gallardo a la percussió són impronautes’ que carreguen amb el que tenen: un biliós encara que càlid virtuosisme que utilitza tant sordines impossibles com coquetejos amb el tribal… a estones sobris i en altres desenfadats, ells toquen les ‘Gallarnianas’ que, encara que tinguen nom de glàndules, són en realitat la sublimació d’anys d’una comunió molt íntima amb els seus instruments. Es diu que al Jazz el so canvia quan el piano és absent, però quan omets el contrabaix reduint la molècula a vents i bateria s’obren els espais i la música adquireix tints espirituals d’un caire tan íntim que de vegades em sent un voyeur acústic a l’univers dels altres. Se m’ofereix com a regal asseure’m en els silencis que habiten entre nota i nota portant el meu somriure no símptomes d’alegria sinó d’elevació.

CORONEL MORTIMER, La muerte tenía un blog

    1. Jugar amb foc [ 10:17 ]
    2. Tirar endavant [ 9:29 ]
    3. Sortilegi [ 5:58 ]
    4. No sé si sortirem d’aquest port [ 10:11 ]
    5. Post Ballade [ 6:28 ]
    6. No tan sols [ 2:17 ]
    7. Entre silencis i udols [ 3:06 ]
    8. Granotes a l’estany [ 5:51 ]

josep lluís galiana (saxofons soprano i tenor) jesús gallardo (bateria i percussions)

tota la música de josep lluís galiana i jesús gallardo
una producció de josep lluís galiana
enregistrat a mondo rítmic (castelló de la plana) el 20 de juliol de 2021
tècnic d’enregistrament: ismael bahmane
mescles i masterització: jorge marredo rosa
notes al disc: coronel mortimer (la muerte tenía un blog)
obra de portada: gaahss
© 2021 Liquen Records
depòsit legal: V-3181-2021 · LRCD019 · liquenrecords.com

GALLARNIANAS es troba a totes les plataformes digitals i es pot escoltar al bandcamp de LIQUEN RECORDS

DOSSIER DE PRENSA

Una a una: «Gallarnianas» (Josep Lluís Galiana y Jesús Gallardo)

Por Rafa Rodríguez Gimeno | Música, Verlanga, 24 de enero de 2022

Hay dos cosas a tener en cuenta con la improvisación musical. Una sobre su proceso creativo y otra sobre su escucha. La primera desmonta en parte la definición que la RAE recoge del verbo improvisar («Hacer algo de pronto, sin estudio ni preparación») porque aunque la libertad artística es total lo de que es sin estudio ni preparación es falso. La segunda es la recomendación de no escuchar este tipo de música siguiendo patrones melódicos del pop, el rock, el soul… Ambas consideraciones, y que lo mejor es abrir las orejas y disfrutar libre y directamente, nos las contó hace ya varios años Josep Lluís Galiana en un restaurante cerca de la playa.

Galiana acaba de publicar un disco junto a Jesús Gallardo, Gallarnianas (Liquen Records) en el que la improvisación es su motor sonoro. Para conocer más del mismo le hemos pedido que nos comente, una  auna, las canciones del mismo. Le cedemos la palabra:

El disco Gallarnianas surge de la fusión de los apellidos de los artistas Josep Lluís Galiana (saxofonista) y Jesús Gallardo (percusionista), y es el resultado de una sesión de improvisación celebrada en Mondo Rítmic (Castelló de la Plana) el 20 de julio de 2021. Según el crítico musical Antonio Martín, autor de las notas del disco, se ha «creado un nuevo estilo musical», una «curiosa sinergia que roza la serendipia y que para colmo se extiende a su compenetración musical.» También conocido como Coronel Mortimer (La muerte tenía un blog), Martín describe la Gallarniana como «esencialmente flamígera, pero de un pacifismo minimalista en estructura». La Gallarniana es «cálida, pero de afilados ángulos que dañan en las distancias cortas. Ambos se convierten en una doble hélice mezclando su sonido en un ADN que hunde su memoria atávica a partes iguales en la rompedora escena de los lofts afroamericanos o el más académico Jazz Británico».

Los títulos de las improvisaciones incluidas en el disco los pusimos más tarde entre Jesús y yo. Es una práctica habitual en la libre improvisación musical cuando se editan discos tanto de sesiones de grabación en estudio como de conciertos. Así que las líneas que siguen a continuación son notas que nos inspiraron durante la producción del disco y la selección de las piezas musicales que conforman el CD.

1. Jugar amb foc

La improvisación que abrió la sesión de grabación y que decidimos que abriera también Gallarnianas, es una pieza larga, densa, dis(re)cursiva y alcanza un momento importante, de auténtica high energy playing, y que está muy en sintonía con el espíritu de nuestra primera aventura discográfica, una verdadera declaración de principios. Yo quise dedicarla al saxofonista inglés Evan Parker, aunque finalmente no apareció en los créditos, porque el diseño y el concepto del disco fue ganando en minimalismo o esencialidad y preferimos optar por proporcionar la mínima información a los posibles oyentes, animando así a una escucha limpia, neutra y sin demasiadas explicaciones o descripciones previas, que pudieran crear expectativas o distracciones extra musicales. El título hace una clara referencia al fuego, elemento fundamental de la Naturaleza que activa la vida y el arte.

2. Tirar endavant

Es otra de las improvisaciones largas del disco, que camina con absoluta naturalidad. Se caracteriza por su agresividad sonora. Los multifónicos, la sordina y los sonidos desquiciados del soprano, y el diálogo e interacción que se establece entre ambos improvisadores es de una intensidad rítmica, insolencia tímbrica y de una texturización que impele a seguir hacia adelante.

3. Sortilegi

Pura magia. Jesús Gallardo genera un ambiente sonoro misterioso con sonidos de agua (otro elemento) y yo, desde el soprano sin boquilla, trabajo sonidos de aire (otro de los cuatro elementos de la naturaleza). La improvisación deriva hacia otros derroteros, pero sin abandonar un cierto halo esotérico y espiritual.

4. No sé si sortirem d’aquest port

Este título describe de alguna manera y no sin una cierta dosis de humor, el sonido del saxofón tenor, cuando irrumpe con unos tubos de cartón clavados en su campana y que recuerdan al sonido de una bocina/sirena de un buque. Es una de las piezas largas del disco y que deriva hacia un groove bastante cercano a un free jazz “clásico”.

5. Post_ballade

De nuevo, el saxofón tenor, ahora con otra sordina que saca los armónicos más altos y agudos, y la batería con escobillas y platos, nos transportan a un cierto estilo baladístico. Posiblemente, se trate, más bien, de una anti-balada. Un tiempo lento, mórbido, en subtone… como homenajeando a los baladistas del jazz clásico.

6. No tan sols

7. Entre silencis i udols

Estas dos improvisaciones son dos solos. La primera, de Jesús Gallardo, y la segunda, la mía, son sendas oportunidades de mostrarnos en solitario. Una manera de exponer nuestras respectivas poéticas. Me parecen dos improvisaciones muy hermosas, en las que, seguramente, no estamos tan solos, pero son honestas, sinceras, muy personales y que surgen desde nuestro propio sonido interior, más íntimo y emocionalmente más intenso.

8. Granotes a l’estany

Esta improvisación es puro aire, pura naturaleza. Jesús Gallardo comienza con sonidos de ranas, a los que me uno con ruido de zapatillas del saxo tenor…, y todo va cogiendo forma en la creación de un paisaje sonoro muy particular y cercano a una estética musical contemporánea, ruidista, polirrítmica, atonal, intensa.

Descenso sin paracaídas

Miguel Ángel Pérez Martín, docenotas.com- 07/02/2022

Aún conservo el disco, aunque hace ya algún tiempo que no lo escucho. Hablo de uno de los más fuertes golpes mentales al escuchar música: Interstellar Space, 1967, John Coltrane y Rashied Ali

Cuidado que me había preparado bien con el resto de material sonoro emergido del free jazz, desde Coleman a Braxton y Cecil Taylor, pero no fue suficiente.

El mencionado disco de Coltrane y Ali era como saltar del avión sin paracaídas, confiando en llegar al suelo ya sin conocimiento. El free jazz ejerce en parte de “ese” paracaídas, es una fórmula a la que acogerse, pero la improvisación libre, especialmente saxo y batería, te priva de esa “defensa”, aunque siempre sales vivo de la experiencia.

En esa órbita circula este bimotor sonoro creado por el polifacético J. L. Galiana y su compañero de tambores Jesús Gallardo.

Desgranan su sabiduría instrumental en ocho temas que podrían ser más, o uno solo, hacerse del tirón. Cada uno tiene su sonoridad y desarrollo, sus dinámicas internas. Siempre he escuchado el disco entero.

Esta grabado en los estudios Mondo Ritmic de Castelló de la Plana, que se ha convertido en el Cabo Cañaveral de estos vuelos interestelares de improvisación en la región valenciana.

La improvisación libre tiene también sus códigos y protocolos, no siendo menores los gestuales y visuales, que se adivinan en la escucha. Una manifestación sonora que siempre es seria, pero que puede ser muy divertida de contemplar. En directo estos sonidos puede sorprender pero nunca te dejan indiferente.

Se disfrutan, que además es lo que ocurre con el disco.

Muy recomendable, en su tienda habitual o en liquenrecords.com

LA PAELLA SÒNICA, creació d’Adolf Murillo

LA PAELLA SÒNICA. Una creació multidisciplinar d’Adolf Murillo. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-3452-2019 — LRDVD014. PVP: 15€

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La paella sònica. Creació multidisciplinar i col·laborativa

El diumenge, 20 d’octubre de 2019, al Centre Cultural de Canals (València) es va gaudir molt en els assajos i en l’estrena de la proposta multidisciplinar «La Paella Sònica», de l’artista i pedagog valencià Adolf Murillo i Ribes. Amb un públic atent i encuriosit s’explicà al debat posterior al concert que, sens dubte, una escolta acurada, detallista i ben entrenada ens permet traslladar-nos cap altres territoris de la sensibilitat i connectar la nostra imaginació d’una forma totalment sinestèsica.

Aquest exercici d’escolta, la cerimònia de germanor que implica menjar paella i les converses amb el nostre estimat escriptor Josep Piera al voltant de la seua darrera obra «El llibre daurat, la història de la paella com no s’ha contat mai», van ser el detonant d’aquesta proposta artística fronterera i atrapada en una partitura poc convencional plena de formes que ens recorden sovint a certs elements que intervenen en l’acte de cuinar la paella i per altres moments a un quadre abstracte que uneix colors i traços amb l’única intenció d’estimular la imaginació sonora dels músics.

Colps de perols i objectes de cuina als preparatius; sons curts, granularitats, al sofregit; xup-xup de l’aigua i clímax sonor, al bull, i delicades i orgàniques sonoritats, al remat, conformen les quatre parts d’aquesta creació sonora on, a més a més, es combinen imatges de l’acte de fer la paella i una posada en escena marcada pel set de percussió que representa una cuina en la seua màxima extensió.

Als fogons Sònics: Joan Soriano (percussions), Rosa Soler (flautes), Josep Lluís Galiana (saxofons i producció), Pere Vicalet (visuals i mastering), Adolf Murillo (live electrònic) i arrodonint l’equip Giannino Clemente (electrònica, enregistrament i mescla de so) i Àlex Garzó (direcció i producció audiovisual). “La Paella Sònica” ens porta a un viatge sonor a través d’una estructura inspirada en els moments claus de la realització d’una paella: preparatius, sofregit, bull i remat.

En la seua concepció conceptual aquesta peça sonora explora elements subjectius que conformen part del ritus o cerimònia de cuinar i menjar una paella i una mirada més objectiva que explora les possibilitats sonores.

https://youtu.be/JMNu3h8853c

El poeta i escriptor valencià Josep Piera

LA PAELLA VALENCIANA

Per als valencians, la paella no és únicament un plat saborós i tradicional que desperta els sentits i captiva el paladar; és més que això: és un menjar de festa, un ritual social, i un provocador de memòries i sensacions col·lectives. Per això, se l’ha convertit en un senyal identitari, en una metàfora feliç.

La paella valenciana convoca a la festa col·lectiva, a compartir la joia de viure, per això sovint va unida a la música, siga la d’una banda que crida al comboi festiu, la d’un acordió que convoca el ball i la dansa o desperta cançons, siga la d’un aparell que reprodueix melodies com si es tractara de la banda sonora del festí paeller.

La paella valenciana, per tant, és molt més que un plat suculent i vistós que es presenta a taula per a satisfer la gana dels comensals. Això ho sabem ben rebé tots aquells que n’hem menjat i viscut en celebracions familiars (bodes, batejos, etc.), en combois amicals al camp o a la mar (les paelles de pasqua, les eixides a la mar d’estiu… i també, clar, en altres tipus de reunions socials, com actes polítics, àpats de negocis, menjars amorosos…

Vull dir que la paella és una obra d’art efímer, una obra que ens convoca a gaudir de la vida, que ens permet sentir l’exaltació del present, com ho fa la música, per exemple; un pot ser-ne el guisador-paeller, l’artista que interpreta la peça, mentre els altres en són els gaudidors, els destinataris del treball de l’artista, els que regalen sentit i raó al treball artístic.

