AMEE 25 Aniversario de la Asociación de Música Electroacústica de España

Varios Artistas: AMEE 25: 25 Aniversario de la Asociación de Música Electroacústica de España. Valencia: AMEE · 2012 · 15 €

Las personas interesadas en adquirir un ejemplar de este triple CD, pónganse en contacto a través de la dirección de correo electrónico: liquenrecords@liquenrecords.com

Hace 25 años, un grupo de compositores decidieron fundar la Asociación de Música
Electroacústica de España (AMEE). Durante todos estos años, la AMEE ha disfrutado de una intensa actividad en favor de la creación electroacústica y de su total consolidación como género sonoro imprescindible para nuestra sociedad. En estos 25 años, el debate, el análisis y sobre todo la creación de los compositores electroacústicos españoles han situado esta forma de expresión artística en el centro de la agitada y a veces convulsa vida
cultural de nuestro país. La AMEE con sede en Valencia desde 2006, goza de inmejorable salud y buena prueba de ello es la colección de Cds que ha publicado en los últimos años, a la que hay que añadir este que tenéis en vuestras manos. Presentado en el marco del XIX Festival Internacional de Música Electroacústica Punto de Encuentro 2012, el disco AMEE 25 años recoge 28 miniaturas electroacústicas compuestas por creadores españoles miembros de la AMEE para conmemorar esta importante efeméride.

¡Feliz Aniversario a tod@s!

Valencia, noviembre de 2012

Gregorio Jiménez (Presidente de la AMEE)

COLECCIÓN AMEE. Volumen 2

Varios Artistas: COLECCIÓN AMEE. Volumen 2. Madrid: Asociación de Música Electroacústica de España, 2010. AMEE02 · M-46608-2010 · 28 €

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Tras el éxito de la primera recopilación de creaciones electroacústicas, este triple CD que continúa la colección comenzada en el año 2009 con el Volumen 1 y que ahora presentamos en el marco del XVII Festival Internacional de Música Electroacústica Punto de Encuentro, recoge las obras de 29 miembros de la Asociación. Al publicar el primer
volumen nos propusimos iniciar una colección con la que pudiéramos realizar la labor de difusión de la creación electroacústica española, esta nueva entrega consolida el proyecto documentando el trabajo de los compositores españoles y facilitando su difusión.

Valencia, noviembre 2010

Gregorio Jiménez Payá (Presidente de la AMEE)

COLECCIÓN AMEE. Volumen 1

Varios Artistas: COLECCIÓN AMEE. Volumen 1. Madrid: Asociación de Música Electroacústica de España, 2009. AMEE01 · M-47290-2009 · 28 €

Las personas interesadas en adquirir un ejemplar de este triple CD, pónganse en contacto a través de la dirección de correo electrónico: liquenrecords@liquenrecords.com

Tras el éxito de los CD publicados por la AMEE en las anteriores ediciones del Punto de Encuentro de 2007 y 2008 con motivo del 20 Aniversario de la Asociación de Música Electroacústica de España y del 60 Aniversario de la Música Concreta, queremos continuar la labor de difusión de la creación electroacústica española con la presentación del presente álbum. Este triple CD, que presentamos en el marco del XVI Festival Internacional de Música Electroacústica Punto de Encuentro y que recoge composiciones de 28 miembros de la Asociación, lleva por título genérico Volumen 1. Es nuestra intención que a este primer Volumen le siga una larga colección de discos con los que pretendemos documentar y sindicar el trabajo de los compositores españoles y facilitar su difusión dentro y fuera de nuestras fronteras.

Valencia, noviembre de 2009

Gregorio Jiménez Payá (presidente de la AMEE)

Galiana & De Solaun. FIRST TIMES

Josep Lluís Galiana and Josu de Solaun. FIRST TIMES. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-639-2022 — LRCD023. PVP: 15€

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TRACKLIST

01. Munch-ing [ 5:16 ]
02. Sirènes [ 2:10 ]
03. Pollockiana [ 2:25 ]
04. Elegía [ 3:12 ]
05. ichi-go ichi-e [ 5:51 ]
06. Plunge [ 1:32 ]
07. Amuse-bouche [ 3:27 ]
08. Scorrevole [ 3:33 ]
09. Threshold [ 1:40 ]
10. Alleys [ 5:37 ]
11. Baciyelmo [ 2:44 ]
12. Ágora [ 6:24 ]
13. Henbruix [ 4:05 ]
14. Galdr [ 4:15 ]

Total: 52:11

Josep Lluís Galiana tenor and soprano saxophones
Josu de Solaun piano and prepared piano
Recorded live at the Teatre Auditori Catarroja Francisco Chirivella,
València (Spain), June 20, 2021
all music by Josep Lluís Galiana & Josu de Solaun
Producer: Josep lluís Galiana
sound engineer: Jorge García Bastidas
mixed and mastered by Jorge García Bastidas
liner notes: Paco Yáñez
Translation: Gary smith
Photographers: María Diez, live music valencia, Joan Gómez Alemany, Omar Daf, Alexis Moya
cover art: Omar Daf
Graphic Design: cap i cua (Alexis Moya)
© 2022 Josep lluís Galiana & Josu de solaun
© liquen Records
DL: V-639-2022. LRCD023 liquenrecords.com
Booklet in spanish and english

Josep Lluís Galiana y Josu de Solaun reivindican la improvisación libre con el disco FIRST TIMES

[in english below]

Josep Lluís Galiana y Josu de Solaun han lanzado internacionalmente FIRST TIMES, un disco en el que reivindican la improvisación libre como expresión artística y musical. El saxofonista y el pianista españoles sacan a la luz un madurado y espontáneo trabajo discográfico, editado por el sello Liquen Records, que incluye 14 temas que son un punto de encuentro sonoro que transita entre la música contemporánea y experimental y el jazz.

Galiana, compositor, escritor, editor y gestor cultural, viene desarrollando una intensa actividad en la escena internacional de la libre improvisación, la creación electroacústica, el avant-garde jazz, y la investigación musicológica desde hace más de tres décadas; y De Solaun, compositor, escritor y único español que ha ganado el Concurso Internacional de Piano de Valencia Premio Iturbi y el Concurso de Piano George Enescu de Bucarest, entre otros importantes premios; es uno de los pianistas con más proyección internacional y actúa en numerosos países de América, Asia y Europa como recitalista y solista junto a prestigiosas formaciones y directores. Ambos vienen cosechando los elogios y reconocimiento de la prensa especializada por sus trabajos discográficos y los conciertos que realizan.

Los músicos, que se conocen desde hace más de 25 años cuando Galiana programó varios conciertos de un joven De Solaun en Valencia, han labrado una gran amistad a lo largo de este tiempo y una complicidad musical, pese a proceder de universos muy diferentes, que ha cristalizado en un álbum al que aportan sinergias y la dilatada experiencia de sus respectivas trayectorias artísticas para compartir su personal paleta sonora en un acto de comunicación sincera, horizontal y sorprendente.

El resultado es el ensamblaje de dos perfiles musicales a través de la complicidad estética: Galiana con los saxofones que le acompañan desde hace más de cuatro décadas y con los que viene explorando, desde la improvisación libre, sus inabarcables posibilidades tímbricas y una amplia gama de colores y texturas que ha recogido en más de cincuenta discos como Tenor Saxophone Solos, Soprano Saxophone Solos y Electroacoustic Pieces (1999-2019), y De Solaun con una carrera asociada fundamentalmente al repertorio clásico que ha fijado en 8 trabajos, aunque con incursiones en la improvisación y el jazz como en panDEMiCity, un disco «compuesto en acto» con el que rinde homenaje a Keith Jarret y nominado en los prestigiosos Premios Interna cionales de Música Clásica (ICMA).

Complicidad musical

Galiana asegura que First Times es una muestra de absoluta libertad creativa entre dos músicos que empatizan y son cómplices tanto en lo sonoro como en lo personal desde hace mucho tiempo». El saxofonista subraya que «ha habido muchas primeras veces con Josu desde que nos conocemos (la primera vez que actuó en el Club Diario Levante, cuando se marcho a EE UU, cuando ofreció su primer concierto en el Palau de la Música, nuestros primeros poemarios, el primer disco conjunto…), y esta parece que cierra un círculo pero, en realidad, abre horizontes».

De Solaun destaca que «tocar con Josep Lluís ha sido un divertimento imprevisible, una aventura catártica que ha conectado el principio de mi trayectoria artística con mi presente como músico». El pianista indica que «mi carrera está centrada en la música clásica y en el intenso calendario de conciertos y recitales que realizo, pero reivindico los conciertos, los discos y los momentos que me ofrece la improvisación; me hacen mejor músico».

Intersección de bagajes personales

El crítico musical y escritor, Paco Yáñez, recoge en un artículo en el libreto, que lleva por título La improvisación libre, como punto de encuentro [pdf en descargar desde esta página], una afirmación de Galiana: «la improvisación ha sido desde hace muchos siglos la manifestación más importante de la música»; aunque indica que «es a partir de la década de 1960 cuando numerosos intérpretes de jazz, rock y música contemporánea recuperan esta práctica de libre y espontánea expresión sonora».

Yáñez pone de manifiesto que los dos músicos tienen «un vasto campo de intereses compartidos, que comprenden la filosofía, el arte, la poesía y la propia música», y ello, provoca «una intersección de bagajes personales, ejemplo de lo que Galiana denomina «improvisación positiva».

En relación con la grabación, realizada en el Teatre Auditori de Catarroja (Valencia) el 20 de junio de 2021, el crítico apunta que fue «una sesión de casi dos horas que dio como resultado 23 improvisaciones originales, cambiando en algunos casos su orden y buscando un discurso» para alcanzar
una propuesta que «refleja fielmente lo que es un concierto de improvisación libre de una hora de exigente escucha; una escucha que piensa, convertida en juego exploratorio del yo en el otro».

Yáñez, que describe y analiza en el artículo los temas del disco, expone que «los títulos de las piezas fueron puestos a posteriori cual pinceladas poéticas. De este modo, no conforman una base programática que haya informado a la improvisación, sino al contrario: es la música, primigenia y original, la que ha dado pie al verbo”.

Josep Lluís Galiana and Josu de Solaun champion free improvisation with the album ‘First times’

 

Josep Lluís Galiana and Josu de Solaun have launched First times internationally, an album with which they defend free improvisation as a form of artistic and musical expression. The saxophonist and pianist from Spain cast the spotlight on a mature yet spontaneous work of recording released by the Liquen Records label, which includes 14 songs that provide a meeting point for sound that shifts between contemporary and experimental music and jazz. Galiana –composer, writer, editor and cultural manager– has been working intensely on the international scene in free improvisation, electroacoustic creation, avant-garde jazz and musicological research for over three decades.

 

Meanwhile, De Solaun –composer, writer and the only Spaniard to have won the Iturbi Prize Valencia International Piano Competition, the George Enescu Piano Competition in Bucharest and other significant awards– is one of the pianists of most international renown, performing in numerous countries in America, Asia and Europe as a recitalist and soloist alongside prestigious ensembles and conductors. They have both have been reaping praise and acknowledgement from the specialist press for their album work and the concerts they give.

 

The musicians have known each other since more than 25 years ago, when Galiana programmed several concerts for a young De Solaun at the Club Diario Levante in Valencia. They have forged a great friendship throughout that time and a musical complicity, despite coming from very different worlds. This has crystallized in an album into which they have poured their synergies and the extensive experience of their artistic careers to share their personal sound palette in an act of sincere, horizontal and surprising communication.

 

The result is the union of two musical profiles through aesthetic complicity: Galiana with the saxophones that have accompanied him for over four decades and with which he has used his free improvisation to explore his boundless possibilities in timbre and a wide range of colours and textures that he has gathered on more than fifty albums such as Tenor saxophone solos and Soprano saxophone solos; and De Solaun, with a career fundamentally associated with the classical repertoire that he has applied in eight works, albeit with forays into improvisation and jazz as in panDEMiCity, an album “composed on the spot” with which he pays tribute to Keith Jarrett and was nominated for the prestigious International Classical Music Awards (ICMA).

 

Musical complicity
Galiana affirms that “First times is a sample of absolute creative freedom between two musicians who empathise and have been accomplices in terms of both sound and personally for a long time”. The saxophonist emphasizes that “there have been many first times with Josu since we met (the first time he performed at the Club Diario Levante, when he left for the USA, when he gave his first concert at the Palau de la Música in Valencia, our first collections of poems, the first album together…), and this one seems to be closing a circle but, in truth, it is opening up horizons.”

 

De Solaun underlines that “playing with Josep Lluís has been unpredictable fun, a cathartic adventure that has connected the beginning of my artistic career with my present as a musician.” The pianist points out that “my career focuses on classical music and on the frenetic calendar of performances and projects that I do (many are seeing the light now after being put off by Covid-19), but I vouch for concerts, records and the moments that improvisation gives me; they make me a better musician.”

 

An intersection of personal baggage
In an article in the libretto entitled La improvisación libre, como punto de encuentro (Free improvisation as a meeting point), the music critic and writer Paco Yáñez quotes Galiana: “Improvisation has been the most important manifestation of music for many centuries”; although he adds that “it has been since the 1960s when many performers of jazz, rock and contemporary music have recovered this practice of free and spontaneous expression of sound.”

 

Yáñez makes it clear that the two musicians have “a vast sphere of shared interests that include philosophy, art, poetry and music itself,” and this leads to “an intersection of personal baggage, an example of what Galiana calls ‘positive improvisation’.”

 

In relation to the recording made at the Teatre Auditori in Catarroja (Valencia) on 20 June 2021, the critic points out that it was “an almost two-hour session that resulted in 23 original improvisations, in some cases changing their order and seeking a discourse” to achieve a proposal that “faithfully reflects what is meant by a free improvisation concert of one hour of demanding listening; listening that thinks, turned into a game exploring oneself within the other.”

 

Yáñez, who describes and analyzes the songs on the album in the article, states that “the titles of the pieces were given a posteriori like poetic brushstrokes. By doing so, they do not create a basis for the programme to inform the improvisation, but rather the other way around: it is the music —primal and original— that has given rise to the word.”

CRÍTICAS y ENTREVISTAS

Joan Gómez Alemany, Revista Melómano, 1 de diciembre de 2022

Lo primero que llama la atención al leer las biografías de Josep Lluís Galiana (saxofón) y Josu de Solaun (piano) es la dispar procedencia de ambos. Los dos protagonizan el disco First Times, con música que podemos catalogar dentro de la improvisación libre. El disco ha sido editado por la discográfica valenciana Liquen Records, especializada en esta música y otras contemporáneas. Leyendo sus biografías, además de constatar la consagrada trayectoria de ambos, nos damos cuenta de que el saxofonista procede del ámbito de la free impro y el jazz, pero también es compositor, escritor literario y musicológico; mientras que el pianista es de procedencia clásica, dominando un repertorio muy original y diverso, también compositor, y en donde la improvisación no queda excluida, todo lo contrario. ¿Son dispares o concomitantes estos dos músicos? He ahí el dilema que tanto tiempo ha recorrido y sigue recorriendo la historia de la música. ¿Qué hay en la música de fijo y volátil, de escritura e imaginación instantánea, de hechizo repetible o de magia fugaz y vaporosa? ¿Ser improvisador o compositor? Esa es la cuestión, ser músico y demás…

De Solaun y Galiana forman un conjunto muy original por su difícil similitud con otros. Si este disco ha sido grabado en Valencia, cerca, en Cataluña, destaca también otro dúo con relaciones próximas al anterior, pero a su vez también diferente y entre perfiles contrastantes. Agustí Fernández y Hèctor Parra han desarrollado una serie de obras (entre la improvisación y la composición) tituladas FREC, que también indagan entre esas rarezas que la mejor música puede aportarnos y quiere explorar. Pero si vamos algo más atrás en el tiempo, podemos encontrar también perfiles de lo más interesantes y contrastantes colaborando, como el de un Penderecki y un Don Cherry, como también Don Cherry y Terry Riley.

Lo que está claro es que, escuchando First Times, nadie puede dudar de que las sinergias han polarizado en su lado positivo y las diferencias, más que crear conflicto o discrepancia, han hecho lo que siempre deben hacer: enriquecer y generar nuevos rizomas para expandir la experiencia y el conocimiento. First Times nos propone explorar por primera vez (como indica su nombre) una indagación entre los originales mundos sonoros de Josep Lluís Galiana y Josu de Solaun. En el fondo, poco importa su procedencia y sus perfiles, estatus y títulos académicos, porque lo que de verdad importa es que su creación sonora sea buena. Cualquiera que escuche este disco (con catorce pistas generalmente intensas y breves) lo comprobará inmediatamente. Este va acompañado de un libreto con un excelente texto, extenso y muy detallado, a cargo de Paco Yáñez; destacado escritor tanto en su vertiente de crítica musical, como en la literaria. No es casual que el autor explore los intersticios entre las artes y, por ello, ha resaltado esta cualidad en el disco.

Mientras escuchábamos First Times, nuestros dedos, al igual que los de los músicos (pero en nuestro caso en el teclado del ordenador), pintaron las frases que el sonido nos brindaba. Una interacción metafórica, que no es ni anecdótica, ni ornamental, sino plenamente estructural y poética, como escribe sabiamente Yáñez en el libreto: ‘No es baladí, la continua referencia al mundo de las artes plásticas, pues con la música actual comparten una intencionalidad que redunda en un sonido muy textural por parte de dos improvisadores que asumen la visceralidad del trazo pictórico, en la que el gesto deviene proceso y producto’. Observamos un común gusto por las artes visuales, como también por la poesía, tanto sonora, como literaria (Galiana y De Solaun han publicado libros en este género). Por ello, tampoco son músicos tan diferentes entre sí, como a primera vista pudiera parecer. La prueba está en este exitoso y rico disco. Añadir finalmente su obvia recomendación, porque en la producción discográfica habitual, este brilla por su total originalidad, tanto en el panorama nacional como internacional.

Un juego exploratorio del yo en el otro

El pianista Josu De Solaun, único español que ha ganado el Concurso Internacional de Piano de Valencia Premio Iturbi en 2006 y el Concurso de Piano George Enescu de Bucarest en 2014, entre otros importantes premios, junto con Josep Lluís Galiana,  saxofonista, compositor, escritor y editor que desarrolla una intensa actividad en la escena internacional de la libre improvisación, la creación electroacústica y el avant-garde jazz, lanzan un instintivo trabajo con temas que llevan al límite las capacidades expresivas del piano y el saxofón. 

 

Ambos artistas llevan forjando su amistad desde hace más de veinte años, cuando Galiana programó varios conciertos a un joven De Solaun. Aunque procedentes de diferentes cosmos, aúnan sus prolijas trayectorias y presentan sinergias para compartir el resultado de este proceso creativo, esta especie de «conversación», como un juego entre dos amigos que se materializa en un fructífero, natural y desenvuelto trabajo discográfico.

 

La grabación se llevó a cabo en el Teatre Auditori de Catarroja (Valencia) el 20 de junio de 2021, durante una sesión de varias horas, y que tuvo como resultado veintitrés improvisaciones originales, de las cuales solo catorce vienen recogidas en este compacto. «La improvisación libre como punto de encuentro» es el título que da el crítico musical y escritor Paco Yáñez al artículo que acompaña el libreto, en él describe y analiza los temas del disco, y cuenta cómo los títulos de las piezas fueron puestos a posteriori cual pinceladas poéticas, siendo la música «primigenia y original, la que da pie al verbo».

 

Munch-ing, la primera de las improvisaciones, es puro grito de angustia. El saxofón de Galiana desata este aullido, naciendo un exaltado punto de encuentro para dos exploraciones que convergen desde orígenes diversos y que se convierten en toda una declaración de intenciones de lo que es el propio álbum. En esta, el piano pinta un paisaje de fondo tejiendo una inteligente red armónica, que hace que el paisaje que pinta De Solaun vaya ganando colores y peso progresivamente. Llegados a este punto de encuentro, nos topamos con Sirènes, con un carácter más luminoso y melódico, aunque insinuante y sin destino claro, como indican sus intérpretes. Su interpretación es enredadora e inquieta en cuanto a planos sonoros. Hacia el final, la rotura en los agudos del saxofón y el lóbrego descenso del piano, nos evocan a las color field paintings de Mark Rothko en lugar de al impresionista que evoca el título de la improvisación, Claude Debussy.

 

El álbum es una constante referencia a las artes plásticas, y es que en la tercera improvisación, Pollockiana -sugiriendo explícitamente al expresionismo abstracto-, ambos intérpretes, mediante el uso de modernos recursos – la percusión de llaves, el flujo de aire sin tono en el saxofón y la activación del cordal en el piano- nos aproximan al subterfugio de Jackson Pollock. El juego entre ambos intérpretes crea una improvisación esbelta y perspicaz. En Elegía, el saxofón hace uso de cilindros de cartón en el interior de la campana, dotándolo de una textura más ronca o rugosa. Surge así una improvisación en la que De Solaun parece buscar un timbre similar, mediante ritmos estáticos de notas severas. La lentitud en su interpretación desgarra el discurso surgido, simulando el avance de un cortejo fúnebre. Las modulaciones microtonales a manos de Galiana rematan los realces de este desconsuelo.

 

Llegado el turno de la sordina, en Ichi-go ichi-e, el tenor logra una sonoridad centelleante. De Solaun reacciona al recurso del saxofonista buscando otro color para darle respuesta, adoptando semejanzas con un arpa tradicional -y es que en este trabajo se aprecian aromas orientales-. En esta improvisación, como ocurre en otras, el único acuerdo es quién tocará primero…con un final que incorpora texturas metálicas y un piano encolerizado, llegamos a otros temas como Plunge, donde Galiana vuelve a hacer uso del tenor para viajar por la bóveda que De Solaun traza con gran virtuosismo.

 

En Amuse-bouche el saxofón tenor usa recursos como los slaps y otros efectos para conseguir transmitir ese «juego» de palpitaciones, de pulsos y señales. Junto con el golpeo del cordal del piano, se consigue un «miniaturismo ruidista y vibrátil». El uso de multifónicos del saxofón y el martellato del piano nos guía hasta Scorrevole, un solo de saxofón soprano en sordina que revierte el final de la anterior improvisación, y que despliega una progresiva materialización del sonido que culmina con un crescendo que lleva al soprano de Galiana a su evaporación.

 

Études de György ligeti e improvisaciones de Keith Jarrett se intuyen en Threshold, solo de piano iniciado con un contundente acorde inicial y en el que De Solaun abarca diferentes velocidades, armonías y direccionalidades. En Alleys, la fricción entre piano y saxofón da lugar a melodías que se interpelan, siguiendo con el «juego» en el que ambos intérpretes se esparcen durante todo este trabajo. Al final de esta improvisación, vemos como se trata de encontrar un punto de sincronía -para ser dos, al tiempo que uno-. Mediante la prolongación de los ecos de Threshold por parte del piano, Baciyelmo es otra buena muestra de cómo estas improvisaciones dialogan entre sí. La sonoridad metálica de las cuerdas junto con el saxofón soprano, entran de nuevo en el «juego» dialéctico. Se perciben también rasgos jazzísticos que nos conducen a Ágora, cuyo inicio está liderado por el pizzicato del piano, y en el que más tarde se incorpora Galiana con una impecable respiración circular. Es en esta improvisación donde De Solaun y Galiana interpretan los pasajes más agitados y desasosegados. De Solaun alcanza sus límites, jugando al traspaso melódico con Galiana, cuya estructura provoca reminiscencias clásicas.

 

Henbruix ocupa el penúltimo lugar de este magnífico trabajo que es First Times. La mezcla de melodía de intervalos paramétrica, a la que se incorpora, en frullati y armónicos, el saxofón soprano, junto con la ganancia de texturas que supone el uso de sordinas, hace que experimentemos la pura renovación del lenguaje musical. En Galdr, última improvisación de este compacto, convergen ecos del resto de piezas. Las microtonalidades, los cambios de color del saxofón soprano y la recuperación por parte del piano de un pizzicato muy pronunciado, crean el escenario perfecto para que el saxofón entone su canto prosódico hacia el éxtasis. 

 

Este disco es la unión de dos músicos, dos almas, dos artistas, que a pesar de contar con diferentes trayectorias, conciben un punto de encuentro y muestran esa absoluta libertad creativa -tal y como subraya Galiana-, con empatía y complicidad tanto en lo sonoro como en lo personal, abriendo horizontes a futuros proyectos que seguro nos dejarán tan deslumbrados como First Times. Si una cosa nos queda clara después de la escucha atenta de este trabajo, es que seguro habrá un nuevo punto de encuentro en el que ambos artistas volverán a experimentar, vibrando y respirando juntos, creando una eufonía embriagadora.

¿Cómo presentaros este texto sin que parezca un decrépito plagio de lo que tan maravillosamente escribe Paco Yañez largo y tendido en las liner notes de First Times, a la sazón nuevo trabajo de mi ya bien conocido Josep Lluís Galiana, esta vez con el reputadísimo De Solaun?. Partiendo de la base de que el álbum es una Piedra Griálica sonora para el degustador de exquisiteces de la Improvisación Libre y el (aquí menos citado, Jazz), al menos dejo claro desde un inicio que para una opinión seria, veraz, profunda y bellamente escrita acudáis al texto de Yañez que no solo reseña sino que abre en canal cada corte, profundizando en sus contextos (literarios, plásticos, culturales…) haciendo imposible que el que esto os cuenta pueda siquiera poner nada sin que resulte plagio. Por tanto, como no tengo esa presión mediática que pueden tener otras publicaciones me armo de mis membranas timpánicas para lanzarme machete en oídos a adaptar el sonido a lo que mis neurotransmisores indican, cerrando a cal y canto en el fondo de mi psique lo leído en el (reitero, maravilloso) texto de Yañez y allá que me voy.

Quiero comenzar por Josu de Solaun (piano, piano preparado). Pianista, compositor y muy dentro de los cortinajes del academicismo, sorprende por sus incursiones en la Improvisación libre (panDEMiCity). El potentísimo currículum no voy a reproducirlo aquí porque sería esto bastante denso pero digamos que si algo prima en su carrera es la parte Clásica y Música de Cámara, con esporádicas y creo que menos rupturas abruptas con todo lo anterior mediante improvisaciones muy virtuosas y cargadas de abstracción. Hasta ahí, estoy tremendamente de acuerdo con Yañez al sacar a la palestra a alguien como Keith Jarrett (su conocido periplo casi que en paralelo entre el Jazz y lo Clásico). Hago la pregunta que me retuerce desde dentro: ¿Por qué improvisa Josu de Solaun?. Y mi respuesta es (posiblemente no coincida con la suya) POR LIBERTAD. 

¿Por qué Coleman rupturó las bases del Bop y las llevó y empujó a un límite desoladoramente anti-comercial?. ¿Por fama?… está claro que no. Su raza, oprimida y tocando en garitos y lofts como entretenimiento y subsistencia, se rifaban la muerte de la heroína en noches interminables. Los académicos querían el Swing y aceptaron con resistencias el Bop, y los Boperos casi se inmolaron cuando empezó a surgir el Avantgarde. Si nos vamos al piano, Sun Ra esgrimía su Afrofuturismo con tintes políticos para pedir LIBERTAD a su raza bajo un rocambolesco regreso a las estrellas y enroque con Egipto. No estoy diciendo que Jazz e Improvisación sean la misma cosa pero la palabra LIBERTAD es la más escrita en la literatura de estos estilos solo que generalmente el enfoque para mí no es el adecuado. Cuando se crea en Chicago la Association for the Advancement of Creative Musicians (AACM), tendrían que salir de la cerrada sociedad Americana para buscar refugio en Europa o París siendo ya en los 70 cuando su valor y potencial musical y social ganó fama en América. LIBERTAD en plena Guerra de Vietnam, lucha por los derechos civiles en una sociedad de corte racista. Quizás donde menos cohibidos estaban (igualmente faltándoles el pan) era en Inglaterra con los Barry Guy, los Evan Parker, la Spontaneous Music Ensemble y demás llevando curiosamente muchas (cientos) de sus composiciones a la London Symphony Orchestra en una simbiosis posiblemente impensable por otras latitudes. Para mí, estos otros lo hacía por el PLACER DE LA LIBERTAD.

Una caída libre cargadísima de tintes sociales en el Jazz que a la vez denota furia guerrera con las huestes Alemanas de jóvenes greñudos que luchan contra la Beatlemanía y el pastoral Schlager, saliéndose por la tangente hasta llegar a eso llamado Kraut, Kosmische o lo que fuere. Una Plastic People of the Universe claustrofóbicamente asediada por el Comunismo junto a DG307 y muchas más bandas (también a la literatura, al cine, la poesía o la pintura) toca en pos de la ansiada LIBERTAD incorporando instrumentos musicales autóctonos y Folk (violines y otros) diciendo que vale, que no renuncian al pasado, pero ellos quieren LIBERTAD. Surge el Free porque la estructura convencional oprime al músico (en muchos casos de formación Clásica) y este necesita un oxígeno musical que no haya en otro sitio, empachado de formas ternarias, standards de rancio abolengo y de aburridos cánones.

Me siento muy tentado de escribir (joder, lo estoy haciendo) que Josu de Solaun es un gran improvisador porque por un lado es un gran pianista pero sobre todo porque es un gran destructor de los Andamios que hay que deformar para salir de la zona de confort. Por tanto, escucho en First Times a un pianista a caballo entre los aguerridos sones de combate de Cecil Taylor y los preciosismos de McCoy Tyner… capaz de mimetizarse en los pasajes más angulares con Cornelius Cardew de AMM pero sin perder el Swing. Cuando el pianista dice un `hasta aquí ha llegado´ a la unión entre los dos hemisferios, y la mano derecha se emancipa de la izquierda, acaba convirtiéndose en un sujeto sonoramente impredecible pero sobre todo, LIBRE.

Josep L. Galiana (tenor, soprano) parece lo contrario. Digamos que si uno tiene dudas de cómo se creó el mundo (que si el Big Bang, que si lo evolucionista versus creacionismo), yo te aseguro que Galiana nació por Improvisación (retirad del medio las connotaciones sexuales). Galiana es uno con su instrumento en todas las disciplinas que toca, desde la electroacústica y las partes más melódicas, además de profundo en sus escritos en la vertiente periodística y musicológica. He escrito tanto sobre su figura que prefiero hoy no biografiar demasiado. LIBERTAD para el que escribe esto también.

Fruto de una sesión de improvisación del 20 de Junio de 2021 en el Teatre Auditori de Catarroja de más de dos horas de duración se sacan 23 cortes que acaban en 14 tras diversos procesos de despiece y que lejos de Golemizar el asunto, suena más que coherente y con hilo conductor. Escuchas sucesivas a los 53 minutos del álbum denotan varias cosas que se hacen muy patentes; una, que Galiana tiene una técnica al saxo (tenor o soprano) que para mi gusto es prácticamente incomparable en este país (quizás otras grandes figuras como Tejero al alto), y la otra, que De Solaun se ha divertido de lo lindo convirtiendo su piano en una máquina de guerra orientalizante que lo mismo transita por terrenos japoneses cortesanos (Gagaku) que nos hipnotiza con ominosas cadencias Gamelan, para pasar por clústeres meteóricos, notas sueltas que quedan eternizadas como la luz tras los párpados cuando uno mira directamente al sol y una atemporal forma de tocar que juro que me cuesta discernir si (vuelvo a lo mismo) no estoy escuchando al ya maduro Cecil Taylor de los 80 mezclado con los delicados tonos de piano de Alice Coltrane y es que para mi gusto cuando el Free o la Impro se tornan aguerridos y apretados, se convierten en Música de Cámara para gente Insana sin Cordura (relacionad con el Rock en Oposición, Univers Zero y Magma si les apetece tiren para el rock).

Me resultaría imposible analizar corte por corte First Times porque Yañez ha puesto toda la carne en el asador y si algo no me gusta, es el corta y pega. Para datos de los significados de los títulos (puestos a posteriori) y mil cosas más, insisto leerse las 21 páginas (mitad español, mitad inglés) pero para dejarse llevar un poco, permaneced todavía por estos lares que vamos a hacer un vuelo rasante.

Desde esa densa apertura con abigarrados diálogos entre el piano desnudo y el saxo, se pasa a opresivos descensos en los que se aborda la parte preparada de un piano que se lleva al extremo percusivo y se lo despoja de vértebra al reducirlo a cuerdas en modo arpa. En simbiosis perfecta, con un Galiana tocando en zonas muy altas y rozando el sibilante toque de una flauta, hasta otros cortes en los que el soprano se vuelve Noir y mistérico. Charolado como esas ciudades nocturnas eternamente mojadas que reflejan carteles de neón. Preciosas notas desnudas de piano contrastan con los vientos ejerciendo sensación de danza, real o psíquica (¿quizás el Cortejo?) aparecen y desaparecen como motivos de un film compuesto no por fotogramas sino por pinturas. Las sordinas de Galiana unas veces suenan glosolálicas, regurgitantes y anti peristálticas, reflejando quizás el acto agresivo del pintor batiéndose en duelo con el lienzo («Pollockiana» es un ejemplo clarísimo) mientras que en otras se viste de vibrátil plástico alcanzando el retumbar del trombón (cierto deje metálico) que junto a las cuerdas minimalistas del piano de De Solau nos lanzan a terrenos más propios de la electroacústica (al menos en cuanto a vértebra). Se recurre a cierto Dadaísmo contenido (autolimitado me gusta más) que provoca que la música en ocasiones se convierta en lluvia que cae, volutas de un pebetero o fisión de neutrinos contra plancha metálica en Re Menor. 

De Solaun se transforma en una bestia de tiempos pretéritos, destensa cuerdas y las golpea a martillazos para provocar la verborrea en cascada de Galiana en unos crescendos que se mezclan con un aroma a World Beat muy sutil que me recuerda a los galimatías juguetones de Esquivel («Ichi-Go Ichi-E»). El tempo por lo general es rápido en todo el minutaje, y por momentos la intensidad es tan alta que me recuerda a esos ataques de Brotzmann o Evan Parker en sus años mozos y cuando hay que ir más lento es para volverlo todo más caleidoscópico si cabe, huyendo de baladismos. Terroríficos momentos como ese diálogo entre el tenor y las cuerdas del piano tocadas en slap en «Amuse-Buche»… devastadores efectos para el oyente auguro. Si bien este corte es la disolución del todo a la nada, «Scorrevole» hace lo contrario a través del solo de soprano de Galiana que se encarga de recoger todo y poner las cosas tal y como estaban minutos antes…. ah!, y joder, el tipo se acuerda de dónde iba cada cosa. Fantástica la comparativa con Escher de Yañez para describir el breve puente-solo «Threshold», esos acatarrados clústeres de notas de piano, con puntito juguetón y que también coincido con sus toques tangenciales con Ligeti en el segundo tramo. Ya sea tocando muy juntos o bien todo lo contrario, First Times habla de justo lo contrario… esto no parece un primer acercamiento sino un saber estar/tocar/sincretizarte de toda la vida… una oda a esa LIBERTAD que contábamos arriba que una vez despojada del cariz sociopolítico, de lo opresivo (a veces el régimen más dictatorial, juez y señor, es el propio Academicismo) y quizás de lo innovador tras 60 años existiendo el género, nos queda el Humanismo puro y duro de dos músicos vibrando en la misma longitud de onda, comunicándose e invitando al oyente a participar de una conversación a priori difícil de seguir pero que a poco que logres consultar el índice onomástico un par de veces, serás otro ADICTO MÁS.