Per tot això, i per història, per tradició, per gust, la paella valenciana mereix ser coneguda en tota la seua amplitud de sentits. És un plat feliç, una joia gastronòmica, un ritu antropològic, una festa. I més. Molt més.

Josep Piera

Fitxa artística

Creació multidisciplinar d’ADOLF MURILLO

Direcció i producció audiovisual d’ÀLEX GARZÓ

Flautes: ROSA SOLER
Saxofons: JOSEP LLUÍS GALIANA
Percussions: JOAN SORIANO
Vídeo: PERE VICALET
Electròniques: ADOLF MURILLO i GIANNINO CLEMENTE

Paella Sònica Ensemble

Fitxa tècnica

Durada: 43:09 · Picture Format: Mpeg-2 · Aspect Ratio: 16:9 · Menu Screens: 1 · Disc Formats: DVD-5 · Audio Format: PCM · Subtítols: castellà i anglès
© 2019 Liquen Records
DL: V-3452-2019
ISAN 0000-0005-8F12-0000-D-0000-0000-Z

PREMSA

Article d’opinió del poeta valencià Josep Piera al diari Levante-EMV, 12 de gener de 2020.

Article d’Adolf Murillo publicat al periòdic lasBandas, febrer de 2020

LA PAELLA SÒNICA. L’UNIVERS SONOR DE LA PAELLA

Segurament estarem d’acord que un dels trets que ens defineix com a valencians és eixa filosofia tan nostra del pensat i fet i que ens porta a desafiar qualsevol tipus de repte que ens proposem.

Així doncs, beneïts per un mestre de les paraules com es l’escriptor i poeta Josep Piera, al comboi d’una paella i una bona conversa, dissenyàrem aquest projecte de La Paella Sònica.

Poques setmanes després del comboi i amb una xicoteta ajuda de l’Institut Valencià de Cultura teníem ja els ingredients per tirar endavant el projecte.

Un grup de músics conformat per Josep Lluís Galiana, als saxos; Pere Vicalet, als visuals; Rosa Soler, a les flautes; Joan Soriano, a la percussió, i jo mateix, fent l’electrònica en viu, donàrem forma sonora i enregistràrem un DVD en un concert al Centre Cultural Papa Calixte III, de Canals, junt al tècnic de so Giannino Clemente i el documentalista audiovisual i escriptor Àlex Garzó.

Si entrem als preparatius, tal vegada a més d’una persona, el nom de paella sònica li sonarà una mena de broma graciosa o, potser, una extravagància de músics i creadors d’aquests anomenats moderns. Si li afegim que ni té partitura, almenys de les convencionals, qualsevol oient poc acostumat li pot suposar un autèntic galimaties.

Hi trobe tantes relacions amb els processos creatius de la creació musical amb l’escriptura literària, la cuina que plantejar aquesta situació i forçar els límits de la imaginació a través del diàleg dels llenguatges ha estat una vegada més un desbordar de sorpreses i sobretot la possibilitat de recórrer un espai d’experiències que ens reconcilien amb la creativitat.

Repensar sobre les sonoritats quotidianes com ha estat el fet d’escoltar la paella, el nostre plat més universal, es pot convertir en un exercici d’introspecció auditiva i imaginativa que ens apropa a uns universos sonors fascinants.

Hem tingut que desenvolupar la sensibilitat per trobar les connexions i les possibilitats plàstiques del so. Rebuscar a les zones frontereres, escoltar-nos i descobrir-nos sonorament i visualment els músics, pensar i posar per davant el plaer artístic, a costa de no ser compresos o acceptats com ho són altres estils i músiques socialment acceptades. Per no parlar d’altres formes de risc a les quals malauradament la consciència cultural d’aquest país ens afegeix.

I és que vivim en la societat d’allò ràpid, allò viscut en càpsules o píndoles que altres dissenyen per ser consumides in fast moment, segons Steiner:

«Els usos i valors predominants en les societats de consum d’Occident són avui els oposats dels existents a la imaginària comunitat de l’immediat. Abunda el secundari i el parasitari. La humanitat instruïda es veu abordada diàriament per milions de paraules, impreses, emeses per ràdio o televisió, que al·ludeixen a llibres que mai s’obriran, música que mai s’escoltarà, obres d’art sobre les quals mai es posarà mirada alguna. Un perpetu murmuri de comentaris estètics, judicis improvisats i pontificacions enllaunades omplen l’aire. És de suposar que la major part del discurs artístic o del reportatge literari, de les ressenyes musicals o de la crítica de ballet es fulleja més que es llegeix, se sent més que s’escolta.»

N’estic cada vegada més convençut de que crear, i si és de forma col·lectiva millor,  és una de les formes de sentir-nos més vius i connectats a la vida. Sovint massa vegades nosaltres els músics i altres especies d’artistes hem estat subjectes a regles i prohibicions que durant anys han anant modelant-nos i fent-nos éssers rígids, amb respostes quasi a presses, que ens deixen poc marge per poder jugar, experimentar y explorar noves possibilitats, amb la nostra matèria primera: el so.

El que tenim molt clar és que l’art ens pot apropar a experiències humanes que difícilment podem aconseguir des d’altres territoris del coneixement.

En aquesta experiència sonora-visual de La Paella Sònica aquesta necessitat d’alliberament, moure’ns als límits de les normes, del trencament amb allò convencional, potser, ha estat el denominador comú, de les ànimes que compartirem taula-escenari per jugar a fer sons.

Sincerament, no m’agrada massa revelar amb explicacions prèvies quines han estat les formules, girs, convencions, consensos, decisions, intuïcions, que han estat el fet determinant que ens ha dut a una acció inspiradora, però, davant d’aquest text revelador de Steiner, he de reconèixer que al calor de les brases enceses del concert on els sentiments i les impressions estan tan a flor de pell és molt més senzill connectar amb el públic i compartir i fer la nostra experiència, també seua.

La música contemporània està en moltes ocasions òrfena de propostes pedagògiques que faciliten als nouvinguts de l’art sonor contemporani a desenvolupar noves actituds i escoltes davant processos de creació. Aquesta conversa entre públic i músics ens fa sincronitzar la sensibilitat humana i va obrir un nou pont per la compressió i acceptació d’aquestes músiques, sovint, marginals.

En La Paella Sònica, escoltar o veure, o les dues coses al mateix temps, suposen endinsar-se en un experiència sinestèsica, i sens dubte, és una clara invitació a abandonar-nos a un exercici d’escolta inusual si tenim en compte el poc temps que dediquem a escoltar allò que ens envolta i fins i tot a escoltar-nos. Les tendències fast d’aquesta societat de consum aporten experiències encapsulades de ràpida digestió. I és que la cultura cada cop es xopa d’eixes formes comercials que ens venen experiències extrasensorials en un tancar d’ulls.

Així doncs, escoltar i participar de La Paella Sònica és descobrir en primera persona un territori sonor que com deia el públic que ens va escoltar per primera vegada a Canals: «potser mai hauria escoltat o pensat sobre el so d’una paella de no ser per aquesta proposta sònica». Podreu imaginar ara mateix quan territoris ens queden per descobrir i compartir. Potser plantejar-nos noves escoltes de situacions quotidianes que no mai havíem pensat resulta ser un exercici d’allò senzill i sanador que ens reconcilia amb un temps de quietud i reflexió.

Informació publicada al periòdic lasBandas, gener de 2020

 

JOAN GÓMEZ ALEMANY. Electroacoustic Works (2016-2019)

Joan Gómez Alemany: Electroacoustic Works (2016-2019). València: LIQUEN RECORDS. DL: V-3069-2019 — LRCD008. PVP: 15€




Gastos de envío incluidos para España / Shipping costs included for Spain; para el resto del mundo, consulte coste de envío / for the rest of the world, chek shipping cost; otros métodos de pago / other payment methods. Contacto / Contact: liquenrecords@liquenrecords.com

All music composed by Joan Gómez Alemany
Mixed and mastered by Joan Gómez Alemany
Produced by Josep Lluís Galiana
Graphic design by J. Chagall (Gestionarama)
Text translated to english by Lola Desco García
© 2019 Joan Gómez Alemany
© p 2019 Liquen Records
DL: V-3069-2019 • LRCD008 • liquenrecords.com

In collaboration with

ELECTROACOUSTIC WORKS (2016-2019)

  1. Das blut von Tristan und Isolde ohne Einleitung (2017) – The title literally means «The blood of Tristan and Isolde without the Introduction» (of the Wagner’s opera). This work «extracts those inaudible sounds» from the celebrated Prelude of the opera composed by Wagner, to feel music that “can be heard in the overture” but in a modern way.
  2. Un grito y un cadáver (2018) – Premiered next to the paintings of Millares and Saura, its title evokes some of its painted figures. This tremendously violent and agitated composition seeks to bring the listener to a kind of dismemberment or break-up.
  3. Deus with cogitat music. Sed quid Deus cogitat (2016) – This title in latin could be translated as «God thinks of music. But what does God think?» A large sonorous cathedral built from the simple sound of the recorder which contains reminiscences and similarities to the composition by Charles Ives, The unanswered question.
  4. 4 Disparates de Goya (electronic version only revised. 2017-2019) – Originally for ensemble and electronics, this version uses the electronic materials of the previous one but organized in a different way. Starting from its sounds and textures, it seeks to «transcribe and not illustrate in sounds», 4 etchings by Goya.
  5. Omaggio a Scelsi (2017) – Giacinto Scelsi explored the sound and analysed it deeply, to its roots, creating a new way of thinking about sound. This tribute to the composer starts with the sound of the acoustic guitar and then by means of simple electronic operation creates an immense orchestra that acoustically could not exist, but thanks to electronic media it is possible to imagine.
  6. Meta-improvisació (2019) – Taking into consideration the limits between improvised and written music, this piece tries to reflect, not only with concepts, but also with the actual sounds. From the so-called ethnographic music and free improvisation, a sound continuum is created where the two coexist and seem to blend.
  7. Das blut von Tristan und Isolde mit Einleitung (2017) – The CD closes with the same piece of music from the beginning, creating a loop, but this time hybridizing with the same Wagnerian prelude.

electroARTcústica

Paco Yáñez, mundoclasico.com, lunes, 27 de abril de 2020

Joan Gómez Alemany: Das blut von Tristan und Isolde ohne Einleitung; Un grito y un cadáver; Deus com musica cogitat. Sed quid Deus cogitat; 4 Disparates de Goya; Omaggio a Scelsi; Meta-improvisació; Das blut von Tristan und Isolde mit Einleitung. Joan Gómez Alemany, mezcla y masterización. Josep Lluís Galiana, productor. Un CD DDD de 63:20 minutos de duración. Liquen Records LRCD008.

La creación artística del joven compositor español Joan Gómez Alemany (Valencia, 1990) está especialmente marcada por su doble vertiente como músico (habiéndose formado en Piano y Composición, estudios que finalizó en la Kunstuniversität de Graz con Clemens Gadenstätter) y artista plástico (como licenciado en Bellas Artes que es por la Universidad Politécnica de Valencia, desarrollando en la actualidad una sustanciosa carrera expositiva, en la que destacan sus proyectos audiovisuales). Además, Gómez Alemany ha publicado diversos textos que lo revelan como un muy lúcido ensayista sobre los que son sus principales campos de expresión, sobresaliendo entre ellos los estudios en los que analiza comparativamente la función de los lenguajes visuales y musicales en películas como Vertigo (1958), de Alfred Hitchcock (artículos publicados en sulponticello.com, junto con otros igualmente muy interesantes en los que el compositor valenciano reflexiona sobre la improvisación y la música escrita, a raíz del proyecto acústico-electrónico Interaccions sonores, de cuyo lanzamiento discográfico les daremos cuenta a lo largo de las próximas semanas).

 

Esta voluntad intercultural e interdisciplinaria, aliada con una unión de pensamiento reflexivo y creación artística en la que se percibe no sólo ese lado más intelectual, sino una potencia expresiva temperamental y atávica, se explicitan en este disco que hoy presentamos, en el que Gómez Alemany ha reunido siete composiciones electroacústicas realizadas de 2016 a 2019: siete piezas en las que reverberan el arte y la música europeos, dejando vislumbrar efímeros destellos que nos conducen no sólo fuera del continente, sino a los confines de un pensamiento que albergaría cuanto existe, pues a una conciencia divina nos llevaría la más antigua de estas obras, Deus com musica cogitat. Sed quid Deus cogitat (2016).

 

Pero comencemos por la pieza electroacústica que abre el disco, pues la propia disposición de cada una de las obras, su recorrido y tensiones acumuladas, dibuja una meta-creación en sí, estando muy bien escogida la secuencia en la que estas piezas se presentan. El primer capítulo de este viaje nos conduce al pasado, pues con Richard Wagner dialoga Joan Gómez en Das blut von Tristan und Isolde ohne Einleitung (2017). Según nos cuenta el escueto texto incluido en esta edición discográfica, el compositor valenciano procede aquí a extraer sonidos inaudibles del ‘Vorspiel’ de Tristan und Isolde (1855-65) para hacernos sentir aquello que dicha obertura contiene, pero de un modo moderno. Sin embargo, no será hasta la séptima pieza de este disco que escucharemos de forma reconocible la ópera wagneriana, trabajándose aquí el material de tal modo, que nos encontramos ante una sustancia acústica ya plenamente propia y nueva. El tratamiento electrónico del sonido en las partes inicial y final se maneja como si éste fuese un material plasmático, estirándolo y deformándolo con un sentido que tanto nos resultará escultórico como nos hará recordar la forma en que el realizador granadino José Val del Omar deformaba las imágenes en películas como Aguaespejo granadino (1953-55) o Fuego en Castilla (1958-60). Frente a estos paisajes acústicos más densos y estáticos, la parte central de Das blut von Tristan und Isolde ohne Einleitung se muestra más deudora de los clásicos de la electrónica del pasado, como Edgar Varèse o Pierre Schaeffer: el primero, con sus sonidos industriales, tensos y urbanos; el segundo, con la poética de la escultura sonora, cuyo ruido objetual se adentra en esta obra aportando reminiscencias de la musique concrète. Se producen, asimismo, asomos vocales en el interior de Das blut von Tristan und Isolde ohne Einleitung: los de una voz que parece querer sintetizarse y escapar de la propia obra, mas no una voz romántica y decimonónica, como nos sugeriría el título de la pieza, sino una suerte de salmodia con dejes orientales (un estilo vocal que en otras obras reunidas en este compacto se hará más evidente, con una innegable carga etnográfica). De este modo, la parte central de Das blut von Tristan und Isolde ohne Einleitung resulta casi una antítesis de las externas, percibiéndose, por contraste, lo que parece un uso de la moviola en lo cinematográfico a la hora de manejar las velocidades de los materiales: una concepción cinematográfico-escultórica en la que música y plástica se funden para trazar un gran arco de masas, tensiones y velocidades con el que Joan Gómez construye la gran estructura de su obra, con reminiscencias clásicas en su arquitectura, formada por grandes bloques contrastantes. Esa tensión entre los bloques de sonido nos revela, por tanto, una fricción, pero, si de sus roces brota la sangre del título de la obra, ésta se comporta como un prisma reflectante en el que la historia se descompone como plasma, invitándonos a re-escuchar sus residuos (que diría Samuel Beckett) con unos oídos de nuestro tiempo.

 

Un grito y un cadáver (2018) nos remite a las pinturas de Manuel Millares y Antonio Saura; por tanto, al grupo El Paso, con lo que el enraizamiento de Gómez Alemany se produce en lo más proteico de la pintura española del siglo XX. Estrenada al lado de cuadros de Saura y Millares, comparte con estos una violencia primordial y atávica, ya desde el primer e inmisericorde golpeo que de la electrónica recibimos nada más comenzar la obra. Estas brutales alternancias en masividad, texturas y tono podemos asociarlas a la paleta cromática de ambos pintores: mayoritariamente, en blanco y negro, dejándonos aquí, incluso, los impactantes golpeos casi insensibles para escuchar los pasajes más livianos que tras dichas arremetidas se esconden. Hay, por tanto, una voluntad musical muy gestual, así como un sentido muy saturado de los materiales (por momentos, más violento y radical que la propia musique saturée francesa). Los homúnculos de Millares y los animales de Saura parecen aquí gritar y gruñir de forma desaforada, remitiéndonos a un tiempo histórico también en blanco y negro, del que Gómez Alemany realiza un retrato siniestro. Pieza primordial, atávica, dura y agresiva para el oído, sus sucesivos desgarros nos dejan expuestos al vacío y a las mínimas líneas de sonido que lo sobreviven: ésas en las que parecen palpitar unos últimos rastros de humanidad.

 

Con Deus com musica cogitat. Sed quid Deus cogitat pasamos del animal herido y su desgarro a un pensamiento divino articulado por medio de lo musical. De nuevo, la velocidad, la intensidad, la proliferación de materiales y la reverberación de los mismos vuelven a marcar la estructuración de esta obra. A partir de la grabación de una flauta, Gómez Alemany construye un espacio arquitectónico gigantesco del que ese sonido germinal es, al tiempo, la arquitectura misma y su único habitante. Inicialmente, esa unión de sonidos de viento, reverberaciones y electrónica nos hará pensar en las resonancias errantes de Luigi Nono, cuando éstas no se han densificado tanto como lo harán sucesivamente en la obra de Joan Gómez. En una segunda fase, los parámetros y las operaciones musicales se enfocan desde un pensamiento más arquitectónico, conduciendo los materiales al extremo de su multiplicación por distintas velocidades y espacializaciones vía reverberación; de forma que parece sonar esa gran catedral vibrando en cada una de sus bóvedas, tendidas ad infinitum en sucesivas naves, cual si de una arquitectura musical de Escher o Piranesi se tratara. Asimismo, en este pasaje central Gómez Alemany acaba construyendo lo que suena como un órgano gigante, formado por un único registro que dibuja un clúster plasmático expandido de tesitura aguda, con puntuales asomos de un tema a contrapié en lo que sería (siguiendo la imagen del órgano) el pedalero; por lo que el contraste en color entre los agudos de la flauta y ese ronco bajo resulta impresionante. Progresivamente, la disminución de la velocidad, la reducción en la multiplicación de voces y la concentración desde la resonancia en unas pocas flautas producen un giro radical y creeremos haber pasado de esa catedral celeste, de ese gigantesco y abigarrado pensamiento divino como sustancia musical, a un edén recobrado, previo a la aparición del ser humano, con una profusión de trinos aviares que nos devuelven, poco a poco, al silencio (por tanto, la unión de órgano, brillantes cromatismos, religiosidad y pájaros nos ponen sobre la pista de Olivier Messiaen). Muy bella propuesta, así pues, repleta de capas, espacios y lecturas.

 

Tras la vibrátil arquitectura catedralicia de Deus com musica cogitat. Sed quid Deus cogitat, los 4 Disparates de Goya (2017-2019) suponen bajar a una paleta cromática mucho más oscura y grave, sobre la que se va sucediendo todo un inframundo entre lo onírico y ese sueño de la razón que, como afirmaba el propio Goya, produce monstruos: aquí, los disparates musicales que nos ofrece Gómez Alemany, cual alucinaciones acústicas, en los minutos centrales de la obra, con sus voces veladas dando salida a lo que parece un subconsciente agazapado tanto en los grabados de Goya como en la electroacústica de Joan Gómez. Como los seres que pueblan los aguafuertes y las aguatintas del pintor aragonés, 4 Disparates de Goya es una pieza perturbadora y de una presencia muy física; aquí, marcadamente tridimensional, en una música que nos remite a la camerística y homónima 4 Disparates de Goya (2018), partitura para clarinete, violonchelo, percusión, piano y electrónica de la que aquí se desgajan sus materiales electroacústicos organizados de forma diferente que en la pieza de cámara (cuya duración es de 7:44 minutos, frente a los 4:36 de la versión puramente electrónica revisada). Según Gómez Alemany, la obra pretende transcribir, que no ilustrar, en sonidos cuatro de estos disparates, volviendo a apostar por esa relación tan potente entre la música y la pintura, de artista a artista: intención que, creo, logran plenamente estos disparates del compositor valenciano.

 

Omaggio a Scelsi (2017) nos conduce a la interioridad del sonido, a esa rudeza atávica y esencial presente en tantas obras de Giacinto Scelsi; especialmente, en sus partituras para instrumentos graves, como el contrabajo o el saxofón, si bien aquí es una guitarra la que, tratada por medio de la electrónica, acaba construyendo toda una orquesta en la que resonarán otras familias instrumentales. De hecho, en el undécimo minuto de Omaggio a Scelsi parece que escuchásemos un contrabajo, adentrándose Gómez Alemany en su sonido, en la anatomía de una sola nota explotada de muy diversas formas para conducirnos a lo que el propio compositor califica como un nuevo modo de pensar el sonido. En el minuto siguiente, la sensación es la de una proliferación instrumental gráfica y abigarrada, con un deje pendereckiano, así como -por analogía trazada en estas mismas páginas en mi obituario del compositor polaco, el pasado 1 de abril- con toques pictóricos que nos remitirían, de nuevo, al Antonio Saura de las multitudes: procesos que rápidamente se despojan, incidiendo en esos arcos estructurales de tensión que en Joan Gómez van del despojamiento al despojamiento, pasando por episodios centrales de tensión más múltiple y violenta. En el minuto catorce de la obra, las guitarras sí se hacen plenamente audibles, al modo de instrumentos agigantados, con dejes de campanas, lo que aporta al rasgueo del instrumento un asomo sombrío y amenazante al que se suma, en el decimoquinto minuto, una sonoridad que parece la de las ráfagas de un órgano. El ritmo de esas guitarras, lúgubre, procesional y fúnebre, nos coloca ante los ecos de una muerte aquí convocada por la figura de Scelsi: muerte, en todo caso, trascendida por la pervivencia de su música, como nos demuestra Gómez Alemany tomando el testigo de las indagaciones musicales del conde de Ayala Valva.

 

Meta-improvisació (2019) presenta un enfoque más etnográfico, reuniendo y estilizando electrónicamente cantos de distintas culturas del mundo, con una presencia muy marcada de lo árabe. De nuevo, se produce un paralelismo con las artes visuales: aquí, al pasar el tratamiento de las voces de un figurativismo inicial (con el canto más reconocible) a la abstracción (al tratar escultóricamente Joan Gómez dichos cantos por medio de la electrónica, de lo que es un buen ejemplo una sección central en la que se superponen a más velocidad esos cantos, como una moviola o un tomavistas acelerado, apareciendo, de nuevo, un referente en el cinematógrafo que se hermana con Meta-improvisació, como los montajes acelerados de viajes por distintos países del mundo en las cintas de Iván Zulueta). Como en otras piezas de este compacto, el final de Meta-improvisació procede a depurar los materiales hasta restar su esencia vocal convertida en un fino hilo electrónico, cuyo último acento lo lanza al infinito, a la perpetua renovación de estas voces que exponen la (tan amenazada) diversidad cultural del mundo. También resulta interesante en Meta-improvisació (así como plenamente dramatúrgico, dadas las intenciones de la pieza) el uso del estéreo, con unos primeros minutos en los que el orbe etnomusical palpita a izquierda y derecha de nuestros oídos: convertidos como oyentes en la (falsa) centralidad que llevamos siglos asentando desde nuestra mirada eurocentrista. En este sentido, estamos ante una pieza, también, política y de denuncia de la fáustica sociedad que nos rodea, en la línea de otras obras de Gómez Alemany como su partitura para ensemble, vídeo y electrónica TV (TeleVision) = TN (TransNacional) = TNT (TurnerNetworkTelevision) (TriNitroToulene) (2019). Meta-improvisació nos invita a abrir nuestra escucha a otras latitudes y culturas del mundo, algo poco habitual en la música actual de creación española, normalmente más enfocada hacia Centroeuropa, aunque también es cierto que el uso de estos cantos y el enfoque etnográfico a veces comporta el riesgo de caer en lo postalero, por lo que, a nivel musical, hay piezas más sólidas en este disco.

 

Se cierra este tan atractivo y heterogéneo recorrido de forma espiral, más que circular, pues volvemos allá donde empezamos, pero no del mismo modo, pues en Das blut von Tristan und Isolde mit Einleitung (2017), junto con los materiales que escuchamos en la primera pieza del disco, nos encontraremos con el original wagneriano, con su ‘Vorspiel’ plenamente reconocible, apareciendo de forma más o menos evidente en distintos momentos de la obra. Ello dota al conjunto de la pieza de una presencia muy distinta, sumando una tensión dialéctica con la historia más acusada y explícita; una historia que es aquí presencia sensual y física, haciendo reverberar en nuestro interior numerosas imágenes; de nuevo, con una componente muy visual. De hecho, escuchando Das blut von Tristan und Isolde mit Einleitung me venían a la mente las soberbias esculturas del granadino Manuel Rivera, si bien en su tabla-base aquí, en vez de pintura, se dispondría una película del donostiarra José Antonio Sistiaga con una presencia wagneriana de por medio, con la fuerte tensión derivada de esta interacción entre lo pictórico, lo cinematográfico y lo musical. Ello posibilita una fuerte permeabilidad entre el preludio de Tristan und Isolde y sonidos sintetizados de aspecto industrial, mecánico y rugoso, de modo que, junto con la fricción del óxido, escuchamos la apoteosis amorosa de la ópera, herrumbrada, así, por medio del gran trabajo de Gómez Alemany. Para vislumbrar ese proceso dialéctico y esa pátina de óxido depositada sobre la historia, el oído ha de atravesar, como el ojo en las esculturas de Rivera, toda una serie de mallas superpuestas, tensando nuestra mirada/escucha al ser rozada por esas estructuras metálicas al descender a la scriptio inferior de este gran palimpsesto, donde resplandece el ‘Vorspiel’ wagneriano sobre el que se acumulan capas de sonidos, de tiempos y de lecturas musicales. Gran palimpsesto, el que, uniendo perspectivas artísticas tan diversas, nos ofrece Joan Gómez Alemany, para cerrar su tan interesante compacto.