Por cierto, edita como siempre en precioso digipack LIQUEN RECORDS revestido con unos motivos pictóricos de Omar Daf que reflejan a la perfección la música. Insisito, lo demás, el libreto de Paco Yañez

SUBLIMEMENTE LIBRE.

El saxofonista Josep Lluís Galiana i el pianista Josu de Solaun, tots dos també compositors, ens han parlat del seu treball discogràfic «First times» que han publicat aquest estiu i que van presentar en un concert a principis de setembre a la Sociedad de Artistas AIE de Madrid. Es tracta d’un àlbum, editat pel segell Liquen Records, amb 14 temes que són un punt de trobada sonora que transita entre la música contemporània i experimental i el jazz. Galiana desenvolupa una intensa activitat en l’escena internacional de la lliure improvisació, i De Solaun, que és l’únic espanyol que ha guanyat el Premi Iturbi i el George Enescu de Bucarest, és un dels pianistes amb més projecció internacional.

José Luis Besada_6 de noviembre de 2022

En la agenda, Josep Lluís Galiana nos desvela los secretos de su tándem colaborativo con Josu de Solaun.

La improvisación puede ser musical, teatral, danzística, visual. Hay muchas variantes creativas en marcha. Soy muy aficionado a la primera y la tercera – danza-. La primera la practico todo lo que puedo con la guitarra.

Vuelvo a aclarar: la improvisación es una herramienta “sónica”, musical por tanto. La utilizan muchos estilos: el Jazz de forma profusa, el estilo barroco, la música contemporánea, el rock, el “noise” sea electrónico o no, pero en los últimos años se está definiendo como un gran estilo en sí misma. Tiene sus reglas y acuerdos que conocen/comparten los intérpretes, pero nadie conoce de antemano el resultado final, ellos tampoco.

En el disco que nos ocupa se juntan dos de la media docena de grandes “improvisadores” de la Península Ibérica, hayles también en Portugal. Josu de Solaun, un gran intérprete de música clásica (ver https://www.docenotas.com/162973/canon-musical-europeo/ en estas páginas) y gran solista de piano con base en la improvisación (https://www.docenotas.com/160521/descenso-sin-paracaidas/- también en estas páginas) y juzguen.

El segundo es Josep Lluís Galiana, improvisador y animador de la escena musical de vanguardia en Valencia y en el resto de la península. Editor de Liquen Records y EdictOralia . Lean de nuevo https://www.docenotas.com/156028/mineria-sonora/.

A veces se parte de una anotación escrita o simplemente visual entre ellos y dejan evolucionar la “pieza”, no es el caso, nuestros interpretes se lanzan a la improvisación sin red, sin ningún acuerdo aunque sea subliminal. Llegan a un resultado determinado que, como todo, se agota. Usan la creación instantánea con su instrumento y las particularidades sónicas que encuentren (piano preparado, golpes en las zapatas y registros de los saxos, saturaciones de sonido en ambos casos) para crear atmósfera musicales indeterminadas de antemano.

En manos de intérpretes inexpertos el experimento es peligroso, pero en manos de grandes instrumentistas el experimento es gozoso en lo musical y en directo en lo visual (gestual, movimientos, puesta en escena) y el resultado concreto son catorce piezas de una gran intensidad, variedad y talento creativo-interpretativo. Algunas nos acercan al noise directamente, otras al jazz más free o a la improvisación rock-blues cuasi-hendrixiana.

Siento sana envidia por los posibles espectadores de esta grabación en el Teatre Auditori de Catarroja Francisco Chirivella el pasado 20 de junio de 2021, justo cuando empezábamos a despertar de la pandemia-siesta en que nos sumió el virus.

Piano solo, saxos solo o la suma de los dos instrumentos se valen para componer piezas que llevarían años de idear y meses ensayos para conseguir resultados y dinámicas de sonido similares, y dudo que se pudiera alcanzar la misma intensidad y organicidad.

Muchas y muy poliédricas escuchas son posibles en estos días de calima extrema.

Como con algunos de los discos de esta serie: ¡se hace historia!.

Lo mejor es callarse, escuchar…y dejar que se organicen los sonidos en nuestra mente.

Magnífica edición y presentación, con un trabajo visual de Alexis Moya y notas de Paco Yáñez.

Pedidos a liquenrecords.com y a “viajar”.

En l’acte, el saxofonista i el pianista valencians van estar acompanyats per Miguel Álvarez-Fernández, musicòleg, artista sonor i director del programa Ars Sonora en RNE Ràdio Clàssica; i Carlos Galán, compositor, director, pianista i catedràtic d’Improvisació del Real Conservatori Superior de Música de Madrid. Després de la presentació, Galiana i De Solaun van oferir un breu concert.

 

En la conversa es va abordar un treball discogràfic que transita entre la música contemporània i experimental i el jazz en el qual els autors reivindiquen la improvisació lliure com a expressió artística i musical. Els músics, que van llançar el disc al juliol passat, inclouen 14 temes en l’àlbum, fruit de l’amistat cultivada durant 25 anys, la complicitat i el compromís musical de Galiana, des del món de la improvisació, i De Solaun, amb una carrera dedicada al repertori clàssic.

 

Galán va subratllar que First times és “un disc únic i imprescindible”, i considera que “estem davant d’una ocasió extraordinària d’assistir al que aquesta complexa pràctica sonora pot aconseguir quan es fa des del virtuosisme instrumental, la imaginació desbordant, la sensibilitat més exquisida i el compromís estètic més actual”. El catedràtic afirma que “la improvisació està mal vista en aquest país”, i apunta al fet que “probablement incomoda i desconcerta, i amb això es tanquen les oïdes a una disciplina els resultats de la qual poden ser esplèndids”.

 

Álvarez-Fernández va indicar que les notes de les peces “ens contagien d’una efervescència tan mediterrània com eixe barroquisme valencià que tendeix a la saturació i al desbordament. Formes apropiades per a celebrar una reunió ajornada durant massa temps”. El musicòleg pensa que “ha d’escoltar-se com una reivindicació de la trobada”, perquè és “una reivindicació de l’amistat, també una celebració, o fins i tot un fetitxe”.

 

El crític musical i escriptor, Paco Yáñez, exposa en un article en el llibret, que porta per títol La improvisació lliure, com a punt de trobada, que els dos músics tenen “un vast camp d’interessos compartits, que comprenen la filosofia, l’art, la poesia i la pròpia música”, i això, provoca “una intersecció de bagatges personals”. Yáñez apunta que la proposta “reflecteix fidelment el que és un concert d’improvisació lliure d’una hora d’exigent escolta; una escolta que pensa, convertida en joc exploratori del jo en l’altre”.

Grans improvisadors 

 

Les primeres crítiques de First times exposen que en aquest disc “s’ajunten dos de la mitja dotzena de grans improvisadors de la Península Ibèrica”, un experiment “gojós en lo musical” amb obres “d’una gran intensitat, varietat i talent creatiu-interpretatiu” que portaria “anys d’idear i mesos d’assajos per a aconseguir resultats i dinàmiques de so similars”.

 

En relació amb els músics, la premsa especialitzada destaca que “Galiana té una tècnica al saxo (tenor o soprano) pràcticament incomparable en aquest país”, i De Solaun “és un gran improvisador perquè d’una banda és un gran pianista però sobretot és un gran destructor de les bastides que cal deformar per a eixir de la zona de confort”, per la qual cosa el treball no sembla un primer acostament “sinó un saber estar/tocar/sincretizar-te de tota la vida”.

 

Galiana, compositor, escriptor, editor i gestor cultural, ve desenvolupant una intensa activitat en l’escena internacional de la lliure improvisació, la creació electroacústica, el avant-garde jazz, i la investigació musicològica des de fa més de tres dècades; i De Solaun, compositor, escriptor i únic espanyol que ha guanyat el Concurs Internacional de Piano de València Premi Iturbi i el Concurs de Piano George Enescu de Bucarest, entre altres importants premis; és un dels pianistes amb més projecció internacional i actua en nombrosos països d’Amèrica, Àsia i Europa com recitalista i solista al costat de prestigioses formacions i directors. Tots dos vénen recabant els elogis i reconeixement de la premsa pels seus treballs discogràfics i els concerts que realitzen.

De izquierda a derecha, Carlos Galán, Josep Lluís Galiana, Miguel Álvarez-Fernández y Josu de Solaun en el Auditorio de la Sociedad de Artistas AIE en Madrid.

Editado por el sello Liquen Records, el auditorio de la Sociedad de Artistas fue el lugar escogido

Los músicos valencianos Josep Lluís Galiana y Josu de Solaun presentaron su disco First times [Primeras veces], editado por el sello Liquen Records, en el Auditorio de la Sociedad de Artistas AIE, el pasado jueves. En el acto, el saxofonista y el pianista, estuvieron acompañados por Miguel Álvarez-Fernández, musicólogo, artista sonoro y director del programa Ars Sonora en RNE Radio Clásica; y Carlos Galán, compositor, director, pianista y catedrático de Improvisación del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Tras la presentación, Galiana y De Solaun ofrecieron un breve concierto.

En la conversación se abordó un trabajo discográfico que transita entre la música contemporánea y experimental y el jazz, en el que los autores reivindican la improvisación libre como expresión artística y musical. Los músicos, que lanzaron el disco en julio pasado, incluyen 14 temas en el álbum, fruto de la amistad cultivada durante 25 años, la complicidad y el compromiso musical de Galiana, desde el mundo de la improvisación, y De Solaun, con una carrera dedicada al repertorio clásico.

Galán subrayó que First times es «un disco único e imprescindible», y considera que «estamos ante una ocasión extraordinaria de asistir a lo que esta compleja práctica sonora puede alcanzar cuando se hace desde el virtuosismo instrumental, la imaginación desbordante, la sensibilidad más exquisita y el compromiso estético más actual». El catedrático afirma que «la improvisación está mal vista en este país}, y apunta a que «probablemente incomoda y desconcierta, y con ello se cierran los oídos a una disciplina cuyos resultados pueden ser espléndidos».

Álvarez-Fernández indicó que las notas de las piezas «nos contagian de una efervescencia tan mediterránea como ese barroquismo valenciano que tiende a la saturación y al desbordamiento. Formas apropiadas para celebrar una reunión aplazada durante demasiado tiempo». El musicólogo piensa que debe escucharse como una reivindicación del encuentro, porque es «una reivindicación de la amistad, también una celebración, o incluso un fetiche».

El crítico musical y escritor, Paco Yáñez, expone en un artículo en el libreto, que lleva por título La improvisación libre, como punto de encuentro, que los dos músicos tienen «un vasto campo de intereses compartidos, que comprenden la filosofía, el arte, la poesía y la propia música», y ello, provoca «una intersección de bagajes personales». Yáñez apunta que la propuesta refleja lo que es un concierto de improvisación libre de una hora de exigente escucha. «Una escucha que piensa, convertida en juego exploratorio del yo en el otro», señala.

 

Galiana, compositor, escritor, editor y gestor cultural, viene desarrollando una intensa actividad en la escena internacional de la libre improvisación, la creación electroacústica, el avant-garde jazz, y la investigación musicológica desde hace más de tres décadas.

De Solaun, compositor, escritor y único español que ha ganado el Concurso Internacional de Piano de Valencia Premio Iturbi y el Concurso de Piano George Enescu de Bucarest, entre otros importantes premios; es uno de los pianistas con más proyección internacional y actúa en numerosos países de América, Asia y Europa como recitalista y solista junto a prestigiosas formaciones y directores. Ambos vienen cosechando los elogios y reconocimiento de la prensa por sus trabajos discográficos y los conciertos que realizan.

La improvisación musical libre  de dos grandes de la música en un disco joya

Cuando el amor a la música, a la poesía, al arte, a la cultura a la vida, cuando el amor a la amistad confluye en dos grandes creadores, surge una magia especial muy difícil de explicar, pero muy fácil de sentir a través de la obra que crean juntos con una extraordinaria complicidad estética.  Este es el caso de  Josep Lluis Galiana, saxofonista, y Josu de Solaun, pianista, que han creado un disco en el que hacen un canto a como expresión artística y musical, lanzado internacionalmente el pasado julio: First times [Primeras veces]. Un madurado y espontáneo trabajo discográfico editado por el sello Liquen Records, con 14 temas que son un punto de encuentro sonoro que transita entre la música contemporánea y experimental y el jazz,  con un hermoso libreto de Paco Yañez y portada de Omar Daf. Este exquisito y cuidadísimo disco joya, se lo han dedicado a Alexis Moya, a quien también queremos mucho en PLH, que ha acompañado esta noche  Josep Lluís Galiana y Josu de Solaun en su presentación en PLH de este disco joya. “First times es una muestra de absoluta libertad creativa entre dos músicos que empatizan y son cómplices tanto en lo sonoro como en lo personal desde hace muchos años”.

Galiana viene explorando durante más de cuatro décadas, con los saxofones, desde la improvisación libre, las infinitas posibilidades tímbricas y una amplia gama de colores y texturas que ha ido recogiendo en una cincuentena de discos como Tenor Saxophone Solos, Soprano Saxophone Solos o Electroacoustic Pieces 1999-2019. Josep Lluís Galiana despliega desde hace muchos años una intensa actividad cultural como gestor y divulgador cultural periodista, saxofonista, compositor, docente, escritor y poeta, editor, crítico musical, literario y de arte.

De Solaun, panista, compositor y poeta, su carrera  está  fundamentalmente  asociada al repertorio clásico, aunque con incursiones en la improvisación y el jazz como en panDEMiCity, un disco “compuesto en acto” con el que rinde homenaje a Keith Jarret y ha obtenido la nominación en los prestigiosos Premios Internacionales de Música Clásica (ICMA). Ha publicado 8 álbumes y es el único español que ha ganado el Premio Iturbi y el George Enescu de Bucarest. Es uno de los pianistas con más proyección internacional, aclamado por la prensa internacional por su “poético sentido del sonido, visión artística y brillante virtuosismo, enteramente al servicio de las obras que se ejecutan”. Nikolaus Frey, Fuldaer Zeitung.

Escucharles conversar sobre su creación conjunta, ha sido un privilegio para los sentidos y para el alma. Nos ha hablado de sus muchas “primeras veces” juntos y por separado. Son dos artistas de la palabra, el pensamiento, la poesía, la música… Si escuchan la entrevista comprobarán que son seres excepcionales y dos grandes amigos.

Pegando la Hebra, dirige y presenta, María Vicenta Porcar, control de sonido, Juan Lafuente y Arturo Delgado. 99.9 Plaza Radio, 99.9 FM Valencia y  www.999plazaradio.es.  Podcast en la web de la emisora, Ivoox, Spotify, Youtube, etc.

JOAN GÓMEZ ALEMANY. 7 works for chamber music and ensemble

NOMINAT ALS PREMIS CARLES SANTOS 2022

Joan Gómez Alemany. 7 WORKS FOR CHAMBER MUSIC AND ENSEMBLE. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-638-2022 — LRCD021. PVP: 15€

 

Gastos de envío incluidos para España / Shipping costs included for Spain; para el resto del mundo, consulte coste de envío / for the rest of the world, chek shipping cost; otros métodos de pago / other payment methods. Contacto / Contact: liquenrecords@liquenrecords.com

TRACKLIST

1. String Quartet Nº 1 (átanoSonata) (2017) · 10:38
Arditti Quartet
2. Lo duro y lo blando (2017) · 10:52
Ensemble Multilatérale, Léo Warynski
3. La religión del sonido (2016) · 10:33
Schallfeld Ensemble, Leonhard Garms
4. 4 Disparates de Goya (2018) · 7:40
BCN 216, Francesc Prat
5. eros-tans-tngi-ugog-celö-esel (2019) · 12:43
Schallfeld Ensemble
6. Una Tierra fragmentada (2020) · 12:26
Shifter Ensemble
7. TV (TeleVision) = TN (TransNacional) = TNT
(TurnerNetworkTelevision) (TriNitroToulene)
(2019)
· 8:42

Container Ensemble

 

Total Time: 73:34

All music composed by Joan Gómez Alemany
Mastered by Julio Valdeolmillos (Shark Estudios)
Produced by Josep Lluís Galiana
Pictures and design concept by Joan Gómez Alemany
Graphic design by J. Chagall
Text by Paco Yáñez
Thanks Vicent Alberola, Clemens Gadensttäter, Myriam García, Voro Garcia, Haize Lizarazu,
Demian Luna, Giuseppe Mennuti, Ute Pinter, Oliver Rappoport, Yann Robin, Oriol Saladrigues…
© 2022 Liquen Records

Aquesta producció discogràfica ha rebut una ajuda del

We would like to thank our sponsor / supporter Österreichische HochschülerInnenschaft an der Kunstuniversität Graz (ÖH-KUG) and thank all the musicians and festivals.

1. String Quartet Nº1 (átanoSonata) (2017) (Universal Edition)

 

Arditti Quartet

Irvine Arditti – violin I
Ashot Sarkissjan – violin II
Ralf Ehlers – viola
Lucas Fels – cello

 

Recording: 07/10/2020, Reiterkaserne, Kunstuniversität Graz. Sound and editing: Joan Gómez Alemany

2. Lo duro y lo suave (2017)

 

Ensemble Multilatérale

Alain Billard – bass clarinet
Aurélie Saraf – harp
Pablo Tognan – cello
Nicolas Crosse – double bass
Léo Warynski – conductor

 

Live recording: 16/07/2017, Eglise Notre-Dame de l’Assomption, Saint-Martin-Vèsubie. Sound engineer: Camille Giuglaris

3. La religión del sonido (2017)

 

Schallfeld Ensemble

Elisa Azzarà – flute
Szilárd Benes – clarinet
Matej Bunderla – saxophone
Lorenzo Derinni – violin
Myriam García Fidalgo – cello
Margarethe Maierhofer-Lischka – double bass
Maria Flavia Cerrato – piano
Manuel Alcaraz Clemente – percussion
Leonhard Garms – conductor

 

Live recording: 17/02/2017, impuls Festival, György Ligeti Saal MUMUTH, Graz. Sound engineer: Peter Venus

4. 4 Disparates de Goya (2018)

 

BCN216

Xavi Castillo – clarinet
Erica L. Wise – cello
Jordi Masó – piano
Miquel Vich – percussion
Frédéric Le Bel – electronic diffusion
Francesc Prat – conductor

 

Live recording: 17/05/2018, Fundación Phonos, Barcelona. Sound engineer: Frédéric Le BelVideo: https://youtu.be/UJDXpt298LQ

5. eros-tans-tngi-ugog-celö-esel (2020)

 

Schallfeld Ensemble

Audrey G. Perreault – flute
Johannes Feuchter – clarinet
Patrick Skrilecz – piano
Lorenzo Derinni – violin
Myriam García Fidalgo – cello

 

Live recording: 18/09/2020, impuls Festival, Barocksaal, Priesterseminar, Graz. Sound engineer: Stefan Warum

Video: https://www.youtube.com/watch?v=Cz14iijlXi8&t=11s

 

This piece was commissioned by impuls – Verein zur Vermittlung zeitgenössischer Musik for “Text im Klang”

6. Una Tierra fragmentada (2020) (Universal Edition)

 

Shifter Ensemble

Francesco Palmieri – guitar I
Pietro Paolo Dinapoli – guitar II
Ruben Mattia Santorsa – guitar III
Giuseppe Mennuti – guitar IV

 

Recording: 30/07/2021, Sound, editing and studio: Erwin Fonseca, Colectivo La Pataconera, Berna

7. TV (TeleVision) = TN (TransNacional) = TNT (TurnerNetworkTelevision) (TriNitroToulene) (2019)

 

Container Ensemble:
Jacobo Hernández – violin
Leo Morello – cello
Joan Jordi Oliver – saxophone
Carlo Siega – electric guitar
Miguel Ángel García – percussion I
Roberto Maqueda – percussion II
Víctor Barceló – percussion III

 

Live recording: 06/05/2019, Ensems Festival, Palau de la Música, Valencia. Sound engineer: Contra Vent i Fusta.

Live concert video: https://www.youtube.com/watch?v=GkIHQpg6lbo&t=2s
Video projection version: https://youtu.be/btXObLLbmsE

 

This piece was commissioned by the Institut Valencià de Cultura for the Ensems Festival in collaboration with the Mixtur Festival

Joan Gómez Alemany in his exhibition Between the visual and the sound. Reappropriation of matter and material at La Posta Foundation

BIOGRAFÍA

Joan Gómez Alemany (Valencia, 1990). Inicia el Grado en Composición con Oliver Rappoport (Conservatori del Liceu) y lo termina con Clemens Gadenstätter (Kunst Universität Graz). Es Máster en Composición (KUG) con Franck Bedrossian y Máster en Ópera y Musik-Theater (KUG) con Gadenstätter. Además es Título Superior de Piano, iniciándolo en el Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo y terminándolo en el Conservatori del Liceu y Licenciado en Bellas Artes (Universitat Politècnica de València). Actualmente está doctorándose (UPV) con una tesis sobre la interdisciplinariedad artística. Recibió lecciones individuales con los compositores Mark Andre, Pierluigi Billone, Raphaël Cendo, Brian Ferneyhough, Ashley Fure, Dmitri Kourliandski, José Manuel López López, Michael Maierhof, Hèctor Parra, Alberto Posadas, Jorge Sánchez-Chiong, Yann Robin, Rebecca Saunders, Mauricio Sotelo, entre otros.

Gómez Alemany compagina la creación musical, las artes visuales y el cine, en continuo diálogo, con la escritura de ensayo y crítica principalmente sobre música y arte. Sus composiciones han sido encargadas o interpretadas en festivales como el Darmstädter Ferienkurse, impuls, ManiFeste-IRCAM, reMusik.org, Ensems, Mixtur, Mostra Sonora Sueca, etc., e interpretadas por músicos o ensembles como Arditti, Nikel, Recherche, Multilatérale, Schallfed, Adapter, Parcours, MCME, Container, Aer Duo, IEMA, Szene Instrumental, BCN216, entre otros. También han estrenado música suya las orquestas como la SWR bajo la dirección de Gregor Mayrhofer y JOGV bajo la dirección de Pablo Rus Broseta. En 2022 estrenó su primera ópera de cámara (proyecto interdisciplinar) en la Ópera de Graz bajo la dirección de Leonhard Garms.

Algunas de sus composiciones están publicadas por la editorial BabelScores y editadas por la discográfica Liquen Records. Ha escrito en diversas revistas especializadas destacando Sul Ponticello, donde mensualmente desde 2018 escribe en su sección propia Interacciones. Ha sido coordinador y escritor del libro Valencia y la abstracción, construcciones con geometría y color. Trayectoria vital y creativa del artista Vicente Gómez García (1926-2012) y ha escrito junto a Alfonso de la Torre Cartas en torno a Manolo Millares y Pablo Palazuelo, ambos publicados por EdictOràlia. También ha sido coordinador del libro digital A book about Festival Mixtur para la conmemoración de su décimo aniversario. Su obra cinematográfica consta hasta la fecha de cuatro largometrajes, tres mediometrajes y once cortometrajes. Algunos de sus trabajos sonoros y visuales se han mostrado en museos como el Centro Pompidou, IVAM, CCCC Centro del Carmen, Fundación Luis Seoane destacando su exposición individual titulada Entre lo visual y lo sonoro. Reapropiación de la materia y el material en la Fundación la Posta.

BIOGRAPHY

Joan Gómez Alemany (Valencia, 1990). He begins the Bachelor in Composition with Oliver Rappoport (Conservatori del Liceu) and finishes it with Clemens Gadenstätter (Kunst Universität Graz). He has a Master’s in Composition (KUG) with Franck Bedrossian and a Master’s in Opera and Musik-Theater (KUG) with Gadenstätter. He also has a Degree in Piano, starting at the Joaquín Rodrigo Superior Conservatory of Music and finishing at the Conservatori del Liceu and a Degree in Fine Arts (Universitat Politècnica de València) . He is currently making a PhD (UPV) with a thesis on artistic interdisciplinarity. He received individual lessons with composers Mark Andre, Pierluigi Billone, Raphaël Cendo, Brian Ferneyhough, Ashley Fure, Dmitri Kourliandski, José Manuel López López, Michael Maierhof, Hèctor Parra, Alberto Posadas, Jorge Sánchez-Chiong, Yann Robin, Rebecca Saunders, Mauricio Sotelo, among others.

Gómez Alemany combines musical creation, visual arts and cinema, in continuous dialogue, with writing essays and criticism mainly on music and art. His compositions have been commissioned or performed by festivals such as the Darmstädter Ferienkurse, impuls, ManiFeste-IRCAM, reMusik.org, Ensems, Mixtur, Mostra Sonora Sueca, etc., and performed by musicians or ensembles such as Arditti, Nikel, Recherche, Multilatérale, Schalfed, Adapter, Parcours, MCME, Container, Aer Duo, IEMA, Szene Instrumental, BCN216, among others. His music has also been premiered by the orchestras such as SWR under the direction of Gregor Mayrhofer and JOGV under the direction of Pablo Rus Broseta. In 2022 he premiered his first chamber opera (interdisciplinary project) at the Graz Opera the direction of Leonhard Garms.

Some of his compositions are published by the BabelScores and edited by the Liquen Records. He has written in several specialized magazines, highlighting Sul Ponticello, where he writes monthly since 2018 in his own in his own section Interacciones. He has been coordinator and writer of the book Valencia y la abstracción, construcciones con geometría y color. Trayectoria vital y creativa del artista Vicente Gómez García (1926-2012) and has written together with Alfonso de la Torre Cartas en torno a Manolo Millares y Pablo Palazuelo, both published by EdictOràlia. He has also been coordinator of the digital book A book about Festival Mixtur for the commemoration of its tenth anniversary. To date, his cinematographic work consists of four long films, three medium-length films and eleven short films. Some of his sound and visual works have been shown in museums such as the Pompidou Center, IVAM, CCCC Centro del Carmen, Fundación Luis Seoane highlighting his individual exhibition entitled Between the visual and the sound. Reappropriation of matter and material at the Fundación la Posta.

DOSSIER DE PRENSA

El Cuarteto de cuerdas nº 1 (átanoSonata) (2017) de Joan Gómez Alemany (1990) es áspero y crespo como una arpillera de Millares. Los Ardittis parecen pasárselo en grande con esta obra de joven pluma heredera de Lachenmann y amplificadora de las mayores rugosidades de aquel. El proceso de deformación del material es tal que, más allá de música concreta instrumental, podríamos evocar el noise y lo industrial. La no-escuela de un Maurizio Bianchi se contagia irradiándose en las suciedades texturales de esta colección de piezas de cámara de una manera mucho más evidente incluso que en un disco precedente centrado en la creación electroacústica del valenciano.

 

Lo duro y lo blando (1917) pone al Multilatérale ante un fresco en el que la saturación adquiere una densidad casi espiritual, como un Scelsi puesto de esteroides. La música de Gómez Alemany es incómoda y gresca, estupenda medicina para los agoreros que llevan queriendo matar una idea de la vanguardia tan vigente ahora como hace cincuenta años. La religión del sonido (2016) es una declaración de intenciones, una guía para que los visitantes se atengan a las consecuencias. Como prueba de una actitud todavía en formación, una obra como TV=TN=TNT (2019), con sus intersticios de ruido blanco y crítica a los mass media, tira por otro derrotero estético de exploración multimedia.

 

La indagación fonética se hace pertinente en eros-tans-tngi-ugog-celö-esel (2019) con instrumentos resonadores de resuellos y alientos y la firmeza de pluma y el control del material —el compositor sabe perfectamente cerrar las obras, no dilatándolas inútilmente— lo vemos en 4 disparates de Goya (2018). Un retrato de gran valor, asumiendo las diferentes calidades de registros tan dispares. Queda pendiente seguir escrutando en el futuro próximo hacia que inestabilidades se va decantando su autor.

No es algo nuevo la relación de la música con las artes plásticas. Nos referimos a la plenamente consciente, que indaga desde la intencionalidad, el sentido. Esto se da, sobre todo, a partir de la segunda mitad del siglo XX, y no ha dejado de constituir un espacio de interés para muchos compositores. En el caso de Joan Gómez Alemany que, además, tiene la ventaja de participar también de la actividad plástica, esta búsqueda sobre lo plástico en la música resulta bastante especial. Su interés por lo textural en un Millares o un Pollock no deja de lado otros artistas muy diferentes en su concepción de lo matérico, como Palazuelo o Vicente Gómez García, donde la forma adquiere un carácter más geométrico. Su música, en apariencia, se nos muestra más cerca de los primeros, utilizando lo que podríamos llamar ‘tímbrica textural’, trabajando sobre los instrumentos con intervenciones y técnicas extendidas, de forma natural, orgánica, sin artificiosidad. Hay un predominio de la rugosidad, incluso cuando toma el pasado, como es el caso de Goya, donde Gómez Alemany escoge los Disparates, serie de grabados donde lo textural juega un papel importante. Esto no quiere decir que la obra de este autor valenciano obedezca únicamente a una intención matérica o de saturación. Por el contrario, en este disco publicado por Liquen Records puede observarse muy bien que cada una de las piezas mantiene una tensión con los diferentes aspectos que las conforman, indagando tanto en aspectos constructivos y de movimiento, lo geométrico y palindrómico (String Quartet No. 1 y Una Tierra fragmentada), el trabajo sobre lo ceremonial (La religión del sonido), lo fonético (eros-tans-tngi-ugog-celö-esel), o el mundo onírico (los ya citados 4 Disparates de Goya). Por otro lado, la música de Gómez Alemany hace un uso del silencio que toma su herencia de autores como Nono o Scelsi, reinterpretados y actualizados. Respecto a la interpretación, son grupos de primer nivel los que podemos escuchar en estas grabaciones: Arditti Quartet, Ens. Multilatérale, Schallfeld Ens., BCN216, Shifter Ens. o Container Ens. Interpretaciones que aumentan, si cabe, el grado de interés que suscita este nuevo registro.

Miguel Ángel Pérez Martíndocenotas.com, 27/06/2022

Joan Gomez Alemany: 7 works for chamber music and ensemble. Obras de Joan Gómez Alemany interpretadas por: Arditti Quartet, Ensemble Multilaterale, Schallfeld Ensemble, BCN216, Shifter Ensemble, Container Ensemble. Edita: Liquen Records, Valencia 2022

Antes de comenzar la reseña propiamente dicha vaya una breve “filípica” teórica, un mero mapa de ideas para transitar mejor por estos caminos, nada complicados por otra parte.

Estamos todos de acuerdo que el “universo sonoro” se compone de sonido y silencios, su combinación intencionada o aleatoria sería “el ritmo”. De igual manera esto que denomino “sonido” para nuestro interés serían las “notas” y los “ruidos”.

Notas: frecuencias determinadas en una escala con sus correspondientes armónicos (múltiplos) que escribimos ya con cierta facilidad y capacidad de reconocimiento por parte de oídos entrenados y “ruidos”: amalgama caótica de frecuencias que a veces producen extrañamiento en nuestra escucha.

Hasta la Segunda Escuela de Viena, incluida, se trabajó fundamentalmente con “las notas” y sus jerarquías, pero con la entrada en escena de la electrónica (Cage, Stockhausen) o los Futuristas antes de la Primera Guerra Mundial, lo que denominamos “ruido” saca entonces la patita y empieza a ser un elemento muy importante.

En el jazz y el rock, por ejemplo, hablamos incluso de “guitarristas ruidistas” improvisadores o no.

En la denominada “música contemporánea” (facción díscola y respondona del sistema clásico, sus jerarquías y notación) desde el final de la Segunda Guerra Mundial se ve la producción de ruidos-notas como un buen objetivo y para ello se usan los instrumentos acústicos habituales y sus formaciones tradicionales: desde el solista hasta la orquesta de cámara. Especialmente en el ámbito geográfico centroeuropeo, Francia, Gran Bretaña. Desde Zimmermann a Lachemann, el espectralismo francés o la “saturación sonora” que representa en este caso Joan Gómez Alemany. Se construye un nuevo espacio de juego, más conceptual, de búsqueda expresiva, más matérico – se trabaja sobre la sonoridad y el timbre de los instrumentos-. Un buen símil sería la pintura de Tapies y sus maderas y arpilleras coloreadas, o la saturación de grises y negros de los grabados de Goya. ¿Expresionismo musical? Puede, no sería mala aproximación, o Pollock.

Las piezas reflejan este deseo de contar, narrar, con sonidos que provienen de instrumentos tradicionales, “otras historias”, lo que la música mainstream a veces nos impide. Otros universos quizá ocultos pero que están con nosotros como las sombras alargadas de las ramas al caer de la tarde…todo esto lo resume bien el tema que escucho mientras escribo: La religión del sonido.

Joan Gómez Alemany trabaja fundamentalmente en Austria-Alemania-Suiza lugares donde se practica este tipo de experiencias sonoras radicales – hemos reseñado en estas páginas dos de sus obras anteriores: Electroacustic Works e Interaccions Sonores– y hemos podido asistir en directo a conciertos en Berlín que nos exponen directamente a este tipo de experiencias.

Esto último es importante para entender estas obras: el directo. Todas están grabadas en directo lo que seguro que añade signos y gestos visuales que completan las obras y ayudan a comprender en su totalidad formas expresivas que en estudio serían complicadas de percibir: ecos, distancias, interacciones sonoras y entre los intérpretes.

Las obras abarcan el periodo entre 2017 y 2020 y por mi afición a la guitarra eléctrica- muy utilizada en la música que llamamos contemporánea- la que más he repetido es Tierra Fragmentada para cuatro guitarras eléctricas con afinaciones alteradas, muy interesante e imagino que endiablada de conjuntar.

La obra final, TV=TN=TNT refleja con claridad el dominio sobre las conciencias y la sociedad que están aplicando los mass-media y el complejo industrial-tecnológico, ha sido grabada en Valencia en el Festival Ensems, por cierto, acogido en uno de los templos de la “academia” y del establishment clásico: Palau de la Música. Interpreta el Container Ensemble, formación a seguir.

¿Obras para expertos y conocedores? Yo creo que no, se trata de un compendio de investigaciones musicales y sonoras, conceptuales por tanto, que tendrán en breve reflejo en los avances de esta disciplina musical y que pueden llegar fácilmente en directo a públicos más amplios. Lo vemos cada año en muestras y festivales, aún en los márgenes por desgracia para la formación musical de nuestros públicos.

Muy recomendable: escuchas y reflexionas a la vez.