 

Por lo que al sonido del disco se refiere, éste proviene directamente de los másteres electrónicos del propio compositor, siendo el mismo Joan Gómez quien ha realizado las mezclas para este compacto, de presencia impresionante en cuanto a relieves y espacialización. La edición sigue la línea de sellos como Hat Hut o Winter & Winter, al incluir las notas en el cartón del disco, siendo el texto (a cargo del compositor) muy escueto, pero suficiente para ofrecernos una introducción a cada pieza, así como para conocer mejor la música de Joan Gómez Alemany. Dado el páramo casi silente en el que se ha convertido la industria del disco en España (muy especialmente, en lo referido a la música culta), siempre es de agradecer que sellos como Liquen Records nos acerquen a lo que se cuece en nuestra creación actual, que es mucho y bueno.

Este disco ha sido enviado para su recensión por Liquen Records.

 

JOAN GÓMEZ ALEMANY – «ELECTROACOUSTIC WORKS 2016-2019» (LÍQUEN RECORDS LRCD008, 2019)

Antonio Martín «Coronel Mortimer», La muerte tenía un blog, miércoles, 20 de mayo de 2020

Hace unos meses os traía la reseña de la colaboración en disco entre Joan Gómez Alemany y Josep Luis Galliana a través del sello Líquen Records. Se trataba de Interaccions Sonores y la reseña podéis leerla aquí. No voy a repetir conceptos biográficos porque la anterior reseña se complementa en parte con ésta; la uso como bisagra de letras, trampa literaria, y me ahorro volver a repetir quién es Alemany para lanzarme directamente a la yugular de Electroacustic Works 2016-2019, un más que peculiar álbum que me lleva a una reflexión personal que compartáis o no, me muero por expresar.

Las músicas áridas, rompedoras y experimentales basadas en la electrónica de finales de los 80 (vamos a poner a Coil o Throbbing Gristle ahí por ejemplo), siempre han sido vistas/tratadas desde un plano no academicista y cuando no, directamente odiadas desde el plano académico. Es así y no se puede negar. Su oscurantismo, unido al uso de parafernalia controvertida (política, sexual o social) forma todo un maremágnum que da lugar a movimientos (Power Electronics, Death Industrial o el Noise). Hasta aquí creo que me estoy explicando bien. Música Denostada pero altamente influyente tiene su espejo platónico (como el Mito de la Caverna) en la Electroacústica más salvaje… el avantgarde de Russolo, la Música para Exposiciones y todo lo contrario a lo que anteriormente decía; una panoplia academicista que se autofatocita a sí misma. 

Dicho de otro modo, escuchar Electroacustic Works 2016-2019 es ponerme en la misma longitud de onda vibracional que lo electrónico/terrorista tenía en sus inicios. La lobreguez, claustrofobia y por qué no, el uso de herméticos arpegios drónicos elongados hasta el infinito son comunes a ambos modos de expresión, por mucho que les pese a los habitantes de Congresos de Musicología, Simposiums expositivos o publicaciones de Rancio Abolengo. La fina línea que traspasa la gloria de lo denostado se decide en despachos y salones por los Illuminati de la Música.

Mientras lo electroacústico vive en una minoría (ojo, todo lo que estoy hablando es de minorías) consensuada y alabada por público, crítica y quien se tercie, géneros más obtusos como el Industrial son relegados a esa otra minoría donde viven obras de culto que duermen el sueño de los justos. Y no por ello estoy diciendo que ambos géneros sean iguales pero sí que transitan por líneas paralelas e incluso qué diablos, tangenciales. Escúchese la obra de Francisco López, métase en los barroquismos acampanados de Llorenc Barber, y luego váyase a Coil o Nurse With Wound (para que todos estos argumentos cobren intensidad, os remito a los últimos párrafos de esta reseña). Transítese por el futurismo y vanguardias rusas, váyase a Einsturzende Neubauten, primeros Die Krupps, Throbbing Gristle o Faust… y dese la vuelta a Cage o Penderecki. Cierto y claro es que Whitehouse o Con-Dom no son precisamente amables, pero juro y perjuro que muchas obras clásicas industriales cohabitan en el mismo mundo que la electroacústica y además, todavía no os he hablado de la parte plástica o audiovisual. 

Ambos géneros se lanzan de lleno en un tobogán audiovisual, en una paleta plástica común donde radica la diferencia entre lo denostado (a posteriori culto) y lo políticamente correcto. El videoarte, lo abstracto, la creación de instrumentos propios o el uso del sampleo y Field Recording es en suma un ARTE, y el arte, amigos y amigas, no debiera de distinguirse entre el vómito y el aplauso. 

Terminada esta introducción, paso de lleno a analizar este grandísimo trabajo de Joan Gómez Alemany que me ha volado la cabeza tal y como otros géneros más incorrectos lo hacen. El fondo, la sustancia y la negritud es la misma… si algo aprendí hace tiempo es a borrarme de un plumazo los condicionamientos y pasar sin problemas del metal a la improvisación libre o qué diantres, el Harsh Noise Wall.

«Das Blut Von Tristan und Isolde Ohne Einleitung» nos induce al trance extrayendo sonidos inaudibles del Preludio de la obra Wagneriana para llevarlos a un terreno ferroso donde conviven Varese con los ciclópeos ritmos percusivos de ZGA, Einsturzende Neubauten o Kluster. Es decir, una cópula ritual entre la rigidez de la Música de Cámara y el minimalismo de Glass o Riley, transmutados por obra y gracia de lo alquímico en sábanas electrónicas deformadas (elongadas), y regurgitadas en un salvajismo inusual pero taimado no tan alejado de los años 80 y Zos Kia como pudiera parecer. El prisma de la oscuridad varía según los oídos empleados. Esos angulosos y serrados crescendos sobre el minuto 8 son poderosamente cinematográficos y harían palidecer a Bernard Herrmann

Las planchas de metal que se escuchan en Stahlwerksynfonie (1981) de Die Krupps (antes de meterse en terrenos pseudo bailables) funcionan como eslabón perdido hacia el experimentalismo alemán (Faust son especialistas en esculturizar metálicamente el sonido) desde Kluster a Schnitzler pero claro… si hay que citar nombres que empiecen por Sch… bueno, siempre da más caché decir Schaeffer. Si lo que os he contado os da risa, os invito a cabalgar los exabruptos de «Un Grito y un Cadáver», de violencia inusitada, y que por sí sola da cuerpo a toda la parrafada que os he soltado al principio. Me niego a describirlo porque su simple escucha os revelará los detalles de mi discurso; cobran vida las figuras de Millares y Saura en esta salvajada de pieza.

Sigue «Deus With Cogitat Music. Sed Quid Deus Cogitat». Para quien esto lea, vuelvo a decir que el Arte Moderno es tan moderno como moderno sean los oídos del oyente; la flauta procesada hasta el infinito por la religiosidad catedralicida de Messiaen baja la temperatura lo justo para que mis escrotos se encojan al tamaño de canicas. Convive en esta pieza lo etnográficamente evocado que hay en el Cuarto Mundo de Hassell pero desde una perspectiva atávica y circular Ad Nauseam. Una sonorización del Misterio de Fulcanelli al revés… es decir, desde lo arquitectónicamente incólume de la Catedral hasta las virutas de los escombro; la magnificencia es la misma tanto en lo «constructivo» como en lo «deconstructivo».

De especial mención es «4 Disparates de Goya (electronic version only revised». Originalmente para orquesta y electrónica, esta reinterpretaciónse reduce a texturas electrónicas graves y opresivas que transcurren en los desérticos páramos del Lo Fi. Aunque el sonido sea de base acústica, el resultado está más cerca de los sonidos que se obtienen del Korg MS20. Quien haya dudado de mi discurso inicial, mejor que se repase la obra de Esplendor Geométrico desde una óptica timpánica distinta para ver si entre todos podemos derribar por fin los tabúes y prejuicios que existen en nuestro país en cuanto a prensa musical escrita. Precisamente es la monumental «Omaggio a Scelsi», homenaje al padre del espectralismo, la que de todo el álbum integra mejor (o capta más) lo acústico a base de saxofones, puñaladas de contrabajo tocados con arco, guitarras al final del tema y todo ese sombrío discurrir por el microtonalismo; especie de Gólem tímbrico que posiblemente sin su desarrollo sinusoidal no tendría cuerpo en el que vivir y que misteriosamente es revivido gracias al soplo de lo armónico. 

Una vez llegados aquí, y tal y como prometí al principio, saco a la palestra a NURSE WITH WOUND. El espectralismo funciona a base de argamasas que se asemejan a los collages auditivos de Stapleton pero claro, ningún rastro de esto encontraréis en la prensa escrita (o dudo que sea influencia directa del propio Alemany)… tampoco es tan descabellado si vemos que la andadura de NWW comienza en 1979 y la Música Concreta es la vértebra que articula sus inicios. Ya podéis encender la cerilla que el Napalm me lo he untado (¿es la Vanguardia lo que te enseñan en las escuelas?) porque el siguiente corte «Meta-Improvisació» entra potente y de lleno con dos cánticos etnográficamente distintos pero casados a la perfección. Una ruptura total cuando el elemento gregoriano (tercero en discordia) entra para separar molercularmente la religión en espiritualidad y ésta en tribalismo. 

El Santoor dialoga con las voces, flautas estilo Ney, digeridoos y todo lo que se te ocurra en un pulso de aceleraciones/desaceleraciones propias del Noise y Tape Collaging, brillando especialmente un fondo marcial sobre el minuto 7 que me recuerda a Master Musicians of Jajouka en versión benzodiacepínica. Fabuloso.

Cierra el círculo «Das Blut Von Tristan und Isolde Mit Einleitung» entroncando con el inicio del disco pero reproduciéndose el Vorspiel de la obra de Wagner

Sólo me queda recomendar encarecidamente esta obra de arte (junto con Interaccions Sonores) a los oyentes arriesgados. Un disco que según mi opinión puede estar tanto en la estantería de las grandes obras experimentales del Industrial Noise (de este país o de cualquier otro) que de la improvisación libre o la clásica moderna y electroacústica. Tú decides donde ponerlo.

La electroacústica ha venido para quedarse

ELECTROACUSTIC WORKS 2016-2019. Joan Gómez Alemany. Edita Liquen Récords, Valencia 2019

Miguel Ángel Pérez Martín – docenotas.com, 08/04/2020

Entre las vanguardias mas arrinconadas del planeta encontramos este segmento sónico que a veces no es reconocido como “música” y sólo lo es como “ruido”.

En los cajones de las tiendas de discos – cuando había- se leía “noise” si buscabas algun Lp o cd con estos contenidos. Desde Pierre Schaeffer a Throbing Gristel o Robert Fripp, pasando por algunas piezas de Stockhausen. Y eso cuando hallabas algo, en España muy poco. El sonido suele ser generado por ordenador o por los antiguos osciladores y casi nunca mediante fuentes instrumentales acústicas – aquí hay alguna, como flautas o voces- y lleva con nosotros muchos años- desde los experimentos con cinta de radio de John Cage– incluso aplicado al pop. No es el caso.

Joan G Alemany nos presenta la versión más “centroeuropea” del estilo mediante sus grabaciones, generaciones y manipulaciones sonoras autónomas, o sea, no funcionando como complemento a imágenes o narración de ningún tipo como se practica en algunos muesos de arte actual o centros de arte contemporáneo, por esto deben abstenerse quienes busquen melodías, armonías o ritmo. Incluso los serialistas más convencidos. Es otra cosa, justamente “sonido organizado” despojado de todo ropaje ornamental y cultural, pero a veces muy tecnificado, de una complejidad acústica para los directos excepcional.

Habitualmente esta música es “compuesta” y “fijada” en una partitura, esquema o gráfico, pero en algunas ocasiones improvisada si se tiene un gran dominio de la electrónica que genera los sonidos que queremos producir.

El disco presenta siete pistas de muy variada sonoridad e intención. Desde homenajes a Wagner, Scelsi o Goya hasta agónicas sonoridades que llegan a sobresaltar por momentos.

Claramente no es una tendencia que atraiga masas – ni musicales – pero es una más de las que en la historia de la cultura nos ayudan a empujar barreras, fronteras, quizá celdas. Algo que en estos días se me antoja tarea prioritaria.