Joan Gómez Alemany

Joan Gómez Alemany (València, 1990) és un artista multidisciplinar especialitzat en música i arts visuals; de trajectòria força productiva malgrat la seua joventut. És llicenciat en Belles Arts per la Universitat Politècnica de València (UPV) i graduat en piano pel Conservatori del Lliceu de Barcelona i en composició per la Kunst Universität Graz (Àustria). En l’actualitat està doctorant-se sobre interdisciplinarietat artística per la UPV. En el seu catàleg musical hi ha més de mig centenar de composicions per a tots els gèneres. Ha publicat ja quatre CD amb Liquen Records. Ha col·laborat musicalment amb uns quants creadors i la seua música ha aparegut en curtmetratges internacionals. Com a artista visual, està especialitzat en cinema, fotografia i pintura. El passat 24 de maig va estrenar la seua primera òpera a Graz.

Per què ets músic?

No sabria dir-te molt bé per què. Segurament, es tracta d’una necessitat interior o, tal vegada, com crec que se’m dóna bé, estic dedicant-m’hi… En síntesi, potser perquè m’aporta un enriquiment sensible i espiritual  com poques coses en aquest món. 

Quan hi vares començar i per què?

La meua mare em va apuntar a classes de piano als 9 anys. Es tracta d’una casualitat o element atzarós perquè no hi ha cap familiar proper que se n’hi dedique. En tot cas, ella va rebre classes de piano de menuda, però no hi va continuar. Per altra banda, el meu pare és un gran apassionat de la música i el meu avi patern, també. Amb tot, ells es van dedicar a les arts plàstiques, no pas sonores. No obstant això, el pare del meu avi va ser afinador d’instruments. Tal vegada siga aquesta la meua “genealogia musical”…

Com és possible que, essent tan jove, hages ja creat més de mig centenar de composicions musicals?

Treballant molt, de manera ben organitzada i, sobretot, amb la passió que les arts m’inspiren.

Creus que hi ha algun nexe comú entre elles?

En general, la meua música s’estructura mitjançant tres eixos recurrents.  El primer és el treball interdisciplinari, que fa dialogar el so amb les arts visuals, literàries i cinematogràfiques en igualtat de condicions i sense les jerarquies habituals que trobem en l’art convencional.

El segon és la investigació sonora a l’hora d’explorar les possibilitats instrumentals, més enllà del seu ús corrent; com també el treball matèric o escultòric que el so pot aportar. Això fa que la meua música estiga influenciada per la improvisació lliure i es fusione amb músiques d’altres cultures no occidentals, folklòriques o les que estudia l’etnomusicologia, ja que tenen una qualitat sonora diferent a l’habitual, gens acadèmica o que busque un so pur ideal. Aquestes influències fa que algunes de les meues obres també tinguen un caràcter ritual i que reflexionen sobre la transcendència del so.

Finalment, el tercer eix és el treball amb la història de la música, atès el context actual del paradigma de l’arxiu que ha generat Internet. Per això, algunes de les meues composicions dialoguen i reflexionen mitjançant l’ús de materials històrics i cites sobre el passat de la música o de la història de l’art.

També em sembla molt interessant que t’hages dedicat a la creació de peces musicals, quan hui hi ha molts músics que interpreten però que no creen…

Sí, hi ha molt més intèrprets. En general, estan millor valorats, tenen més treball i estan millor remunerats que els compositors.

Tanmateix, a mi sempre m’ha atret la creació i l’he trobada més complexa i enriquidora que la interpretació. Tinc el grau superior en interpretació al piano i he fet alguns concerts, per això crec que puc valorar bé les dues modalitats.

Amb tot el respecte, la interpretació se’m feia personalment massa redundant, repetitiva i poc original. Per això vaig deixar de tocar el piano i renunciar a una carrera d’intèrpret o concertista i vaig apostar per la creació. Molt més arriscada, menys valorada i més marginada, però, per a mi, més original, enriquidora i emancipadora.

A quines tradicions et sents vinculat?

En síntesi, a les tradicions centreeuropees, molt més que no pas a les mediterrànies. Per això, tant musicalment com literària i artística, les prenc  de la tradició austro-alemanya o francesa.

Òbviament, això no vol dir que siga eurocentrista o menyspree la nostra riquesa local o universal, ans al contrari. Sempre busque els millors i més interessants resultats que qualsevol cultura puga aportar. Per a mi, és molt important un pensament multicultural, que enllace allò global amb allò de local. Escolte molta música japonesa, àrab, hindú, etc. A més, he llegit sobre la seua filosofia i les seues arts. No obstant això, no és la meua cultura propera i no puc tindre un contacte directe i profund tal com voldria.

Per altra banda, la tradició nord-americana, amb un pensament imperialista i uniformador, propagador d’una cultura de l’entreteniment i el consum, que, malauradament, hui és omnipresent a tot arreu, no m’interessa en absolut. Tot i que té moltes més connexions amb el nostre context històric que no pas les cultures llunyanes.

Darrerament, treballes a la ciutat austríaca de Graz. Amb Viena, és l’única ciutat austríaca progressista que vota partits molt esquerrans, mentre que la resta del país, fortament agrària, és molt conservadora. Creus que aquest progressisme incideix en la cultura i les arts en general i en la música en particular?

Sens dubte. Una cultura progressista, renovadora, il·lustrada, laica, que busque l’avantguarda i els resultats més acords amb un món canviant i amb ànims de justícia social és l’única possible que pot conviure i enriquir-se amb una política autènticament esquerrana.

La “mentalitat agrària i rural”, netament conservadora i reaccionària, està molt lligada, encara que semble mentida, a un pensament medieval i religiós. No s’ha enriquit amb les noves idees del pensament il·lustrat, urbà i revolucionari. Aquesta mentalitat segueix tancada en una tradició  còmoda i obsoleta. A Àustria, el catolicisme i el pensament conservador estan fortament vinculats fora de les principals urbs del país, com son Viena i Graz. Actualment, a Viena governa el Partit Socialista (SPÖ) i a Graz el més esquerrà Partit Comunista (KPÖ). La dualitat entre allò urbà i allò de rural no és res nou. En la nostra Guerra Civil, coneguda com la “Guerra d’Espanya” fora, els qui van donar suport a Franco van ser, sobretot, les zones rurals o les ciutats xicotetes. En canvi, les zones més avançades i progressistes, les gran ciutats, com ara València, Barcelona o Madrid, van donar suport a la República.

Les teues composicions han estat encarregades o interpretades per músics de prestigi internacional en festivals de renom. Podries enumerar-nos-en algunes?

Pel que fa als festivals, en el Darmstädter Ferienkurse (Darmstadt, Alemània), Impuls (Graz), ManiFeste-IRCAM (París), reMusik.org (San Petersburg), Ensems (València), Mixtur (Barcelona), KLANG Avantgarde Music Festival (Copenhagen), etc.

Quant als músics que han interpretat alguna composició meua, destacaria les agrupacions o ensembles com Arditti, Nikel, Recherche, Multilatérale, Schallfed, Adapter, Parcours, MCME, Container, Aer Duo, IEMA, Szene Intrumental, BCN216, entre altres.

Com és possible sobreviure malgrat la brutal pressió de les multinacionals que potencien una  música “moderna” plena de vacuïtat?

Es tracta d’un tema força complex.  La música de nova creació o música contemporània de qualitat és molt minoritària i poc coneguda. Entre altres raons, perquè no es fomenta ni rep ajudes i, amb prou feines, és programada pels auditoris principals.

A més a més i per la seua banda, les multinacionals pressionen tot potenciant una cultura fàcil i buida de l’entreteniment que neutralitza les persones lliures i amb una mentalitat emancipadora i contestatària.  És així com converteixen un repertori clàssic en un producte banal de fàcil compravenda, en lloc de donar suport al de major profunditat, exigència intel·lectual i potència enriquidora. Justament, la música actual més compromesa està en contra de l’art com a “bagatel·la de consum” i, en conseqüència, s’oposa i enfronta a la “cultura” dominant.

Com poden sobreviure, en aquestes condicions, una música digna, tant culta com popular?

Crec que la resistència al poder hegemònic i la creació d’espais lliures i alternatius és, ara per ara, l’única manera que donar a conèixer la música i l’art més interessants. Sense oblidar que un suport públic i desinteressat, allunyat de la rendibilitat fàcil i del “fonamentalisme” del mercat, serien fonamentals per a  engrandir la música del nostre temps.

L’art és un valor en ell mateix, lliure i autònom, no pas un instrument per a enriquir les multinacionals i manipular la gent. Sols així l’art autèntic, allunyat de tota mercaderia, podrà sobreviure, ser conegut i arribar a molta més gent del que arriba actualment.

A Graz en particular i a Viena en general, s’ajuda els artistes?

Sí, moltíssim més que no pas ací. És la causa principal de “l’exili” de molts artistes. L’educació pública és de gran qualitat i pràcticament gratuïta. Les polítiques neoliberals que potencien la privatització, les retallades i l’austeritat, tot i que han arribat a tot Europa, a Àustria no són tan fortes, afortunadament, com ho son malauradament al sud d’Europa.

Quin tipus d’ajut hi ha?

De molts tipus i públics. Hi fomenten la iniciativa personal i alternativa. A més a més, els tràmits burocràtics no son tan complexos ni exigents com en altres llocs.

On s’ha publicat la teua música?

Algunes de les meues partitures, en BabelScores.  Alguns textos musicals o reflexius, en la revista digital Sul Ponticello  i en l’editorial EdictOràlia.  Pel que fa als CDs, tinc unes quantes composicions en 4 CDs de Liquen Records i, ara mateix, està produint-se un en IBS Classical i un altre en la discogràfica de la Kunst Universität Graz (KUG).  

Amb qui has col·laborat?

Com que seria massa llarg, només n’esmentaré uns quants… Musicalment, he col·laborat amb l’improvisador Josep Lluís Galiana en nombrosos actes, presentacions i concerts. També amb directors musicals que han dirigit la meua música com Leonhard Garms, Pablo Rus Broseta i Gregor Mayrhofer. Amb Alfonso de la Torre en propostes musicals per a les exposicions que ha comissariat, com ara “Reinas negras” de la Fundación Martín Chirino, “Arte y espiritualidad. Imaginar lo extraordinario” de la colecció BBVA  i “WITH HANDS, SIGNS GROW” de la la 59ª Biennale di Venezia.

Pel que fa al cinema, relacionat amb música, he col·laborat amb el director de cinema Peter Tscherkassky fent-li la banda sonora d’un curtmetratge. Per altra banda, posant música a un curtmetratge meu, he col·laborat amb els compositors Alberto Arroyo, Alberto Bernal, Sergio Blardony, Manuel Sánchez García, Carles Rojo, José Mª Sánchez-Verdú i l’ensemble Continuum XXI. Finalment, he col·laborat amb el poeta Manel Rodríguez-Castelló, que va recitar uns poemes de Miguel Hernández per a un curtmetratge que vaig fer, i amb el crític musical Paco Yáñez en unes quantes videocartes. 

Per què vas estudiar Belles Arts?

Supose que és perquè tinc uns quants referents familiars molt directes. Tant el meu pare com el meu avi patern van estudiar Belles Arts. De fet, el meu avi —Vicente Gómez García— ha estat un destacat pintor —encara que, malauradament, poc conegut— de l’avantguarda valenciana, junt als seus companys i amics —molt més coneguts que no pas ell—, com ara Juan Genovés, Joaquim Michavila i Eusebi Sempere.

Amb bons quadres a casa, sentint constantment converses sobre art i tenint des de menut facilitat per a la pintura i el dibuix, vaig poder compaginar-les amb els meus estudis musicals. A més a més, l’obra abstracta de Vicente Gómez García és força musical. A la fi, doncs, tant  les arts visuals com les sonores estan en estreta relació.

En què t’hi has especialitzat?

Vaig començar amb la pintura i el dibuix, però vaig anar derivant cap a la fotografia i el cinema. Ara bé, també he utilitzat la vessant plàstica en la creació de  partitures gràfiques.

Per què?

La pintura i el dibuix em venen donades pel llegat familiar, així que era fàcil que les reprenguera. Ara bé, com son disciplines prou clàssiques, he anat derivant cap a mitjans més actuals, com el cinema i la fotografia. No obstant això, sempre intente cuidar molt la imatge i reprendre la tradició pictòricac per crear un híbrid entre disciplines. Pel mateix motiu, els coneixements que vaig aprendre a Belles Arts sobre el color i els gest m’han servit per a crearer algunes partitures gràfiques que potencien aquestes qualitats.

Què podries dir-nos de la generació musical a la qual pertanys?

És un tema molt ampli, així que simplificaré moltíssim. Bàsicament, l’actualitat musical es divideix en partidaris de les últimes tecnologies amb el seu component fortament visual, la cultura digital i la de masses.  Per altra banda, n’hi ha qui potencia el so per ell mateix, però tampoc no neguen el potencial tecnològic actual. Així, no s’hi esclavitzen perquè en fan un ús controlat que no depèn d’una cultura de consum que la fomenta per tal de crear una música alternativa i allunyada del context mercantil. 

El passat 24 de maig es va estrenar a Graz la teua òpera. Podries parlar-nos-en?

El seu llarg i, tal vegada, complex títol és “Glücklich, die wissen, dass hinter allen Sprachen das Unsägliche steht” (Feliços els que saben que darrere de tots els llenguatges es troba allò que és indicible).  Es tracta d’una cita de la novena elegia de Rilke.

Per què t’interessa l’òpera?

Perquè sempre m’ha agradat molt. Hi he vist moltes representacions, sobretot en DVD, i he estudiat moltes partitures i llibrets. La unió de totes les arts que Wagner va veure en l’òpera és fonamental per a mi; com el meu interés a potenciar la interdisciplinarietat. Per això, junt al cinema, l’òpera és un camp artístic immens per a explorar la hibridació artística.

Què penses de l’escenografia?

És una part fonamental que condiciona l’escolta de la música i l’enteniment del llibret. Ara bé, crec que, malauradament, la majoria d’escenografies que es fan en els teatres operístics —incloent-hi els que tenen més mitjans— son prou dolentes, perquè estan centrades en un pensament prou banal i amb poca profunditat artística.  Les escenografies que solen interessar-me son aquelles que crea un bon artista visual o un cineasta. El  resultat sol ser molt reeixit.

Quines influències operístiques n’hi ha en la teua?

He de dir que el meu llibret no és narratiu i està format per textos d’alguns autors que van del segle XV al XX. Ara bé, les influències són prou concretes, ja que el plantejament avantguardista és molt escàs en l’òpera, no pas en la literatura.

El compositor Luigi Nono, un dels més destacats compositors de música contemporània i d’òpera, n’és una clara referència. En algunes de les seues òperes, utilitza aquest plantejament que potencia el collage i una dramatúrgia reflexiva i crítica, no pas una narració melodramàtica, com és l’habitual.

Beat Furrer, un compositor viu actualment, també és molt destacat en el camp operístic i, en algunes òperes, utilitza aquest plantejament.

No obstant això, també he pres i he estudiat en la meua òpera referents clàssics, com ara algunes òperes de Wagner (especialment el “Tristan und Isolde” i la tetralogia), Puccini (sobretot “Tosca”) i Alban Berg (que fa un ús pioner del cine en “Lulú” i les tècniques de “muntatge musical” en “Wozzeck”).

Què has potenciat  en la teua òpera?

La ruptura de la causalitat narrativa, el muntatge i l’obertura de tots els elements amb una lectura ambigua i no reductiva (com sol ser l’habitual).

El tema del cinema és fonamental. Concretament, l’he considerada òpera-cine, ja que ambdues disciplines es combinen en termes d’igualtat i es retroalimenten. La projecció d’imatges a l’escenari és un altre protagonista i no està supeditat al llibret ni és una il·lustració efectista, com sol ocórrer. El cinema amb la seua estructura quant al muntatge en potencia també el musical mitjançant la inclusió de nombroses cites del repertori operístic dins de la composició. A més a més, en comptes de crear un desenvolupament orgànic i narratiu del sons, solc utilitzar una estratègia contrària: els sons “topen” entre ells i generen situacions de canvis bruscos que trenquen la “comoditat habitual” del públic a fi que es posicione com a espectador de manera activa i reflexiva davant una de passiva i contemplativa.

Què tens en preparació? 

Ara mateix, estic treballant en una obra per a clarinet i electrònica anomenada “Hurlements en faveur de Sade, parce que le cri est mon esprit”.  La primera part del títol fa referència a una obra cinematogràfica de Guy Debord que és sonorament citada en l’electrònica. La segona part  correspon al material sonor principal de la composició, que és el crit. Per això son citades també referències sonores d’Artaud i Henri Chopin.

També estic  acabant un llargmetratge titulat “Temps i espai” amb el pintor Josep-Marí Gómez Lozano, a qui he filmat durant anys repintat un quadre de Vicente Gómez García per a l’exposició “La Casa de Ciutat i el Bon Govern”, en la Sala d’Exposicions de l’Ajuntament de València.

Com poden connectar els nostres lectors amb tu?  

En Internet hi ha unes quantes obres meues, sobretot musicals, com ara YouTube. Però, sobretot, en el meu compte en Soundcloud: https://soundcloud.com/joan-g-mez

Pepa Úbeda, estrictament confidencial

Entrevista al artista multidisciplinar JOAN GOMEZ ALEMANY (Valencia, 1990). A pesar de su juventud, estrenó el 24 de mayo de 2022 una innovadora ópera en Graz (Austria). Nuestro entrevistado cuenta con un prolífico historial creativo: está especializado en música y artes visuales. Es licenciado en BBAA por la Universidad Politécnica de Valencia, graduado en piano por el Conservatorio del Liceo de Barcelona y graduado en composición por la Kunst Universität Graz de Austria, donde realizó dos másteres, uno en composición y otro en ópera. En la actualidad está doctorándose sobre el tema la interdisciplinariedad artística por la UPV.

El compositor valencià de 32 anys Joan Gómez Alemany ens ha presentat el seu nou disc, "7 works for chamber music and ensemble", que ha publicat Liquen Records. Conté set composicions de cambra seves, interpretades per diferents grups i formacions de música de cambra: l'Arditti Quartet; l'Ensemble Multilaterale, dirigit per Léo Warynski; el Schallfeld Ensemble, dirigit per Leonhard Garms; el BCN 216, dirigit per Francesc Prat; el Shifter Ensemble, i l'Ensemble Contenidor. Gómez Alemany combina la creació musical amb les arts plàstiques i el cinema, en diàleg continu, i també amb l'escriptura d'assaigs i crítica, sobretot sobre música i art.

GALLARNIANAS. Josep Lluís Galiana & Jesús Gallardo

 

Josep Lluís Galiana & Jesús Gallardo. GALLARNIANAS. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-3181-2021 — LRCD019. PVP: 15€

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Que se haya creado un nuevo estilo musical con la fusión de los apellidos de Josep Lluís Galiana y Jesús Gallardo no es baladí, máxime si tenemos en cuenta que los nombres de ambos empiezan por J´, y sus apellidos por G´, curiosa sinergia que roza la serendipia y que para colmo se extiende a su compenetración musical. La Gallarniana´, esencialmente flamígera pero de un pacifismo minimalista en estructura, es cálida, pero de afilados ángulos que dañan en las distancias cortas. Ambos se convierten en una doble hélice mezclando su sonido en un ADN que hunde su memoria atávica a partes iguales en la rompedora escena de los Lofts afroamericanos o el más académico Jazz Británico. En mi mundo, los saxos percuten y las baterías soplan, porque cada instrumento es llevado a un límite que desafía a un oyente que atónito abre sus puertas de la percepción a un sonido que bien podría ser un dibujo de Escher puesto en partitura. Galiana a los saxos y Gallardo a la percusión son impronautas´ que arremeten con lo que tienen: un bilioso aunque cálido virtuosismo que usa tanto sordinas imposibles como coqueteos con lo tribal… a ratos sobrios y en otros desenfadados, ellos tocan las `Gallarnianas´ que, aunque tengan nombre de glándulas, son en realidad la sublimación de años de una comunión muy íntima con sus instrumentos. Se dice que en el Jazz el sonido cambia cuando el piano está ausente, pero cuando omites al contrabajo reduciendo la molécula a vientos y batería se abren los espacios y la música adquiere tintes espirituales de un cariz tan íntimo que a veces me siento un voyeur acústico en el universo de otros. Se me ofrece como dádiva sentarme en los silencios que habitan entre nota y nota portando mi sonrisa no síntomas de alegría sino de elevación.

CORONEL MORTIMER, La muerte tenía un blog

 

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Que s’haja creat un nou estil musical amb la fusió dels cognoms de Josep Lluís Galiana i Jesús Gallardo no és fútil, sobretot si tenim en compte que els noms de tots dos comencen per J´, i els seus cognoms per G´, curiosa sinergia que frega la serendipia i que a sobre s’estén a la seua compenetració musical. La Gallarniana´, essencialment flamígera però d´un pacifisme minimalista en estructura, és càlida, però d´afilats angles que fan malbé en les distàncies curtes. Tots dos es converteixen en una doble hèlix barrejant el seu so en un ADN que enfonsa la seua memòria atàvica a parts iguals a la trencadora escena dels Lofts afroamericans o el més acadèmic Jazz Britànic. Al meu món, els saxos percuten i les bateries bufen, perquè cada instrument és portat a un límit que desafia un oient que atònit obre les portes de la percepció a un so que bé podria ser un dibuix d’Escher posat en partitura. Galiana als saxos i Gallardo a la percussió són impronautes’ que carreguen amb el que tenen: un biliós encara que càlid virtuosisme que utilitza tant sordines impossibles com coquetejos amb el tribal… a estones sobris i en altres desenfadats, ells toquen les ‘Gallarnianas’ que, encara que tinguen nom de glàndules, són en realitat la sublimació d’anys d’una comunió molt íntima amb els seus instruments. Es diu que al Jazz el so canvia quan el piano és absent, però quan omets el contrabaix reduint la molècula a vents i bateria s’obren els espais i la música adquireix tints espirituals d’un caire tan íntim que de vegades em sent un voyeur acústic a l’univers dels altres. Se m’ofereix com a regal asseure’m en els silencis que habiten entre nota i nota portant el meu somriure no símptomes d’alegria sinó d’elevació.

CORONEL MORTIMER, La muerte tenía un blog

    1. Jugar amb foc [ 10:17 ]
    2. Tirar endavant [ 9:29 ]
    3. Sortilegi [ 5:58 ]
    4. No sé si sortirem d’aquest port [ 10:11 ]
    5. Post Ballade [ 6:28 ]
    6. No tan sols [ 2:17 ]
    7. Entre silencis i udols [ 3:06 ]
    8. Granotes a l’estany [ 5:51 ]

josep lluís galiana (saxofons soprano i tenor) jesús gallardo (bateria i percussions)

tota la música de josep lluís galiana i jesús gallardo
una producció de josep lluís galiana
enregistrat a mondo rítmic (castelló de la plana) el 20 de juliol de 2021
tècnic d’enregistrament: ismael bahmane
mescles i masterització: jorge marredo rosa
notes al disc: coronel mortimer (la muerte tenía un blog)
obra de portada: gaahss
© 2021 Liquen Records
depòsit legal: V-3181-2021 · LRCD019 · liquenrecords.com

GALLARNIANAS es troba a totes les plataformes digitals i es pot escoltar al bandcamp de LIQUEN RECORDS

DOSSIER DE PRENSA

Una a una: «Gallarnianas» (Josep Lluís Galiana y Jesús Gallardo)

Por Rafa Rodríguez Gimeno | Música, Verlanga, 24 de enero de 2022

Hay dos cosas a tener en cuenta con la improvisación musical. Una sobre su proceso creativo y otra sobre su escucha. La primera desmonta en parte la definición que la RAE recoge del verbo improvisar («Hacer algo de pronto, sin estudio ni preparación») porque aunque la libertad artística es total lo de que es sin estudio ni preparación es falso. La segunda es la recomendación de no escuchar este tipo de música siguiendo patrones melódicos del pop, el rock, el soul… Ambas consideraciones, y que lo mejor es abrir las orejas y disfrutar libre y directamente, nos las contó hace ya varios años Josep Lluís Galiana en un restaurante cerca de la playa.

Galiana acaba de publicar un disco junto a Jesús Gallardo, Gallarnianas (Liquen Records) en el que la improvisación es su motor sonoro. Para conocer más del mismo le hemos pedido que nos comente, una  auna, las canciones del mismo. Le cedemos la palabra:

El disco Gallarnianas surge de la fusión de los apellidos de los artistas Josep Lluís Galiana (saxofonista) y Jesús Gallardo (percusionista), y es el resultado de una sesión de improvisación celebrada en Mondo Rítmic (Castelló de la Plana) el 20 de julio de 2021. Según el crítico musical Antonio Martín, autor de las notas del disco, se ha «creado un nuevo estilo musical», una «curiosa sinergia que roza la serendipia y que para colmo se extiende a su compenetración musical.» También conocido como Coronel Mortimer (La muerte tenía un blog), Martín describe la Gallarniana como «esencialmente flamígera, pero de un pacifismo minimalista en estructura». La Gallarniana es «cálida, pero de afilados ángulos que dañan en las distancias cortas. Ambos se convierten en una doble hélice mezclando su sonido en un ADN que hunde su memoria atávica a partes iguales en la rompedora escena de los lofts afroamericanos o el más académico Jazz Británico».

Los títulos de las improvisaciones incluidas en el disco los pusimos más tarde entre Jesús y yo. Es una práctica habitual en la libre improvisación musical cuando se editan discos tanto de sesiones de grabación en estudio como de conciertos. Así que las líneas que siguen a continuación son notas que nos inspiraron durante la producción del disco y la selección de las piezas musicales que conforman el CD.

1. Jugar amb foc

La improvisación que abrió la sesión de grabación y que decidimos que abriera también Gallarnianas, es una pieza larga, densa, dis(re)cursiva y alcanza un momento importante, de auténtica high energy playing, y que está muy en sintonía con el espíritu de nuestra primera aventura discográfica, una verdadera declaración de principios. Yo quise dedicarla al saxofonista inglés Evan Parker, aunque finalmente no apareció en los créditos, porque el diseño y el concepto del disco fue ganando en minimalismo o esencialidad y preferimos optar por proporcionar la mínima información a los posibles oyentes, animando así a una escucha limpia, neutra y sin demasiadas explicaciones o descripciones previas, que pudieran crear expectativas o distracciones extra musicales. El título hace una clara referencia al fuego, elemento fundamental de la Naturaleza que activa la vida y el arte.

2. Tirar endavant

Es otra de las improvisaciones largas del disco, que camina con absoluta naturalidad. Se caracteriza por su agresividad sonora. Los multifónicos, la sordina y los sonidos desquiciados del soprano, y el diálogo e interacción que se establece entre ambos improvisadores es de una intensidad rítmica, insolencia tímbrica y de una texturización que impele a seguir hacia adelante.

3. Sortilegi

Pura magia. Jesús Gallardo genera un ambiente sonoro misterioso con sonidos de agua (otro elemento) y yo, desde el soprano sin boquilla, trabajo sonidos de aire (otro de los cuatro elementos de la naturaleza). La improvisación deriva hacia otros derroteros, pero sin abandonar un cierto halo esotérico y espiritual.

4. No sé si sortirem d’aquest port

Este título describe de alguna manera y no sin una cierta dosis de humor, el sonido del saxofón tenor, cuando irrumpe con unos tubos de cartón clavados en su campana y que recuerdan al sonido de una bocina/sirena de un buque. Es una de las piezas largas del disco y que deriva hacia un groove bastante cercano a un free jazz “clásico”.

5. Post_ballade

De nuevo, el saxofón tenor, ahora con otra sordina que saca los armónicos más altos y agudos, y la batería con escobillas y platos, nos transportan a un cierto estilo baladístico. Posiblemente, se trate, más bien, de una anti-balada. Un tiempo lento, mórbido, en subtone… como homenajeando a los baladistas del jazz clásico.

6. No tan sols

7. Entre silencis i udols

Estas dos improvisaciones son dos solos. La primera, de Jesús Gallardo, y la segunda, la mía, son sendas oportunidades de mostrarnos en solitario. Una manera de exponer nuestras respectivas poéticas. Me parecen dos improvisaciones muy hermosas, en las que, seguramente, no estamos tan solos, pero son honestas, sinceras, muy personales y que surgen desde nuestro propio sonido interior, más íntimo y emocionalmente más intenso.

8. Granotes a l’estany

Esta improvisación es puro aire, pura naturaleza. Jesús Gallardo comienza con sonidos de ranas, a los que me uno con ruido de zapatillas del saxo tenor…, y todo va cogiendo forma en la creación de un paisaje sonoro muy particular y cercano a una estética musical contemporánea, ruidista, polirrítmica, atonal, intensa.

Descenso sin paracaídas

Miguel Ángel Pérez Martín, docenotas.com- 07/02/2022

Aún conservo el disco, aunque hace ya algún tiempo que no lo escucho. Hablo de uno de los más fuertes golpes mentales al escuchar música: Interstellar Space, 1967, John Coltrane y Rashied Ali

Cuidado que me había preparado bien con el resto de material sonoro emergido del free jazz, desde Coleman a Braxton y Cecil Taylor, pero no fue suficiente.

El mencionado disco de Coltrane y Ali era como saltar del avión sin paracaídas, confiando en llegar al suelo ya sin conocimiento. El free jazz ejerce en parte de “ese” paracaídas, es una fórmula a la que acogerse, pero la improvisación libre, especialmente saxo y batería, te priva de esa “defensa”, aunque siempre sales vivo de la experiencia.

En esa órbita circula este bimotor sonoro creado por el polifacético J. L. Galiana y su compañero de tambores Jesús Gallardo.

Desgranan su sabiduría instrumental en ocho temas que podrían ser más, o uno solo, hacerse del tirón. Cada uno tiene su sonoridad y desarrollo, sus dinámicas internas. Siempre he escuchado el disco entero.

Esta grabado en los estudios Mondo Ritmic de Castelló de la Plana, que se ha convertido en el Cabo Cañaveral de estos vuelos interestelares de improvisación en la región valenciana.

La improvisación libre tiene también sus códigos y protocolos, no siendo menores los gestuales y visuales, que se adivinan en la escucha. Una manifestación sonora que siempre es seria, pero que puede ser muy divertida de contemplar. En directo estos sonidos puede sorprender pero nunca te dejan indiferente.

Se disfrutan, que además es lo que ocurre con el disco.

Muy recomendable, en su tienda habitual o en liquenrecords.com

josep lluís galiana · soprano saxophone solos

josep lluís galiana soprano saxophone solos. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-171-2021 — LRCD017. PVP: 15€

Gastos de envío incluidos para España / Shipping costs included for Spain; para el resto del mundo, consulte coste de envío / for the rest of the world, chek shipping cost; otros métodos de pago / other payment methods. Contacto / Contact: liquenrecords@liquenrecords.com

La idea de fragmentació està present en els meus processos creatius, en la meua forma de percebre i pensar la quotidianitat des de fa molts anys. I només entenc la improvisació des de l’absència de intenció en tot allò que intente fer amb els sons, deixant que la intuïció agafe les regnes d’aquest deambular sense rumb. Fou Walter Benjamin qui va substituir la intenció —que mor per la veritat— pel fragment —aprofitat per la realitat. En qualssevol dels casos, parlem de la intuïció, sempre la intuïció, l’autèntic motor de l’acció artística.

Aquest nou treball discogràfic recull una selecció d’improvisacions al saxofon soprano. Com va succeir amb l’anterior disc Tenor Saxophone Solos (LRCD011) editat el 2018, Soprano Saxophone Solos és una mena de descàrrega sonora, un treure comptes amb mi mateix i amb el soprano. Company inseparable des de fa quasi tres dècades, el soprano és un instrument d’inabastables possibilitats tímbriques amb una impressionant gamma de colors i textures. Els seus ressorts sonors són inesgotables i en aquestes dèsset improvisacions cerque sense límits nous indrets tímbrics, aprofundisc en sonoritats i descobrisc paisatges sonors inèdits.

És un divertiment apassionant aventurar-se, arriscar-se i gaudir de la foscor i de la frescor que brinda el tub del soprano i poder extreure d’ell nous minerals sonors. M’agrada seguir de prop i explorar com evolucionen els objectes sonors, sempre de manera imprevisible, atzarosa, cap a les textures, formes i estructures més diverses. Amb el desig de que aquests fragments enregistrats en diverses sessions en la soledat dels Liquen Studios siguen del vostre gust.

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The idea of fragmentation is present in my creative processes, in my way of perceiving and thinking about everyday life for many years. And I only understand improvisation from the absence of intentions in everything I try to do with sounds, letting intuition take the reins of this wandering aimlessly. It was Walter Benjamin who replaced the intention — which dies for the truth — for the fragment — taken advantage of by reality. In either case, we are talking about intuition, always intuition, the real engine of artistic action.

This new album includes a selection of improvisations on the soprano saxophone. As with the previous Tenor Saxophone Solos album (LRCD011) released in 2018, Soprano Saxophone Solos is a way of sound download, a reckoning with me and the soprano. An inseparable companion for almost three decades, the soprano is an instrument with unattainable timbre possibilities with an impressive range of colors and textures. Its sound sources are inexhaustible and in these seventeen improvisations I search without limits for new timbre places, I delve deeper into sounds and discover unpublished soundscapes.

It’s exciting fun to venture out, take risks and enjoy the darkness and coolness that the soprano’s tube provided and be able to extract new minerals sounds from it. I like to follow closely and explore how sound objects evolve, always in an unpredictable and randomly way, towards the most diverse textures, shapes and structures. With the desire that these fragments recorded in several sessions in the solitude of Liquen Studios be to your liking.

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La idea de fragmentación está presente en mis procesos creativos, en mi forma de percibir y pensar lo cotidiano desde hace muchos años. Y sólo entiendo la improvisación desde la ausencia de intención en todo lo que intente hacer con los sonidos, dejando que la intuición coja las riendas de este deambular sin rumbo. Fue Walter Benjamin quien sustituyó la intención —que muere por la verdad— por el fragmento —aprovechado por la realidad—. En cualesquiera de los casos, estamos hablando de la intuición, siempre la intuición, el auténtico motor de la acción artística.

Este nuevo trabajo discográfico recoge una selección de improvisaciones al saxofón soprano. Como sucedió con el anterior disco Tenor Saxophone Solos (LRCD011) editado en 2018, Soprano Saxophone Solos es una especie de descarga sonora, un sacar cuentas conmigo mismo y con el instrumento. Compañero inseparable desde hace tres décadas, el soprano es un instrumento de inalcanzables posibilidades tímbricas y con una impresionante gama de colores y texturas. Sus resortes sonoros son inagotables y en estas diecisiete improvisaciones busco sin límites nuevos espacios tímbricos, profundizar en sonoridades y descubrir paisajes sonoros inéditos.

Es un divertimento apasionante aventurarse, arriesgarse y disfrutar de la oscuridad y de la frescura que brinda el tubo del soprano y poder extraer de él nuevos minerales sonoros. Me gusta seguir de cerca y explorar cómo evolucionan los objetos sonoros que salen a mi encuentro, siempre de una manera imprevisible, azarosa, hacia las texturas, formas y estructuras más diversas. Con el deseo de que estos fragmentos grabados en varias sesiones en la soledad de Liquen Studios sean de su gusto.

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all music by josep lluís galiana
the recording was made on june 24, setember 21 and october 13, 2019, and february 29, march 2, july 26 and august 5, 2020 at liquen studios, pedralba, valència, spain
recorded by josep lluís galiana (soprano sax selmer serie III)
postproduction and mastered by jorge marredo rosa
produced by josep lluís galiana
cover photo by ramón santamaría ruiz
notes and poem written by josep lluís galiana
graphic design by j. chagall
© 2021 josep lluís galiana
© 2021 liquen records
D.L.: V-171-2021 • LRCD017

DOSIER DE PRENSA

Entrevista

«La improvisació és la meua vida»

Josep Lluís Galiana_Músic

Josep Lluís Galiana és un referent del jazz valencià

 

Josep Lluís Galiana és un referent del jazz valencià | Ramon Santamaria

Pepa Úbeda, TORNAVEU, dilluns, 2 d’agost de 2021

Josep Lluís Galiana, músic i poeta, ve desenvolupant des de fa més de tres dècades una intensa activitat en l’escena europea de la lliure improvisació, la creació electroacústica, l’avant-garde jazz i la investigació musicològica. Els seus treballs musicals i literaris han estat presentats en importants festivals dels cinc continents. També és compositor, escriptor, editor i gestor cultural i ha format part de diversos ensembles instrumentals contemporanis, col·lectius de jazz i agrupacions de música popular valenciana.

Podries resumir-nos les teues produccions musicals dels darrers tres anys?

He publicat set discos sota el segell Liquen Records. Dos d’ells en solitari: Tenor Saxophone Solos (2018) —5è. millor Disc de Jazz del 2019 per la crítica catalana (Premis Enderrock)— i Soprano Saxophone Solos (2021), dos compromisos pendents des de fa temps.

No és fàcil enfrontar-se a aquests projectes a solo, perquè suposen un gran repte i un fort compromís amb u mateix i la seua poètica sonora. El 2019, vaig editar un recopilatori de la meua obra electroacústica —Electroacoustic Pieces (1999-2019) que recull 19 obres compostes i estrenades tot al llarg de les darreres dues dècades. També el 2019 vaig publicar un treball meravellós amb el jove compositor valencià Joan Gómez Alemany, Interaccions sonores, un treball col·laboratiu entre un compositor i un improvisador. El 2018, el grup Bregues de Moixos, integrat pel poeta sonor i performer Bartolomé Ferrando i l’artista i percussionista Avelino Saavedra, publicàrem el nostre primer disc com a formació estable. Un treball sorprenent on es conjuminen tres formes d’entendre l’art sonor i l’experimentació en música. Entre 2019 i 2020, he col·laborat en dues propostes multidisciplinars del pedagog i artista sonor valencià Adolf Murillo com ara La Paella Sònica (en DVD) i Traçsonology, que estat reconegut com un dels millors deu discos de música clàssica d’enguany per la crítica catalana (Grup Enderrock Edicions).

De què t’has sentit més satisfet?

De tot. Realment cada producció, cada procés és únic i particularment especial. És ben cert, que els treballs en solitari m’han donat molta satisfacció. Mostrar-me a mi mateix en aquest moment, de clara maduresa estètica i pel que fa al meu compromís amb la lliure improvisació i l’experimentació musical amb els meus instruments, els meus saxos, que m’acompanyen des de fa quatre dècades, ha estat tot un delit, amb moments molt emocionants, de recerca, d’introspecció i interiorització. Són treballs molt íntims.

Què ha significat aquesta pandèmia per als músics?

Una desconnexió radical amb els escenaris, amb el públic, amb la nostra manera de ser i de relacionar-nos amb el món.

I per a tu?

Els he pogut portar amb un cert optimisme i felicitat, perquè he aprofitat tot eixe temps de quedar-me a casa per poder compartir més coses amb la família i també per treballar més concentradament en altres projectes literaris.

El 2020, vaig publicar dos llibres sobre els meus escrits musicals i ara mateix he publicat un poemari —HAIKUS D’ESTIU— escrit durant el primer confinament durant la primavera del darrer any. També he pogut enllestir altres projectes editorials d’altres companys des d’EdictOràlia.

Com ha afectat a les vostres vendes?

S’han venut més llibres, perquè la gent ha dedicat més temps a la lectura. Els discos ja no tenen venda. És un àmbit absolutament digitalitzat, com passa amb el món audiovisual.

I què hi ha quant a la creativitat?

Tinc la percepció que la gent ha dedicat més temps a fer altres coses relacionades amb la creativitat. Conec a amics i companys que han recuperat la música, l’escriptura o les arts visuals. En general, pense que hem gestionat bé el temps de confinament i restriccions i ens hem programat l’activitat. L’esport i l’activitat física també ha estat important davant el tancament a casa durant llargues setmanes.

Has produït alguna cosa en aquest sentit?

He publicat tres llibres i uns quants més d’altres autors, i uns quants discos meus, amb altres i d’altres artistes sota el meu segell, Liquen Records.

Penses que hem entrat en un món diferent?

No. Som els mateixos i el món continua girant sobre el seu eix. Potser algunes pràctiques i conductes hagen variat pel confinament i els mesos de restriccions, però amb la tornada a l’esmentada nova “normalitat”, que no és sinó una tornada a la quotidianitat, estic convençut que tornarem a socialitzar com sempre i amb més ganes, a viatjar, a anar al teatre, al cinema, als concerts… a anar de botigues…

Parlem ara de la teua darrera producció: Soprano Saxophone Solos. Què és?

Una mena de descàrrega sonora, un treure comptes amb mi mateix i amb el soprano. Company inseparable des de fa quasi tres dècades, el saxo soprano és un instrument d’inabastables possibilitats tímbriques amb una impressionant gamma de colors i textures. Els seus ressorts sonors són inesgotables i en aquestes dèsset improvisacions cerque sense límits nous indrets tímbrics, aprofundisc en sonoritats i descobrisc paisatges sonors inèdits.

Per què et plantejares una sèrie de peces amb aquest instrument i en el mode “soprano”?

Fa tres anys vaig publicar un disc de solos de tenor i ara tocava un de soprano. Són els instruments que durant més anys m’acompanyen i amb els que treballe el so en tots els seus paràmetres.

Com et plantejares el projecte?

El projecte manifesta la idea de fragmentació, tan present en els meus processos creatius, en la meua forma de percebre i pensar la quotidianitat des de fa molts anys. I només entenc la improvisació des de l’absència d’ intenció en tot allò que intente fer amb els sons, deixant que la intuïció agafe les regnes d’aquest deambular sense rumb.

Des de la seua gènesi, hi ha hagut canvis?

No. La veritat és que tenia les coses prou clares des del principi i únicament he trigat un poc més en materialitzar el projecte per la selecció de peces. Partia de material suficient per editar un parell de discos i he hagut de fer selecció i això sempre és difícil i dolorós.

Ha quedat el que hi veies al començament?

Absolutament. M’agrada visualitzar les coses abans que ocorren i en aquest cas, ho havia vist clarament el que volia des dels inicis del projecte.

En quins aspectes t’has centrat en aquest darrer cd?

En la idea de fragmentació, però també en una clara radicalitat en els plantejaments sonors. Hi has alguns solos que sonen amb molta energia, certament agressius i descarnats, però és així com sona el meu soprano actualment.

Per què?

Sóc així i sone així en aquests moments, però, tal vegada, la situació de pandèmia, de tristesa i dolor, una certa ansietat perquè tot açò acabe prompte, ha influït en el meu so, en les meues idees musicals, en la meua radicalitat sonora.

Per què és per a tu tan important la improvisació?

Perquè és la meua vida. No sabria viure sense improvisar.

Com t’organitzes quan toques amb d’altres improvisadors?

Escolte el que passa, els escolte i em deixe dur pel so.

Quants temes hi inclous?

17 peces.

Jazz europeu, jazz nord-americà, algun altre jazz …?

No sabria classificar on em trobe. Millor ho deixe als que escolten aquest treball. Pense que faig música d’ací i ara. És a dir, totes les músiques i tots els sorolls que habiten el meu cap en aquest moment de la meua vida i trajectòria artística.

A què creus que és degut que no coneguem cap treball publicat a Espanya  de saxo soprano i molt pocs arreu del món?

No és el saxofon que més se toca i no és un instrument fàcil. Requereix molta atenció, perseverança i constància.

Què hi ha d’intuïció?

La intuïció és el motor de la vida i, per tant, de l’art.

Deia Walter Benjamin que la intuïció es aprofitada per la realitat, mentre que la intenció mor per la veritat. És un pensament impressionant, no en penses? Podríem entrar en el debat entre la veritat i la realitat, o anar més enllà, i com deia Luis Cernuda, entre la realitat i el desig. La intuïció ens manté pegats al terreny, a la realitat, a la percepció i sensorialitat. En definitiva, ens manté vius.

Per què has volgut treballar un àmbit poc conegut?

No és una elecció meua. És el so i la seua complexitat el que m’elegeix.

Quines sensacions té per a tu el tub del soprano?

Compare el saxo soprano a una mina de la qual poder extreure nous minerals, nous tresors sonors. M’agrada observar eixos nous minerals, eixos nous objectes que ixen del tub, com evolucionen de manera imprevisible, atzarosa i com ell es va organitzant en textures, troba nous colors i dibuixa noves línies, motius i figures musicals inèdites.

El saxofón como ágora sonora

Paco Yáñez, mundoclasico.com, lunes, 28 de junio de 2021

Continuamos nuestro recorrido por la proteica muestra que el compositor y saxofonista Josep Lluís Galiana (Valencia, 1961) nos ofrece, en Liquen Records, de sus trabajos para saxofón solo: una aventura de descubrimiento de la cual había sido un revelador ejemplo su disco Tenor Saxophone Solos (Liquen Records LRCD011), compacto reseñado en estas mismas páginas hace prácticamente un año, el 15 de junio de 2020, que nos sirvió para conocer entonces de primera mano no sólo las muchas técnicas y estilos que convergían en las piezas de Galiana, sino su concepto de la improvisación libre y de las posibilidades expresivas que ésta comportaba.

Se trataba, en todo caso, de una improvisación con unas bases extremadamente sólidas, plenamente injertada en las corrientes más sustantivas de lo que consideramos música de creación desde la segunda posguerra: ámbito que Josep Lluís Galiana conoce no sólo como músico, sino por su labor de reflexión como musicógrafo, de la cual les hemos dado cuenta a lo largo de estos últimos años a través de sus imponentes volúmenes de escritos musicales, en los que el saxofón tiene una presencia muy especial, bien sea recogiendo los conciertos programados o interpretados por el propio Galiana, bien como reflexiones de orden más teórico. 

Llegados a este, una vez más, pandémico 2021, Josep Lluís Galiana nos presenta en Liquen Records lo que podemos considerar continuación de aquel compacto dedicado al saxofón tenor, con este nuevo Soprano Saxophone Solos, un lanzamiento que el propio Galiana nos presenta en estos términos: 

  • La idea de fragmentación está presente en mis procesos creativos, en mi forma de percibir y pensar lo cotidiano desde hace muchos años. Y sólo entiendo la improvisación desde la ausencia de intención en todo lo que intente hacer con los sonidos, dejando que la intuición coja las riendas de este deambular sin rumbo. Fue Walter Benjamin quien sustituyó la intención -que muere por la verdad- por el fragmento -aprovechado por la realidad-. En cualesquiera de los casos, estamos hablando de la intuición, siempre la intuición, el auténtico motor de la acción artística.
  • Este nuevo trabajo discográfico recoge una selección de improvisaciones al saxofón soprano. Como sucedió con el anterior disco Tenor Saxophone Solos, editado en 2018, Soprano Saxophone Solos es una especie de descarga sonora, un sacar cuentas conmigo mismo y con el instrumento. Compañero inseparable desde hace tres décadas, el soprano es un instrumento de inalcanzables posibilidades tímbricas y con una impresionante gama de colores y texturas. Sus resortes sonoros son inagotables y en estas diecisiete improvisaciones busco sin límites nuevos espacios tímbricos, profundizar en sonoridades y descubrir paisajes sonoros inéditos. 
  • Es un divertimento apasionante aventurarse, arriesgarse y disfrutar de la oscuridad y de la frescura que brinda el tubo del soprano y poder extraer de él nuevos minerales sonoros. Me gusta seguir de cerca y explorar cómo evolucionan los objetos sonoros que salen a mi encuentro, siempre de una manera imprevisible, azarosa, hacia las texturas, formas y estructuras más diversas. Con el deseo de que estos fragmentos grabados en varias sesiones en la soledad de Liquen Studios sean de su gusto.

Esa idea de fragmentación es visible nada más tomar el compacto en nuestras manos y comprobar que son hasta diecisiete las piezas que en él Galiana ha incluido, aunque se trate de una serie, la de sus solos para soprano, mayor, pues el número más alto es aquí el vigesimocuarto de la serie. Tampoco ha optado el saxofonista valenciano por emplazarlos en el compacto siguiendo un orden de número creciente, sino por combinarlos de manera más musical y contrastante, lo que crea una auténtica composición en sí misma, con tensiones y distensiones continuas, así como con técnicas y estilos que reaparecen en distintos momentos jugando con nuestra memoria y con los elementos de heterogeneidad y cohesión dentro del propio ciclo. 

En conjunto, es ésta una serie muy prolija en técnicas, de una capacidad prodigiosa para estudiar los rincones más recónditos del instrumento, así como de un virtuosismo arrollador, ya sea en los aspectos más modernos y ruidistas, ya a la hora de concitar ecos de otras culturas y tiempos, entreverados con ese lenguaje actual de la más alta exigencia técnica. Es una complejidad que se evidencia nada más comenzar la escucha del disco, que se abre con Solo II, una pieza espasmódica, hipercompleja rítmicamente y de unas exigencias en cuanto a articulación poco habituales en el saxofón, a lo que se une una dificultad a la hora de desarrollar la respiración que lleva al intérprete a sus propios límites fisiológicos. Pieza, por tanto, extrema a todos los niveles (también, de endiablada embocadura), nos pone sobre aviso de que nos adentramos en un territorio (como diría Eugenio Trías) de límites, tanto en lo que a la exploración del instrumento se refiere, como a la tensión física a la que es sometido el propio músico. 

Siguiendo el orden del compacto, en segundo lugar escuchamos Solo VII, una pieza que nos conduce a otra sonoridad completamente distinta y que reaparecerá en muchos de estos solos: la de inspiración electroacústica, cual si en el saxofón se introdujese un transductor o algún artefacto que alterase electrónicamente su sonido, tal es la plétora de técnicas extendidas que desnaturalizan lo habitual en este instrumento, creando paisajes acústicos de una subyugante belleza. Mientras, Solo V nos conduce a un universo saturado, muy denso y abigarrado que, al tiempo, porta ecos de Giacinto Scelsi, con su exploración tan obsesiva del sonido y sus cualidades, a partir de materiales mínimos que se condensan o dilatan por medio de diferentes embocaduras, ataques y registros. Por su parte, Solo XII nos devuelve a lo más textural y a las evocaciones de la electrónica, con un sesudo trabajo de proyección de aire en distintos ángulos de ataque y velocidades. Ese incidir en diferentes formas de proyección crea auténticos haces de luz metálica, lo que refuerza esa imagen del saxofón como un proceso plástico que ya habíamos dejado entrever en el título de nuestra reseña del disco para saxofón tenor de Josep Lluís Galiana: Saxpainting.

Si en muchos casos, como antes apuntábamos, se producen fuertes contrastes entre los distintos solos, también hay transiciones más suaves o estilísticamente complementarias: tal es el caso del Solo X, que parece prolongar los espacios acústicos del anterior, si bien incorporando el atávico canto del Solo V, de forma, aún, más libre. La sonoridad se embebe, aquí, de un sonido mediterráneo nada extraño a Galiana, con dejes exóticos y hasta árabes: ágora intercultural que caracteriza a tantas de sus creaciones. En el paso al Solo VI sí tenemos un nuevo contraste bien acusado, con su sobreagudo saturado, expuesto por Josep Lluís Galiana cual grito crispado, conduciéndonos a unas frecuencias tan agudas en su saxofón soprano (modelo, por cierto, Selmer Serie III) que lindan lo inaudible. Se trata de un nuevo ejercicio abrumador de dominio del instrumento, tanto en la proyección de aire como en el control de los rangos dinámicos, llevando las tesituras del saxo soprano al límite: regiones sólo accesibles para un músico con un enorme dominio del instrumento, pues es tal la tensión y la delicadeza a las que somete al saxofón, que ir un pequeño paso más allá desbarataría y ensuciaría un sonido; un sonido, por el contrario, que aquí es de una pulcritud y de una luminosidad cegadoras, en el límite, como antes señalaba, de lo audible. 

Solo IV nos devuelve a un mundo tan querido por Josep Lluís Galiana como el del jazz, cuyos ecos son audibles en este cuarto solo, al modo de evocaciones agazapadas y crepusculares, que escuchamos tras una veladura de tiempo y que evolucionan de forma condensada hacia -de nuevo- cierto exotismo mediterráneo («exotismo», por supuesto, para quienes lo escuchamos desde otras latitudes). Una vez más, el paso al Solo I no supone un cambio estilístico brusco, sino un ejercicio de escucha mutua entre ambas piezas, pues esta primera entrega de la serie parece remedar el mundo árabe o sus infiltraciones en la música de la península ibérica, a través de las chirimías. Es éste un mundo antiguo que aquí grita, que se resiste a desaparecer: canto que tantas cosas habrían de entonar y compartir hoy en día, en un mundo progresivamente virtual, en el que la materia tan sensual de piezas como ésta es más que necesaria. Como Galiana nos ha mostrado en tantos de sus estudios, tras esa desaparición de muchos de los viejos materiales, sonidos y valores no hay más que nuevas formas de dominación y apropiación de modelos económicos y culturales hegemónicos. La audición de piezas como este Solo I se convierte, así, en todo un ejercicio de resistencia política y musical, en un canto a la diversidad del mundo y a sus culturas (hoy) periféricas (cuando otrora se bañaban en el mar sobre el que gravitaba lo más granado de la humanidad). 

Con Solo XXI nos adentramos, de nuevo, en un mundo scelsiano, marcado por una convulsión continua; algo que se adentra en el Solo XI y su estudio de una nota, por medio de sus fluctuaciones en cuanto a modos de ataque y armónicos. Estamos, otra vez más, ante un análisis de la interioridad del sonido y su capacidad para resplandecer, ante el Galiana más plástico. Es, por ello, que el contraste con el Solo XXII es total, pues este último está marcado por el ruidismo y las técnicas más rabiosamente extendidas, con mucho uso de aire sin tono y flatterzunge. De las cuencas del Mediterráneo pasamos, por tanto, a los centros de la avantgarde germánica, demostrando Josep Lluís Galiana un dominio realmente abrumador de diferentes técnicas, lenguajes y estilos; así como de su síntesis en este recorrido a través de los solos para saxofón soprano. 

Mientras, el Solo VII tiene algo del anterior, pues nos conduce al mundo de la saturación; si bien, ahora de forma más desgarrada, como si el sonido pugnara por salir de una cárcel, de un motivo que, cual fuerza de gravedad, lo atrapara e impeliera a volver sobre sí mismo, sin posibilidad de libertad ni desarrollo: como antes apuntaba, las claves políticas de una música en apariencia «pura» (como otrora se decía) son aquí tan poliédricas como polisémicas, y muy pertinentes para un tiempo de tanta supuesta libertad (siempre que no se nos exija el salto aterrador y abismático de abandonar el contacto ininterrumpido por medio de cualquiera de esas nuevas cárceles llamadas pantallas). El Solo XIV prosigue en esa línea de tensa saturación, desgarro y pulsión, mostrando otros sesgos, lecturas y perfiles del Solo VII, así como la gran capacidad de Galiana para jugar con motivos tan cercanos obteniendo una inagotable cantidad de nuevos e insospechados matices.

Tras haber transitado los saturados paisajes de las anteriores piezas, el Solo VI nos abisma a un trazo más largo y tendido, a la contemplación del sonido en la distancia, por medio del resplandor del multifónico y los armónicos, así como de las sombras que cromáticamente se van desgajando de las líneas principales. Es, por ello, que no se pueden obviar aquí las lecciones del Pierre Boulez de Dialogue de l’ombre double (1985), pieza originalmente escrita para clarinete que conoce versiones para saxofón y electrónica como las de Vincent David (æon AECD 0860). El sonido sinusoidal y ondulante de este Solo VI, sus improntas nuevamente electroacústicas, se ven abocadas, curiosamente, a un final que comporta un guiño melódico a través del cual Galiana rehúye cualquier cerrazón y encasillamiento estilístico, así como su enorme capacidad para sintetizar influencias y darle una altura artística personalizada. Es, por ello, que el paso al Solo XXIII vuelve a ser lógico y fluido, pues reincide en la exploración de esos sonidos en la distancia, si bien de forma más heterogénea, al adentrarse Galiana de nuevo en el trazo largo, pero con mayor motilidad y dispersión, volviendo a convocar ecos del jazz, así como su primordial desgarro: el canto de denuncia de otras latitudes también golpeadas por la historia, con su inherente virtuosismo e impronta de lo vocal en el instrumento, tan cargado de sensualidad.

Ya alcanzando el final de nuestro deambular por esta verdadera ágora del saxofón soprano que Josep Lluís Galiana nos ha regalado con su nuevo disco, escuchamos en el Solo XVIII un sonido metálico aún más extremo, de naturaleza cuasi electrónica, que muestra las tensiones más primordiales del sonido para brotar y evidenciarse, así como para tomar cuerpo y dibujar unos perfiles propios, una personalidad distinguible. Se trata de una pieza de unas calidades acústicas impactantes por su tensión y colores: un sonido que vuela sobre sí mismo descubriendo perfiles y texturas de forma continuamente renovada. De no saber que estamos escuchando un saxofón, por momentos sería complejo discernir de qué fuente instrumental se tratara.  

Aunque, como al principio de esta reseña señalamos, Josep Lluís Galiana rehúye un orden creciente para disponer sus solos en este compacto, sí ha querido terminar el mismo por su pieza de numeración más alta, el Solo XXIV, una improvisación de apenas dos minutos desarrollada cual festín arcaico, irracional, bailable y obsesivo. Una vez más, estamos en esa plaza ecoica sobre la que convergen las reverberaciones de diferentes tiempos y espacios: los del jazz transatlántico y los de las culturas mediterráneas, unidas sus voces en una danza irrefrenable, aunque su final sea ligeramente tímido, cual regresando el sonido a una interioridad desde la que se preparase para, sin duda, futuros solos y nuevas metamorfosis en los registros de una familia de saxofones (¿qué nos ofrecerá Josep Lluís Galiana con un instrumento tan atractivo como el barítono?) de cuyas bondades sin duda seremos partícipes en un futuro quizás no muy lejano.  

Las grabaciones de estos diecisiete solos fueron efectuadas a lo largo de los últimos dos años, a cargo del propio Josep Lluís Galiana, por lo que las tomas de sonido y su posterior edición reflejan minuciosamente su idea para cada una de estas piezas, siendo su presencia en nuestros equipos de música realmente consistente. Por lo que a la edición del compacto se refiere, ésta vuelve a ser en formato digipak, con unas breves notas en inglés, y la posibilidad de acceder a más detallados datos y textos a través de un código QR: opción que ya habíamos visto en más lanzamientos de Liquen Records y que ayuda a economizar las ediciones discográficas de los sellos más pequeños en estos tiempos tan complejos para la industria cultural, en general, y para la discográfica de música contemporánea, en particular.  Sea como fuere, no tengo ninguna duda de que el valiente sello valenciano seguirá poniendo todo de su parte para continuar mostrándonos aventuras y ágoras musicales en nuevos registros de la familia del saxofón. 

Este disco ha sido enviado para su recensión por Liquen Records 

JOSEP LLUÍS GALIANA – «SOPRANO SAXOPHONE SOLOS» (LIQUEN RECORDS LRCD017, 2021)

Antonio Martín, La muerte tenía un blog, martes, 4 de mayo de 2021

Antes de entrar en la paleta expresiva que supone Soprano Saxophone Solos de Josep Lluís Galiana os recomendaría pasaros por la reseña del anterior disco Tenor Saxophone Solos, y unidos ambos quizás seamos capaces de adentrarnos, machete en oreja, en esas inmensas junglas tribales sonoras formadas por el miasma acumulativo de saliva, bronce y sangre o lo que es lo mismo, y tal y como expresa fantásticamente el propio Josep, FRAGMENTOS e INTUICIÓN aliándose en impredecibles `soundscapes´ de luz, oscuridad… y a lo que yo añadiría REFLEJOS. Y no estoy hablando del reflejo del espejo sino de conceptos Junguianos como El Espejo y La Sombra

En la Teoría de El Espejo de Jung se proyecta hacia el exterior de forma inconsciente una parte nuestra que en determinado momento podemos hacer consciente y ser capaces de captarlo…  “Lo que no se hace consciente se manifiesta en nuestras vidas como destino” decía aquel. Luego tenemos La Sombra y el Arquetipo, ya imbuidos e inmersos en la totalidad del inconsciente. Pues bien, llevemos estos dos conceptos del Espejo y de la Sombra a la Improvisación libre y a ese diálogo íntimo de un músico experimentado con su instrumento. 

Entonces, solo entonces, nosotros que estamos fuera (oyentes) quizás seamos capaces de dilucidar algo de esa conversación ancestral (casi telepática) que nos provoca sensaciones (Proyección) a pesar de partir de la más profunda Sombra del artista. Claro que la cosa se complica si metemos dentro al Inconsciente Colectivo porque de buen seguro Josep Lluís Galiana, en este fabuloso Soprano Saxophone Solos, está tocando/estimulando una parte muy enterrada que todos compartimos y que es `puro nudo nervioso´, anclada en la noche de los tiempos, y que a veces sale a relucir en forma de olores, tonos, timbres o expresiones. Recuerdos del pasado que surgen en el presente en modo futuro. 

Entrando ya directamente en lo musical, me es imposible no establecer una conexión personal. Mis primeros acercamientos como oyente a ese particular sonido histriónico alto pero sinusoidal del soprano (no tengo ni la más remota idea de saxofones, pero da la impresión de que necesita el doble de capacidad pulmonar vital del intérprete) fueron con el My Favourite Things de John Coltrane, que por cierto a su vez resultaba la primera grabación de este con el soprano. Lo que sí sé por lecturas es que requiere de una enorme habilidad y control así que imagináos llevar sus letanías al campo de la Improvisación libre. Esa brutalífica manera de abordar Coltrane el estándard de Oscar Hammerstein II y Richard Rodgers es trance en estado puro. Puede durar un minuto y medio o dos Kali Yugas que nadie os quitará la sensación triposa de encontraros en un plano superior de la Realidad.

En varias sesiones que abarcan más de un año, Galiana se enfrenta a sus demonios en Liquen Studios y fruto de aquellas sesiones tenemos este maravilloso digipack que como siempre digo con este tipo de discos, son para momentos en que tengamos la receptividad a flor de piel (cuando mejor funcionan). 17 cortes de diversa duración conforman un todo de 50 minutos que se inicia con asordinadas y cortos fragmentos a penas atisbados de melodías. Desde un minimalismo abstracto casi Dadá, Galiana va haciendo cada vez más largos los fragmentos melódicos y permitiendo por tanto una mayor expresión completa del instrumento. Para decirlo de otra manera, el oyente tiene la sensación de ser un ente participativo y de completar mentalmente los patrones o puntos de anclaje que ofrece el artista. Si esto fuera una lámina de dibujar por puntos, nos habrían quitado algunos de ellos al azar pero sin alterar el resultado… cada uno va dando forma en su alambique mental al `todo´ propuesto.

Así, partes altísimas dialogan con esa calidez tan típica de un soprano en ebullición achicharrado mediante ráfagas cortas cercamas en sonido a dedos pulsando cuerdas de guitarra (impresionante el final del primer corte o «Solo II» / «Solo V»). Alucinante como se lleva a límites tan altos un flujo que casi parece transcurrir por el espectro bajo del instrumento; dicho de otra manera, como si un barítono se transformara en saxo alto. Un motivo melódico ya marcado con mucho espíritu Coltraniano (espiritual, evocador y flotante), y que en mayor o menor medida acaba repitiéndose en varios puntos del álbum, punto a favor en este tipo de trabajos… y es que Galiana tiene la virtud de convertir sus discos en solitario (o duetos) en algo atractivo al oído merced a un buen equilibrio entre esa aspereza imposible de la técnica (minuto 3 del «Solo X» en un ejercicio circular al más puro estilo Evan Parker o la altísima entrada agónica de «Solo IX», visceralmente broncíneo y casi industrial con atisbos de sus Electroacoustic Pieces) y el jugueteo alucinante que bordea la saeta en «Solo IV». De aquí al final prácticamente de todo, incluso un vibrátil mantra (¿de verdad no está cantando OM con el saxo?) en «Solo XI» por ejemplo o las sincopadas cerbatanas rumiantes de «Solo XXII».

Cuando llegues a estas líneas, Galiana se habrá sublimado en Sombra y habitará en tu inonsciente. Sus melodías al Soprano, magistralmente fragmentadas, se completarán al Otro lado del espejo con Tu Reflejo y dudarás si eres un producto de la intención, una intuición, o un experimento más de la Fuente de lo Sagrado cuyos caños riegan (en el caso de Galiana anegan) lo artístico. A un pasito de la locura pero siempre, siempre catártico Josep.

Publicado por CORONEL MORTIMER en martes, mayo 04, 2021 

 

 

Minería sonora

Minería sonora es un concepto que me ha gustado mucho para esta idea de la improvisación fuera de los cauces estrictos de estilos como el jazz o la música contemporánea.

Josep Lluís Galiana se sitúa fuera de estos dos paradigmas musicales y con su máquina extractiva busca nuevos materiales, nuevos minerales sonoros que se combinen con los tradicionales, pero que expandan el poder de las aleaciones del saxo soprano, líneas sonoras más quebradas y discontinuas, y en otras ocasiones con acercamientos a la voz humana, la cacofonía animal, la percusión que permite el propio instrumento y sus zapatas o el paso del aire por el instrumento alterando las posibilidades tímbricas del mismo con la ayuda de la cavidad bucal.

Lamentos, llamadas, silencios, gritos y susurros. Sonido instrumental ampliado a un nivel cercano a la idea futurista de sonido saturado de armónicos.

Excepcionales interpretaciones, pero a la vez alejadas del virtuosismo del “más difícil todavía” que a veces encontramos en este tipo de proyectos dirigidos a un nicho hasta ahora minoritario de la música actual, virtuosismo con causa, como me gusta decir.

Diecisiete temas, diecisiete solos que nos llevan a esos pozos de mineral sonoro con el que se construye una orfebrería musical de máxima calidad.

Esa impresión ya la tuve con Tenor Saxophone Solos, también en Liquen Records, ahora da un paso adelante en complejidad y variedad sonora con un instrumento que a un servidor se le antoja más complicado que el saxo tenor. Encomiable esfuerzo.

No lo duden: liquenrecords.com y a disfrutar.

Fotos de Joan Gómez Alemany

Presentación del disco Soprano Saxophone Solos de Josep Lluís Galiana

Transcribimos en esta sección, dedicada a las publicaciones más o menos recientes, la presentación de este CD del improvisador y saxofonista Josep Lluís Galiana, que tuvo lugar en Valencia el pasado octubre.

Buenas tardes a todas y todos1.

Hace unas semanas Josep Lluís Galiana me pidió que le presentara su último disco. Como él seguidamente nos hará disfrutar con sus improvisaciones, para contrastar y como el que yo domino es la composición, pensé en «componer» y leer un texto, como si fuera una partitura. Sin embargo, Josep Lluís muy bien sabe, que también alguna vez he improvisado y me gusta mucho esta forma de hacer y escuchar la música. Crearemos así un fructífero diálogo entre ambas modalidades musicales. No nos olvidemos, que también Galiana no sólo es improvisador, sino también cuenta con varias composiciones, partituras gráficas y obra electrocústica. Además, añadiendo su prolífica carrera como escritor, editor, productor y un largo etc. Justamente el CD que presentamos hoy en Octubre2 es una muy buena muestra de la interdisciplinar y polifacética visión que tiene Josep Lluís de su trabajo cotidiano. Este CD manifiesta su incansable capacidad de trabajo y profundidad en todos los niveles. No sólo es él el creador e intérprete de su música, sino también quien la graba en su estudio, la edita y produce. Pero también quien la hace acompañar de un interesante texto propio, explicando el CD. Además de incluir en su interior un poema propio muy musical y fragmentado, escrito para la ocasión. Esto no quiere decir que Josep Lluís Galiana no cuenta con amigos y colaboradores, que podrían encargarse de estas tareas. Rápidamente se desmiente esta idea observando los más de 50 CDs que ha grabado a lo largo de más dos décadas con numerosos e importantes artistas. Pero, Soprano Saxophone Solos3 es un CD integral, solitario y completo. Desde este planteamiento, Galiana puede trabajar todos los aspectos de la producción, aportándole un nivel de conciencia y conocimiento impresionantes. Podemos decir que intenta alcanzar la completa libertad y autogestión, que la división y la alienación del trabajo niegan.

Josep Lluís Galiana junto a Joan Gómez Alemany, quien lee el presente artículo que usted está leyendo ahora mismo

Debemos destacar también que nos encontramos ante el primer álbum solitario para saxofón soprano que se ha editado en España. Lo que nos demuestra la originalidad y tendencia pionera de Galiana. Uno de sus referentes internacionales y CD que tiene conexiones con Soprano Saxophone Solos es el disco Monoceros, del británico Evan Parker. Pero si coinciden en la modalidad instrumental, por otro lado encontramos marcadas diferencias. El primer CD está compuesto únicamente por 4 piezas que suman 40’21», siendo la duración de la pieza más larga 21’43» y la más corta 4’11». Galiana utiliza una estrategia muy diferente. Su CD contiene 17 piezas, con un total de 49’56», siendo la pieza más larga de 6’00» y la más corta de 1’15». Que nos explique él mismo su peculiar visión. Citemos ahora un párrafo de las notas que acompañan el disco: La idea de fragmentación está presente en mis procesos creativos, en mi forma de percibir y pensar lo cotidiano desde hace muchos años. Y sólo entiendo la improvisación desde la ausencia de intención en todo lo que intento hacer con los sonidos, dejando que la intuición coja las riendas de este deambular sin rumbo. Fue Walter Benjamin quien sustituyó la intención -que muere por la verdad- por el fragmento -aprovechado por la realidad. En cualquiera de los casos, hablamos de la intuición, siempre la intuición, el auténtico motor de la acción artística.