Muy recomendable escucha. Pedidos a: liquenrecords.com

JOSEP LLUÍS GALIANA. Tenor Saxophone Solos

Josep Lluís Galiana: Tenor Saxophone Solos. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-2740-2018 — LRCD011. PVP: 15€

5è Millor Disc de Jaç als Premis Enderrock 2019 de la Crítica

Gastos de envío incluidos para España / Shipping costs included for Spain; para el resto del mundo, consulte coste de envío / for the rest of the world, chek shipping cost; otros métodos de pago / other payment methods. Contacto / Contact: liquenrecords@liquenrecords.com

Josep Lluís Galiana, spanish saxophonist, improviser and writer, publishes his first solo album in LIQUEN RECORDS.

TENOR SAXOPHONE SOLOS is a selection of improvisations recorded on March 19th, October 1st and November 19th, 2017 and May 30th, 2018 at Liquen Studios, Pedralba, València, Spain.

Recorded and mixed by Josep Lluís Galiana and mastered by Enrique Soriano (CROSSFADE). Produced by Josep Lluís Galiana, who plays Tenor Saxophone Buffet Crampon S1.

Graphic design by J. Chagall. Cover photo by Roberto Domínguez and Inside photo by Mara B. Stones. Text by Joan Gómez Alemany and translated to English by Juan José Palomar.

No borders of any kind

The creation of a solo album like “Tenor Saxophone Solos” is not only a proposal of a great bravery. It´s something else. The listener can also feel not only a great control of the instrument, but the sensation of hearing someone who has played with many people. This interaction with other musicians, as present in Chamber Music, is much more important and difficult in free improvised music than in music already written and therefore ruled in advance.

Let´s think about musicians like Bach, one of the greatest musical improvisers of all time. Even with the obvious absence of any records of their performances, these improvisations are well known after what has been written about them and, much more significant, what has been reflected in their pieces. They show us that the synergy between a great instrumental technique and an immense knowledge of the instrument lets the musician to create a music that, even if made with a monodic instrument (in Bach´s pieces for solo cello, violin or flute, for instance), can offer to us a very rich and interesting texture, as in Chamber Music. Several lines sounding simultaneously, which create   the sonic illusion of listening to more than one person at once.

Josep Lluís Galiana achieves this in “Tenor Saxophone Solos”, his first solo album. His music knows no borders of any kind. Galiana´s rich musical expression combines disparate aesthetics without persisting in a limited orthodox thinking. He keeps a constant interest of listeners by a continuous updating of their expectations. This demonstrates a great technique and an intense control of sonorous materials, with an infinite palette that includes almost all: from the noisiest and amorphous sounds to a great formal complexity. Fragments interacting with different sonic materials (that shameless tonguing!) mixed with melodious and concrete tones.

This enormous variety and some other interesting characteristics make this record a noble and audacious project. Worthy of being heard, without any doubt!

Joan Gómez Alemany

TRACKLIST
  1. City Life
  2. Sequenza I per sassofono tenore
  3. Fantaisie par quartier
  4. Fragment…
  5. …With Variations
  6. Seat 13
  7. Lost In Piccadilly
  8. Rhythm & Funk
  9. Julia (How To Improvise What I Want To Say You)

PRESS

Saxpainting, o la improvisación positiva

Paco Yáñez

lunes, 15 de junio de 2020

«La improvisación ha sido desde hace muchos siglos la manifestación más importante de la música. Eso si no tenemos en cuenta las manifestaciones musicales primitivas, las cuales eran de transmisión oral, pues aún no existía la notación. Es a partir de principios del siglo XX cuando la improvisación pierde su ancestral protagonismo. La evolución técnica de los instrumentos, la complejidad de las estructuras musicales y sus métodos compositivos y el afán de los compositores por plasmar mediante una notación musical cada vez más sofisticada y estricta sus ideas musicales han sido las razones de este paulatino abandono de la práctica improvisatoria por parte de los músicos clásicos occidentales.»

«No obstante, y desde hace unas cuatro décadas, muchos compositores e intérpretes de música contemporánea y sobre todo músicos procedentes del jazz y del rock progresivo han recuperado esta práctica de la libre y espontánea expresión sonora. Bien desde estéticas diferentes como la aleatoriedad, indeterminación, minimalismo, neolirismo, sonido ambiente, ruidismo, neotonalismo, mimetismo o las músicas étnicas, bien desde géneros musicales tan diversos como el jazz, el rock, el pop, la creación electroacústica, la performance sonora, el teatro musical, la vídeo instalación (multimedia), o la live electronics, la improvisación ha recobrado su vida sonora dentro de la música occidental».

Con estas palabras, extraídas de un artículo de Josep Lluís Galiana (Valencia, 1961) publicado por el diario Levante-EMV el 9 de julio de 2009, el propio compositor y saxofonista valenciano, en su faceta de musicógrafo, nos ponía hace más de diez años en antecedentes de la importancia que en su creación musical tiene la improvisación: práctica por medio de la cual nos hemos adentrado en su catálogo de obras a lo largo de las últimas semanas, con excelentes ejemplos como sus lanzamientos en el sello Liquen Records de Interaccions sonores (2019) —allí, de la mano del joven compositor valenciano Joan Gómez Alemany en la electrónica—, así como de las piezas electroacústicas compuestas por Josep Lluís Galiana entre los años 1999 y 2019: obras en las que el saxofón (instrumento habitual de Galiana) tenía una fuerte presencia, ahondando en esa hibridación de lo acústico y lo electrónico que es una de las señas de identidad del músico valenciano, así como uno de sus temas de reflexión privilegiados, como daremos a conocer a nuestros lectores este mismo mes, en la reseña del libro Emociones sonoras. De la creación electroacústica, la improvisación libre, el arte sonoro y otras músicas experimentales (2020), volumen publicado por EdictOràlia: otro de los muchos proyectos de un Josep Lluís Galiana que a lo largo de las últimas décadas ha sido, como compositor, interprete, programador, editor y escritor, una de las más lúcidas y críticas miradas a la realidad artístico-musical de la Valencia de finales del siglo XX y principios del XXI. 

Mientras esperamos a la reseña de Emociones sonoras, en nuestra tercera visita al catálogo de la discográfica valenciana Liquen Records nos encontramos hoy con el primer álbum de solos publicado por Josep Lluís Galiana; un compacto que, como no podía ser de otro modo, tiene al saxofón como instrumento protagonista; en este caso, un saxofón tenor Buffet Crampon S1 de una sonoridad muy bella, bien timbrada y compacta, del que Galiana extrae una cantidad de colores y matices dignos de mención, contribuyendo a que este compacto —titulado Tenor Saxophone Solos— nos vuelva a recordar al citado artículo que encabeza esta reseña, pues en él Galiana se refería, asimismo, a la conocida como «Soundpainting», técnica del músico y educador norteamericano Walter Thompson que Josep Lluís Galiana asimilaba al trabajo de compositores como La Monte Young, John Zorn, o Agustí Fernández, para facilitar «la libre expresión sonora colectiva y su modelaje». Las nueve piezas reunidas en Tenor Saxophone Solos explotan de forma muy especial ese concepto y esa técnica de la pintura musical, permitiéndonos afirmar que estamos, por tanto, ante un verdadero ejercicio de saxpainting (por tirar de las posibilidades a las que el neologismo original de Walter Thompson daba lugar) cuyos resultados ofrecen un rico paisaje sonoro sobre el siempre sutil lienzo del silencio. 

Por supuesto, en el caso de Josep Lluís Galiana improvisación libre no quiere decir ni libre albedrío ni libertinaje musical, sino un proceso de expresión muy sólidamente injertado en la historia, así como consciente de la misma y de sus muchas rutas estéticas y recursos técnicos. Es por ello que Galiana, utilizando tal libertad asociada a ese gran catálogo de posibilidades, nos ofrece aquí un disco muy plural en sus dejes estilísticos, que van de ecos de la música norteamericana más interesante de las últimas décadas (presencias del free jazz y del rock progresivo incluidas) a vínculos muy sólidos con la música contemporánea europea; de hecho, con leer algunos de los títulos que jalonan Tenor Saxophone Solos nuestra mente viajará a la más firme tradición reciente, como la del Luciano Berio de las Sequenze (1958-2002), que casi parecen evocadas y homenajeadas por el título de la segunda pieza de este compacto, Sequenza I per sassofono tenore (si bien en el caso de Luciano Berio es la Sequenza IXb (1981) la escrita para saxofón). Un Berio, por cierto, que constituye una de las referencias musicales, artísticas y humanas para Josep Lluís Galiana, como podemos leer, muy especialmente, en la séptima parte de Emociones sonoras, si bien la presencia del trasalpino nos espolea con su lucidez en diversas páginas del libro. 

Sequenza I per sassofono tenore es una de las propuestas más sólidas de este compacto; ejemplificando, además, de forma muy evidente la doble naturaleza del mismo: entre lo más rugoso y ruidista, por un lado, y, partiendo de esa exploración de texturas, una manifiesta evolución hacia un saxofón gestual, inquieto y atávico que, progresivamente, se va movilizando en su totalidad hasta llegar a un final que se acerca más a ese grito torrencial e histriónico, a esas masas rítmicas tan energéticas y direccionales que habíamos escuchado en las primera piezas del disco, como City Life o Fantaisie par quartier, rozando en sus últimos minutos la Sequenza I lo obsesivo y lo espasmódico. 

Fragment… es otra de las piezas en las que Galiana incide, desde su comienzo, en una búsqueda de texturas de tipo ruidista, jugando con el aire, los armónicos y un sonido silbante que nos vuelve a remitir a los paisajes de la electrónica, por cómo el saxofonista valenciano es capaz de tramar una polifonía en diversas capas de un virtuosismo técnico arrollador, superponiendo desmaterializaciones armónicas y una rugosidad que parece se arrastrase por el instrumento, friccionando sus superficies metálicas. Todo un tour de force y una demostración más de maestría en el dominio del saxofón que hace de Fragment… una de las mejores y más modernas obras de este disco… 

…tal y como sus puntos suspensivos nos dan a entender, Fragment… tiene su continuación en …With Variations, una pieza en la que se desdobla el proceso que, de algún modo, había consensado y sintetizado en una sola obra la previa Sequenza I, por cuanto estas variaciones nos vuelven a llevar de lo ruidista a un saxofón más movilizado por medio de alturas, incidiendo una vez más en lo gestual, en las figuraciones y en un sentido torrencial que no deja, en todo caso, de mostrar una búsqueda de la unidad dentro de sus muy diversas formas de explotar y explorar los materiales, por lo que, volviendo a esa responsabilidad histórica a la que antes me refería con respecto a la improvisación libre, no creo exagerado señalar aquí la impronta de compositores como el Schönberg de las Variationen für Orchester opus 31 (1926-28), o el Webern de las Variationen für Klavier opus 27 (1935-36), cimentando y dotando de coherencia a cada una de las vueltas y revueltas que el saxofón de Josep Lluís Galiana da sobre sí mismo en busca de una nueva salida. Frente a los compositores de la Segunda Escuela de Viena, Galiana se muestra, en todo caso, menos estructural y rígido, soltando su instrumento con mayor atavismo, sin que la construcción estrictamente autorreferencial, ni mucho menos, el serialismo, sean precisos para mostrar cómo los materiales musicales son capaces de progresar desplegando cuanto palpita en su interior como germen y latencia. En sus últimos minutos, …With Variations gira sobre sí misma y visita sus paisajes fundacionales (sin por ello retrogradarse), hasta reencontrarse con las técnicas ruidistas de Fragment…; con lo que el conjunto de ambas obras (o partes de un mismo todo) se convierte en la propuesta más completa y potente de este compacto. 

Seat 13 se sitúa entre ambos mundos (el ruidista y el armónico), uniéndolos por medio de un manejo de la armonía muy refinado y sin miramientos, en el que los súbitos saltos interválicos, unidos a una continua modulación dinámica de orden cuasi escultórico (y a otras técnicas de tipo más extendido, como el slap o el flujo de aire sin tono), consiguen transitar entre la tradición, lo que sería un universo sonoro progresivo y el ruidismo de la avantgarde europea. Es por ello que esta vibrante pieza nos vuelve a mostrar una muy interesante pluralidad de ideas, así como la inserción en la tradición de la improvisación como conciencia histórica y, por supuesto, un dominio técnico impresionante, pues lo realizado por Josep Lluís Galiana en cuanto a digitación y control de la proyección de aire es digno de mención. De este modo, obras como Seat 13 dan sentido a lo que Josep Lluís Galiana define en Emociones sonoras (recogiendo un artículo publicado en sulponticello.com) como «improvisación positiva»: un proceso heurístico-musical que «hace mención a esa creatividad, a ese pensamiento divergente que nos ayuda a dar soluciones a situaciones a las que no estamos acostumbrados», considerando la improvisación libre «como un proceso creativo y no como un producto acabado». 

En Lost In Picadilly, Josep Lluís Galiana lleva a cabo un viaje, en cierto modo, inverso, yendo de la gestualidad y de los ecos norteamericanos a un ruidismo rugoso y extendido en sus pasajes centrales, del que vuelve a los materiales iniciales; si bien, en todo caso, ya no siendo el mismo, pues uno y otro lenguaje se con-funden e sincretizan en su final. De algún modo, ese mismo recorrido e hibridación de lenguajes podríamos decir que se dibuja en el conjunto de Tenor Saxophone Solos como globalidad, pues en las breves y finales Rhythm & Funk y Julia (How To Improvise What I Want To Say You) volvemos a escuchar ecos del comienzo del disco, con sus más libres y melódicas improntas del free jazz, el blues y el funk, incluida la sensualidad de la última pieza, ya en clave personal y afectiva del propio Galiana, que cierra con este guiño un recorrido muy completo, variado y exigente, como el que supone enfrentarse a esta gran improvisación positiva y heurística en los nueve capítulos que, a largo de casi 50 minutos, este disco nos propone. 

Como en los anteriores compactos de Liquen Records que hemos reseñado en mundoclasico.com, las tomas de sonido son realmente buenas, con mucho cuerpo, timbre realista y una redondez en la percepción del instrumento que se agradece. Al igual que en el disco que contenía Interaccions sonores, o en el dedicado por el sello valenciano a la música electroacústica de Joan Gómez Alemany, las notas (precisamente, a cargo de este último) vienen impresas en el propio cartón del disco. En ellas, Joan Gómez se retrotrae a Johann Sebastian Bach para glosar la labor del músico como improvisador, así como la entidad y la seriedad musical de tal aventura, con los logros históricos que conocemos, a los que podemos añadir, desde Valencia, los cosechados por el propio Josep Lluís Galiana en sus estupendos Tenor Saxophone Solos, dando forma y salida a lo que Galiana expone en otro de sus textos recogidos en Emociones sonoras

«El arte es pura experimentación. También espontaneidad y azar, capacidad de comunicación y libertad de expresión, inmediatez del discurso y búsqueda de belleza y verdad, cultivo de la individualidad y construcción de una voz propia y la posibilidad de emocionarnos… No entiendo la creación musical sin la experimentación, sin explorar nuevos límites a nuestro intelecto, ni desafiar a cada instante nuestra percepción para ir más allá de las fronteras conocidas». 

Este disco ha sido enviado para su recensión por Liquen Records

JOSEP LLUÍS GALIANA – “TENOR SAXOPHONE SOLOS” (LIQUEN RECORDS LRCD011, 2018)

Publicado por CORONEL MORTIMER en lunes, febrero 25, 2019

INTRO:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

FOR THOSE ABOUT TO MOCK!//////////////////////////////////

Hay que partir de la base de que los conocimientos técnicos sobre el saxofón que yo pueda siquiera dilucidar en esta reseña son inversamente proporcionales al estatus musical, profesional y humano que alguien como JOSEP LLUÍS GALIANA tiene. Dicho de otra forma, mi forma de abordar este tremendo Tenor Saxophones Solos será parcial, posiblemente equivocada en expresión, y ni por asomo objetiva.

Ya no es solo que alguien con el bagaje musical literario de Galiana me sobrecoja a la hora de intentar siquiera desgranar acertadamente sus discos (esta vez su primer trabajo en solitario) porque bueno, bien es sabido que se trata de un experto en la materia sobre la improvisación libre como así atestiguan sus doctos libros, es que atreverse a soltar párrafos sobre un álbum en el que los parámetros musicales están emborronados (así queda de manifiesto en el fantástico texto introductorio de Juan Gómez Alemany que visionariamente se llama No Borders Of Any Kind) es para pensárselo un par de veces.

Pero oigan, la música es del Pueblo y si me amilano es con el respeto profundo que me inspira un músico que tiene la facultad de ser académico, pero académico del pueblo. Así lo he constatado viéndolo en directo tocar y así se le nota en el trato aunque yo ahora mismo esté usando mi esfínter anal como almohada cervical del miedo que tengo. No es miedo al fracaso sino miedo al bloqueo, a no saber expresar con palabras lo que siento y creedme cuando digo que es una sensación de vértigo espantosa. 

Y cuando digo Pueblo estoy mimetizando una visión abstracta de una música que me sugiere cosas cotidianas a pesar del nivel de abstracción que pueda alcanzar. Es decir; algo puede ser tan matemático y bien urdido como para crear un Paradigma pero con la música de Galiana siempre podrás destilar un producto que podrá consumir cualquiera… o mejor dicho, cualquiera que ame la música. La música de Galiana puede ser Popular si tú lo crees porque por muy densa, dispersa o avanzada que resulte proviene de la tráquea y aparato respiratorio (y por ende digestivo) de un ser antropomórfico que piensa, siente y escupe en saliva sus vivencias y eso, pese a ser Misterio, pertenece a todos y todas.

Por ello voy a contradecir eso del NO BORDERS OF ANY KIND porque hay un matiz sobre el que tengo que expresarme. Sí que hay bordes y fronteras, y es el del oyente. Galiana borra las fronteras con el esfumino sonoro de las ondas, pero esas mismas ondas acaban convirtiéndose en barreras otra vez cuando el oyente no quiere derrocarlas, cosa que resulta todavía más grave y dantesca cuando el oyente es un experto en la materia. 

A veces y por desgracia, mientras más lees, más escuchas y más sabes, más barreras pones en tus prejuicios internos y es el PUEBLO (otra vez), el que sin nada que perder recibe en su simpleza el 100% de la pureza de la música improvisada. El oyente medio, el “pasaba por aquí”, el “no sé de jazz pero esto me representa”, a veces es capaz de escarbar incólume entre escalas, sordinas, tapings y demás técnicas imposibles que el utillero literario en su afán por describir acaba matando en alma.

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::MÚSICA

////////////////////////////////////////////////////WHE SALUTE YOU!

“Un disco de un cuarteto es una Space Opera. Un disco de un trío es una Suite. Un disco de un dúo es un Duelo, y un disco en solitario es una Masturbación Junguiana”.

Coronel Mortimer Dixit

Editado en el atrincherado reducto cultural LIQUEN RECORDS, masterizado por Enrique Soriano y con sendas fotografías (portada e interior) de Roberto Domínguez y Mara B. StonesTenor Saxophones Solos son 50 minutos de una paleta expresiva polivalente que abarca descripciones sonoras tan variadas como pueden ser el ruido de una sinapsis neuronal o cómo diablos suena una calle en un día cotidiano.
“City Life” es una meditación con fuerte aroma Coltraniano pero en clave minimalista. Un saxo tenor contenido despliega una cantidad asombrosa de notas acotadas que nunca terminan de estallar. Son notas amputadas que salen de un instrumento que se nota domesticado. La asombrosa técnica que aquí se muestra se sublima en “Sequenza I per Sassofono Tenore”, intrincado corte en el que la amputación de las notas es similar al tema anterior pero ocurre antes.

Si esto fuese medicina el primero sería infracondíleo y este Sequenza sin duda supracondíleo. La melodía yace enterrada en notas rápidas en cascada y hay que unirla como en esos dibujos que se hacen por secuencia de puntos. Fotogramas e instantáneas que juntas adquieren la sensación de movimiento. 

La calidez que se le presupone al saxo tenor llega en “Fantaisie Par Quartier”, muy fluido y lírico, tiene esa impronta meditabunda del jazz de club cargado de humo, del cine noir francés y la espiritualidad de la New Thing. 

Si esto fuese un disco de música electrónica, “Fragment…” sin duda estaría dentro del minimalismo y lo concreto, con algo de la salvaje disyuntura de lo Dadaísta y el Tape Collaging pero claro, tengo que centrarme en la improvisación y no puedo obviar a la SPONTANEOUS MUSIC ENSEMBLE y sus ejercicios matemáticos rotatorios y mantenidos sobre una misma nota, algo así como hacía al soprano TREVOR WATTS o como maneja la intensidad EVAN PARKER, capaz de convertir un sonido que empieza en brisa en un auténtico tornado sin solución de continuidad, como sin solución de continuidad sigue “… With Variations” explorando la misma senda en una agreste y salvaje rendición al Jazz europeo avanzado durante 12 minutos.

En un rango que roza las posibilidades altas del saxo tenor llega “Seat 13”, corte que gracias a sus subidas y bajadas casi simultáneas en el espectro de notas hace que la ilusión de varios instrumentos se realce. Musicalmente es una delicia que me recuerda a los intensos momentos de PAUL DUNMALL que aunque se centre más en Saxello, Barítono y Soprano sí que en cuanto a técnica y abordaje podría ser similar.

Terminando este bloque de cuatro temas está “Lost In Picadilly”, continuación natural de la anterior. Un clímax alucinante de caos ordenado gracias a una disposición de las notas no aleatorias pero sí con la suficiente velocidad para hablar de virtuosismo, inmediatez y presteza. 

Antonio Martín, La muerte tenía un blog

Josep Lluis Galiana: tenor saxophone solos en docenotas.com

Edita: Liquen Records, Valencia, España. 2018

Miguel Ángel Pérez Martín – 19/12/2018 – docenotas.com

Al parecer el gran maestro de la improvisación en el freejazz, Cecil Taylor, tenía una gran recomendación para los músicos: no ensayes, ¡practica!. Practicar supone coger el instrumento y hacerle sonar…para reproducir algo “compuesto” o para hacer una “composición instantánea”. A veces de estas últimas surge un gran concepto musical a desarrollar, o una canción…los arcanos musicales son así.

Ya he dicho en estas páginas en otras ocasiones que improvisación NO es siempre Jazz o música contemporánea, hay estaciones intermedias. Se improvisa en el rock y en el folk también. Incluso puede haber sonidos inclasificables en un estilo si se mezcla la electrónica. Es el caso de Josep Lluís Galiana, a caballo entre el jazz (del que toma sonoridad y fraseados principales) pero amplía sus ideas hacia la vertiente “contemporánea”, dando a los desarrollos una cierta aleatoriedad, serialismo, eliminando aristas excesivamente dramáticas y centrándose en fraseados muy rítmicos y a veces muy cálidos donde el virtuosismo aparece, pero no se impone.

Tras varias escuchas de esta obra se me ocurre una especie de paseo por otras referencias creativas —plásticas por ejemplo— con las que podía interactuar su interpretación. La veo más cercana a la sala de exposiciones o al acompañamiento de poemas o textos literarios que a la mera contemplación en una sala de conciertos, donde seguro que también funciona.

Podría ser una especie de “suite” sonora para saxofón, pero Josep Lluís Galiana prefiere darle una visión tradicional, de tema tras tema, cada uno funciona por su cuenta y se centra en diferentes formas expresivas. Desde las más centradas en la ruptura del fraseado, muy picado y quebrado a las más jazzys basadas en glisandos…, algunas combinan las dos, como Fragment. En otras ocasiones acercando el saxofón al sonido de un instrumento de percusión más que melódico, o el más mainstrean en Rhythm & Funk.

Imagino que una dificultad añadida es dar título a las composiciones sin acudir a la denominación de Anthony Braxton, “composition 456” por ejemplo.

Acompañar el sonido con la imagen del intérprete —o sea, escuchar esta música en directo— es más que conveniente, suele tener una componente espectacular de movimiento más que importante.

Amantes de la improvisación: no abstenerse.

Pedido a liquenrecords.com

Tenor Saxophone Solos in JazzWorld by Ken Waxman

Singular sounds, these CDs by four improvisers from three different countries demonstrate how each uniquely copes with propelling innate creativity figuratively clad in nothing more than reeds, keys, ligature and metal. The four are Dutch tenor saxophonist, clarinetist and shakuhachi player Ab Baars: tenor saxophonists Antonio Raia from Italy and Josep Lluís Galiana from Spain; and Italian baritone saxophonist Giuseppe Doronzo, all of who have comprehensive credentials in bands and/or academe.

Concentrating on the tenor saxophone, València-based Galiana, who has performed with numerous bands as well as teaching at the university level, attests to his experiments in saxophone sound advancement with this CD, his first recorded solo effort. Like Baars, he can build sequences from moderato story-telling while also outlining responses to the melody, as he does on “Fantaisie par quartier” and more profoundly on “Lost in Piccadilly”. That second improvisation finds high-pitched breaths succeeded by a series of timbral extensions whose logic is expressed with wide ranging cries and paced with barely there growls, puffs and tongue slaps. Broadening his palate to pure experimentation other tracks feature a potpourri of exceptional technical exercises, but ones that come across as more accessible than off-putting. “Sequenza I per sassofono tenore” for instance, upsurges its exposition from tongue slaps and snorts to excavation of low pitches from the instrument’s bow. Diaphragm intensity is brought into play on “Seat 13” as a multiphonic double burr is separated into layers of colored air. However the pivotal tracks here are “Fragment…” and “…With Variations”. The wispy melody introduces on the first track that’s defined with higher-than-altissimo pitches that narrow and sharpen into aviary affiliated split tones by the end, are further expanded on the second. Huge circular movements of irregularly and intensely vibrated tongue stops and reed bites are repeated on “…With Variations” to the extent that it appears that timbral augmentation will never stop. Then in the penultimate minutes the narrative deflates to near-silence, becoming muted and lower-pitched by the shaking finale.