En el Hall del Octubre Centre de Cultura Contemporània (OCCC) durante la presentación-concierto el 16-10-21

Y nosotros añadimos ahora: una intuición que desarticula las ideas preconcebidas. El saxofón de Galiana no tiene prejuicios, él crea en el instante, analiza los sonidos, eligiendo unos, rechazando otras. Siempre eligiendo el sonido más progresivo y más interesante, re-creándolo en nuevos contextos, arriesgados, frágiles, peligrosos, pero es este sonido lo que despierta nuestras ideas más loables. Ninguna complicidad, ninguna cesión, ninguna fácil y vulgar sensualidad. Un arte exigente que rechaza el hedonismo complaciente, dictado por la música publicitaria y del imperialismo pop. Porque en las manos y la mente de Josep Lluís Galiana, la música no sólo es música, se emoción sonora, reflexión, política. A diferencia de Parker, Galiana pertenece a una generación posterior, que tiene una tendencia más fuerte a mezclar y practicar simultáneamente muchos materiales y técnicas, sin encerrarse en una unitaria estética. Esto también se relaciona con su ya mencionada polifacética carrera, cruzando varias disciplinas para potenciar numerosas y originales posibilidades.

El saxofón, un reciente instrumento creado en la mitad del siglo XIX, asociado a las bandas y fuertemente conectado con las músicas comerciales y populares, en las manos de Galiana abra su espectro al infinito, potenciando los sonidos libres. La improvisación libre que Josep Lluís practica militantemente desde hace décadas nos despierta y nos permite hacer crítica y autocrítica de nuestra realidad conformista y tradicional. Además, el saxofón soprano, con su potencia de llegar a sonidos ultra agudos, nos reta a encontrar y disfrutar de los límites más extremos. Incluso llegando al dolor poético de nuestras posibilidades de audición, que dialécticamente, es un dolor que produce placer. Nuestro tímpano se siente consciente cuando choca con su imposibilidad de superarse. Estos sonidos agudos, que Galiana utilizará y caracterizan de manera particular el saxofón soprano, podemos asimilarlos a la estilización de un grito melódico. Tal vez es similar a una peligrosa alerta de guerra, que simultáneamente nos llena de una extática energía, obviamente hablando dentro de la metáfora artística. Sólo una música que rompe con las convenciones, como la libre improvisación, puede imbuirnos de pensamientos profundos y existenciales. La música de la convención sólo puede remitirnos a pensamientos mediocres. La poesía sonora de Josep Lluís Galiana no claudica, y aunque arriesgándose, no tiene miedo al error, ni a la imperfección y los supera para viajar más allá.

Junto a Galiana, Jorge Marredo Rosa masterizador de Soprano Saxophone Solos hablando sobre su experiencia al masterizar este CD

Soprano Saxophone Solos se inspira en las raíces del jazz, pero las transforma en una evolución irreconocible y sintetiza con todo su ancho bagaje musical y sonoro, músicas populares y músicas clásicas contemporáneas, a partes iguales. Además está todo presidido por un fuerte componente experimental y fundamentado en la creación electroacústica. Es un CD radical al utilizar un solo instrumento, sin acompañamiento. No un jazz fácil ni sencillo, que la letra y la melodía hacen todo el trabajo. Por el contrario, nos encontramos con un jazz progresivo, rompedor y original.

La vanguardia es el espíritu que nos reta a reinventarnos y no caer en conformismos reaccionarios. Pero si por su radicalidad, parece creada para una minoría intelectual, esta idea demuestra la falsa conciencia de quienes la proclaman. Las ideas más revolucionarias y complejas, son patrimonio de toda la humanidad. Es para ella esta música y la cultura que defiende. Para aquellos que estén dispuestos a romper las expectativas ordinarias, aquellos que quieran hacer un pulso retando el esfuerzo, aquellos que quieren disfrutar de las nuevas experiencias y progresar permanentemente. No se necesitan conocimientos previos ni bagaje académico. Sólo querer vivir con la mente siempre abierta, al acecho de todo lo que nos despierta la curiosidad y nos hace pensar y repensar nuestra contemporaneidad. La música de vanguardia es la metáfora del ser humano siempre en evolución y destruyendo la esclerosis de un pasado fosilizado. ¿No es ésta una actitud universal, que cualquier persona puede practicar? Lo único que se le exige al oyente es ser una persona comprometida, no importa si tiene formación o no la tiene. Y en su defensa, aún mejor podemos preguntarnos ¿No es el reconocimiento de nuestra ignorancia, enfrentarnos a una situación desconocida, el principio del conocimiento, el principio de querer seguir aprendiendo? Sólo una mente estereotipada pretende conocer la música, una mente dominada por las ideas más rancias, con unos oídos llenas de prótesis, totalmente desgastadas por la monotonía de la convención; cuando lo que escuchan estos oyentes realmente es una música muerta, una mercancía o el producto de una cultura en decadencia.

La música viva, la música del presente, la música que no se deja atrapar, ni dominar, esa es la música de Josep Lluís Galiana. Una música libre, que incluso no cede a la eternidad de la escritura. Porque la improvisación nos hace pensar la caducidad de todo lo existente. Esta es realmente la única eterna verdad. Por todo esto, ya ha llegado el momento y el fugaz instante en que Josep Lluís nos haga disfrutar y reflexionar con su poesía sonora.

La presentación-concierto se puede ver y escuchar de forma completa en este enlace. Más información sobre el CD en Liquen Records.

Notas

  1. ^ La presentación original se realizó en valenciano, aquí se presenta el texto traducido al castellano.
  2. ^ https://octubre.cat/activitat/concert-presentacio-del-disc-soprano-saxophone-solos-de-josep-lluis-galiana/
  3. ^ Disco completo para escuchar de forma gratuita: https://www.youtube.com/watch?v=CFrohL1c73E&list=OLAK5uy_m8fkOW3brSx7yiS8ysEOvCL-8fqkIdDPE&index=1

Reseña | Soprano Saxophone Solos

Cuando pensamos en el saxofón soprano, generalmente imaginamos un instrumento melódico: ya sea dentro del cuarteto de saxofones, en una obra solo o en otra formación musical. Ahora bien, en este nuevo disco que nos presenta Josep Lluís Galiana, titulado Soprano Saxophone Solos, nos vamos a encontrar algo completamente fuera de lo común y muy diferente de lo que se suele esperar de este instrumento.

Este trabajo discográfico está compuesto por diecisiete improvisaciones al saxofón soprano solo en las que Josep Lluís Galiana, autor de las mismas, busca sin límites nuevos espacios tímbricos. La improvisación es uno de los recursos más utilizados para descubrir e inventar nuevas sonoridades con el instrumento. En este caso, el autor explora una infinidad de recursos tímbricos, dinámicos y conceptuales destacando, en particular, el uso de sonidos multifónicos presentes de una manera u otra en cada uno de los solos. Resalta, a la vez, la flexibilidad y la maleabilidad del saxofón soprano: en ocasiones nos parece estar escuchando otro instrumento musical (al inicio del Solo XVIII parece que esté sonando una armónica).

Aunque el disco carece de variedad al tratarse únicamente de solos e improvisaciones, Josep Lluís se mantiene fiel al hilo conductor que presenta, mostrando una especie de continuación de su anterior álbum Tenor Saxophone Solos, publicado en 2018. En palabras del autor, ‘la idea de fragmentación está presente en mis procesos creativos, en mi forma de percibir y pensar lo cotidiano desde hace muchos años’. Por este motivo, y al tratarse exclusivamente de improvisaciones, cada uno de los solos reflejan la pura esencia de la expresión más profunda y auténtica de Josep Lluís Galiana en el momento de la grabación.

Sin duda alguna, este álbum inédito es una oportunidad para experimentar nuevas sensaciones sonoras que el oído humano no está acostumbrado a percibir.

TRAÇSONOLOGY

TRAÇSONOLOGY. Nou composicions a partir d’una partitura gràfica d’Adolf Murillo. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-2683-2020 • LRCD016. PVP: 15€

Entre els millors discos de música clàssica segons la crítica

TRAÇSONOLOGY en el TOP 10 de treballs de música clàssica publicats durant el 2020, en el marc dels Premis Enderrock

Gastos de envío incluidos para España / Shipping costs included for Spain; para el resto del mundo, consulte coste de envío / for the rest of the world, chek shipping cost; otros métodos de pago / other payment methods. Contacto / Contact: liquenrecords@liquenrecords.com

TRAÇSONOLOGY en un projecte eminentment col·laboratiu, participatiu i transversal entre un bon grapat d’artistes de tota mena como ara músics improvisadors, compositors electroacústics, pedagogs, musicòlegs, poetes, performers… Un projecte que es converteix en joc, en divertiment i exploració, en recreació i improvisació, en deriva sonora, en un repte per a la imaginació desbordada i la intuïció, a partir d’una partitura gràfica proposada per l’especialista en música electrònica i videocreació Adolf Murillo. En paraules seues, TRAÇSONOLOGY és…

«El so ve nu, despullat de qualsevol mena de connotació. És, doncs, en el procés de vestir-lo on es carrega de significat. Per això, és important que aquest siga el principi i punt d’arrencada de la creació musical. Un espai per a imaginar, per a sorprendre’s al costat dels altres i amb els altres, per a establir connexions i obrir-se a la trobada creativa; per a aprofitar els errors com a nous camins i no l’error com a porta tancada. La grafia contemporània reclama al creador un acte de valentia. És una espècie de cartografia no resolta que l’artista ha de tornar a transitar. Com a creador m’interessa escoltar, observar, analitzar, aprendre… de les múltiples opcions possibles que tria el creador i d’aquesta manera, sorprendre’m d’altres camins que mai podria imaginar.

CRèDiTs_

Nou composicions/improvisacions/interpretacions a partir de la partitura gràfica TRAÇSONOLOGY, d’Adolf Murillo, a càrrec dels compositors, improvisadors i artistes sonors:

LUIS ALEJANDRO OLARTE_electrònica

JOSEP LLUÍS GALIANA_saxofon tenor

JOSUÉ MORENO_ Synthesis digital algorítmica y grabaciones de campo. Programado en Max 8 usando objectos de la bach library en el transporte público de Helsinki.

LA CRIS_veus i electròniques

ROSA SOLER & JOSU IZCO_flauta baixa i clarinet baix

BARTOLOMÉ FERRANDO_poesia sonora (veu)

BRAIAN TRIO són Jorge Cabadas (guitarra elèctrica), Luis Escribano (contrabaix), Josu Izco (clarinets), Rosa Soler (flautes) i Chema Pastor (percussions)

AVELINO SAAVEDRA_shakuhachi, bol tibetà, plat i pedals d’efectes

Mª ELENA RIAÑO & ADOLF MURILLO_piano acústic, objectes trobats i electrònica

Postproducció i masterització de Jorge Marredo

Disseny de CAP i CUA

Produït per Josep Lluís Galiana (Gestionarama)

© 2020 Liquen Records

D.L.: V-2683-2020 · LRCD016 · liquenrecords.com

Amb el suport de

i la col·laboració de

TRaCkLiST_

  1. Sueño con Guirlandas_Luis Alejandro Olarte [ 4:36 ]
  2. Acromàtica mandala de bisectrius en moviment_Josep Lluís Galiana [ 7:53 ]
  3. Street Wind Chimes Etude_Josué Moreno [ 9:11 ]
  4. Pirámide de Lluvias_La Cris [ 2:02 ]
  5. Cadmio_Rosa Soler & Josu Izco [ 4:46 ]
  6. Dikiadondonka_Bartolomé Ferrando [ 6:28 ]
  7. Taraganya_Braian Trio [ 4:26 ]
  8. Refracción A.M._Avelino Saavedra [ 5:41 ]
  9. Con-traç-tes_Mª Elena Riaño & Adolf Murillo [ 4:22 ]

Luis Alejandro Olarte_Sueño con Guirlandas. La notació gràfica d’Adolf Murillo és prou suggestiva des del punt de vista sonor: masses, gestos, patrons, direccions i textures que inviten al joc i a l’experimentació. Els traços canvien subtilment, els patrons evolucionen, es transformen i muten en diverses formes, l’estructura temporal es revetla clarament mitjançant suggestions en l’organització espacial de cada element creant un colorit món sonor imaginatiu. A través d’aquesta peça electroacústica aspire a comunicar eixe somni sonor de patrons que es repeteixen indefinidament, i quasi idènticament, de gestos que apel·len a la memòria per marcar el temps que es resisteix a passar i de textures electròniques que es sobreposen horitzontalment i verticalment per a modelar les «visions» o «audicions» d’objectes mentals: com garlandes suspeses del fil dels somnis.

Realitzada a l’estudi personal de l’artista amb sintetitzadors i processadors analògics i digitals.

  • Luis Alejandro Olarte es un músic i investigador electroacústic consagrat a la pedagogia, la interpretació, la tecnologia musical i la música contemporània. Olarte va completar el seu doctorat de música sota l’assessorament del Dr. Andrew Bentley amb una investigació en la pedagogia de música electroacústica, posseeix també una Mestratge en Música del Conservatori Nacional Superior de París i la Universitat de París VIII. Olarte és actualment professor a càrrec de l’àrea de música electroacústica en l’Acadèmia Sibelius de la Universitat de les Arts de Helsinki (Finlàndia) i treballa en projectes relacionats amb la improvisació i interpretació de músiques electròniques i electroacústiques i animant tallers multidisciplinaris d’art sonor.

Josep Lluís Galiana_Acromàtica / mandala de bisectrius / en moviment. La partitura gràfica d’Adolf Murillo és un cúmul de simetries impossibles, de contrapunts màgics i excitants i de suggeridores micropolifonies de textures exuberants. Més enllà del temps (o ritmes implícits) i de l’espai (o moviments explícits), les grafies d’Adolf Murillo suposen una fragmentació d’instants conduents a una pretesa immortalitat.

Saxofon tenor.

  • Josep Lluís Galiana és un saxofonista, compositor, escriptor, editor i productor destacat a l’escena europea de la lliure improvisació, la creació electroacústica, l’avant-garde jazz i la investigació etnomusicològica. Interessat en els processos creatius contemporanis, comença la seua trajectòria artística a principis de la dècada de 1980. Els seus treballs musicals, musicològics i literaris han estat estrenats, interpretats i presentats a Portugal, França, Grècia, Itàlia, Polònia, Suècia, EUA, Xina, Brasil, Argentina, Mèxic, Cuba i Espanya. La seua discografia abasta més de cinquanta enregistraments i ha publicat sis llibres i col·laborat en desenes de llibres col·lectius, revistes especialitzades, catàlegs i monografies. Més informació en joseplluisgaliana.com

Josué Moreno_Street Wind Chimes Etude. L’atmosfera de la partitura gràfica facilitada per Adolf Murillo és molt atractiva: des del seu color a l’estructura en la qual les formes estan traçades. No sols s’adverteixen intencions sonores, sinó també espacials i de moviment. Jo vaig pressentir que les grafies centrals giraven a gran velocitat al voltant del seu eix vertical i els seus elements es manifestaven a modo de mòbil o carilló de vent (wind chimes), la qual cosa al seu torn em va suggerir l’algoritme que controlaria l’atmosfera sonora. Els altres elements també semblaven girar en torn a altres eixos i a altres velocitats, portant-me tot allò a una textura cíclica entre el sintètic i el concret, quasi tàctil, que, al meu parer, la grafia suggereix.

Synthesis digital algorítmica i gravacions de camp. Programat en Max 8 utilitzant objectes de la bach library en el transport públic de Helsinki. Masteritzat en l’estudi personal de l’autor.

  • Darrere de la seua pràctica artística, Josué Moreno treballa sobre dos idees fonamentals: la metàfora del «so como espai per a articular» i la col·laboració com mitjà artístic, per aquest motiu la naturalesa interdisciplinar dels seus projectes. Moreno investiga els conceptes d’acupuntura sònica urbana i clima sònic (sonic weather) en el seu treball, que varia des de la música purament instrumental fins les instal·lacions audio-arquitectòniques i software interactiu. Actualment, viu a Helsinki (Finlàndia) desenvolupant la seua investigació artística i la seua labor docent en la Sibelius Academy. Més informació en josuemoreno.eu

La Cris_Pirámide de Lluvias. Durant el temporal que vam viure a l’inici del 2020 amb Glòria va haver-hi un parell de dies en els quals es va cancel·lar tot i vaig aprofitar per fer moltes d’eixes coses que necessiten espai de «no-res», eixa foscor aquàtica i fèrtil d’on naix tot.

Veus i la Guadaloope (BOSS RC-505).

  • Artesana musical i trans-juglar, La Cris escolta i rescata veus. Improvisa i fa cançons. Tix entre temps. Yaya lover. Beat maker i creadora de NatuRarezas. Nascuda a Les Palmes de Gran Canària i criada durant molts anys en el Grau de Gandia, La Cris és una criatura a la qual se li esvaren les definicions. En la seua presència, el (en)canto està servit. El seu periple musical i curiositat l’han duta a conèixer cultures, pràctiques i éssers de molts racons del globus. Amant de l’educació, ha estat en Ghana, Rúsia, Brasil, Atenes, Nova Zelanda, Alemanya… també en el programa televisiu de La Voz. Tot el recollit conflueix en el seu imaginari sonor en forma de folklore tradicional, body music i tecnologies d’aquests temps moderns. A través de cançons i improvisacions, crea un cantagio de vitalitat on siga que vaja.

Rosa Soler & Josu Izco_Cadmio. Podríem haver interpretat la partitura gràfica que ens va proposar Adolf Murillo de moltes maneres: improvisació lliure, inspiració gràfica, anàlisi d’estructures, lectura de traç, etc. Finalment, ens vam decantar per aquesta última. Essent amants de la il·lustració i l’art pictòric, per a nosaltres era important que la partitura gràfica es sentís en la nostra interpretació. Vam decidir fer un recorregut visual mentre improvisàvem; cadascú començaria en un lloc concret i acabaria en un altre. Dos camins quasi simètrics que en el centre conflueixen i desenvolupen una idea comuna sense oblidar el concepte visual i metafòric global de la il·lustració.

En veure el dibuix vèiem corrosió, oxidació i, en algunes parts, també condensació. Imaginàvem sons vibrants greus amb moments violents i també amb altres tènues. És per això que ens vam inspirar en un metall que per una banda és pesat, però alhora és mal·leable. La vibració del metall la podem intuir en les dissonàncies i l’òxid, en els multifònics i altres sons complexes amb una gran quantitat d’harmònics. Una altra part important de la interpretació són els sons d’aire que poden arribar a semblar al soroll blanc. Aquests sons podrien representar les dificultats respiratòries provocades pels efectes tòxics en respirar el metall.

Flauta baixa i clarinet baix.

  • Rosa Soler (flauta baixa) es una flautista de formació clàssica especialitzada en improvisació i música contemporània. El seu interès per la música de nova creació l’ha portada a estrenar més de 50 obres com a solista i amb formació d’ensemble. Ha col·laborat amb diversos ensembles com Klangforum Wien, Ensemble fur Neue Musik, Ensemble Col Legno, Schallfeld Ensemble, Ensemble Drama! I Colmena. Ha participat en festivals com RESIS (Espanya), Mostra Sonora Sueca (Espanya), Festival Mixtur (Espanya), Festival Ensems (Espanya), IMD Darmstadt (Alemanya), Impuls Academy (Àustria), Brucken Festival (Àustria), Musikprotokoll (Àustria) i Daegu Contemporary Music Festival (Corea del Sud). Desenvolupa el seu interès per la improvisació amb variades formacions com el BraianTrio, el grup d’improvisació lliure Pollock7 i K·A·T amb Chema Pastor (percussió) i Josu Izco (clarinet). Actualment, resideix a Madrid, on compagina la tasca pedagògica amb la interpretació. Realitza una tasca de difusió del repertori contemporani i de la improvisació impartint cursos enfocats a l’alumnat de flauta en centres musicals i conservatoris.

  • Josu Izco naix al País Basc i desenvolupa la seua educació musical clàssica durant una llarga etapa la qual inclou estudis al Conservatori M. de Leioa (Grau Professional), el Conservatori Superior de les Illes Balears, Musikene (Grau Superior), la Sibelius Academy, en Finlàndia (Màster) i la KunstUni, en Graz/Àustria (Postgrau). Açò el permet estudiar amb una amplia gama de professors entre els quals s’inclouen de manera freqüent i intensa Emilio Ferrando, José Luis Estellés, Anthony Pay, Sergio Barranco, Tuulia Ylonen, Olivier Viváres, etc. Més tard, expandeix la seua activitat i interès cap a terrenys musicals alternatius: la música contemporània, la música electroacústica, el soundpainting o la improvisació lliure. Açò li du a participar en festivals (Tulkinnanvaraista ‘14; IMPULS ’15, MIXTUR ‘16; Darmstadt F. ’16, …) i agrupacions (Orquestra Simfònica de Bilbao (2017), Ensemble Modern (2017), Klangforum Wien (2015), NYKY (2013-2015), Colmena (2016-2018), Colectivo RarasMúsicas, etc) de diversa índole. Continua interessat en l’estudi i pràctica de tot allò que li provoque i li sorprenga.

Bartolomé Ferrando_Dikiadondonka. Investigue en la meua peça la materialitat sonora del llenguatge. D’un llenguatge fragmentat envoltat a vegades en silencis. Les paraules ja no diuen. Més bé es desplomen, furguen, grunyen, roten o esclaten. Són restes de veu que sonen i giren entorn a un vocable inventat, com si volgueren agarrar-se a aquest, mogudes per el seu propi ritme. En aqueix territori situat entre la poesia i la música, on bull i es fragmenta la matèria sonora del llenguatge entre balbotejos, grunyits, ecos, repeticions, glissandi, permutacions, crits i gestos, veiem avui el batec rítmic de la poesia sonora, modulada o acompanyada en ocasions per instruments electrònics. Un modo de fer poètic en el qual destaque les improvisacions de Phil Minton, de Nobuo Kubota i de Paul Dutton; la superposició sonor-discursiva de Bernard Heisieck; l’ús del temps circular en Serge Pey; la gestualitat sonora de Jaap Blonk; els text-sound de Larry Wendt; el creuament entre poesia sonora i d’acció de Giovanni Fontana; la connexió amb l’originari i primordial de Julien Blaine; la comunicabilitat de John Giorno; la densitat “declamativa” de Llorenç Barber; el diàleg subjecte-màquina de Pierre André Arcand; el treball sobre i des de la veu d’Amanda Stewart i de Fátima Miranda o l’exercici poètic-sonor de Maurice Lemaître, Gerhard Rühm, Sten Hanson, Bengt Emil Johnson, Arrigo Lora Totino, Steve McCaffery, Rod Summers, Giuliano Zosi, Valeri Scherstianoj, Américo Rodrigues i molts altres, als quals tant aprecie.

Poesia sonora (veu).

  • Bartolomé Ferrando: Vaig iniciar la creació de la revista de poesia Texto Poético fa ja molt de temps i ara impartisc classe de performance en la Universitat Politècnica de València. He participat en Encontres de performance y poesia en molts països i he exposat en alguns d’ells els meus poemes visuals. He coordinat festivals de performance en València, Madrid, Múrcia i Castelló. Forme part d’alguns grups d’art intermèdia i he escrit diversos llibres de poesia i assaig com ara Trazos; Jocs; Latidos; En la frontera de la voz; Nudos de viento; Soledad magnética; Valencia; In-significancias poéticas; Equilibrios y desequilibrios; La mirada móvil; El arte de la performance, elementos de creación; El arte intermedia, convergencias y puntos de cruce; Arte y cotidianeidad, hacia la transformación de la vida en arte, i De la poesía visual al arte de acción. He publicat també alguns CD i DVD. La meua pàgina web: www.bferrando.com

BRAIAN TRIO_Taraganya. La peça és espontaneïtat en el sentit més absolut del terme ja que la partitura gràfica la vam rebre un minut abans de pujar a l’escenari. Taraganya es va enregistrar en directe l’1 de febrer de 2020 en el CCIC la Tortuga (Madrid) i fou el tema amb el qual es va iniciar el concert. Ens sembla molt interessant el procés de immediatesa que suposa una gravació d’aquestes característiques. El resultat és que cada component del quintet té una visió personal que es fon amb la resta, en temps real, per tal de crear una teranyina (taraganya) de sons.

BRAIAN TRIO són Jorge Cabadas (guitarra elèctrica), Luis Escribano (contrabaix), Josu Izco (clarinets), Rosa Soler (flautes) & Chema Pastor (percussions).

  • Braian Trio és un quintet de formació recent que conjumina moltes diverses influències: clàssic contemporani, lliure improvisació europea, free jazz, rock, avantguàrdia, etc. El seu llenguatge no sols es refereix a la improvisació, en el seu estat més essencial, sinó que també inclou partitures gràfiques i escriptura convencional. Braian Trio està recopilant el material del que serà la gravació del seu primer disc, a realitzar la propera tardor.

Avelino Saavedra_Refracción A.M. Quan Adolf Murillo em va enviar la partitura gràfica el primer que em va vindre a la ment, en trets generals, fou una imatge reflectida en un espill i això és el que em donà la idea base de com interpretar-la sonorament. Després d’aquesta primera impressió, al mirar-la més detingudament, es descobreix l’estructura de la peça que, a la meua manera de veure, es compon d’un primer bloc inicial a modo d’introducció o pròleg i que he entès com un drone continu i lineal. En acabant apareix el que serà el motiu principal, que he interpretat com una sèrie de notes aïllades que a poc a poc es van fonent-se unes amb les altres i sobre les quals es van superposant una sèrie d’“accidents” sonors. Aquest bloc aplega a una part central a partir de la qual comença la seua imatge inversa, amb una altra sèrie d’interrupcions i superposicions que a poc a poc van decreixent. Al final de la peça es repeteix aqueix passatge continu inicial, aquesta vegada amb un discret pols rítmic de fons, a modo de coda o epíleg.

El instrument acústic principal emprat és un shakuhachi (flauta japonesa de bambú), processat mitjançant pedals d’efectes, que són, a la seua vegada i en el seu conjunt, el instrumento principal electrònic. Em sembla important aquesta matisació d’“instrument electrònic”, ja que no utilitze els pedals com a maquillatge del so produït per la flauta, sinó que els entenc com un instrument en sí mateix, manipulant constantment els seus paràmetres. A banda del shakuhachi, he utilitzat un bol tibetà percudit i un plat xinés menut per a crear aqueixes interrupcions que embruten en certa manera el discurs principal.

  • Avelino Saavedra (Santiago de Compostela, 1967). Bateria, percussionista, músic improvisador, artista plàstic. De formació musical no acadèmica, el seu treball recent està centrat principalment en el procés i manipulació sonora de la bateria, instruments de percussió i objectes, mitjançant pedals d’efectes analògics. Ha gravat per a segells coma ara Audiotalaia, Luscinia Discos, Discordian Records, Liquen Records, Pocketfields i Chiennoir Netlabel, participant en diversos recopilatoris d’art sonor i música experimental i actuat en festivals como ara Ensems, Off_Hz!, LEM, Nits D’Aielo i Art, Eufònic, Anem Anem, PinPanPun, Chámalle X, Acción Mad!, Remor y Poéticas para una Vida, entre d’altres. El seu treball s’ha mostrat en diferents programes de RNE com Siglo XXI, Ars Sonora o Vía Límite, així com en altres mitjans independents.

María Elena Riaño & Adolf Murillo_Con-traç-tes. Els dos autors s’inspiren en una partitura gràfica que fan servir com a detonant per a deambular a través de línies i textures que usen amb pretext per a una exploració del piano com a caixa sonora expandida en diàleg amb l’electrònica. Els elements electrònics atrapen idees i sonoritats del piano per a estendre-les cap el territori dels delay i reverse. S’estableix, així, un diàleg a modo de joc tímbric, en el qual els con-traç-tes entre la fisicitat del piano i imaginari de l’electrònica es fonen. Derives, titubejos, pauses, recerques, direccions, camins alternatius, escoltes, esbossos, traços, en una forma de balbuceig sonor inacabat.

Piano acústic, objectes trobats i electrònica.

  • María Elena Riaño Galán és doctora en Filosofia i Ciències de l’Educació per la Universidad del País Vasco. Llicenciada Superior de Música (especialitat piano) pel Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. És professora i investigadora en l’àrea de Didàctica de l’Expressió Musical en la Universidad de Cantabria. Interessada en el camp de la percepció i de la creació sonora, la seua investigació se centra en l’Escolta, l’Educació Artística, l’Aprenentatge per projectes i la Creativitat Musical. En la seua labor artística professional, destaca una àmplia labor com intèrpret participant en l’enregistrament de cinc discos. Ha realitzat creacions musicals i artístiques originals (Festival ENSEMS, València), instal·lacions (Encuentro Aselart, Cantàbria), perfomances (Museo Arte Moderno y Contemporáneo de Santander) i ha compost bandes sonores per a diversos audiovisuals (Festival Internacional de Cortos, Torrelavega; CaixaForum, Palma de Mallorca).

  • Adolf Murillo Ribes és Doctor en Educació per la Universitat Jaume I de Castelló. Llicenciat en música pel Conservatori Superior de Música de Barcelona. Especialista en música electrònica i videocreació per la Universitat Politècnica de València. Actualment, és professor de la Universitat de València. La seua investigació se centra en l’Educació artística i creativitat, els Llenguatges Artístics Contemporanis, els Projectes d’Aprenentatge Basats en la Creativitat Musical i la tecnologia digital. Ha realitzat diversos encàrrecs sobre creació artística per al festival ENSEMS i per al IVAM i a través d’un projecte finançat per la Fundació Carasso (Valencia Music Arts Magnet). L’interessa l’experimentació sonora mitjançant mitjans electrònics i electroacústics en hibridació amb diferents llenguatges artístics com ara la pintura, la dansa, la poesia… Ha rebut nombrosos premis i reconeixements en el camp de la pedagogia. És membre del Institut Universitari de Creativitat i Innovacions Educatives, de la Universitat de Valencia.

DOSIER DE PRENSA

Nueve paisajes musicales para una partitura gráfica

Paco Yáñez, Mundoclásico.com, lunes, 27 de septiembre de 2021

Uno de los puntos de encuentro más bellos que entre el arte y la música se dio en el siglo XX fue el de las partituras gráficas, de las que tenemos notabilísimos ejemplos de compositores tan ilustres y dispares entre sí como John Cage, Krzysztof Penderecki, Morton Feldman, Mauricio Kagel, Karlheinz Stockhausen, Earle Brown, o el recientemente fallecido Sylvano Bussotti, entre muchos otros.

Intersección artístico-musical por antonomasia en el ámbito de la notación, la partitura gráfica es, asimismo, un terreno fértil para la capacidad del intérprete a la hora de dar salida a un lenguaje propio, a su más libre personalidad (aunque, como hemos visto tantas veces en las muchas piezas gráficas que por Mundoclasico.com han pasado, ello no quiere decir, en absoluto, libertinaje, de modo que en ese desarrollo personal sobre la notación gráfica es habitual que graviten la formación y el recorrido propio de cada intérprete, explicitando, así, todo un itinerario de vida musical; en muchas ocasiones, más abiertamente que en la más cerrada notación convencional).

No me cabe duda de que estas ideas estaban detrás de la invitación efectuada por Liquen Records y el especialista en música electrónica y videocreación Adolf Murillo a quince músicos y compositores (todos ellos cercanos, de un modo u otro, al propio sello valenciano) para crear una pieza musical a partir de una partitura gráfica del propio Murillo, ésta que aquí mismo pueden ver.

No es baladí, el mostrar la partitura gráfica de la que nace este proyecto, ya que supone todo un reto, para quien lea esta reseña (tenga más o menos conocimientos musicales, pues las partituras gráficas, en ese sentido, abren sus puertas comunicativas más fácilmente que la notación tradicional), a la hora de imaginarse qué música podría nacer de esta bella imagen, entre una constelación de notas y un sumatorio de direccionalidades sonoras.

El compacto que hoy reseñamos, seleccionado en los Premios Enderrock entre los diez mejores trabajos de música clásica publicados en 2020, se convierte, así pues, en un «proyecto eminentemente colaborativo, participativo y transversal», que abarca a un conjunto de artistas de diversa orientación estilística, además de a poetas, musicólogos, pedagogos, performers, improvisadores, compositores electroacústicos, etc., en torno a lo que Liquen Records califica de proyecto que se convierte en juego, diversión y exploración: recreación y deriva sonora que desborda la intuición y la imaginación para dar como resultado nueve piezas de la más heterogénea naturaleza que explicitan, como señalamos al comienzo de esta reseña, esas nueves personalidades con sus respectivos recorridos artísticos y vitales.

La obra que abre el compacto es Sueño de guirlandas, pieza electrónica de Luis Alejandro Olarte realizada en estudio a partir de sintetizadores y procesadores analógicos y digitales en la que Olarte se centra en la creación de masas y colores que acaban adquiriendo un fuerte sentido topológico, cual si la música deviniese paisaje. Según el propio compositor, masas, gestos, patrones, direcciones y texturas nos invitan a un juego de experimentación sobre cuyos resultados y estética no dudaría en señalar como influencia a Vangelis. Esta música electrónica tan física y espacial va evolucionando a camino entre ese marco topológico estable y pequeños procesos que se desarrollan incesantemente, por lo que Olarte acaba incidiendo en algo fundamental en lo que a la partitura gráfica de Adolf Murillo se refiere: sus elementos repetitivos (aunque cambien de lugar, de dirección y de sentido en el espacio) y los de personalidad individualizada en un punto contingente de la partitura. Todo ello crea una música entre el ensueño, la memoria y la claridad de la percepción más inmediata, en la que, por momentos, estos tres estratos se con-funden, dando lugar a una muy atractiva sonoridad repleta de crepitaciones, ecos y espacios. Ni que decir tiene que la realización y el sonido de esta pieza resultan muy cuidados, por lo que la audición incide especialmente en lo espacial y en la nitidez de esos continuos procesos en desarrollo.

La segunda recreación de la partitura gráfica de Adolf Murillo viene de la mano del propio Josep Lluís Galiana, productor de Liquen Records que se encarga, asimismo, de interpretar al saxofón tenor Acromàtica mandala de bisectrius en moviment, un recorrido por lo más dinámico y sinuoso de la propuesta de Murillo, con una invitación a un movimiento perpetuo, cual si la partitura se retorciese sobre sí misma, espejeándose una y otra vez. Para Galiana, la partitura de Murillo es un cúmulo de simetrías imposibles, de contrapuntos mágicos y excitantes, así como de sugerentes micropolifonías de texturas exuberantes. Por otra parte, Galiana observa en esta pieza una cierta intemporalidad construida a partir de fragmentaciones del instante, algo que me recuerda a una estupenda frase del escritor gallego José María Pérez Álvarez que en más de una ocasión he citado en estas páginas: «El instante y la eternidad están vinculados por la misma duración», palabras que provienen de esa excelsa novela que es Nembrot (1991-2000/2002).

https://youtu.be/zeIMWZGn6HE

Así pues, ritmos y movimientos que se persiguen a sí mismos, cual una escalera de Escher; especialmente, en sus pasajes centrales, marcados por su gran virtuosismo y tensión, al punto de que el saxofón trasciende su propia tímbrica y, por medio del parlato proyectado al instrumento, se crea una polifonía vocal-instrumental que incorpora nuevas texturas muy potentes al desarrollo previo, más puramente confiado al saxofón, en los momentos en los que la partitura de Murillo se descuelga en racimos que se retuercen en espirales asimétricas. Pasados los pasajes más convulsos, Acromàtica mandala de bisectrius en moviment se lanza en busca del silencio, con un progresivo aquietamiento del discurso sonoro, cada vez más interior y reconcentrado, más asentado en texturas metálicas en piano ya lindando el horizonte de esa última línea en la que la partitura se deshilacha. El título de esta pieza proviene del poemario Haikus d’estiu, publicado en 2021 por el propio Josep Lluís Galiana en EdictOràlia, cuyo sexto haiku dice así: «Sorprèn aquesta / cromática mandala / de bisectrius» (poemario en cuya portada podemos ver una ilustración obra de un artista presente, como compositor, en este compacto, el gallego Avelino Saavedra).

Como Acromàtica mandala de bisectrius en moviment, la pieza electrónica Street Wind Chimes Etude, de Josué Moreno, también incide en el movimiento y en sus giros en círculos, con una sonoridad muy atractiva y subyugante, que nos acaba hipnotizando. Estamos ante una propuesta realizada con síntesis digital algorítmica y grabaciones de campo, programada en Max 8 utilizando objetos sonoros de la Bach Library en el transporte público de Helsinki, ciudad en la que Josué Moreno vive y trabaja (como docente e investigador de la prestigiosa Academia Sibelius). Masterizada en el estudio personal del propio Moreno, Street Wind Chimes Etude destaca los aspectos relacionados con el espacio y el movimiento en la partitura de Adolf Murillo; especialmente, en lo referido al giro a gran velocidad de las grafías centrales en torno al eje vertical, cual un carrillón de viento, o un móvil sonoro (de ahí, el título de la obra). Esa atmósfera es controlada —de acuerdo con Josué Moreno— por un algoritmo, mientras que otros planos y ejes de rotación van introduciendo diferentes sonoridades ambientales, por medio de grabaciones de campo que nos transmiten un ambiente frío, nórdico, al que se asoman voces ininteligibles (al menos, para quien estas líneas firma, poco ducho en el finlandés) y un cúmulo de materiales que incide, una y otra vez, en el carácter cíclico de una obra que se mueve entre lo sintético y lo concreto, y en la que hasta lo electrónico no deja de portar reminiscencias de lo acústico, pues en buena parte de su desarrollo pareciera que escuchásemos un enorme címbalo electroacústico (o una suerte de gamelán reinventado por medios sintéticos) haciendo girar con incesantes polirritmos todos esos ejes de rotación y esas sugerentes grafías y colores que Josué Moreno observa en la partitura de Murillo.

«Artesana musical y trans-juglar», La Cris nos propone, en Pirámide de lluvias, una recreación acuática de la partitura gráfica de Adolf Murillo marcada por un trabajo de la voz en alianza con medios electrónicos para diversificar la misma, multiplicarla y transportarla en esas gotas que se van escalonando y creando sustratos vocales con dejes que nos recordarán a la música norteamericana de la segunda mitad del siglo XX, con un trabajo muy próximo al de una cantante que recientemente ha visitado las páginas de nuestro diario, Su Garrido. Con una gran sensualidad, La Cris hace ondular su voz en múltiples ritmos y direcciones, cual las grafías de Murillo, siempre con un virtuosismo de ley.

Si las improntas estilísticas en el caso de La Cris provenían del otro lado del océano Atlántico, en lo que a Rosa Soler y Josu Izco se refiere, parecen deslizarse desde allende otras costas, las mediterráneas, pues de la música italiana contemporánea bebe en no poca medida Cadmio, dúo para flauta baja y clarinete bajo sobre cuyas graves resonancias y técnicas extendidas tanto reverberan las piezas para instrumentos análogos de un Luigi Nono como las más recientes de Pierluigi Billone, con el dúo de clarinetes bajos 1+1=1 (2006) como ejemplo arquetípico. Tras la ligereza de Pirámide de lluvias, en Cadmio nos volvemos a adentrar en lo más denso y trascendente de la música europea actual, siendo este dúo una de las piezas más importantes del compacto.

Cadmio nos propone un recorrido casi simétrico de ambos instrumentos desde los extremos de la partitura, buscando su confluencia y el desarrollo de una idea común. Rosa Soler y Josu Izco ven en las grafías de Murillo corrosión, oxidación y condensación: procesos y estados que remedan en flauta y clarinete a través de una concepción muy matérica del sonido, con abundantes técnicas extendidas, uso de aire sin tono y diversos modelos de rugosidad; todo ello, alternando sonidos más graves y violentos con otros más suaves y tenues, siendo estos últimos los que dominan el final de la obra y la reintegración de la partitura y de su recreación musical a esa fina línea conclusiva en la que el sonido se disuelve en silencio. Disonancias, multifónicos y armónicos nos acompañan en una pieza de gran atractivo por sus texturas y colores, entre lo ocre y lo metálico. En una lectura que diríamos ecológica, Rosa Soler y Josu Izco afirman que esa rugosidad tan constante e inestable, esa presencia de un aire enrarecido y sin tono, representaría las dificultades respiratorias provocadas por los efectos tóxicos de respirar el metal. Leyendo el diario El País, precisamente el día en que finalizaba esta reseña, me encontraba con un titular que afirmaba que «Solo siete de las 80 ciudades más pobladas de España cumplen los nuevos límites de contaminación de la OMS», por lo cual las derivadas medioambientales y la denuncia ecologista no podrían venir más al caso, reforzando, con un mensaje siempre relevante y concientizador lo que, de por sí, es una estupenda y muy atractiva pieza musical.

Como La Cris, el poeta y artista multimedia Bartolomé Ferrando nos vuelve a ofrecer una recreación de la partitura gráfica de Adolf Murillo por medio de la voz, alcanzando en Dikiadondonka unos niveles de virtuosismo técnico realmente notables en cuanto a articulación, modos de ataque y registros, por lo que su voz llega a trascender su propia naturaleza para moverse por sonoridades que evocarán tanto lo instrumental como lo electroacústico. El propio Ferrando califica esta pieza como una investigación de la materialidad sonora del lenguaje; de un lenguaje fragmentado y atravesado o envuelto por el silencio. En Dikiadondonka, cual si del Finnegans Wake (1922-39) joyceano se tratase, las palabras trascienden lo inteligible, para reinventarse como objetos musicales, ya no regidos por la lógica de la semántica, sino por una poesía sonora atenta al ritmo y a lo musical, aunque para ello Ferrando necesite inventar palabras e insertarlas en un fluido musical deconstruido, cual compositor textual en línea con la música concreta instrumental: procedimiento con el que comparte no pocas técnicas guturales, palatales, gritos, chasquidos, etc. Otras influencias se suman a las anteriores, explicitadas por el propio Ferrando, desde la poética primordial de Julien Blaine a la comunicabilidad de John Giorno, pasando por la densidad «declamativa» de Llorenç Barber o el diálogo sujeto-máquina de Pierre-André Arcand, entre otros.

A pesar de su nombre, el Braian Trio es un quinteto formado por Jorge Cabadas, guitarra eléctrica; Luis Escribano, contrabajo; Josu Izco, clarinetes; Rosa Soler, flautas; y Chema Pastor, percusión. Con amplia experiencia en la improvisación libre, el Braian Trio ha trabajado en diversas ocasiones, asimismo, con partituras gráficas, algo que se evidencia en Taraganya, un ejercicio de improvisación que los propios músicos definen como espontáneo, y en el cual, tras un rápido vistazo a la partitura gráfica de Adolf Murillo, los miembros del quinteto se pusieron a improvisar líneas independientes cuya conjunción da como resultado una suerte de galimatías sonoro muy atractivo por la tan distinta personalidad de cada voz, con unos pasajes iniciales más abigarrados, extendidos y heterogéneos, y una progresiva búsqueda de la estabilidad sonora y del silencio, alcanzado en los prolegómenos de una recreación de la partitura gráfica de poco más de cuatro minutos de duración.

El percusionista, improvisador y artista plástico compostelano Avelino Saavedra nos presenta, en Refracción A.M., un nuevo ejemplo de su trabajo más reciente con las refracciones y la manipulación de instrumentos musicales, ya acústica, ya con transformadores analógicos. En las notas al compacto, Saavedra nos informa de que lo primero que le vino a la mente al recibir la partitura gráfica de Adolf Murillo fue una imagen reflejada en un espejo: idea-base para la sonoridad de esta gran refracción gráfico-musical. Asimismo, en sus notas analiza Saavedra su visión del desarrollo de la partitura de Murillo, desde su primer bloque inicial, que define como un prólogo, y que aquí expone como un sonido continuo y lineal. Tras éste, accedemos a lo que el compositor gallego califica de motivo principal de la partitura: un conjunto de notas aisladas que, poco a poco, se van fundiendo las unas con las otras y sobre las que Saavedra disemina una serie de «accidentes sonoros». Este proceso, más diversificado y acústicamente heterogéneo, va en progresivo crecimiento y ampliación (en perfecta correspondencia con la partitura de Murillo) hasta que, alcanzado el ecuador de la misma, comienza a revertirse al modo de una imagen musical inversa, atravesada por superposiciones e interrupciones que van en progresivo diminuendo.

De nuevo tomando la partitura de Adolf Murillo de un modo muy fiel y directo, el final de Refracción A.M. es una repetición del motivo inicial, si bien atravesado por discretos pulsos rítmicos de fondo, tramados por Saavedra para construir una suerte de coda o epílogo. En sus notas nos cuenta Avelino Saavedra que el shakuhachi es el instrumento principal en su obra, procesada la sonoridad de la flauta japonesa de bambú por medio de pedales, lo que enrarece su sonido y le confiere un gran atractivo en esta pieza. Insiste Saavedra en que los pedales han de crear la sensación de todo un instrumento electrónico con peso por sí mismo, no únicamente como «maquillaje» del sonido del shakuhachi. Ese continuo de flauta nipona tradicional y electrónica se ve alterado, como antes vimos, por sonidos extraños a su naturaleza más aérea y sedosa, siendo bol tibetano percutido y plato chino los instrumentos encargados no sólo de embrutecer el discurso con sus interrupciones, sino de portar nuevos ecos exóticos, reforzando una plantilla instrumental de marcado carácter asiático manejada por Saavedra de forma verdaderamente hipnótica.

Se cierra este apasionante viaje musical, de algún modo, volviendo al inicio, pues es el propio Adolf Murillo, junto con Mª Elena Riaño, quien nos ofrece aquí Con-traç-tes, una obra con la que el creador de la partitura gráfica nos da su visión de la misma: una visión en la que, curiosamente, algunas de las propuestas precedentes parecen encontrar una suerte de eco, ya las topologías electroacústicas de Sueño de guirlandas, con sus improntas de Vangelis y su carácter tan paisajístico, ya la prolífica imaginación instrumental de Avelino Saavedra; en el caso Adolf Murillo y Mª Elena Riaño, con un piano acústico que nos recordará a John Cage en distintos momentos, por su modo de atacar tanto los timbres como los ritmos del mismo. Objetos encontrados y electrónica completan el orgánico de Con-traç-tes, una pieza definida por sus autores como un «balbuceo sonoro inacabado» en el que se explora la fisicidad del piano en teclado y caja, expandiéndolo por medio de la electrónica y en contraste con ésta. Ese balbuceo al que los compositores se refieren lo conforman toda una serie de derivas, titubeos, pausas, búsquedas, direcciones, caminos alternativos, escuchas, esbozos y trazos que alternan lo más delicado del piano acústico (ya atacado en un sentido más tradicional y melódico (de forma muy puntual), ya de un modo extendido) con una electrónica de densas masas cuyos graves crean paisajes oscuros que saturan los altavoces, haciéndolos reverberar: buena imagen musical de la abigarrada partitura, con sus topologías más masivas atravesadas por centelleantes líneas. Como sucede con las restantes propuestas musicales, son sus propios creadores los que aquí ejecutan su recreación de la partitura gráfica de Adolf Murillo, siempre a un muy notable nivel interpretativo.

Por lo que a las grabaciones se refiere, éstas son de muy diverso origen, desde algunas en vivo, como la del Braian Trio, a otras sesudamente elaboradas en estudio, como las electroacústicas. En todo caso, las nueve contenidas en el compacto presentan unos estándares de calidad muy altos y se disfrutan perfectamente a nivel técnico. Por lo que respecta a la edición del disco, sigue el diseño ya habitual de Liquen Records, con unas breves notas en el cartón y un código QR que nos dirige a la web del sello valenciano, donde tendremos una mucho más completa información sobre cada composición en palabras de sus propios creadores e intérpretes, además de sus biografías. Se incluye asimismo en el cartón del compacto, bajo la bandeja del disco, la partitura gráfica de Adolf Murillo que en esta reseña pueden ver: punto de partida y alfaguara artístico-musical para nueve viajes sonoros de lo más atractivo y variado.

Este disco ha sido enviado para su recensión por Liquen Records.

TRAÇSONOLOGY – «Nou composicions a partir d’una partitura gràfica d’Adolf Murillo» (LÍQUEN RECORDS LRCD016, 2020)

Antonio Martín, La muerte tenía un blog, martes, 16 de febrero de 2021

Como siempre, LIQUEN RECORDS no me lo pone fácil a la hora de abordar una reseña de alguno de sus discos en catálogo. Traçsonology es de largo una de sus ediciones más complejas y como no me gusta tirar de corta/pega, os voy a dar aquí mis impresiones personales. Hace unas semanas me terminaba de leer el libro En el Maelmström de David Toop, varios de cuyos capítulos ilustrarían a la perfección lo que quiero expresar con este texto. La unión siempre porosa entre improvisación y artes plásticas hunde sus raíces en la noche de los tiempos (cualquier cultura que se precie tiene sus ejemplos), y algo de eso debe saber Adolf Murillo que parece haber dibujado su partitura gráfica con tinta de calado cuneiforme… o bien usa ese lienzo atávico que conecta lo esquemático con el mito, el esbozo con la ideación y la improvisación libre como punto de partida con el que traer a este lado de la realidad sonidos que habitan en el espectro (des)dibujado de la realidad.

Cada artista que participa con su `interpretación personal´ de la citada partitura, lo hace desde su óptica sonora particular, y no siempre los esquemas se repiten. Si bien hay argamasa de Impro pura y dura, también se usa la glosolalia, el jazz o la electroacústica hasta crear un TODO que sin duda pertenece a ese agreste campo, inclasificable la mayoría de las veces, que responde al nombre de Arte Sonoro. Tal como el bebé recién nacido viene al mundo desnudo, provisto tan solo de ese cordón umbilical que lo conecta a la Cueva Madre, las creaciones sonoras que aquí se presentan vienen todas de una misma Madre Gráfica. 

La Psique de cada uno de los músicos/artistas implicados funciona a modo de `torno sonoro´ (otras veces alambique) donde la raíz desoxirribonucleica es la materia dúctil (el dibujo de Murillo) con la que se trabaja. Luego, por supuesto, está el tercer elemento… porque en toda buena historia hay un tercer elemento en discordia (no podía ser de otro modo) que es, como puede suponerse, el oyente; ese que armado de su calculadora sináptica teclea las notas musicales para finalmente pulsar enter y obtener algún trozo bien delimitado de la partitura gráfica. Del Mito al Logos… y date la vuelta.

El oyente es el último filtro. Esa esponja o malla que mira el dibujo y escucha el sonido ya transformados en Producto empaquetado. El proceso de creación se ha dejado atrás y falta saber si lo que resulta es algo que puede vivir fuera del ámbito angular de lo académico… dicho de otro modo, si tiene musicalidad. 

Visto el plantel de artistas que participan, ya puedes ir del tirón etiquetando a Traçsonology como disco de culto:

Luis Alejandro Olarte (electrónica) abre el disco con «Sueño con Guirnaldas». La sensación volátil de la electrónica crea volantes y serpentinas en caída libre de cierto cariz Gamelan. Hipnótico y oscuro, el tema va discurriendo en circular (ouroboros) pero con esa pátina onírica de la electroacústica más oscura… esa que coquetea con el Dark Ambient y construye soundscapes cuasi cinematográficos que aquí me recuerdan muchísimo a los primeros trabajos de Miguel A. Ruiz (Orfeón Gagarin). Sigue Josep Lluís Galiana con «Acromática Mandala de Bisectrius en Moviment», con un saxo tenor que juega a la ruleta rusa consigo mismo… es decir, Galiana suelta un torrente de notas y saliva y conforme están vomitándose a este mundo, él decide cuál vive (en sonido) y cuál muere (silencio). El sustrato detrás de este flujo inverosímil de Galiana hunde sus raíces en la New Thing hasta el punto de que micro-melodías parecen atarse para crear melodías mayores (esa sensación de `mandala que suena´) pero nunca estancarse. A partir del tercer minuto, el saxo va despojando de estructura y desplazando lo melódico tal y como pudiéramos ir desprendiendo pétalos de una flor (o deconstruyendo un Mandala). 

Josué Moreno (Synthesis digital algorítmica y grabaciones de campo. Programado en Max 8 usando objectos de la bach library en el transporte público de Helsinki) nos trae su particular estilo autodefinido como ‘Urban Sonic Acupuncture’. El título del tema es bastante esclarecedor… «Street Wind Chimes Etude» se desarrolla en una cascada tubular bajo la que discurren graves (y grávidos) pulsos vibrafónicos. Con cierto paralelismo al Gagaku japonés y a la música cortesana china, escuchar con auriculares resulta toda una experiencia por la grotesca dualidad entre los agudos y ese sonido de `dragado´ procesado tan característico de los trenes y estaciones de metro. Contraste con «Pirámide de Lluvias» (voces y electrónica) de La Cris; Doo wop sobre Bases y Breaks discurren sincopadamente, invirtiendo el discurrir del tiempo para crear una textura acuática con aroma a Dub. Excelente.

Rosa Soler & Josu Izco (flauta baja y clarinete bajo) llevan su propuesta al extremo con «Cadmio» de tal suerte que en determinados puntos casi parece entrar algo de electrónica (engaño de los oídos). Como si estuviésemos recorriendo la gráfica original con un cútter romo, los chirridos atacan con la potencia de un Digeridoo conectado a energía telúrica. La flauta permanece impasible en una zona bajísima del espectro sonoro mientras el clarinete nos va rematando con su introspectivo Mantra. ¿Se puede tocar un instrumento de viento mientras haces Throat Singing?…. no lo sé, pero aquí puede estar el ejemplo. Continúa Bartolomé Ferrando con «Dikiadondonka» (poesía sonora, voz) en lo que se me antoja la más alucinante panoplia de glosolalias, ecolalias o similar que he tenido ocasión de escuchar (y son unas cuantas). Palabra, pensamiento y voz conforman el ruido de los recovecos de unos intestinos sometidos a la presión del gas de la descomposición. Eso sí, el peristaltismo está invertido y al final no está la boca, sino el Mito de Babel.

BRAIAN TRIO son Jorge Cabadas (guitarra eléctrica), Luis Escribano (contrabajo), Josu Izco (clarinetes), Rosa Soler (flautas) y Chema Pastor (percusiones), arremetiendo con toda la fuerza del Free más salvaje en «Taraganya». Impresionante y adictiva mezcla entre el Jazz contemporáneo europeo, el Downtown Neoyorquino, los devaneos de Frith a la guitarra y Henry Cow, pero vertebrando sobre una base tribal (jungla) que me recuerda a Don Cherry (en Codona por ejemplo). Muy interesante lo de esta agrupación a la que tengo que seguirle la pista.

Avelino Saavedra  (shakuhachi, cuenco tibetano, plato y pedales de efectos) se mete por mis fosas nasales, nada contracorriente por mi líquido cefalorraquídeo y de buen rollo me deja en el tronco del encéfalo el equivalente a 3 kilos de dinamita con metralla. «Refracción A.M.» primero me suelta los empastes con el vibrar del cuenco, para luego sacarme de este lado de la realidad con los pedales y el alucinante sonido del shakuhachi. Extraterrenal o hipnótico sería quedarme corto porque lo de Saavedra aquí verdaderamente trasciende estilos; estoy completamente seguro que los latidos que entran en la parte final del tema, esa sístole/diástole eternas, responden al recorrido casi físico que Saavedra realiza de la partitura gráfica de Murillo. Ojalá durara más.

Mª Elena Riaño & Adolf Murillo (piano acústico, objetos encontrados y electrónica) usan el piano como campo de pruebas al más puro estilo Cage. «Con-traç-tes_» funciona tanto como melodía para una caja de música séptica como nana de cuna para un bebé autómata. Unión tremebunda entre lo acústico y lo electrónico, cierran por todo lo alto un disco que me ha dejado sobrecogido en muchos aspectos. Expansión, contracción y melodías angulares en un poliédrico pulso con el instrumento. 

Muy, muy recomendable:

http://liquenrecords.com/2020/11/06/tracsonology/
Publicado por CORONEL MORTIMER en martes, febrero 16, 2021

El segell Liquen Records publica el disc ‘Traçsonology’

Inclou 9 obres d’artistes a partir d’una partitura gràfica d’Adolf Murillo

Alexis Moya, lasBandas, desembre de 2021

Traçsonology és un disc amb nou composicions a partir d’una partitura gràfica proposada per l’especialista en música electrònica i videocreació Adolf Murillo. Editat pel segell Liquen Records, és un projecte eminentment
col·laboratiu, participatiu i transversal entre un bon grapat d’artistes de tota mena: músics improvisadors, compositors electroacústics, pedagogs, musicòlegs, poetes, performers…

Els músics converteixen el treball en un joc, en divertiment i exploració, en recreació i improvisació, en deriva sonora, en un repte per a la imaginació desbordada i la intuïció. Murillo diu sobre el disc: “El so ve nu, despullat de qualsevol mena de connotació. És en el procés de vestir-lo on es carrega de significat. Per això, és important que aquest siga el principi i punt d’arrencada de la creació musical. Un espai per a imaginar, per a sorprendre’s al costat dels altres i amb els altres, per a establir connexions i obrir-se a la trobada creativa; per a aprofitar els errors com a nous camins i no l’error com a porta tancada. La grafia contemporània reclama al creador un acte de valentia”.

El músic valencià considera que “és una espècie de cartografia no resolta que l’artista ha de tornar a transitar; i sobre els objectius assegura que “com a creador m’interessa escoltar, observar, analitzar, aprendre… de les múltiples opcions possibles que tria el creador i d’aquesta manera, sorprendre’m d’altres camins que mai podria imaginar”. 9 artistes i composicions Els nou temes han estat a càrrec dels artistes Luis Alejandro Olarte (electrònica), Josep Lluís Galiana (saxofon tenor), Josué Moreno (synthesis digital algorítmica i enregistraments de camp, programat en Max 8 utilitzant objectes de la bach library en el transport públic d’Hèlsinki), La Cris (veus i electròniques), Rosa Soler & Josu Izco (flauta baixa i clarinet baix), Bartolomé Ferrando (poesia sonora, veu), Braian Trio, grup format per Jorge Cabadas (guitarra elèctrica), Luis Escribano (contrabaix), Josu Izco (clarinets), Rosa Soler (flautes) i Chema Pastor (percussions); Avelino Saavedra (shakuhachi, bol tibetà, plat i pedals d’efectes) i Mª Elena Riaño & Adolf Murillo (piano acústic, objectes trobats i electrònica).

Galiana ha produït el disc i Jorge Marredo ha estat el responsable de la postproducció i mastering. El cd compta amb el suport de l’Institut Valencià de Cultura de la Generalitat Valenciana i la col·laboració d’Aglaya Project i el Laboratori per a la Investigacióde Processos Creatius Contemporanis AD LAB.

Josep Lluís Galiana

Últimas producciones discográficas de Liquen Records

Joan Gómez Alemany, Sul Ponticello, 1 de febrero de 2021

TRAÇSONOLOGY (LRCD016) es un CD realmente original y transgresor en referencia a los formatos habituales, ya que se trata de un proyecto eminentemente colaborativo, participativo y transversal entre un buen número de artistas de todo tipo tales como músicos improvisadores, compositores electroacústicos, pedagogos, musicólogos, poetas, performers… Un proyecto que se convierte en juego, en diversión y exploración, en recreación e improvisación, en deriva sonora, en un reto para la imaginación desbordada y la intuición, a partir de una partitura gráfica propuesta por el especialista en música electrónica,  videocreación y profesor de la Universitat de València, Adolf Murillo.

‘Traçsonology’ reúne a artistas en torno a una partitura gráfica de Adolf Murillo

El sello discográfico valenciano incluye en el disco nueve temas a partir de una grafía contemporánea del especialista en música electrónica y videocreación

Culturplaza, 14/12/2020 – VALÈNCIA

Liquen Records ha publicado Traçsonology, un disco con nueve composiciones a partir de una partitura gráfica propuesta por el especialista en música electrónica y videocreación Adolf Murillo. El trabajo, producido por Josep Lluís Galiana, es un proyecto eminentemente colaborativo, participativo y transversal entre artistas de todo tipo: músicos improvisadores, compositores electroacústicos, pedagogos, musicólogos, poetas, performers

El sello discográfico valenciano, interesado en difundir las músicas improvisadas y experimentales, pretende hacer llegar al oyente más exigente los procesos de creación contemporáneos de los artistas más destacados del actual panorama musical nacional e internacional. En Traçsonology los músicos convierten, según comunicado, «el hecho creativo en un juego, en divertimento y exploracióń, en recreación e improvisacióń, deriva sonora, en un reto para la imaginacióń desbordada y la intuición».

Los nueve temas han estado a cargo de los artistas Luís Alejandro Olarte (electrónica), Josep Lluís Galiana (saxofón tenor), Josué Moreno (synthesis digital algorítmica y grabaciones de campo, programado en Max 8 utilizando objetos de la bach library en el transporte público de Helsinki), La Cris (voces y electrónicas), Rosa Soler & Josu Izco (flauta baja y clarinete bajo), Bartolomé Ferrando (poesía sonora, voz), Braian Trío, grupo formado por Jorge Cabadas (guitarra eléctrica), Luís Escribano (contrabajo), Josu Izco (clarinetes), Rosa Soler (flautas) y Chema Pastor (percusiones); Avelino Saavedra (shakuhachi, bol tibetano, plato y pedales de efectos) y Mª Elena Riaño & Adolf Murillo (piano acústico, objetos encontrados y electrónica). Jorge Marredo ha sido el responsable de la postproducción y masterizado. 

Galiana, en su calidad de productor, asegura que “Traçsonology es una muestra de las propuestas que el sello tiene como objetivo incluir en su catálogo, música fruto de la improvisación, innovación y experimentación artística conjugando diversas disciplinas”. Como músico y colaborador en este trabajo subraya que “ha sido un privilegio y una gran experiencia compartir proyecto con prestigiosos músicos y artistas”.

Abrirse en el encuentro creativo

Murillo indica sobre el trabajo que “el sonido viene desnudo, desnudado de cualquier tipo de connotación. Es en el proceso de vestirlo donde se carga de significado. Por eso, es importante que este sea el principio y punto de arranque de la creación musical. Un espacio para imaginar y sorprenderse, para establecer conexiones y abrirse en el encuentro creativo; para aprovechar los errores como nuevos caminos y no el error como puerta cerrada. La grafía contemporánea reclama al creador un acto de valentía”. 

El músico valenciano considera que “es una especie de cartografía no resuelta que el artista tiene que volver a transitar; y sobre los objetivos asegura que “como creador me interesa escuchar, observar, analizar, aprender… de las múltiples opciones posibles que elige el creador y de este modo, sorprenderme de otros caminos que nunca podría imaginar”.

El disco cuenta con el apoyo del Instituto Valenciano de Cultura de la Generalitat Valenciana y la colaboración de Aglaya Project y el Laboratorio para la Investigación de Procesos Creativos Contemporáneos AD LAB.

Traçsonology. La teoría de juegos enredándose con la vanguardia

Varios autores e intérpretes sobre una partitura gráfica de Adolf Murillo. Edita Liquen Récords, Valencia 2020

Miguel Ángel Pérez Martín, docenotas.com, 15/02/2021

Muchos autores eligen medios de composición aleatorios, desde modelos matemáticos hasta el azar pasando por la teoría de juegos o la grafía plasmada en un papel, dejando que los intérpretes improvisen o construyan su obra de forma libérrima, muy alejada, quizá, de la idea del propio autor del punto de partida.

Se ha hecho siempre y especialmente en el siglo XX – desde la revolución de las vanguardias plásticas, literarias, escénicas y musicalesy ahora, en el XXI, desde Xenakis a Anthony Braxton, Cage a Stockhausen, Zorn o Miles, este último comenzaba a construir desde un esquema, un dibujo, pensaba en un sonido e instrumentación y luego pasaba a hacer una melodía – ya sin progresión de acordes, claro- y de ahí a la improvisación.

Es este caso Liquen Records y Josep Lluis Galiana (productor) convocan una serie de intérpretes de la escena de vanguardia musical valenciana y cada persona o ensemble se asigna un segmento de la obra visual tomada como motivación sonora. El resultado no puede ser más interesante a la vez que irrepetible por la cantidad de talento musical movilizado, incluido el propio autor.

A veces los instrumentos digitales quieren emular a los analógicos y viceversa, la voz humana se aleja del canto y se acerca al ritmo y la onomatopeya. Los órdenes musicales se subvierten continuamente, formando un tapiz conjunto de una creatividad caótica.

Los convocados a esta grabación son Luis Alejandro Olarte, Josep Lluis Galiana, Josué Moreno, la Cris, Rosa Soler y Josu Izco, Bartolomé Ferrando, Braian Trío, Avelino Saavedra, Adolf Murillo y María Elena Riaño. Activistas sónicos unos, plásticos otros, ruidistas, improvisadores, lo que ayuda a componer un lienzo abstracto pero muy sugerente, amplio de sonoridades y muy variado…todo un acierto que por desgracia puede resultar complicado ver en directo. O no, quien sabe. Yo me apuntaría.

Por ahora no hay otra que: liquenrecords.com y a disfrutar.

LA PAELLA SÒNICA, creació d’Adolf Murillo

LA PAELLA SÒNICA. Una creació multidisciplinar d’Adolf Murillo. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-3452-2019 — LRDVD014. PVP: 15€

Gastos de envío incluidos para España / Shipping costs included for Spain; para el resto del mundo, consulte coste de envío / for the rest of the world, chek shipping cost; otros métodos de pago / other payment methods. Contacto / Contact: liquenrecords@liquenrecords.com

La paella sònica. Creació multidisciplinar i col·laborativa

El diumenge, 20 d’octubre de 2019, al Centre Cultural de Canals (València) es va gaudir molt en els assajos i en l’estrena de la proposta multidisciplinar «La Paella Sònica», de l’artista i pedagog valencià Adolf Murillo i Ribes. Amb un públic atent i encuriosit s’explicà al debat posterior al concert que, sens dubte, una escolta acurada, detallista i ben entrenada ens permet traslladar-nos cap altres territoris de la sensibilitat i connectar la nostra imaginació d’una forma totalment sinestèsica.

Aquest exercici d’escolta, la cerimònia de germanor que implica menjar paella i les converses amb el nostre estimat escriptor Josep Piera al voltant de la seua darrera obra «El llibre daurat, la història de la paella com no s’ha contat mai», van ser el detonant d’aquesta proposta artística fronterera i atrapada en una partitura poc convencional plena de formes que ens recorden sovint a certs elements que intervenen en l’acte de cuinar la paella i per altres moments a un quadre abstracte que uneix colors i traços amb l’única intenció d’estimular la imaginació sonora dels músics.

Colps de perols i objectes de cuina als preparatius; sons curts, granularitats, al sofregit; xup-xup de l’aigua i clímax sonor, al bull, i delicades i orgàniques sonoritats, al remat, conformen les quatre parts d’aquesta creació sonora on, a més a més, es combinen imatges de l’acte de fer la paella i una posada en escena marcada pel set de percussió que representa una cuina en la seua màxima extensió.

Als fogons Sònics: Joan Soriano (percussions), Rosa Soler (flautes), Josep Lluís Galiana (saxofons i producció), Pere Vicalet (visuals i mastering), Adolf Murillo (live electrònic) i arrodonint l’equip Giannino Clemente (electrònica, enregistrament i mescla de so) i Àlex Garzó (direcció i producció audiovisual). “La Paella Sònica” ens porta a un viatge sonor a través d’una estructura inspirada en els moments claus de la realització d’una paella: preparatius, sofregit, bull i remat.

En la seua concepció conceptual aquesta peça sonora explora elements subjectius que conformen part del ritus o cerimònia de cuinar i menjar una paella i una mirada més objectiva que explora les possibilitats sonores.

https://youtu.be/JMNu3h8853c

El poeta i escriptor valencià Josep Piera

LA PAELLA VALENCIANA

Per als valencians, la paella no és únicament un plat saborós i tradicional que desperta els sentits i captiva el paladar; és més que això: és un menjar de festa, un ritual social, i un provocador de memòries i sensacions col·lectives. Per això, se l’ha convertit en un senyal identitari, en una metàfora feliç.

La paella valenciana convoca a la festa col·lectiva, a compartir la joia de viure, per això sovint va unida a la música, siga la d’una banda que crida al comboi festiu, la d’un acordió que convoca el ball i la dansa o desperta cançons, siga la d’un aparell que reprodueix melodies com si es tractara de la banda sonora del festí paeller.

La paella valenciana, per tant, és molt més que un plat suculent i vistós que es presenta a taula per a satisfer la gana dels comensals. Això ho sabem ben rebé tots aquells que n’hem menjat i viscut en celebracions familiars (bodes, batejos, etc.), en combois amicals al camp o a la mar (les paelles de pasqua, les eixides a la mar d’estiu… i també, clar, en altres tipus de reunions socials, com actes polítics, àpats de negocis, menjars amorosos…

Vull dir que la paella és una obra d’art efímer, una obra que ens convoca a gaudir de la vida, que ens permet sentir l’exaltació del present, com ho fa la música, per exemple; un pot ser-ne el guisador-paeller, l’artista que interpreta la peça, mentre els altres en són els gaudidors, els destinataris del treball de l’artista, els que regalen sentit i raó al treball artístic.

Per tot això, i per història, per tradició, per gust, la paella valenciana mereix ser coneguda en tota la seua amplitud de sentits. És un plat feliç, una joia gastronòmica, un ritu antropològic, una festa. I més. Molt més.