Universos paralelos

«Todo un despliegue de recursos al servicio de la libertad de discurso y con unas notas al disco bien interesantes de Joan Gómez Alemany…, que cita además con mucha razón que hay determinados instrumentistas que logran una gran simbiosis con su instrumento y con sabiduría crean una música que, pese a ser monofónica, nos ofrecen más texturas y una serie de sonidos que nos hacen creer que estamos escuchando a más de un músico a la vez. Esto lo consigue Josep Lluís Galiana con amplitud de recursos, pero sobre todo los armónicos, recurso que le gusta mucho utilizar para superponer los dos sonidos del saxo e interrumpirse el discurso y llegar a la libertad interpretativa absoluta. Un disco muy equilibrado entre el riesgo y lo irreverente y lo más formal (con unas comillas bien gordas)»

Sergio Cabanillas, Universos Paralelos

Jesús Gallardo. IMATGES




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El percusionista de Castelló Jesús Gallardo presenta en LIQUEN RECORDS su primer trabajo discográfico en solitario.

IMATGES fue grabado, mezclado y masterizado por Enrique «Pantera» Ara Martín en Rockaway Studios. Mezclado y masterizado por Enrique «Pantera» Ara Martín en Iberian Lynx Laboratories.

  • Abril de 2017
  • Con la colaboración de Mondo Rítmic.
  • Jesús Gallardo, tambores, platillos y percusión
  • Idea original de Jesús Gallardo
  • Diseño gráfico: Lorena Rius (instagram lou_li_illustration)

IMATGES es una colección de doce piezas en las que el músico Jesús Gallardo experimenta desde su instrumento nuevos timbres a través de breves relatos sonoros. Se trata de imágenes cargadas de una gran fuerza poética.

 

PRESS

 

JESÚS GALLARDO – «IMATGES» (LIQUEN RECORDS LRCD004; 2017)

A lo largo de la vida de este humilde blog, los mayores retos a los que me he enfrentado suelen venir de discos compuestos por un sólo instrumento.
 
Contrabajistas, guitarristas y en este caso, todavía más difícil según mi opinión, batería y percusión. La dificultad estriba básicamente en que el espectro sonoro que deriva de un instrumento como la batería (añadamos percusiones como anexos, gadgets o lo que queráis) es tan característico que resulta extremadamente complicado salirse de lo virtuoso (que me aburre horrores) para entrar en algo que resulte expresivo y atrayente.
 
En otras palabras, que no estemos ante un ejercicio de onanismo sonoro, además de que la percusión por sí sola siempre se ha tratado como algo más de acompañamiento que como instrumento solista. Ahora bien, ¿es el instrumento el que domina al músico o al contrario?… porque quizás la magia resida en enfrentarse a este desde una perspectiva completamente distinta, hasta el punto de convertirlo en parte integrante de la psique del músico. Es entonces cuando fluye algo distinto, que ahonda en campos bastante poco transitados y que requiere un alto grado de complicidad del oyente.
 
La nueva edición del sello LIQUEN RECORDS es «Imatges», debut de JESÚS GALLARDO, baterista y percusionista licenciado en el Conservatorio Superior de Música de Valencia en el ámbito del Jazz. Evidentemente, el currículum vitae de alguien como GALLARDO no se circunscribe solamente a un disco como el que vamos a tratar, sino que tiene más proyectos como YE YI & CO (con tres discos en su haber). Como todo buen músico de Jazz, abundan las colaboraciones (PERICO SAMBEAT, RICARDO BELDA, FABIO MIANO…). Lo mejor es que investiguéis en su propia página:
 
 
El atrayente diseño gráfico del digipack es obra de LORENA RIUS y el disco es grabado, mezclado y masterizado por ENRIQUE «PANTERA» ARA MARTÍN en los IBERIAN LYNX LABORATORIES con la colaboración de MONDO RÍTMIC (escuela de música donde el propio Gallardo imparte talleres de batería).
 
Adentrarse en la psique de un batería haciendo algo como lo que se destila en «Imatges» es arriesgado, y me hace sentir voyeur en un mundo que no me pertenece. Las opiniones aquí vertidas son únicas, personales e intransferibles, y evidentemente, dado el carácter personal del disco, variarán con mucho dependiendo del ente codificador. Una colección de 12 historias aparentemente sin nexo de unión pero perfectamente imbuidas de vida conservadas en la salmuera eterna de un disco duro, no lo voy a negar, pero no por ello exento de musicalidad y belleza.
 
«En El Frente» es como una batalla en primera línea; un uso indiscriminado de todo lo habido y por haber de la batería y sus elementos anexionados. Requiebros, barroquiscos percusivos y juguetes varios funcionan como una metralla percusiva que cae de los cielos, contrastando con la más calmada «Despertar Jurásico», donde se hace uso del arco abrasando los platillos que emula otras épocas primitivas y que tiene algo de ese ancestral uso de la percusión de gente como ED BLACKWELL o incluso (quizás me equivoque) los tribales ritmos minimalistas de la SUN RA ARKESTRA de sus HELIOCENTRIC WORLDS. Sigue el sincopado ritmo de «Cova De L´Ocre», curioso tema de aires marciales y pseudo folk donde la melodía se ha desbrozado completamente para llevarla a su más pura raíz básica, huyendo de adornos superfluos y usando el ritmo como elemento puro y sin diluir.
 
Curioso como hasta ahora no he echado de menos en absoluto la adición de ningún otro instrumento.
 
Lo futurista hace acto de presencia en «Láser y Cera». Más cercano a la forma de tratar un contrabajo en la improvisación libre que a una batería en sí misma, asistimos a un despliegue de inventiva colosal por parte de JESÚS GALLARDO. El tracklist es totalmente acertado, y los contrastes hacen el efecto deseado… así la procesionaria «Mar Xa» nos resetea y transporta a una aguerrida marcha de guerra, con los contrapuntos alucinantes de las baquetas golpeando madera.
 
Si cerramos los ojos en «Fuegos Artificiales» e imaginamos un cielo estrellado en plena noche es inevitable que no captemos destellos de color. El bombo como el instante de ignición y los platillos como la rama de colores que imprima la nocturnidad… con la boca abierta estoy ante esos instantes poéticos que ha sabido expresar a la perfección Gallardo.
 
Cada nuevo cohete es perfectamente marcado por el bombo y si estamos atentos captaremos incluso la traca final. Sigue la oscura «Mazmorra» donde se hace hincapié en percusión metálica minimalista a través de lo que parecen chapas y gongs. Cierra este bloque «Caleidoscopio», tema curioso porque es un redoble visto desde varios prismas y ópticas, con ligeras y sutiles variaciones difíciles de captar (sí, como girar un caleidoscopio).
 
El tramo final del disco no tiene desperdicio… desde la polirrítmica «Wapotrónico» que parece una lluvia de neutrones o el vientre de una batería cuando tiene hambre (peristaltismo percusivo podríamos llamarlo) hasta «Cajón Desastre» y «Ducha De Neutrinos», aluvión de posibilidades al instrumento.
 
Está claro que propuestas como estas se disfrutan mejor en directo y con lo visual, viendo el despliegue alucinante que suelen mostrar los improvisadores de batería (cosa que he tenido la ocasión de hacer con gente como AVELINO SAAVEDRA o JAVIER CARMONA), pero la verdad es que «Imatges» es lo suficientemente asequible para no perdernos en un mar intrincado de golpes y tan complejo como para necesitar más de una decena de escuchas para exprimirlo en su totalidad.
 
Cierra «Can a La Sombra», que no sé si podría ser un homenaje encubierto a JAKI LIEBEZEIT o una ida de olla mía. Si bien es cierto que lo Motorik no es evidente, sí que hay cierto grado de obsesión alemana en el corte. Como dije al principio, a cada oyente le sugerirá algo distinto.
 
Y poco más que añadir. Disco arriesgado, necesario y muy, muy recomendable.
 
 
Antonio Martín (Coronel Mortimer), La muerte tenía un blog, 21 de octubre de 2017

Josep Lluís Galiana & Ferran Besalduch. STROMBÒTICS

Josep Lluís Galiana & Ferran Besalduch. STROMBÒTICS. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-827-2017 — LRCD003. PVP: 15€




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Publicado bajo el nuevo sello valenciano LIQUEN RECORDS, los saxofonistas Josep Lluís Galiana y Ferran Besalduch han editado su primer trabajo discográfico.

STROMBÒTICS fue grabado en directo en Cinema Stromboli de Sant Mateu y en Fundació Caixa Vinaròs (Castelló) los días 8 y 10 de diciembre de 2016 y ha contado con la colaboración del Laboratorio para la Investigación de Procesos Creativos Contemporáneos AD LAB.

  • Ferran Besalduch, saxos bajo y sopranino
  • Josep Lluís Galiana, saxos tenor y soprano
  • Cover Art: Martí Besalduch
  • Sound engineer: Francisco A. Martínez Baíllo
  • Photos: Ernest Abentin, Manel Martínez, Tere Galceran y Julia Rodríguez
  • Graphic design: J. Chagall

Free Improvisation

Los saxofonistas Josep Lluís Galiana & Ferran Besalduch son dos especialistas en la libre improvisación. Artistas de reconocido prestigio internacional, Besalduch & Galiana presentan su primer trabajo discográfico.

STROMBÒTICS (Liquen Records, 2017) es una selección de piezas improvisadas grabadas en directo en los conciertos celebrados en el Aula de cultura i cinema Stromboli de Sant Mateu y en el Auditori Carles Santos de la Fundació Caixa Vinaròs, los días 8 y 10 de diciembre de 2016.

La música que hacen Galiana & Besalduch es fruto de décadas de estudio y exploración en diversos géneros y estilos musicales. Desde unos contornos marcadamente contemporáneos al free jazz más extremo, estos dos músicos de larga trayectoria se adentran en cada concierto en aguas sonoras siempre desconocidas, imprevisibles y absolutamente sorprendentes.

Después de los éxitos de público y crítica de sus primeros encuentros en las sesiones de improvisación de Badalona y Bilbao, y de los conciertos en Sant Mateu y Vinaròs, Galiana & Besalduch se han embarcado en un proyecto de dúo estable y lanzamiento internacional con su participación en importantes festivales y ciclo de conciertos.

PRESS

UN VIAJE A LA IMPROVISACIÓN DE GALIANA A TRAVÉS DE LIQUEN RECORDS

Antonio Martín habla de LIQUEN RECORDS en “La muerte tenía un blog”

La tercera y última parada de LIQUEN RECORDS nos lleva a «Strombòtics» (LRCD003), donde GALIANA alía fuerzas con FERRAN BESALDUCH, un apabullante dúo de vientos en el que el primero se encarga del saxo tenor y soprano y el segundo del sopranino y saxo bajo.

La portada en esta ocasión es obra de MARTÍN BESALDUCH (hijo de 9 años de Ferran y todo un artista por lo que veo) y grabado nuevamente en directo (Cinema Stromboli de Sant Mateu y en Fundació Caixa Vinaròs de Castelló) bajo auspicio del Laboratorio para la Investigación de Procesos Creativos Contemporáneos AD LAB. Aquí os dejo un enlace a la biografía y trabajos de BESALDUCH:

 
60 minutos de improvisación libre pura y dura, con incursiones en el jazz contemporáneo y al contrario que los dos discos anteriores, de regusto mucho más europeo, codeándose con gigantes del jazz británico como EVAN PARKER, PAUL DUNMALL y otras bestias pardas. Lejos de resultar aburrido o críptico,
 
STROMBÒTICS es pura construcción matemática en movimiento pero con fórmulas de cierto carácter incluso rock, en el sentido en que es curioso como algunas de las cabalgadas de Galiana son apoyadas por los graves toques al saxo bajo de Besalduch creando una suerte de base rítmica. Es el caso del inicial «Seven Slaps To Heaven» por ejemplo o «Frulatio Non Petita» en las que casi parece que interviene un contrabajo.
 
El espíritu de la SPONTANEOUS MUSIC ENSEMBLE planea sobre el dúo, con un uso parecido a aquellos en los instrumentos tanto en momentos más silenciosos (que podrían recordar a las «Click Pieces») como los in crescendos (esta vez «Sustained Pieces»). La alternancia de ambos tipos de piezas crean el maremágnum repetitivo pero inagotable del Free Jazz más austero y hermético que abriría brecha y sin el que es posible entender a la corriente de improvisadores de hoy día. Un disco que perfectamente podría haber editado EMANEM o LEO RECORDS.
 
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Termino este pequeño artículo deseando la mayor de las suertes a un género olvidado por académicos y pseudointelectuales de bombín que olvidan que la fuerza de una corriente es directamente proporcional al esfuerzo que se hace por negarla. Está ahí, y si los críticos no saben como abordarla, será el aficionado el que tenga que hacerlo.
 
 
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Maciej Lewenstein

Strombòtics Ferran Besalduch (bass s, sopranino s); Josep Lluís Galiana (ts, ss). December 2016.