Josep Piera

Fitxa artística

Creació multidisciplinar d’ADOLF MURILLO

Direcció i producció audiovisual d’ÀLEX GARZÓ

Flautes: ROSA SOLER
Saxofons: JOSEP LLUÍS GALIANA
Percussions: JOAN SORIANO
Vídeo: PERE VICALET
Electròniques: ADOLF MURILLO i GIANNINO CLEMENTE

Paella Sònica Ensemble

Fitxa tècnica

Durada: 43:09 · Picture Format: Mpeg-2 · Aspect Ratio: 16:9 · Menu Screens: 1 · Disc Formats: DVD-5 · Audio Format: PCM · Subtítols: castellà i anglès
© 2019 Liquen Records
DL: V-3452-2019
ISAN 0000-0005-8F12-0000-D-0000-0000-Z

PREMSA

Article d’opinió del poeta valencià Josep Piera al diari Levante-EMV, 12 de gener de 2020.

Article d’Adolf Murillo publicat al periòdic lasBandas, febrer de 2020

LA PAELLA SÒNICA. L’UNIVERS SONOR DE LA PAELLA

Segurament estarem d’acord que un dels trets que ens defineix com a valencians és eixa filosofia tan nostra del pensat i fet i que ens porta a desafiar qualsevol tipus de repte que ens proposem.

Així doncs, beneïts per un mestre de les paraules com es l’escriptor i poeta Josep Piera, al comboi d’una paella i una bona conversa, dissenyàrem aquest projecte de La Paella Sònica.

Poques setmanes després del comboi i amb una xicoteta ajuda de l’Institut Valencià de Cultura teníem ja els ingredients per tirar endavant el projecte.

Un grup de músics conformat per Josep Lluís Galiana, als saxos; Pere Vicalet, als visuals; Rosa Soler, a les flautes; Joan Soriano, a la percussió, i jo mateix, fent l’electrònica en viu, donàrem forma sonora i enregistràrem un DVD en un concert al Centre Cultural Papa Calixte III, de Canals, junt al tècnic de so Giannino Clemente i el documentalista audiovisual i escriptor Àlex Garzó.

Si entrem als preparatius, tal vegada a més d’una persona, el nom de paella sònica li sonarà una mena de broma graciosa o, potser, una extravagància de músics i creadors d’aquests anomenats moderns. Si li afegim que ni té partitura, almenys de les convencionals, qualsevol oient poc acostumat li pot suposar un autèntic galimaties.

Hi trobe tantes relacions amb els processos creatius de la creació musical amb l’escriptura literària, la cuina que plantejar aquesta situació i forçar els límits de la imaginació a través del diàleg dels llenguatges ha estat una vegada més un desbordar de sorpreses i sobretot la possibilitat de recórrer un espai d’experiències que ens reconcilien amb la creativitat.

Repensar sobre les sonoritats quotidianes com ha estat el fet d’escoltar la paella, el nostre plat més universal, es pot convertir en un exercici d’introspecció auditiva i imaginativa que ens apropa a uns universos sonors fascinants.

Hem tingut que desenvolupar la sensibilitat per trobar les connexions i les possibilitats plàstiques del so. Rebuscar a les zones frontereres, escoltar-nos i descobrir-nos sonorament i visualment els músics, pensar i posar per davant el plaer artístic, a costa de no ser compresos o acceptats com ho són altres estils i músiques socialment acceptades. Per no parlar d’altres formes de risc a les quals malauradament la consciència cultural d’aquest país ens afegeix.

I és que vivim en la societat d’allò ràpid, allò viscut en càpsules o píndoles que altres dissenyen per ser consumides in fast moment, segons Steiner:

«Els usos i valors predominants en les societats de consum d’Occident són avui els oposats dels existents a la imaginària comunitat de l’immediat. Abunda el secundari i el parasitari. La humanitat instruïda es veu abordada diàriament per milions de paraules, impreses, emeses per ràdio o televisió, que al·ludeixen a llibres que mai s’obriran, música que mai s’escoltarà, obres d’art sobre les quals mai es posarà mirada alguna. Un perpetu murmuri de comentaris estètics, judicis improvisats i pontificacions enllaunades omplen l’aire. És de suposar que la major part del discurs artístic o del reportatge literari, de les ressenyes musicals o de la crítica de ballet es fulleja més que es llegeix, se sent més que s’escolta.»

N’estic cada vegada més convençut de que crear, i si és de forma col·lectiva millor,  és una de les formes de sentir-nos més vius i connectats a la vida. Sovint massa vegades nosaltres els músics i altres especies d’artistes hem estat subjectes a regles i prohibicions que durant anys han anant modelant-nos i fent-nos éssers rígids, amb respostes quasi a presses, que ens deixen poc marge per poder jugar, experimentar y explorar noves possibilitats, amb la nostra matèria primera: el so.

El que tenim molt clar és que l’art ens pot apropar a experiències humanes que difícilment podem aconseguir des d’altres territoris del coneixement.

En aquesta experiència sonora-visual de La Paella Sònica aquesta necessitat d’alliberament, moure’ns als límits de les normes, del trencament amb allò convencional, potser, ha estat el denominador comú, de les ànimes que compartirem taula-escenari per jugar a fer sons.

Sincerament, no m’agrada massa revelar amb explicacions prèvies quines han estat les formules, girs, convencions, consensos, decisions, intuïcions, que han estat el fet determinant que ens ha dut a una acció inspiradora, però, davant d’aquest text revelador de Steiner, he de reconèixer que al calor de les brases enceses del concert on els sentiments i les impressions estan tan a flor de pell és molt més senzill connectar amb el públic i compartir i fer la nostra experiència, també seua.

La música contemporània està en moltes ocasions òrfena de propostes pedagògiques que faciliten als nouvinguts de l’art sonor contemporani a desenvolupar noves actituds i escoltes davant processos de creació. Aquesta conversa entre públic i músics ens fa sincronitzar la sensibilitat humana i va obrir un nou pont per la compressió i acceptació d’aquestes músiques, sovint, marginals.

En La Paella Sònica, escoltar o veure, o les dues coses al mateix temps, suposen endinsar-se en un experiència sinestèsica, i sens dubte, és una clara invitació a abandonar-nos a un exercici d’escolta inusual si tenim en compte el poc temps que dediquem a escoltar allò que ens envolta i fins i tot a escoltar-nos. Les tendències fast d’aquesta societat de consum aporten experiències encapsulades de ràpida digestió. I és que la cultura cada cop es xopa d’eixes formes comercials que ens venen experiències extrasensorials en un tancar d’ulls.

Així doncs, escoltar i participar de La Paella Sònica és descobrir en primera persona un territori sonor que com deia el públic que ens va escoltar per primera vegada a Canals: «potser mai hauria escoltat o pensat sobre el so d’una paella de no ser per aquesta proposta sònica». Podreu imaginar ara mateix quan territoris ens queden per descobrir i compartir. Potser plantejar-nos noves escoltes de situacions quotidianes que no mai havíem pensat resulta ser un exercici d’allò senzill i sanador que ens reconcilia amb un temps de quietud i reflexió.

Informació publicada al periòdic lasBandas, gener de 2020

 

JOSEP LLUÍS GALIANA. Electroacoustic Pieces 1999-2019

Josep Lluís Galiana: Electroacoustic Pieces 1999-2019. València: LIQUEN RECORDS. DL: V-2628-2019 — LRCD013. PVP: 15€

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Que cada so visca la grandesa de la seua última raó acústica

Electroacoustic Pieces 1999 – 2019 és un nou projecte discogràfic del compositor, saxofonista i improvisador valencià Josep Lluís Galiana, que compta amb un ampli catàleg d’una cinquantena de gravacions. Artista de contrastada trajectòria musical i un referent internacional tant en el terreny de la lliure improvisació musical com en el de la creació electroacústica, és, a més a més, escriptor, editor i productor discogràfic destacat en l’escena europea. Màxim responsable del segell discogràfic Liquen Records i d’EdictOràlia Llibres i Publicacions, es tracta «d’un emprenedor exemplar, una mena d’home renaixentista, en un àmbit artístic no gens fàcil com és el de les músiques experimentals, la improvisació lliure i l’art sonor».

Electroacoustic Pieces 1999 – 2019 és un disc monogràfic que recull 11 obres de Josep Lluís Galiana compostes tot al llarg dels darrers vint anys. Des d’Oil Sonorities, obra encàrrec estrenada en el Espacio El Tanque (Tenerife, Illes Canàries) el 1999, fins les peces més recents com N-on-O (2015), em-mor[das]sax (2016)o Recurrences (2019), aquest disc arreplega una sèrie de treballs imprescindibles per entendre no sols l’estètica musical d’aquest creador, sinó també per comprendre la seua evolució artística.

En les composicions electròniques i acústiques de Galiana, podem trobar unes constants sonores, unes definides línies estètiques i una forma de fer molt característiques. La veu humana i el seu ús més quotidià: la conversa, i els seus inseparables saxofons soprano, alt, tenor i baríton, presents en quasi totes les seues obres, però també una concepció de la pulsació i del ritme inconfusibles, revelen una poètica sonora pròpia ben arrelada al seu temps històric i artístic.

En les següents pàgines, incloem una ressenya d’Avant Scena i algunes notes del propi autor sobre les composicions d’aquest Electroacoustic Pieces 1999 – 2019.

All music composed and performed by Josep Lluís Galiana
Mixed by Josep Lluís Galiana at Liquen Studios, Pedralba, València, Spain
Mastered by Fernando Brunet (Little Canyon)
Produced by Josep Lluís Galiana for Liquen Records
Cover Photo by Joan Lluís Llopis · Inside Photos by Lujo Berner, Manuel Molines and J. Chagall
Graphic Design by J. Chagall (Gestionarama)
Works Notes by Josep Lluís Galiana · Musical Review by Avant Scena
© 2019 Josep Lluís Galiana
© 2019 Liquen Records

DL: V-2628-2019 • LRCD013 • liquenrecords.com

Amb el suport de

i la col·laboració de

Josep Lluís Galiana_ ELECTROACOUSTIC PIECES 1999 – 2019

  1. N – on – O (2015)
  2. Maquillatges de la realitat (2009)
    Evidencias slobodianas (2012)
  3. Evidencia slobodiana I
  4. Evidencia slobodiana II
  5. Evidencia slobodiana III
    Suite pour saxophone tenor SOLO Ops, Op. 2 (2014)
  6. I. Profondément expressif
  7. II. Trés lointain
  8. III. Animez progressivement
  9. IV. Comme des souffless frais
  10. V. Dans un halo de pédales
  11. VI. Avec une élégance grave et lente
  12. Gavaliana (2007)
  13. Ops, Op. 1 (2010)
  14. Claro… improvisar (A Miguel M.) (2012)
  15. Oil Sonorities (1999)
  16. em-mor[das]sax (2015)
  17. Recurrences (2019)
  18. Us & Them E5 Human Tide (2017)
    Total Time 66:47

PRESS and REVIEWS

Paisajes electroacústicos con saxofón en primer plano

Paco Yáñez, mundoclasico.com, lunes, 1 de junio de 2020

En nuestra última visita al catálogo de la discográfica valenciana Liquen Records nos adentramos en una apasionante propuesta musical, Interaccions sonores (2019), que aunaba la improvisación libre y la música escrita por medio de saxofones y electrónica. De ella eran responsables el joven compositor valenciano Joan Gómez Alemany y el productor, saxofonista, improvisador, compositor, editor y escritor Josep Lluís Galiana (Valencia, 1961), que hoy vuelve a visitar las páginas de mundoclasico.com de la mano de su más reciente compacto en Liquen Records: un disco en el que reúne sus piezas electroacústicas compuestas entre los años 1999 y 2019; un recorrido, por tanto, que abarca tres décadas y los principales intereses estéticos del propio Galiana desde finales del siglo XX a la ya casi tercera década del XXI. 

Ese continuo entre siglos y su paralela persistencia de la memoria (tan importante para no desarticularnos como sujetos históricos y ser conscientes de nuestras derivas) es integrada por Josep Lluís Galiana ya en la primera pieza de este compacto, en la que evoca y homenajea a quien considera una de sus principales referencias: el compositor veneciano Luigi Nono. En nuestra reseña de Interaccions sonores ya habíamos señalado la fuerte impronta que de Nono recibía aquella propuesta, por medio de partituras en las que lo acústico y lo electrónico se con-fundían e hibridaban, como la magna La lontananza nostálgica utópica futura (1988-89): ámbito privilegiado de expresión en el catálogo de Galiana, que de nuevo se asomará a este compacto que, como semanas atrás al referirme a la música de Joan Gómez Alemany, debemos calificar de «electroARTcústico». De este modo, N – on – O (2015) juega con toda una paleta de técnicas y conceptos nonianos de pura cepa para articular sus seis minutos de duración, en los que escuchamos desde exploraciones del espacio como silencio habitado a sonidos y conversaciones recogidas en las calles que nos recordarán al Nono de Contrappunto dialettico alla mente (1967-68). 

De este modo, aunque N – on – O no sea la pieza más antigua del compacto, me parece un acierto el emplazarla en primer lugar, por cómo ésta explora el silencio inicial, con sus barridos de ruido blanco de izquierda a derecha, y viceversa, calibrando las cualidades de un silencio que, como para John Cage o para la música tradicional nipona, no es vacío, sino un lienzo con características propias que marca lo que será sustancia y ontología del sonido: tal y como el propio Nono hacía cuando se adentraba en la iglesia veneciana de San Lorenzo para comprobar la naturaleza de sus ecos y silencios de cara a la composición de la magna Prometeo (1981-85): ese magistral tratado de la escucha. Tras estos primeros minutos de exploración de un silencio, así pues, habitado y significativo, Josep Lluís Galiana esculpe en su lienzo de no-vacío formas en tenuto muy hábilmente suspendidas, mostrando un estilo netamente noniano de gran musicalidad y sentido camerístico, que nos recordarán, asimismo, a los haces micropolifónicos de Ligeti en partituras como Lontano (1967), con su manejo de un sonido que es luz y cromatismos resplandecientes. La parte final de N – on – O nos conduce a las calles, con sonidos de ladridos, pisadas (el concepto del caminante sin caminos noniano se hace aquí realidad física), conversaciones y toda una sonorización del espacio urbano que nos remite, del mismo modo, al Nono político, eludiendo Galiana el panfleto y dando voz a la calle; por momentos, de un modo que resulta difícil entender las conversaciones, incluso en qué lengua se entablan, por lo que la dimensión de su propuesta elude lo local (o lo integra y sublima) para convertirlo en expresión universal. Universales son, también (además de convertirse en aliento que insufla poética a N – on – O), las referencias al mar, al sueño y a la utopía: dimensiones que se consuman en una hermosa pieza repleta de contrastes que integran lo más abstracto y lo más concreto, lo espiritual y lo físico, siempre con un sentido poético, político y musical. 

La segunda pieza, Maquillatges de la realitat (2009), se incardina, igualmente, en una lectura crítica y política de la sociedad del espectáculo -siguiendo a Guy Debord-: aquí, el maquillaje de la realidad al que alude su título, parte de esa líquida y volátil sociedad de la apariencia en la que nos hemos convertido, y que de forma clarividente ya denunciaba Galiana en esta creación electroacústica con más de una década de existencia (década en la que dicho fenómeno no ha hecho más que agravarse; especialmente, tras la eclosión de Instagram como principal red social y pantalla de maquillaje global). La voz es aquí el material principal con el que Galina trabaja, estirando y deformando sus sonoridades y prosodia, así como progresivamente alterándola por medios electrónicos, de forma que, en los minutos finales, de las voces iniciales no resta más que un crepitar en morendo que se va perdiendo, cual la propia personalidad en estos tiempos de imágenes impostadas, desdibujada y borrada tras tantas capas de falsedad. En ciertos aspectos; destacadamente, en el tratamiento de la voz, Maquillatges de la realitat me ha recordado algunos trabajos de Eduardo Polonio, por lo que los rizomas estilísticos se extienden en distintas direcciones, aunque no por ello divergentes, pues entre las piezas electroacústicas de Polonio se encuentra Esa ola de luz (1990), dedicada a Luigi Nono en el año del fallecimiento del veneciano. En todo caso, Maquillatges de la realitat comparte con Polonio un mayor sentido del humor, frente a la habitual seriedad noniana. 

Las tres breves piezas que conforman Evidencias slobodianas (2012) fueron creadas con motivo de quincuagésimo aniversario de la visita a España del compositor de origen armenio Aram Slobodian: efeméride que la Asociación de Música Electrónica de España aprovechó para abrir una convocatoria de piezas electroacústicas que evocasen dicha figura. Quizás sea por ello la presencia en la primera de las piezas de un repique de campanas, electrónicamente esculpidas, que recuerdan a los juegos de tañidos en los monasterios caucásicos. La segunda pieza profundiza en sonoridades sintetizadas con ecos del pasado, sobre cuyos paisajes se van infiltrando ecos antiguos de programas de radio, lo que nos puede hablar, en conjunto, de Evidencias slobodianas como de una suerte de progresión histórica expuesta y tratada electroacústicamente. En la tercera pieza cobra una gran importancia el saxofón, por lo que de los ecos armenios venimos a dar al instrumento fetiche del propio Galiana, en un diálogo intercultural que implica sonidos y procedimientos técnicos muy variados, incluidos ecos de las grabaciones de clarinete realizadas por Slobodian, cuyo tratamiento, por medio de la aceleración, la reducción y la compresión, pretendía evidenciar el tiempo vertical (concepto, por otra parte, tan propio de los compositores japoneses) como «momento único en el que todo puede acontecer». Todo ello nos deja, por medio del saxofón, en la perfecta antesala para la siguiente pieza. 

En un disco de música electroacústica como éste, la Suite pour saxophone tenor SOLO Ops, Op. 2 (2014) podría parecernos una presencia extraña, pero no lo es tanto si pensamos que Josep Lluís Galiana, en línea con buena parte de lo mejor de la música de la segunda mitad del siglo XX, explora su saxofón tenor por medio de técnicas que nos remiten a una sonoridad electroacústica, más agudizada en el quinto de sus movimientos, mientras que el primero muestra dejes jazzísticos y libertades propias de una improvisación en la que, también, hemos de enmarcar esta Suite. El contraste, así pues, con el segundo movimiento es ya evidente, y de las sensuales y sólidas líneas melódicas del primero derivamos en un saxofón múltiple que se desdobla por medio de multifónicos que despliegan auras y bellos armónicos. El slap que abre el tercer movimiento ya nos pone sobre aviso de un pasaje más gestual y figurativo, que sintetiza los dos primeros movimientos en un trazo más libre, desenfadado y expresivo que viaja de vuelta a un nuevo slap, ahora conclusivo. El cuarto movimiento se relaciona fuertemente con el primero, incidiendo en la unidad y estructura internas de esta Suite, retomando y variando su línea melódica, aquí con mayor exigencia en la digitación, más vibrante y frenética; mientras que el quinto movimiento nos conduce a un paisaje netamente actual, muy rugoso y ruidista, con uso percusivo de llaves, figuraciones espasmódicas, slaps, proyecciones de aire sin tono y toda una plétora de técnicas extendidas que convierten el saxofón de Galiana en un crepitar multidireccional. La sexta y última parte de esta Suite dedicada a Ops (u Opis), esposa de Saturno y diosa de la fertilidad y la tierra en la mitología romana, parece rubricar el sentido etimológico del nombre de tal divinidad, por cuanto el ciclo se extingue en la abundancia, habitando el espacio por completo Josep Lluís Galiana a través de un amplio multifónico cuyos armónicos cubren un enorme espectro para fertilizar, por última vez, un ciclo marcado por la generosa y heterogénea paleta desplegada por un saxofón verdaderamente múltiple en técnicas y estilos. 

Las sonoridades de la miniatura electroacústica Gavaliana (2007) nos recordarán, por momentos, a uno de los monumentos de la electrónica del siglo XX, el Poème électronique (1957-58) de Edgar Varèse, aunque su naturaleza sea, técnicamente, otra. En este caso, los materiales que Josep Lluís Galiana trata provienen de una improvisación del propio Galiana en el saxofón, junto con el guitarrista y compositor Jorge Gavaldá (que da nombre a la obra). Todo un universo de señales y comunicaciones se derivan del primigenio diálogo instrumental a modo de improvisación, lo que confiere a la pieza electroacústica su musicalidad de ley, su heterogeneidad y un fuerte atractivo al condensar un estilo que nos remite a las fuentes históricas que Varèse pone sobre la mesa con un poso instrumental que diría no menos vareseano por su inventiva tímbrica y peso de cada voz implicada. 

La primera entrega del ciclo Ops fue Ops, Op. 1 (2010), pieza electroacústica para cuarteto de saxofones de un poderío abrumador ya desde su grito primigenio y genesíaco que, además de recordarnos el comienzo de la extraordinaria Makbara (1976-80), de Juan Goytisolo («al principio fue el grito : alarma, angustia, espanto, dolor químicamente puro? : prolongado, sostenido, punzante, hasta los límites de lo tolerable»), pone en marcha todo un tour de force impresionante aquí servido por el Mediterranean Electroacoustic Saxophone Quartet, cuyos materiales acústicos trata Josep Lluís Galiana para sintetizar una de las piezas mayores de este compacto, por su carácter atávico, su violencia ancestral y, no sé si antitética o muy consecuentemente, su refinado uso de la tecnología (ésa que, igualmente, es puesta cada día al servicio de otras no menos violentas y atávicas empresas, revestidas de declaraciones de cínica ética). El propio Galiana cita entre las influencias que han articulado conceptual y técnicamente esta partitura a Iannis Xenakis, por medio de lo que denomina «irresistible poder de la armonía «homomorfizada» xenakiana», algo que me recuerda los muy lúcidos comentarios que, tras haber escuchado Interaccions sonores, me lanzó nuestro editor, Xoán M. Carreira, quien veía en aquella pieza una «muy inteligente variación sobre algunos de los tópicos de las obras de Xenakis de mediados de los sesenta», incidiendo en cómo Interaccions sonores compartía con tales obras del greco-francés la explotación de los «defectos» de la amplificación con válvulas, «con su característica «suciedad» que a muchos nos resulta emocionante»: procedimiento que Xoán M. Carreira extendía a su posterior uso por parte de Jimi Hendrix, y que veía logrado de forma «espectacular», a través de sonidos digitales, en la propia Interaccions sonores. Retrotrayendo en catálogo de Galiana, por tanto, una filiación xenakiana en Ops, Op. 1 quizás más evidente por lo atávico y primordial de esta gran composición, los resultados alcanzados en la hibridación de sonidos acústicos de saxofón y tratamiento electrónico nos regalan aquí ocho minutos de música de un impacto artístico y emocional digno de mención. 

Tras la contundencia y el poderío de Ops, Op. 1, la breve (pues un minuto dura) Claro… improvisar (A Miguel M.) (2012) nos ofrece un homenaje a Miguel Molina Alarcón,  artista multidisciplinar, investigador y profesor de Arte Sonoro en la Universidad Politécnica de Valencia. Es por ello la presencia en todo momento de la voz del propio Molina, con algunas narraciones semánticamente reconocibles y otras en las que su voz se con-funde con las de otros artistas sonoros, de forma que parece tramarse una gran fuga de voces, conformando un marasmo verbal que tiene al saxofón como otra fuente musical en contrapunto con tan vibrante ágora de la palabra. En este sentido, resulta una pieza muy mediterránea, no exenta de sentido del humor y de la impronta, de nuevo, de Eduardo Polonio. Como apunta Josep Lluís Galiana en sus notas, en esta composición electroacústica la imprevisibilidad y la fonografía también juegan un papel importante para, con tan parcos elementos, elaborar una construcción que parece de más amplio tamaño, así como abierta a un rumor infinito que trasciende el propio final de la pieza, abierta a la infinitud del tiempo más allá de su contingente final en este compacto. 

Oil Sonorities (1999) es otra de las piezas mayores de este compacto. Ya desde sus primeros ataques en el registro grave del saxofón pensaremos escuchar la bocina de un barco, algo que no resulta descabellado, si pensamos que la pieza se refiere al petróleo, cuya escucha, según Josep Lluís Galiana, «produce sonoridades viscosas, melifluas, escurridizas, fluctuantes, pastosas, legañosas, pringosas, amarillentas, grasosas, aceitosas, pegajosas, crasas…». Tan amplia paleta matérico-semántico-musical es la que Galiana expondrá a lo largo de los diez minutos que dura la pieza, por medio de toda una plétora de técnicas extendidas que implica trémolos, multifónicos y percusión de llaves, en el saxofón tenor, así como el tratamiento de sus sonoridades a través de la electrónica, creando una obra muy marcada por las transformaciones de la materia sonora, en analogía con las gradaciones y matices del propio petróleo. Los pasajes centrales presentan una progresión rítmica que recuerda los sonidos de una fábrica: machacones y progresivamente insistentes; mientras que en el final de Oil Sonorities se diluye la materia previamente afianzada, por medio de una sutil microtonalidad, en un esfumado de sus relieves más punzantes y rugosos, y un juego con el eco que comporta delay y la extinción de los materiales previos, escuchados cual eco perdido en la lejanía. 

A pesar de que los primeros segundos de em-mor[das]sax (2015) nos volverán a recordar al Ligeti micropolifónico, con su espectral tejido aquí desplegado como una gasa de sonido que nos envuelve, pronto seremos conscientes de que tal envoltura nos remite al amordazamiento: realidad denunciada aquí por Josep Lluís Galiana en una pieza cuya evolución diría más próxima a otro compositor que nunca deja de gravitar sobre su saxofón: Giacinto Scelsi. em-mor[das]sax es, según el propio Galiana, «una pieza electroacústica para saxo soprano amordazado que no puede expresar sus ideas y vive atormentado por no poder manifestarse en voz alta. Solo es capaz de emitir chillidos sordos desde una caverna oscura y pestilente». Como su título sugiere, estamos ante una pieza que denuncia la llamada «Ley Mordaza» del Partido Popular (tan mencionada estos días, por la utilización de algunos de sus puntos durante el estado de alarma motivado por la COVID-19), siendo compuesta como encargo de la red de artistas agrupados en el colectivo República Ibérica Ruidista, y, por ello, parte de La mordaza (Experimentos contra el miedo), «un disco político y militante en favor de la libertad de expresión». De nuevo, los ecos de Luigi Nono se hacen presentes, en un momento en el que las mordazas, las videovigilancias y el control de todo aquello que ataque al biempensantismo impuesto por la alianza medios de comunicación, capital y administraciones estatales es puesto bajo sospecha. Además, por tanto, de sus bondades artísticas, estamos ante una pieza para la reflexión y la denuncia, siempre necesarias. 

Como buen escritor que es, Josep Lluís Galiana hila realmente muy fino en la construcción de los títulos de sus obras (como em-mor[das]sax nos acaba de mostrar). Es por ello que Recurrences (2019) nos remite, ya en su título, a la construcción de una obra en la que la electrónica monta lo que parece todo un ensemble de saxofones en proceso de fuga infinita o perpetuum mobile en el que se van sucediendo técnicas de rabiosa actualidad, muchas de las cuales ya hemos conocido a lo largo de este compacto; de ahí que, en sus notas, se hable de una obra que cierra, de algún modo, la etapa de dos décadas que recorremos en este disco. La pulsión rítmica de esas fugas, la espacialización de las mismas y el carácter tan energético de sus movimientos, nos remiten a un pensamiento muy rítmico, en el que los slaps, la percusión de llaves, los multifónicos y su hibridación y tratamiento con la electrónica colorean lo más puramente rítmico con una profusión tímbrica muy destacable, en la que se unen la libertad de la improvisación con un rigor compositivo que vuelve a beber de algunos de los maestros a lo largo de esta reseña señalados. El resultado es una de las piezas más heterogéneas del compacto, además de intensamente vibrante, inquieta, espasmódica y rica en sonoridades, muy disfrutable en todos y cada uno de sus ocho minutos de duración, que se hacen cortos por la variedad de paisajes acústicos y electrónicos visitados hasta esa verdadera estampida final disuelta en un último esfumado electroacústico. 

Pieza para quinteto de saxofones tenores, Us & Them E5 Human Tide (2017) es un encargo del artista catalán Joma Rius para una creación audiovisual homónima en la que Rius aborda el drama que cada año se padece en aguas del Mediterráneo: mar que se ha convertido en una de las mayores fosas de la vergüenza de nuestro tiempo. Por tanto, estamos ante una nueva obra de corte político y reivindicativo, así como elegiaco; especialmente, en lo que al primer saxofón se refiere, con un canto melódico y sentido más convencional, en todo caso, que el moderno lenguaje empleado por Galiana en obras artísticamente más potentes, como Ops, Op. 1 o Recurrences. Otro aspecto que destaca en Us & Them E5 Human Tide es la presencia multicultural de músicas que nos remiten tanto a África como a Oriente Medio, ya por sus ritmos y melodías, ya por la evocación de sus instrumentos tradicionales; especialmente, vientos y percusión, así como reminiscencias del canto sublimadas en saxofones y electrónica. Es por ello el carácter, como en la anterior pieza, tan recurrente y melismático, expandiéndose esta elegía y voz de denuncia de forma imparable, acumulando materiales, suspendiéndolos y haciéndolos palpables para mayor vergüenza de las autoridades de la fortaleza europea: esos países que, incluido el nuestro -y entre los primeros-, hace no muchas décadas tomaban, asimismo, la puerta de la emigración. 

Como en el caso de los dos discos del sello Liquen que reseñamos en abril y mayo, el sonido es realmente bueno, con una gran transparencia y una fantástica espacialización que nos adentrarán en la escena acústica y en la dramaturgia de cada pieza de un modo privilegiado (algunas de estas grabaciones ya habían aparecido previamente en diversas ediciones discográficas, que desconozco; pero, por lo que las notas del compacto dan a entender, éstas han sido remasterizadas y mezcladas especialmente para este compacto; de ahí, su gran presencia y calidad). Por lo que a la edición se refiere, en esta ocasión Liquen Records sí presenta un libreto autónomo, que en once páginas (y en valenciano, castellano e inglés) presenta el disco en su conjunto y cada una de las piezas electroacústicas aquí reunidas, acompañando a los textos numerosas fotografías en color del compositor y saxofonista valenciano. Redondea, todo ello, un muy atractivo lanzamiento que nos sirve para continuar un recorrido por la obra escrita y musical de Josep Lluís Galiana; recorrido que conocerá nuevas entregas a lo largo de las próximas semanas. 

Este disco ha sido enviado para su recensión por Liquen Records .

 

 

 

 

El disco electroacustic pieces 1999-2019 de Josep Lluís Galiana, abarca dos décadas de intenso trabajo, y por tanto, es un álbum de madurez. Podemos decir, un autorretrato ya de edad avanzada, cuando el conocimiento del trabajo es muy superior, al que uno tiene durante la juventud.

Rembrandt, quien realizó prolíficamente alrededor de un centenar de autorretratos, sin lugar a dudas, los que ejecutó en su madurez, son los mejores. Los autorretratos que abarcan extensos periodos temporales, existen con muy poco frecuencia en la historia del CD musical. Siendo la mayoría de los existentes, CDs que contienen trabajos sobre muertos (y por «desgracia», el muerto no puede autorretratarse), agrupados por intérprete, género musical, época, etc., y muy pocos, los que se saltan este formato estándar y convencional, para arriesgarse y crear nuevos géneros y posibilidades. El autorretrato de madurez, hecho por el mismo artista (y no por los gangsters de la industria), tan común en la pintura, es a mi entender, casi inexistente en álbum musical (y más en la música de creación actual o de vanguardia). Por eso señalamos nuestro símil con lo pictórico y no con lo musical. El CD, es generalmente un archivo del conocimiento sonoro, como lo es el libro al concepto o a la imagen. En el caso de electroacustic pieces 1999-2019, no sólo se elige el sonido como archivo de su conocimiento, sino además, el complemento ideal, para potenciar su compleja y original mirada al incluir un detallado libreto (otra forma original de entender el libro),  con varias imágenes y notas de programa para sus 18 pistas. Demostrando todo este CD un cuidado preciosista, completo, que redondea y solidifica este trabajo artístico. Porque un verdadero músico, cuida su vertiente tanto sonora, como la reflexión del sonido a través de la palabra y la imagen. Así se nos dice en la introducción del libreto: aquest disc arreplega una sèrie de treballs imprescindibles per a entendre no sols l’estètica musical d’aquest creador, sinó també per a comprendre la seua evolució artística[1].

En electroacustic pieces 1999-2019, nos encontramos con un trabajador que parte de sus propios y próximos medios. Amigos y familiares podrán ayudarle, pero aquí no hay magnates ni sponsors que monopolicen poderosamente este trabajo y lo condicionen. Todo parte de las libres manos de Galiana (las que accionan el saxofón) y su intelecto (el que lo hace pensar). Por eso este disco sin condicionantes, merece el apoyo de cualquiera (tanto fondos privados como públicos), para poder seguir creciendo en la línea del máximo progresismo creativo. La cuestión es mantener siempre la libertad y no ceder ante la dictadura de la rentabilidad capitalista de las cifras, o el oportunismo de la política clientelista, favoritista y chovinista. El problema ocurre cuando los que dan los fondos, se basan en estos criterios para otorgarlos, lo que hace que mantener y ejercer la libertad, sea un camino muy difícil y arriesgado, siempre volcado a transitar la máxima marginación y exclusión, de los circuitos reconocidos y respaldados. Por eso, uno debe primeramente organizarse y emanciparse a sí mismo, para que su libertad siga siendo libre. Esto se consigue estudiando la filosofía del trabajo y el trabajo de la filosofía, para crear una música sin ataduras  que no atienda a prejuicios.

En este disco muchas veces es irrelevante la diferencia entre composición e improvisación, ambas se cruzan, mezclan y retroalimentan. Como decir que todo es improvisación libre, ya que hay obras tratadas tanto desde el espectralismo, como el jazz, el paisaje sonoro, la tonalidad, etc., en una constante variedad que ningún orden limita sus recursos, ni los encorseta en ninguna clasificación convencional. No es un CD retrato, es mucho mejor, ya que es mucho más personal y por tanto es posible calificarlo de autorretrato. Con electroacustic pieces 1999-2019 estamos observando que nos encontramos ante algo más que un mero disco. Ya apuntábamos su forma especial de pensar el trabajo. Tampoco es un CD con un presupuesto desbordado que abarque megalomaníacamente toda la producción del músico. Ni quiere encuadrarse dentro del canon oficial de la Historia de la Música, siempre la historia de lo escrito fijamente y de forma inamovible. No nos olvidemos que la escritura «se inventó», para recordar las cifras de los negocios. Los escribanos eran personas muy respetadas y siempre al servicio del poder (por ejemplo en la antigua Mesopotamia y Egipto). El escritor (o artista) que hay que respetar es el que nos enseña Brecht: el escritor debe escribir la verdad; es decir, no debe rechazarla ni ocultarla, ni deformarla. No debe doblegarse ante los poderosos; no debe engañar a los débiles. Pero es difícil resistir a los poderosos y muy provechoso engañar a los débiles. Incurrir en la desgracia ante los poderosos equivale a la renuncia, y renunciar al trabajo es renunciar al salario. Renunciar a la gloria de los poderosos significa frecuentemente renunciar a la gloria en general. Para todo ello se necesita mucho valor[2].

La libertad y la dictadura nunca pueden ir juntas de la mano. Por ello la libertad no debe temer la transformación y el error. La libertad no es una posición dicotómica y lógica, en una clara oposición entre términos antagónicos. Todo lo contrario, ha de estar en constante búsqueda y cambio. Por eso, dentro de las dos décadas que abarca electroacustic pieces 1999-2019, resulta difícil encontrar obras similares en estética. Por contra, hay una constante vitalidad y gran variedad de recursos en constante experimentación y prueba, que nunca se toman como perfectos o definitivos, estando constantemente a prueba o improvisándose. Algo que suele ser contrario al estilo fijo o estancado de muchos compositores, que suelen fijar sus características y personalismos, para así ser fácilmente valorados y reconocidos en el ámbito académico y del «gran público». Aunque por contra, no se dan cuenta que esta es una de sus limitaciones más visibles y «castrantes». En cambio, el improvisador (y más aún el que practica la improvisación libre) con escaso reconocimiento académico (o nulo) y de público, nunca se ve limitado por estos factores externos. Por eso, puede explorar una multiplicidad de estilos y rechazar toda limitación. Sobre lo comentado, añadamos esta interesante reflexión de Theodor W. Adorno que hacía sobre la música contemporánea de su tiempo (por eso señala la contraposición entre neoclasicismo y dodecafonismo): Resulta esclarecedor el hecho de que, después del derrumbamiento de los esquemas tonales, los cuales, en efecto, han decaído porque no consiguen la constitución de la forma que pretenden conseguir, la música ha menester fuerzas organizadoras a fin de no caer en el caos. Pero el miedo al caos está, en música tanto como en psicología social, sobrevalorado. Eso produce todavía hoy en día el mismo cortocircuito que en las escuelas del neoclasicismo y del dodecafonismo, en esto en absoluto tan distintas entre sí. El orden habría precisamente que imponérselo a la libertad, ésta habría que refrenarla, mientras que la libertad debía organizarse a sí misma no obedeciendo ya a ninguna pauta que, en cuanto heterónoma a ella, trunca lo que quiere conformarse en libertad. Quizá algún día asombrará lo poco que la música disfrutó de su libertad, cuán a corto plazo invocó las condiciones también filosóficamente tan fatales: su masoquismo. La incomodidad de la música emancipada con el hecho de que todo esté permitido se hereda lo mismo que el orden violento del mundo; su sombra ha planeado hasta el día de hoy sobre toda construcción musical, toda composición musical. Desde el sujeto compositivo, la informal sería una música que pierde el miedo porque lo refleja e irradia; no se deja tutelar por él[3]. Theodor W. Adorno no conoció la improvisación libre (ya que estaba gestándose cuando él murió y era mucho menos conocida de lo que es ahora), pero de conocerla, en nuestra opinión seguro que la habría valorado positivamente e incluida dentro de su concepto de «música informal». La poca música que disfrutó de su posible libertad, tal vez ahora con la improvisación libre, tiene un buen ejemplo donde practicarse. Uno de sus padres, Derek Bailey, nos lo dice y remarca otra vez más, el absurdo de toda clasificación cerrada para poder seguir siendo libres: La creatividad musical (tal vez toda la creatividad) es indivisible. No importa cómo se la llame ni cómo se desarrolle. La creación de música transciende el método y, en esencia, la dicotomía entre composición e improvisación no existe[4].

Centrémonos ya en electroacustic pieces 1999-2019, comentaremos únicamente algunas de sus obras (las que más nos han interesado), ya que la longitud de este CD y su gran variedad de elementos, son incompatibles con la brevedad de una reseña dedicada a la crítica discográfica. Para un análisis más profundo y detallado, necesitaríamos el espacio de todo un libro. La primera pieza de electroacustic pieces 1999-2019 es N – on – O, donde ya se nos aparece en primer plano el carácter original y libertario de este CD. En el libreto podemos leer, como Galiana «poetiza su poema sonoro»:

Que cada sonido viva la grandeza de su última razón acústica,
despliegue sus amplias alas melódicas,
se articule con el silencio universal en dialectal alianza
y entre en efímeras configuraciones espaciales para caer…
                                     finalmente, en la inmensidad del tiempo «sospeso».

N – on – O es una pieza electroacústica compuesta en homenaje al compositor italiano Luigi Nono. También es un homenaje al silencio, al caminar y al soñar, al compromiso político, al mar y a los sonidos a-filiados, a los enigmas y los espacios, al tiempo.

Hemos de confesar que en una primera escucha, nos chocó por su sencillez, pero justamente esto nos pareció luego de preguntarnos el por qué y reflexionar sobre ello, una de las características más interesantes de N – on – O. Ya que revierte nuestras expectativas «intelectuales y cultas» de una escucha «compleja y elitista». Además, de que nos parece una opción muy acertada para introducir un CD, que abarca tantas obras (recordemos, 18 pistas) formadas por múltiples lenguajes contrastantes. Pero aún es más importante esta «sencillez» relacionada con el concepto del haiku que Josep Lluís Galiana ha practicado tan bien. Citemos ahora un poema suyo que se encuentra en su poemario haikus d’estiu. Justamente el que citamos está dedicado a Luigi Nono:

II

Temps, art i espai
revolucionaris.
Murs de grafits[5].

Retomando el tema de la sencillez, la música de Galiana también puede ser muy compleja (como varias de las obras de este CD demuestran), por tanto, la sencillez de su pieza inicial, no es falta de habilidad o cualquier otro tipo de carencia, sino una apuesta arriesgada en favor de una escucha desnuda. Algo que el mismo Luigi Nono realizó al cambiar el paradigma del serialismo integral (en los años 50 y 60), altamente complejo, por otro posterior que crea una música más «sencilla» y despojada de todo «artificialismo». El punto de transición de esta evolución se encuentra en los años 70 con el Fragmente-Stille, an Diotima y que luego explorará profundamente en los 80. La pieza N – on – O se forma con unos materiales sonoros muy escasos, como son el sonido del mar trabajado en estéreo, ya que recorre el canal izquierdo y derecho, como si viajase por el espacio. Junto a tonos muy puros (casi sinusoidales) que van formando pequeñas harmonías que nos recuerdan al instrumento japonés Shō; aunque estos tonos han sido extraídos del saxofón soprano y algunos han sido tratados electrónicamente, por eso su hibridez y confusión con el sonido puro e inexistente en la naturaleza que es el sinusoidal. Esta búsqueda de la «sencillez», de lo «popular y para el pueblo» (recordemos el carácter político de esta pieza), también puede ser la intención de introducir (al final de la obra) voces comunes de gente en la calle. Remitiéndonos a un paisaje sonoro (con semejanzas a Luc Ferrari) del que estamos muy acostumbrados, pero que nunca le prestamos atención. Una vez se nos presenta fuera de contexto (por ejemplo mediante la escucha con altavoces o auriculares), adquiere un potencial nuevo y nos ayuda a entender que esta «sencillez», esa operación de de-contextualización y re-contextualización que podemos realizar con los sonidos, son una fuente inagotable y un recurso que nos incita a reflexionar y pensar, como la misma pieza de Galiana nos demuestra excelentemente.

Otra de las piezas destacadas del CD, ya no electrónica, sino ahora acústica-instrumental (sumando crean el concepto de «electroacústica» que titula el CD) es Suite pour saxophone tenor solo ops, Op. 2. El título ya promete por su ironía en múltiples sentidos. Por ejemplo, esta obra no puede ser el Op. 2 dentro del catálogo de Josep Lluís Galiana porque está fechada en 2014 y su creación musical, se remonta a mucho tiempo atrás, con innumerables piezas anteriores. Además, esto nos sugiere un guiño irónico hacia la tradición: la misma clasificación de Op. es un recurso del pasado musical, ya que los compositores actualmente ya no lo utilizan. Como explican las notas de programa de esta pieza: Obra de indudable carácter improvisatorio. Dado que las suites (las de Couperin, Bach, Händel, etc.) están escritas (compuestas), vemos aquí ya una «vuelta de tuerca» al concepto de suite (recuérdese el título de la obra), que en el caso concreto de Galiana, no está escrita, sino es fundamentalmente improvisada. Por otro lado, si continuamos leyendo las notas, se nos revela el verdadero significado del ops, Op. 2, su autor escribe: es la segunda obra de Galiana dedicada a Ops, la diosa de la fertilidad y la tierra perteneciente a la mitología romana. Esposa de Saturno, Ops u Opis significa riqueza, bienes, abundancia, dones, munificencia y también está relacionada con la palabra opus, que significa trabajo, particularmente en el sentido de trabajar la tierra, ara, sembrar. Estas ideas están muy bien conectadas en toda la suite (compuesta por 6 movimientos), ya que presentan una gran cantidad de recursos, técnicas y expresividad, que no sólo encontramos entre movimientos, sino dentro de los mismos. Por ejemplo, en II. Trés lointain, un multifónico formado por un intervalo pequeño que produce batimientos, nos depara una muy interesante mezcla entre esta sonoridad calma (explorada muchas veces en la música contemporánea o música clásica actual) y algunos ribetes jazzísticos pero muy camuflados e integrados. Ayudando a crear un espacio nuevo y perplejo, que pocos músicos han trabajado y Galiana en esta suite, se encarga sistemáticamente de explorar y practicar. Por otro lado, V. Dans un halo de pédales, se inicia con ruidos de llaves que van desarrollándose, como un patrón regular de una danza (aquí podríamos tener una conexión explícita con la idea de suite). Este movimiento aporta una nueva sonoridad (la ruidosa y sin notas) dentro de los viejos y tradicionales conceptos de la «suite y el jazz», hibridando todos entre sí y subvirtiendo su dicotomismo e irreconciliación, hoy totalmente obsoletos.

Posteriormente, en el disco podemos escuchar Ops, Op. 1 (Galiana subvierte la cronología habitual numérica, al colocar el 2 antes del 1), obra de gran complejidad en un carácter muy improvisatorio, pero en nada con ribetes de jazz clásico, sino con uno muy free, avant-gard y agresivo, creado por una polifonía de saxofones superpuestos que imitan con gran belleza e intensidad la evocación del grito, como se dice en las notas del CD. Comprobamos otra vez más, la enorme diversidad que hay en el catálogo y la vertiente polifacética y pluri-estilística de Galiana. Retomando esta idea, su siguiente pieza Oil Sonorities (la más larga de este compacto) muestra una tensa estructura, en nuestra opinión, influenciada por el espectralismo. Ya nos lo indica las notas de programa: La respiración del petróleo, producida por el registro grave del saxofón tenor, además de la utilización de trémolos, multifónicos, ruido de llaves y la intervención de la electrónica en vivo, recorrerá toda la obra, la cual tiene una sección central caracterizada por la microtonalidad y una sugerente progresión rítmica. Si escuchamos la obra, analizando estas características y la comparamos con la música del señero del espectralismo, Gérard Grisey, podemos encontrar muchas similitudes. Por ejemplo, en Partiels de Grisey, él utiliza el contrabajo y el trombón (en su Mi grave) para desplegar sus harmónicos (que Galiana realiza con su saxofón tenor), imitando en los instrumentos texturas muy similares a las que produce la electrónica en vivo (y su análisis y síntesis sonora), también potenciando la microtonalidad que aparece en el espectro natural del sonido. A su vez, Grisey, utiliza el tiempo como una «medida electrónica» al utilizar una notación espacial (rechazando la métrica y el compás asociados a los patrones de la danza), donde lo importante es la horizontalidad libre del tiempo, mediante su compresión y descomprensión, que asemejan la duración (en el sentido que le da Henri Bergson) a una materia escultórica (en el caso de Galiana, una materia petrolífera). Partiels es concebida como una gran pedal o fundamental, a los que se suman los «parciales» en clara similitud a un multifónico. Oil Sonorities tiene muchas conexiones con la pieza de Grisey, pero obviamente también se diferencia en muchas otras cosas. Aún así, esta obra la podríamos caracterizar con la desconocida categoría de «jazz espectral» (nosotros no la hemos encontrado en ningún libro). Aunque el jazz aquí tiene poca presencia, pero dado que en este CD en la mayoría de las piezas su relevancia es constante (y no nos encontramos ante el usual CD de música contemporánea, sino en un híbrido imposible de limitar en un lado como otro), creemos adecuado poder caracterizarlo de esta manera.

Concluyendo, en otra obra muy al estilo galianista (de Galiana), la de un montador (incluso cinematográfico) de múltiples ideas y materiales, añadimos rápidamente que la última pieza del CD Us & Them E5 Human Tide, nos remite a otra idea de música popular y folklórica, en la muy tierna y bella melodía inspirada en un melisma que es repeteix insistentment i al qual se li afegeixen altres cants melismàtics fins arribar a un cert cor -caos- de veus, ofegades, repetitives, veus de dolor i gemecs, jugant amb els plans sonors, l’espacialitat, i que ens recorden els característics cants africans subsaharians i, en general, la música àrab[6]. Vemos que en el trabajo de este músico, no sólo interactúan estilos, géneros, sonidos e ideas, sino también culturas. Pero esta obra nos depara una sorpresa!!! inmediatamente luego, aparece un BONUS TRACK: Two Girls. Esta no aparece dentro de la relación de pistas del CD, sino está oculta, rompiendo los convencionales formatos discográficos y concluye ya este magnífico disco, que con su originalidad y versatilidad, nos propone un autorretrato sin duda muy personal. Incluso los mismos detalles (como el señalado de incluir una pista escondida) están extremadamente cuidados, ya que Josep Lluís Galiana (quien también es el responsable de la producción del CD y director de la casa discográfica que lo edita), con su extenso conocimiento y múltiples facetas (añadamos la de escritor, poeta, ensayista, editor, gestor cultural, etc.), puede ser llamado «un hombre del renacimiento». Así lo señalaba recientemente el escritor y musicólogo mallorquín Antoni Pizà Prohens (director de la «Fundación por la Música Ibérica» en el centro de investigación musical Barry S. Brook de la City University de Nueva York) que caracterizaba de esa manera a Galiana, en una reciente publicación en el suplemento de cultura Bellver del Diario de Mallorca. Terminamos nuestra reseña, renaciendo, renovando, recomponiendo, recontextualizando, etc., la música de este «renacentista» y recomendamos remarcablemente la escucha de su disco electroacustic pieces 1999-2019[7], donde no sólo hay que escuchar sonidos, si no muchas más!

NOTAS

  1. Traducción: este disco recoge una serie de trabajos imprescindibles para entender no sólo la estética musical de ese creador, sino también para comprender su evolución artística.
  2. Brecht, Bertolt. Las cinco dificultades para decir la verdad. Caum Edición. Serie clásicos del pensamiento crítico. 2013. p. 11-12.
  3. Adorno, Th.W. Escritos musicales I-III. 2006. Akal. p. 523
  4. Galiana, Josep Lluís. Emociones sonoras. 2020. EdictOràlia. p. 9
  5. Traducción:
    Tiempo, arte y espacio
    revolucionarios.
    Muros de grafitos.
    Galiana, Josep Lluís. haikus d’estiu. 2021. EdictOràlia. p. 41
  6. Traducción de esta nota de programa en el libreto del CD (con motivo de clarificación, en el libreto se utiliza tanto el valenciano, como el castellano, por eso hemos citado ambas lenguas): inspirada en un melisma que se repite insistentemente y al que se le añaden otros cantos melismáticos hasta llegar a un cierto corazón -caos- de voces, ahogadas, repetitivas, voces de dolor y gemidos, jugando con los planos sonoros, la espacialidad, y que nos recuerdan los característicos cantos africanos subsaharianos y, en general, la música árabe.
  7. El álbum entero puede escucharse de forma gratuita aquí: https://www.youtube.com/watch?v=0c88qWP2e_w&list=OLAK5uy_k8FE0fdernVPjCrX_xIs-dxE05dYU__b0&index=1

UNDÆ! Radio para el día 10 de febrero emite el primer bloque de nuestra conversación con Josep Lluís Galiana en la que tratamos su último trabajo Electroacoustic pieces editado en Liquen Records.

Electroacoustic Pieces 1999 – 2019 is out now on Liquen Records. All compositions of the album were composed and arranged by composer and improviser Josep Lluís Galiana. He’s an interesting and talented composer. He fuses together the traditions of modern classical, experimental and contemporary academical music with free improvisation, experimental and avant-garde jazz. The music is totally based on the main basics of experimental and electro-acoustic music and the newest innovations of it.

Composer is using wide range of playing and composing techniques. The sounds of serialism, sonoristic, concrete and spectral music, minimalistic samples, repetitions of rhythms and sounds are gently combined together to one place. Composer is always searching to new, original and interesting combos – he switches together electronics and acoustics, traditions and innovations, the basics of contemporary academical music and free improvisation. His music is filled with new and evocative ideas, original and expressive sound, original decisions, extended playing techniques and unique sound.

Electroacoustic Pieces 1999 – 2019 is a retrospective of Josep Lluis Galiana music. Here we have an opportunity to hear out, how composer is developing his style, moderating new and exclusive ideas, inventive ways of playing during the years of creative activity. The music is interesting and expressive. It’s filled with interesting timbres, fascinating sound experiments, exclusive playing techniques, contrasting compounds, sudden stylistic turns and eclectic combos. The synthesis of acoustics and electronics is masterfully made – composer is extracting warm, natural and expressive acoustics timbres and fuses them together to synthetic and modern electronics. An open form is used almost everywhere – that makes an effort to great and organic compilation of different styles, eclectic ideas, pleasant surprises and motions.

The music has universal and multi-layered musical pattern – it’s constructed from huge range of musical language’s elements. The harmony is modern and stable – it’s made from strange chords, sharp tunes, repetitive sequences and soft consonances. Composer demonstrates his wide musical knowledge, inventive and original point of view and creativity. The instrumental section is the most important and interesting section of whole album. It’s rich, enchanting, modern and bright. Field recordings, voices, spoken elements, radio tunes, nature sounds, glitch, ambient, drone, sound machine recordings,special effects, modified tunes, strange timbres, computer sounds – all these elements are gently fused together. Cracking, growling, gurgling, burping, splitting, breaking and simply original sounds fill all the musical pattern.

Composer is experimenting on field of instrumentation – he’s using the basics of fields recordings, tape recordings, the newest innovations of spectral, concrete and sonoristic music. Strange tunes, original combos, extended playing techniques, peculiar, weird or simply amazing pairs of sounds and timbres gently fit together to one pattern. That makes an effort to interesting and dynamic sound. From subtle, relaxing, silent and light tunes illustrated by strange timbres and special effects, music goes to cracking, sparkling, vibrant, ambient, deep and simply impressive samples.

Sometimes the music is mysterious and deep, solemn, tight, calm and relaxing, sometimes – outrageous, peculiar, wild, luminous and active. It’s changing all the time and makes an effort to original and impressive sound. The sounds of acoustics are integrated to huge range of electronics. Silent and strange tunes, warm and natural extractions, sudden and hot spills of energy, vibrant and expressive melodic samples, dizzy passages, transcendental virages, passionate and luminous riffs brings life and contrast to whole album. The music of this album is made by nice and organic fusion between acoustics and electronics. Album has bright, inventive and exceptional sound.

CAPÍTULO I: En el que se habla sobre la Electroacústica como concepto y asistimos a una colonoscopia en vivo a través de la campana de un saxo.

por ANTONIO MARTÍN, La muerte tenía un blog, lunes, 27 de 2020

La electroacústica, en comunión con cosas como la Música Concreta o el Jazz Contemporáneo forman una suerte de triunvirato en ocasiones tan hermético como el estudio de la cábala. Mi acercamiento a estos géneros ha sido a través del Free Jazz y la Electrónica, por lo que creo que en cierta medida he tenido la ventaja de que mis hímenes timpánicos perdieron su virginidad hace eones con tanto aluvión de sonidos agrestes. 

He de agradecer a mi escaso acervo musical el no tener demasiados conocimientos académicos que hagan que me pierda en una vorágine inabarcable de términos a la hora de definir la (perdonad la redundancia) hora de música que el grandísimo Josep Lluís Galiana nos ofrece en esta recopilación de experimentos electroacústicos titulada Electro Acoustic Pieces (1999-2019) y que supone un salto cualitativo importante en lo que a las ediciones físicas de LÍQUEN RECORDS se refiere. Un precioso digipack a tres paneles con libreto interior plagado de información que hace casi ridícula cualquier exposición con ínfulas literarias que yo pueda hacer desde aquí.

He visto a Josep tocar en directo, lo he leído en sus escritos, pero reconozco que desconocía su faceta electroacústica, palabra que cada vez se me antoja más vacua e inútil, porque no define para nada lo que luego te encuentras en el disco. Es decir… si el Post Rock es un saco inútil (que me perdone Simon Reynolds), la Electro Acústica sirve para hablarnos de la cópula entre algo que se enchufa y otra cosa que no… así que lo mismo puedes hacer la grabación de campo de una batalla de pedos y distorsionarlos que poner un micrófono dentro de la aspiradora de tu casa. Así pues, perdonad si intento eludir tan diáfana etiqueta y me limito a dar rodeos prosaicos sobre sensaciones más que sonidos.

Lo que sí me gustaría recalcar es que hace no demasiados meses encontré un filón de música yanqui de los primeros noventa proveniente de universidades de prestigio sonoras (no tengo ganas de levantarme y coger los CDS, pero si os metéis por ejemplo a investigar el sello CAPSTONE, fundado en 1986, sabréis de lo que os hablo). En dicho sello, me llamó poderosamente la atención una serie de experimentos con clarinetes y Tape Collaging a cargo de «doctores» que lo mismo te componían una suite clásica que te inventaban un nuevo instrumento pseudoelectrónico como tesis. Imagino (parto desde el desconocimiento) de que aquí en España habrá cosas parecidas… os invito a que os leáis (y escuchéis los 4 CDS) del ya casi agotado libro La Mosca Tras La Oreja de Llorenc Barber y Montserrat Palacios

El bueno de Josep sabrá de lo que hablo porque él mismo es una institución en su campo y a saber académico no lo gana nadie (puedo probarlo, pero tampoco tengo ganas de levantarme y poneros aquí datos sobre sus escritos y demás… meteros en EdictOràlia y buscad Escritos Desde la Intimidad). Tengo pendiente adquirir cuando la vorágine mental y económica en la que estoy metido me deje impresionantes tratados sobre el tema como IMPROVISACIÓN LIBRE (El gran juego de la deriva sonora) del propio JosepTercera Corriente, El nuevo Jazz valenciano del siglo XXI de José Pruñonosa o Jazz en España de Antonio José Izquierdo entre otros. Creo que si sigo leyendo más sobre música acabaré ingresado en cualquier sala extraña platicando idiomas inventados de raigambre cuneiforme, pero dejadme que sintetice estos dos párrafos en la reflexión final que quería hacer.

CAPÍTULO 2: donde se hace como que se reflexiona pero en realidad no se llega a nada, y donde animo a la Carrera de Periodismo a manifestarse de alguna forma y a que me expliquen qué es la Musicología.

La reflexión es la siguiente. Si existe literatura específica y discos de un nivel alucinante; si existen acciones sonoras (performances o como queráis llamarlas), ¿por qué me da la impresión de que el Avant Jazz, la Improvisación Libre y lo Experimental (meted también si queréis el ruidismo soberbio de Javier Piñango o Juan Antonio Nieto) vive en una ourobórica guerra de guerrillas de la que es tan difícil salir?. Si Amiri Baraka hablaba de la New Thing y el surgimiento del Free Jazz como algo totalmente rompedor y a contracorriente, y a día de hoy seguimos igual, ¿dónde queda la poderosa inventiva de los músicos avanzados de nuestro país?. ¿Por qué siguen viviendo en una corriente subterránea que discurre debajo de otras corrientes a su vez subterráneas?

Es más… lo que es una cortesía hacia mi persona (me refiero a que un grupo o músico me mande desinteresadamente su trabajo) encierra una doble lectura. LA MUERTE TENÍA UN BLOG es simplemente un sitio donde se escucha música, y se vierten opiniones SIN ÁNIMO DE SENTAR CÁTEDRA, Y que a la postre son sesgadas porque no hay Staff ni nada parecido. es MI OPINIÓN sobre lo que escucho lo que aquí leéis, una veces acertada, otras un despropósito. Pero el problema no es ese, el problema es que al parecer nadie o casi nadie se atreve a adentrarse en estos terrenos experimentales en este país y hablar/escribir de ellos más allá del corta y pega desdeñoso que para mí es un insulto enorme al artista. 

Esa gran alegría que siento cuando un artista o grupo me envía su trabajo encierra una amarga realidad, y es la de que lo avanzado/arriesgado/experimental en nuestras fronteras queda relegado a museos, galerías y actos tan subterráneos que ni siquiera el pasar de los metros se escucha en dichos habitáculos. Por lo tanto, ¿qué es lo que queda?… ¿un triste blog como representante literario de prensa apócrifa escribiendo sobre algo que debería estar enseñándose en escuelas?. O bien estoy totalmente equivocado y desconozco otros sitios donde se escribe de estas músicas, o eso que los hindúes llaman Kali Yuga se ha afincado por las Universidades Periodísticas.

Odio, odio profundamente esos homenajes de traje y pajarita al que estos músicos son obligados a acudir como si fuesen especies raras provenientes del espacio exterior. Instituciones de prestigio los invitan a hacer actos para 4 pseudointelectuales mientras yo aquí, ciudadano de estatus medio, coeficiente intelectual normalito tirando a mediocre y que he dejado mi piel durante mi juventud para comprar discos sacrificando muchísimo, tengo los vellos de punta escuchando «Oil Sonorities» de 1999. He acudido a conciertos de este tipo con 2 personas más y el estado de trance y comunión de la música indica que para nada es indescifrable… que su discurso no es obtuso ni complicado. Se trata de una propuesta SENSORIAL en la que es preciso/necesario dejarse llevar, y me da la sensación de que los Neo Melómanos ya no quieren sensaciones. Sólo quieren que sus discos se reediten en plásticos y gastarse los cuartos en cables chapados en oro. Al fin y al cabo, la palabra melómano empieza por melón, y un melón en la cabeza es lo que tienen algunos y algunas.

Hacedme caso o qué diablos, no me lo hagáis. No necesito para nada de vuestra palmadita en la espalda para absolutamente nada. Hay músicos dejándose la piel en este país SIN ÁNIMO DE LUCRO, sólo por el placer de explotar ese quiste pasional creativo que tienen dentro. Ese inquietante peristaltismo mental que los lleva al borde de la psicorragia creativa aunque se dejen el pellejo en ello… esa, y no otra, es la razón que lleva a Josep Lluís Galiana a trascender el límite de sus posibilidades hasta que dicho límite se convierte en zona de confort y acaba necesitando de nuevos límites, y esos nuevos límites ni siquiera están empezando a verse en el horizonte.

No son más que esbozos, cosquilleos que el artista siente o sueña febrilmente en su inquieta psique. Mientras tanto, a las cuatro de la mañana aquejado de insomnio, los «espacios musicales» o como se llamen de las cadenas de televisión nos muestran inocuos abordajes de Jazz Standard a cargo de músicos alquilados que ponen medias sonrisas y llevan boinas y pañuelos al cuello. Si Amiri Baraka levantara la cabeza, sería para dar cabezazos.

Después de esta enorme verborrea, paso a analizar el disco.

CAPÍTULO 3: donde parece que hago como que entiendo de algo pero pongo mis carencias por escrito, y donde al final a lo único claro que llegaréis es a que se trata de un disco de obligada adquisición.

Dos centésimas de segundo. El lector marca la duración de 66:58 y por una debacle temporal nunca podría llegar al 66:6, cosa interesante a tenor de la música que vamos a analizar. Es en ese paso imposible del 0:58 al inexistente 66:6 donde habita «N – on – O», pieza compuesta por Luigi Nono y que discurre a base de mistéricos contrastes que van desde sonidos de olas hasta una vorágine humana de grabaciones de campo, pasos, vientos huracanados, ladridos de animales y ambiente de mercado… todo flotando sobre un acople electrónico muy grave y vibrátil que imprime algo ominoso al ambiente. Antes de todo esto, irrumpen unos sostenidos tonos de saxo con un agudísimo eco que lentamente adquiere una interesante textura que recuerda a un acordeón. 

El jugueteo de «Maquillatges de la Realitat» se construye a base de un intenso procesamiento de notas en lo que podría ser una sordina inventada en Saturno. Muy cerca de la música concreta o las deconstrucciones del Dadaísmo, la pieza está incluida en el disco Colección AMEE, Volumen 01, Valencia. Quienes hayan entrado en el universo de las Toy Pieces de Zorn, Ikue Mori o Cobra sabrán a lo que me refiero. 

Maravillosas las palabras del libreto sobre Aram Slobodian y el concepto del Tercer Tiempo o Tiempo Geológico (os aguantáis y os compráis el disco para saber de lo que hablo) para el corte en tres segmentos «Evidencias Slobodianas»; angular, bizarro y cargado de acampanados sonidos que parecen de objetos de bronce para ser desplazados repentinamente por una melodía de saxo que da la impresión de estar acelerada en tempo. Esta pieza apareció aquí (otro disco apuntado en mi libretita que tengo que buscar, y que me ha llevado a esto) y que fue creada bajo los auspicios de la AMEE (Asociación de Música Electroacústica de España). 

Sigue «Suite Pour Saxophone Tenor Solo Ops, Op. 2» que se divide en 6 partes donde cohabita la dulzura y siempre expresiva paleta del saxo tenor, que siempre me ha gustado pensar que es la extensión natural y propia del cine Noir clásico, de alcantarillas humeantes y de tipos y tipas trajeadas en la Gran Manzana. Sin embargo, según el libreto, la raíz principal es barroca y de origen francés. Ops, diosa de la fertilidad, esposa de Saturno, es homenajeada en una composición que conforme avanza se vuelve más abstracta… como si al lirismo inicial lo hubiéramos puesto en una mesa de disección en una Morgue sonora. Se presenta aquí la versión completa (en Luscinia se sacó la versión amputada del tema… ya sabéis, por aquello de la Morgue y tal). Destaco el arrastrado cariz oriental de «Avec Une ´Elégance Grave et Lente»… como un drone de saxo emulando a una Shruti Box.

Jorge Gavaldá y Josep Lluís Galiana usan sus nombres para titular al siguiente corte «Gavaliana», y además demuestran lo bien que casan los instrumentos de viento con la manipulación electrónica. Lo que a priori parece aceite y agua se mezcla en un torno magnífico que corrompe molecularmente las notas de saxo para crear una muzak de histriónicos efectos que parecen sacados de un viejo film de sci fi de los 50. Cage, Xenakis, Glass y el retrofuturismo tanto aquí como en «Ops, Op. 1», ocho minutos de una composición para cuarteto de saxofones a base de material sonoro de los componentes del Mediterranean Electroacustc Saxophne Quartet. Maestría absoluta en partes que recuerdan a guitarras, otras a percusiones… recursos inacabables con toques violentos que podrían recordar al Downtown Neoyorquino, sobre todo cuando irrumpe una doble/triple melodía (tenor, soprano y alto) con acercamientos a algunas partes de The Lounge Lizards.

Vuelvo a traer a colación a Llorenc Barber y Montserrat Palacios que organizaron el Festival Nits D´aielo Art donde a Miguel Molina se le dio el V Previo Cura Castillejo. Molina, investigador arqueólogo de las vanguardias musicales del siglo XX, profesor de arte sonoro en La Facultad de Bellas artes de la Universidad Politécnica de Valencia, es homenajeado en un collage de un minuto de duración en «Claro… Improvisar (A Miguel M.)»… dadaísmo y descomposición alucinantes. Como contraste, unas espaciadas notas de saxo envueltas en eco emulan a esas alarmas y sirenas de plantas petrolíferas en alta mar. Saxo tenor mas toda clase de recursos para «Oil Sonorities», la pieza más antigua del disco (1999) pero interpretada en 2001 por Galiana y Gregorio Jiménez a la electrónica y que sin dudarlo la más oscura de todo el disco. 

El tenor de Galiana se establece en los sonidos barítonos y en la comunión que se ejerce con los recursos de Jiménez  (roza el Noise y el Industrial) se crea una introspectivo y oleoso flujo sonoro que me recuerda a proyectos actuales como los DEAD NEANDERTHALS, THE MOUNTFUJI DOOMJAZZ CORPORATION o THE KILIMANJARO DARKJAZZ ENSEMBLE pero claro, «Oil Sonorities» es más antiguo. Cuando el tenor se queda solo parece metido dentro de una ciclópea cuba metálica y si lo escuchas con auriculares a alto volumen sobrecoge. Me encanta cuando los músicos tocan lento y con leves esbozos son capaces de abrir la psique del oyente en un abanico de fuegos artificiales. Atentos al clímax final que ya lo quisieran para sí la mitad de bandas del palo oscurantista en sus múltiples variantes.

«Em-mor(das)sax» es un encargo de Sergio Sánchez (República Ibérica Ruidista) a modo de contestatario panfleto sonoro contra la Ley Mordaza. Notas que siempre se acotan (mordazas) que en conjunto queda más como una homilía sindical obrera. Es curioso, pero «Recurrences», el tema que sigue, me parece más «amordazado» que el anterior. Ambiental, fusión perfecta de músico con instrumento, roce de saliva contra metal y de viento como percutor de un gatillo recurrente para suicidios sónicos.

Una de las virtudes de la electroacústica cuando hay saxos de por medio es que suele resultar una música triste y opresiva. «Us & Them E5 Human Tide», narrando el drama de las pateras que cruzan el Mediterráneo, podría ser la musicalización del dramático cuadro «La Balsa de la Medusa» de Théodore Géricault. La melodía principal es espiritual a lo Coltrane e invita a la reflexión. Preciosa pero dura en su concepto. La pista escondida «Two Girls» con una actuación de 1999 en la Sala del Club Diario Levante con el sintetizador de Joan Martínez `Mey´ y Jesús Salvador `Chapi´ tocando algo así como un bodhran nos mete de lleno a Galiana en el Cuarto Mundo de JOHN HASSELL para redondear lo que me parece un disco de adquisición obligada. 

Víctor SeguíAlina Música – domingo, 7 de junio de 2020

Hay una elegancia en la manera de crear y mostrar los objetos sonoros que componen estas obras electroacústicas. Un sentido muy pictórico que sabe aprovechar los espacios de la dimensión sonora y jugar con ellos, contando con ellos, con el lienzo y sus silencios.

Otras piezas nos exponen un claroscuro algo traslúcido compuesto por un opaco collage de sensaciones e inventos. Al modo diderotiano, el oyente se va componiendo sus propias páginas sonoras, va alimentando un hambre de memoria. Documentos de la realidad más inmediata y humana tejen una suerte de conceptualismo libertario que se encabalga con una sensualidad huidiza.

Cada obra es un reto diferente y el maestro Galiana nos invita a un jugar con apariencias frías, a conjugar piezas y pequeños ritos y nos mantiene en una alerta de aspecto liviano que acaba transformando profundamente nuestra conciencia sonora.

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