One hour of phenomenal saxophone dialogues. Josep Lluís Galiana is based in Valencia, but is fequently present on the Barcelona scene  I met him and has a pleasure to listing to his performances at Núria Andorrà‘s Mont-Music Festival in 2018. «Strombòtics» were recorded at Cinema Stromboli in Sant Mateu. The music belongs to free improvisation genre, with elements of free minimal music, but I would also term some parts, like the opening «Seven Slap To Heaven», as «kind free jazz». The following «Sakura» belong more to the fake music and fake sound regions  there is plenty of effect, but the is also «kind free jazz» playing without too much overblowing. The track sound a little like two Evan Parkers playing simultaneously. «Frulation Non Petiota» is my favorite, with wonderful and again quite clear bass and tenor saxophones lines and sounds.

On «Xiscles» we return a little back to the land of abstraction, and fake music eects. «Tra‑c Jam» has again the structure where the bass sets the rhythmic structure and the tenor improvises or vice versa. «Embarbussaments» starts as a slow track, but develops then into a powerful free jazz duo. «Versemblants» is a beautiful minimalist hymn played on sopranino and soprano. The title track ends this excellent encounter of the two great musicians. «Strombòtics» is the most experimental and open piece, illustating fantastically magisterial technical abilities of Ferran and Josep Lluís.

Josep Lluís Galiana & Avelino Saavedra. IN THE MIDDLE OF NOWHERE

Josep Lluís Galiana & Avelino Saavedra: IN THE MIDDLE OF NOWHERE. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-3-2017 — LRCD002. PVP: 15€




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Publicado bajo el nuevo sello valenciano LIQUEN RECORDS, el saxofonista Josep Lluís Galiana y el batería Avelino Saavedra han editado su tercer trabajo discográfico. IN THE MIDDLE OF NOWHERE fue grabado en directo en Madame Mim (València) y ha contado con la colaboración del Laboratorio para la Investigación de Procesos Creativos Contemporáneos AD LAB.

Cover Art by Avelino Saavedra (acrílico sobre papel).

Text by Wade Matthews.

Photo by Carla Roca.

IN THE MIDDLE OF NOWHERE recoge nueve improvisaciones del concierto celebrado en la sala de Madame Mim (Russafa-València) el 8 de mayo de 2015. En ellas, Galiana & Saavedra se mueven entre la free improvised music —non idiomatic— y una muy personal visión del avant-garde jazz. Galiana & Saavedra derivan con paso ininterrumpido y absoluto dominio de sus recursos expresivos y técnicos desde sorprendentes explosiones de energía hasta paisajes de profunda introspección sonora.

1 Another Place [ 4 : 35 ]
2 But No Matter What [ 5 : 20 ]
3 Time Impressions [ 5 : 54 ]
4 A Silent Road [ 8 : 34 ]
5 Get Up [ 5 : 58 ]
6 The Breath [ 1 : 13 ]
7 Round Way [ 5 : 04 ]
8 In The Middle Of Nowhere [ 5 : 07 ]
9 As Time Goes Back [ 5 : 23 ]

[ 47 : 08 ]

PRESS

UN VIAJE A LA IMPROVISACIÓN DE GALIANA A TRAVÉS DE LIQUEN RECORDS

La segunda referencia de LIQUEN vuelve a traernos al dúo GALIANA-SAAVEDRA de «Transitions» (aunque creo que es el tercer trabajo juntos), esta vez en  nueve cortes improvisados en «In The Middle Of Nowhere» ( LRCD002). Grabado en directo en 2015 (MADAME MIM, Valencia) y otra alucinante portada del propio SAAVEDRA de acrílico sobre papel que refleja a la perfección las texturas por las que se mueve su música. Del batería y artista SAAVEDRA creo que tampoco se necesita hablar demasiado, pero aquí tenéis una muestra de su música:

 
La crudeza de los 47 minutos de la sesión remite indudablemente a sellos como ESP DISK o a las lindeces tribales a las que era dado CHERRY. Un tratamiento de la batería ancestral, primitivo y orgánico en comunión con una panoplia alucinante de saxofones sopranos y tenores repartiendo una especie de clímax selvático (tengo que citar «Mu» de DON CHERRY/ED BLACKWELL o reviento). Para colmo el título del primer tema es «Another Place» y suena a SUN RA por los cuatro costados, al igual que el largo «A Silent Road», atmosférica incursión en una jungla jazzística, amenazadora y ominosamente nocturna donde a la base percusiva se va sumando un saxo tenor que haría levantarse a Coltrane de su tumba. Me encanta cuando sólo unas pocas notas expresan tantísimo (PHAROAH SANDERS también era un maestro en esto).
 
No creo que el disco en sí sea árido, aunque es verdad que el alto nivel técnico y abstracto de algunos pasajes desafían al oyente. Recomiendo simplemente dejarse llevar por las subidas y bajadas del flujo vibrátil de los jugueteos incesantes… creo que así disfrutaréis del parque temático más jodidamente divertido que pueda imaginarse. Lo de la batería es simplemente de otro mundo, y yo que he tenido la oportunidad de ver a ambos músicos en directo sé de lo que hablo; puedes tocar la batería o integrante en ella siendo un todo sónicamente antropomorfo. 
 
Geniales los usos de los cascabeles al final del segundo corte que me ha traído a la mente a COLTRANE y RASHIED ALI en el maravilloso INTERESTELLAR SPACE, aunque justo cuando creemos que nos vamos a perder en una vorágine técnica llegan temas más asequibles y cargados de cierto lirismo modal como «Time Impressions». Para cagarse hacia dentro y no dejar residuos… eso sí que es reciclar y lo demás son tonterías.
 
Un tour de force con el leit motiv narrativo del viaje a ninguna parte. Bueno, al menos en cuanto a espacio, porque temporalmente a mí esto me suena como grabado en plena New Thing más juguetona, primitiva y espiritual; esa que resultaba tan apasionante por su mezcla de avantgarde jazz, principios de lucha social (raza) y aleaciones imposibles con el hinduismo o conversiones al Islam. Para mí esto no suena en absoluto a jazz contemporáneo o al menos yo lo veo desde los cristales de unas gafas más antiguas.
 
La muerte tenía un blog, Antonio Martín, 03/07/2017
 
 

Galiana & Saavedra. TRANSITIONS

Josep Lluís Galiana & Avelino Saavedra. Transitions. Granada: Luscinia Discos. LUS_23 — DL: GR 714-2013. PVP: 10€




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Avelino Saavedra, drums, percussions, game calls, objects, effects pedals

Josep Lluís Galiana, soprano, alto, tenor and baritone saxophones

Bartolomé Ferrando, guest voice on Transition IV

Recorded live at Plutón CC – València, May 11, 2013

Mastered by Gregorio Jiménez at Electroacoustic Lab – València

Cover Drawing by Avelino Saavedra. Design by Sarah Vacher

Special thanks to Sarah Vacher (Luscinia), María José Pisón and Carlos Maiques (Plutón CC)

Josep Lluís Galiana y Avelino Saavedra vienen mapeando desde hace dos años los límites de lo imprevisto en música y la verticalidad de acontecimientos sonoros y artísticos. Entre la improvisación libre y el free jazz, Galiana y Saavedra deslindan música y ruido, dialogan en asimétricas derivas sonoras y exploran nuevos territorios asignificantes. 

Avelino Saavedra y Josep Lluís Galiana son dos músicos de amplia y contrastada trayectoria internacional en diversos ámbitos artísticos como la libre improvisación musical, el arte sonoro, la creación electroacústica, también en las artes plásticas y la performance. Ambos han trabajado con creadores de talla internacional y han estrenado sus obras y participado en importantes festivales de España, Francia, Grecia, Italia, Bélgica, Alemania, Polonia, Suecia, Estados Unidos, China, Brasil, Argentina, Colombia, México y Cuba, entre otros.

PRESS

Luscinia Discos is a small Granada-based label specialized in experimental music – mainly – from Spain and run by Sarah Vacher Olivares. Their latest release offers an interesting musical meeting of Saavredra and Galiana. Saavedra is a reputed multidisciplinary artist from Valencia, Spain. He has several solo albums out on Audiotalaia that are devoted to one singular instrument. Galiana is an improviser, composer and musicologist also from Valencia. As a performer he has experience in improvised as well as composed (classical) music, plus electro-acoustic and film music. As a member of Ensemble Impromptu he released an album (‘Instint’) in 2005 on Marmita Musica Viva. As a duo they already have an album out, so ‘Transitions’ is their second one. It is a live recorded free improvised set that took place on may, 11th 2013 at Pluton CC in Valencia. It is divided in six parts. Saavedra plays drums, game calls, objects, effects pedals and Galiana soprano, alto, tenor and baritone sax. In part four there is a guest appearance by Bartolomé Ferrando (vocals). They develop interesting musical dialogues. Sometimes reflective and slowly progressing, at other moments very expressive and loud. In a word it is a very fine recording of radical free music. Engaging and communicative improvisation of a considerable technical level. Very worthwhile.

Review by Dolf Mulder, Vital Weekly #915, 14/1/2014

Desde ese brillante principio (fonográfico, contextualizador y más que necesario), poniendo todas las cartas encima de la mesa, hasta la forma de grabar el disco, los susurros, botellas cayendo, la nevera de cervezas, respiraciones y risas de Plutón, pasando por el disparate con Bartolomé Ferrando (de lo más espectacular, y digo espectacular de espectáculo con todo lo que conlleva), todo todo, todo, forma parte de un universo que aparte de hacernos volver a los que ya estuvimos allí creo que tiene la capacidad de transmitir a terceros la misma sensación de inmediatez, frescura, humor y buena música que se respiró en ese concierto.

Edu Comelles, Audiotalaia / Off_Hz

Transitions es un luminoso testimonio, como su nombre indica, de esa música en constante transformación, a la deriva entre los intersticios sonoros y estilísticos que puede ser todavía no han sido creados. Nos habla del camino más que de los lugares y también de la osmosis que se produce cuando dos artistas se unen para compartir y arriesgar en el escenario.

Víctor Sequí, Alina Música

Transitions es un disco de improvisación libre muy simbiótico entre dos artistas de pensamiento y actitud muy vivas y musicales, a quienes se suma, en Transition IV, el también valenciano y no menos original Bartomeu Ferrando, con recursos vocales inusitados que se entremezclan con adhesión a las líneas y trazos de sus compañeros, inspirando mucha simpatía y aportando una pincelada especialmente jovial. El resto de sentimientos que caracterizan la obra van del intimismo soñador a la descarga de energía más cercana al free jazz, entre aleteos, vuelos y revuelos. Un disco condensado o compacto testimonio de la maleabilidad, de las fuerzas expresivas y de la claridad de ejecución que aúna el dúo, así como de su continua apertura a recorrer y explorar caminos libres de connotaciones.

Sarah Vacher, Luscinia Discos

En estos tiempos grises, se está moviendo una resistencia oculta que se extiende desde todos los ámbitos sociales. Personas de todo tipo están ahora mismo creando ideas y poniendo en práctica opciones para sacarnos de este marasmo en que nos encontramos. Aquí tenéis un ejemplo:

El vienes pasado día 20 de diciembre asistí en la Sala La Llimera de Valencia al concierto de presentación del disco Transitions (Luscinia Discos 2013) de Josep Lluis Galiana (saxo soprano, tenor alto y barítono) y Avelino Saavedra (batería procesada, percusiones varias, game calls, objetos y pedales) y la colaboración de Bartolomé Ferrando (voces).

Resulta imposible describir lo que sentí escuchando las piezas de música improvisada que compusieron el concierto. Con cada una de ellas tuve la sensación de estar presenciando y sintiendo algo único e irrepetible… pequeñas obras de arte interpretadas con gran fuerza expresiva por estos músicos para el disfrute de los que asistimos.

Quien quiera hacerse una idea sobre el planteamiento musical de estos autores tiene el disco para escucharlos, pero sin duda es altamente recomendable asistir a unos de sus conciertos: no os defraudarán.

Después de la experiencia me fui a casa… caminé feliz por las calles atestadas de gente yendo y viniendo a las cenas navideñas de empresa… me sentí bien, como hacía tiempo que no me sentía escuchando una actuación en directo. Al próximo acudiré con mi hijo.

 

Fernando Carrillo Cordero

Jazz, esa música de la que he leído más de lo que he escuchado, que tampoco es mucho. Jazz, esa palabra que si le pones delante el free vuela libre sin estructuras ni normas, solo intuición, pasión, placer y tripas. Más espíritu punk que el mismísimo punk y todo lo que ha venido después. Abrupto, salvaje y disonante, exploratorio, y con la aparición puntual de Bartolomé Ferrando para añadir algo de guasa. Saxo y batería que lo mismo se golpea que se frota o se raspa, me parece a mí, para sacarle todo el jugo.

 

Alfredo Arnaiz Yanes, Música De Andar Por Casa, 2/7/2014

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